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Rafael Ramírez: “El grupo militar de Diosdado salió de PDVSA y Tareck y Asdrúbal llegaron para privatizarla”

 

El ex ministro de Petróleo venezolano, Rafael Ramírez, aún cuando hace poco tiempo concedió una extensa entrevista a Petroguía, pidió nuevamente a este medio pronunciarse por dos temas que considera críticos y vinculados: la decisión del presidente Nicolás Maduro de designar a Tareck El Aissami y Asdrúbal Chávez en las posiciones de titular de Petróleo y presidente de PDVSA, respectivamente, en reemplazo del mayor general Manuel Quevedo; y expresar su rechazo al plan de reestructuración de la estatal elaborado por la Dirección Ejecutiva de Planificación de la empresa.

“Con la destitución o remoción de Quevedo, salió todo el grupo de militar muy cercano a Diosdado Cabello y en este “Juego de Tronos” que hay siempre en torno al gobierno de Maduro, quienes han tomado el control de la empresa directamente son Tareck El Aissami y Asdrúbal Chávez, quienes son los más cercanos a Maduro, aunque Asdrúbal es más afecto a los hermanos Jorge y Delcy Rodríguez”, enfatiza Ramírez. “Por tanto, PDVSA se ha convertido en una zona de disputa entre los factores de poder y ahora está bajo el control de estos dos personajes que no les va a temblar el pulso para continuar desarrollando la idea que tiene Maduro de Petróleos de Venezuela como es la de entregarla y privatizarla y es lo que han estado haciendo con esta propuesta de la Comisión de Reestructuración», indica al inicio de su exposición.

-¿Se refiere al documento que elaboró la Dirección Ejecutiva de Planificación de PDVSA?

-Tengo información que esa propuesta viene de los grupos económicos que están apoyando a Maduro. Viola descaradamente la Ley Orgánica de Hidrocarburos y no puede haber sido preparada por alguien que venga de la industria. Ese documento lo enviaron desde PDVSA y por eso los trabajadores están muy preocupados e indignados con lo que allía está planteado.

-Asdrúbal Chávez estuvo en la directiva de PDVSA que usted encabezó, ¿en ese momento a quién respondía él, qué línea seguía o se lo impusieron? ¿Ha tenido algún acercamiento con usted después que dejó el gobierno?

-No he vuelto a hablar con él. Asdrúbal ha utilizado de manera muy hábil su apellido.

-¿Por ser familiar del ex presidente Chávez?

-Claro, aunque el mismo presidente Chávez no era muy cercano a él, pero Asdrúbal hace valer ese apellido y por eso estuvo 10 años en el manejo de combustibles en el país. Por eso es muy triste que cuando Maduro arremetió contra trabajadores de PDVSA, alegando el tema del combustible, no hizo nada con la persona que fue responsable directo del manejo de combustibles en el país. Asdrúbal ha sido un caso lamentable porque su paso como ministro de Petróleo fue devastador, fue él quien sacó a más de 200 trabajadores del ministerio y lo llenó de gente proveniente de la Alcaldía de Caracas porque él es muy dócil con los hermanos Jorge y Delcy Rodríguez. Todos los que conocemos a la industria y conocemos a Asdrúbal, sabemos que él no tiene capacidad para hacer frente a lo que está pasando con el colapso operacional de la empresa. Además, normalmente en una compañía de petróleo, casi nunca se pone al frente alguien que venga del sector de refinación y mucho menos de proyectos, tiene que ser un persona que pueda hacer un manejo efectivo del tema de producción, más en estas circunstancias. Por el lado de Tareck El Aissami, él ha demostrado que está puesto para derogar todo el legado económico que dejó el presidente Chávez. Es un gran privatizador del gobierno y por eso no le importa mucho ser un ministro que no podrá viajar a la OPEP por los problemas legales que tiene. Tareck lo que hará es privatizar a PDVSA. Más que una privatización, hará una entrega. Ese documento certifica elementos que no son nuevos, sino que se vienen manejando debido al estado de debilidad en el que se encuentra la empresa y creen que ha llegado el momento de rematar a ese moribundo como es PDVSA.

-¿A qué atribuye que hayan sacado a ese grupo de personas cercanas a Diosdado Cabello, comenzando por el ex ministro Quevedo?

-Su incapacidad fue terrible. Yo siempre dije que Quevedo no sabía nada de petróleo. Diosdado se molestó conmigo porque yo dije eso y lo que hizo fue insultarme. Quevedo es un guardia nacional. Lo que hizo fue arreciar el desmantelamiento de la empresa e impuso una persecución y generó un régimen de violencia contra los trabajadores. Maduro ha metido puros militares en las empresas del Estado para desmantelarlas y las manejan como si fueran un cuartel de la Guardia Nacional. El resultado es evidente cuando se ve que durante la gestión de Quevedo se perdió más de un 1 millón de barriles diarios. Quevedo salió por la puerta de atrás y será muy mal recordado en la industria petrolera venezolana porque acabó con la empresa.

-¿Parte de los problemas de la caída de producción y de  PDVSA no obedecen también a las acusaciones de la Fiscalía?

-Por supuesto. Cómo se pretende que la empresa produzca si se hizo una razia contra los cuadros directivos y los gerentes. Todas las áreas fueron descabezadas y además por razones fútiles. Yo argumenté y demostré que en occidente se llevaron preso a toda la gente de occidente porque los socios de Petrozamora, como Alejandro Betancourt y su gente, estaban molestos porque PDVSA no les favorecía en lo que ellos querían. Por eso el Fiscal acusó a los gerentes de occidente de entorpecer la producción y se los llevaron preso. Igual hicieron en la Faja del Orinoco, donde desmantelaron la producción. Allí se producían más de 1,3 millones de barriles por día y hoy con los números que tenemos, apenas son 350.000 barriles por día. Por tanto hay una consecuencia directa porque desmantelaron la empresa. Igual pasa con el sistema de refinación. Ahora están trayendo a técnicos iraníes para recuperar el Complejo de Refinación de Paraguaná cuando en Venezuela tenemos los mejores técnicos de refinación presos como es el caso de Jesús Luongo. Se les ha acusado de conspiración. Además, ¿sabes qué otra cosa tiene que ver mucho con la caída de la producción?

-¿Qué?

-La decisión absurda de Maduro, que levantando las banderas de la lucha contra la corrupción, mandó a suspender todos los contratos petroleros. Los contratos de PDVSA son más de 100.000, que incluyen, desde el hielo para una gabarra hasta repuestos, bombas, válvulas y tuberías de producción. Eso no se puede suspender porque es como una maquinaria a la que se le van quitando piezas y al final se para. El petróleo está allí, al igual que el conocimiento, pero la gestión administrativa del Gobierno ha sido terrible. Es la peor y creo que no hay antecedente de una situación como esta.

La reestructuración

-En la propuesta de reestructuración de PDVSA hay una dualidad con respecto a las empresas mixtas. Por un lado se señala que se mantenga la mayoría accionaria, sobre todo en aquellas que en este momento están sacando la producción como Petropiar, Petromonagas o Sinovensa, pero también hay otras que se recomienda la cesión completa a privados o la fusión con otras empresas mixtas

-El planteamiento es muy grave porque se está pactando la reserva que hace el Estado a las actividades primarias del sector petrolero, tal como señala el artículo 302 de la Constitución. Por un lado, están fusionando a PDVSA y a la Corporación Venezolana de Petróleo (CVP), luego establecen que la CVP actuará como administrador de los contratos de los nuevos modelos de negocios, que fueron creados por ellos con el nombre de Acuerdos de Servicios Conjunto (ASC), que es una figura ilegal. Son como los que dieron en el estado Monagas y en todo el oriente, que lejos de aumentar la producción lo que ocurrió fue todo lo contrario porque se perdieron más 100.000 barriles diarios. Eso no ha funcionado.

-¿La CVP  quedaría como un órgano regulador?

-Exacto. Quedaría como una agencia reguladora, que es lo que propone la oposición y algunos sectores que argumentan que no debe existir el Ministerio. De hecho, en esta propuesta se está desmantelando al Ministerio de Petróleo y a eso sumó la decisión de desmantelar el Vice ministerio de Petroquímica y Refinación y quedaría un solo Vice ministerio. El Ministerio ya no fiscaliza, no regula y no pone precios

-¿Los ASC son como los convenios operativos de la Apertura Petrolera?

-Sí, pero una mala figura porque los convenios operativos por lo menos contemplaban un proceso de licitación y tuvieron producción que alcanzó 500.000 barriles diarios, pero los ASC son para ser entregados a sus amigos, reconociéndoles unos costos altísimos.

-¿Esos contratos de servicio se comenzaron a entregar en la gestión de Quevedo?

-Los dio Quevedo en base al decreto 3.368, que también fue ilegal. Pero más allá de eso, vamos por parte a lo que dice la propuesta de reestructuración. Primero, que PDVSA se retira de cualquier participación en el desarrollo social, eso le quita a PDVSA el carácter popular que había logrado y que algunos sectores han criticado pero que es una de las características de la empresa. Incluso, le cambian el color al logotipo porque se sustituye el rojo por el negro; segundo, dicen que PDVSA se desprende de una cantidad de filiales no petroleras y resulta que estas eran las filiales que garantizaban autonomía operativa en algunos sectores. Eso implica que se desprende de PDVSA Servicios, PDVSA Industrial, todo lo que tiene que ver con los taladros, las tuberías, las válvulas, la Empresa Nacional de Transporte, PDVSA Ingeniería y Construcción; tercero, se desprenden de todas las filiales de Sudamérica, es decir, todo lo que impulsó Chávez en la región lo eliminan. Pero lo más importante, se está entregando la producción a los privados, bien sea por la figura de empresas mixtas, donde se establece la entrega de  la mayoría de las unidades; empresas mixtas nuevas o los ASC, es decir, una privatización y PDVSA no tendrá producción propia.
Básicamente están entregando todas las unidades de producción a las figuras de empresas mixtas o de ASC. En el caso de las empresas mixtas, están diciendo que van a vender la participación de todas hasta 50,1%

-¿Eso lo permite la ley?

-Están planteando también modificar el artículo 22 de la Ley Orgánica de Hidrocarburos para eliminar la restricción de que PDVSA tenga al menos de 50,1% en las empresas mixtas, es decir, el segundo paso que se pretende es entregar la producción de petróleo a una mayoría privada o completamente a los privados. Otro aspecto que molesta es que crearon o se inventaron una terminología que no es petrolera como “aguas arriba”, “aguas intermedias” y “aguas abajo”.

-¿Se refiere a lo de “aguas intermedias”?

-Exacto. En lo que llaman “aguas intermedias” están poniendo todos los servicios como compresión de gas, inyección de agua, extracción de líquidos y están diciendo que se lo van a entregar a los privados, es decir, PDVSA pierde la capacidad de manejar su propia producción y resulta que todo eso forma parte de las actividades primarias, que coadyuvan a que se pueda producir petróleo y que no se entregue a otras entidades privadas. La propuesta también dice que entregarán todo lo que es “aguas abajo” como es refinación, transformación, comercialización y venta. Esto también va en contra de la Ley Orgánica de Hidrocarburos, la cual establece en su artículo 9 que nada del “Down stream o aguas abajo” que sea existente pueda ser entregado a entidades privadas. Se puede permitir participación privada en refinerías nuevas, pero no se puede privatizar algo existente. Entonces, estos señores están entregando la producción, la infraestructura de procesamiento, tratamiento y almacenamiento y las refinerías a los privados, pero además  la comercialización. Se está diciendo ya PDVSA no va a comercializar sino más bien las empresas mixtas y los privados. Entonces, ¿para qué vamos a ir a la OPEP si no se va a poder regularizar la producción y la comercialización del petróleo? Volvemos a la época de la concesiones, es decir, esta gente está llevando al país a un retroceso en el régimen petrolero venezolano que nos devuelve a los años de las concesiones petroleras. Esta entrega que está haciendo Maduro es peor a lo que planteó la Apertura Petrolera o propone el Plan País de la oposición.

-¿Lo considera peor que la reforma a la Ley de Hidrocarburos que presentó la oposición en la Comisión de Energía o a la nueva ley que introdujo el diputado Luis Stefanelli de Voluntad Popular?

-Es peor. Esto que está presentando Maduro no es una reforma, es una entrega porque se va a los cimientos de lo que es el régimen petrolero venezolano que no es de ahora. No se trata de que sea el modelo de Chávez o no. Por supuesto, reivindico lo que hizo con Chávez porque soy su ministro de Petróleo, pero esto tiene que ver con el país porque se está derogando con algo que viene desde el decreto de Quito del Libertador Simón Bolívar de 1829, que ese petróleo nos pertenece a los venezolanos y si no se tiene una empresa nacional, si se entrega toda la capacidad que hay para producir petróleo se perdió la propiedad y el control sobre el recurso natural, es decir es una propuesta muy entreguista. El Plan País y la Apertura Petrolera quedan en pañales con esto que se está presentado desde PDVSA. Nosotros criticamos mucho la Apertura Petrolera porque se entregó un campo como Boscán y se dijo que era un negocio marginal. En esta propuesta vemos que se está entregando Morichal, cuya producción en 2013 fue de 500.000 barriles de petróleo. También se está entregando los campos de San Tomé y Dación, todas las áreas que forman parte del esfuerzo propio de PDVSA. Se desprende también de PDVSA Gas, porque se entrega todo Anaco a los privados y esta filial queda como un distribuidor de gas que deberá comprar el gas asociado a un precio internacional. Por eso insisto que no es una reforma, es una entrega. También plantean entregar los terminales de Jose, Guaraguao, Morichal, el patio de tanques, los oleoductos, Puerto Miranda, Las Salinas, Bachaquero, Ulé, Punta de Palma, Bajo Grande, todos los sistemas de transporte y almacenamiento, la planta de procesamiento Pigap I y II, Santa Bárbara, San Joaquín, planta de fraccionamiento de Jose. Esta gente se volvió loca. Nunca había visto un planteamiento tan antinacional como este.

-¿Ese plan es un reconocimiento del estado de deterioro que se encuentran esas instalaciones?

-Claro. Lo que pasa que ponen como una de las razones el grado de deterioro y obsolescencia pero si la culpa es de ellos. El problema no es que se tenga que privatizar a PDVSA sino que hay que cambiar al señor que está en el Palacio de Miraflores porque ese deterioro se ha quintuplicado en la gestión a partir del año 2015. Desviaron el dinero, lo desviaron Carlos Malpica Flores y Simón Zerpa. El mismo Eulogio Del Pino, un día antes de que lo metieran preso denunció que la habían quitado todo el dinero y no dejaron manejarlo. Ellos son responsables. Este plan hay que pararlo. Es increíble. Es entregar un patrimonio que es de los venezolanos, que nos ha costado 100 años, que nos ha costado sangre y sudor, para entregarlo a los privados. Se lo están entregando a sus asociados porque esto es un negocio para Alex Saab, Francisco D´Agostino y Alejandro Betancourt.

-¿Se refiere al Saab el de los CLAP?

-Sí porque él es el rey de los negocios de Maduro.

-Usted menciona a Alejandro Betancourt. No obstatne, él obtuvo contratos en el sector eléctrico con la empresa Derwick durante su gestión, tanto para Corpoelec como para PDVSA

-Con PDVSA todo el mundo tenía relación, todos los industriales y empresarios venezolanos han tenido relación con PDVSA  porque PDVSA era la única fuente de ingresos del país. Entonces el hecho de que alguien esté registrado en el registro de contratistas no quiere decir que tengan luz verde o el apoyo nuestro para que hagan con el país lo que están haciendo. Betancourt y su grupo de gente son los dueños de la producción petrolera de occidente, de Petrozamora y de todas esas empresas que el gobierno de Maduro ha entregado la producción.

-¿El socio de PDVSA en Petrozamora no era Gazprombank?

-Sí pero en el año 2015 hubo un cambio en la propiedad y ese es uno de los cambios que se han hecho en las empresas mixtas sin pasar por la Asamblea Nacional e igual como han hecho con la faja del Orinoco de espaldas al país.

-En PDVSA se insiste que el socio en Petrozamora es Gazprombank

-No. Ellos crearon una empresa rusa donde están asociados Gazprombank con los capitales de Alejandro Betancourt. Cambiaron la denominación del socio ruso y la composición. Todas estas cosas deben pasar por la Asamblea Nacional y deben ser del dominio público. Eso procedimiento está establecido de esa manera en la Ley Orgánica de Hidrocarburos. Es lo mismo que hicieron los rusos de Rosneft.  Ahora nadie sabe cuál será la empresa que va a operar en lugar de Rosneft porque es una compañía desconocida. Rusia nos está tratando como si esto fuera una colonia. Ellos deciden sus cosas en Moscú y no les importan nuestras leyes. pero eso no es así porque precisamente el espíritu del legislador cuando puso eso en la Ley Orgánica de Hidrocarburos era proteger al país de que no se detuviera una industria de importancia estratégica.

-¿Cree que los rusos van a seguir produciendo en Venezuela?

– No. Tienen las reservas pero no van a producir porque se llevaron a la empresa operadora y es lo mismo que pasará con Chevron en Petropiar y Petroboscán. Esta gente lo que está haciendo es rematar esto. Los cambios que ellos están introduciendo es una cesión de las áreas petroleras porque dicen que los privados pueden hacerse de los activos de PDVSA como compensación de deuda. ¿Qué deudas? ¿Cómo es ese tema de la deuda? ¿Quién sacó esa contabilidad? Venezuela no va a recibir ingresos por la venta de activos, sino que se lo van a dar en contraprestación a supuestas deudas que habría que aclarar. Cuando yo dejé la empresa, dejé todos los estados financieros auditados y se sabía a quién se le debía. Hoy no se sabe nada. PDVSA no muestra estados auditados, no hay auditor externo que pueda dar una opinión positiva de los estados financieros de PDVSA, entonces es una cosa secreta de entrega de la empresa a cambio de esa deuda.

-En el documento se señala la creación de la filial PDVSA Rusia

-Es la única filial que se va a quedar en el exterior porque están cerrando toda Sudamérica. Ellos tendrán sus razones pero yo solo le digo a Nicolás Maduro que ese era parte del pensamiento de Chávez y Maduro lo sabe. Lo están cerrando todo y están dejando solo esa filial en Rusia, que básicamente será para manejar Nynas y otro negocio más. PDVSA reduce su presencia en el mundo. Lo más grave no solo es lo que están entregando ahorita sino la entrega del control sustancial, es decir, se dice que los privados se encargarán de la contratación, de la relación con los trabajadores, recursos humanos, ya no se tendrá un control de la producción y de la comercialización petrolera. No se sabrá a cuánto se vende el petróleo, a dónde se vende, cuánto se vende. Ya ahora no sabemos nada y es lo que pasa con la venta de crudo Merey. No hay precios anunciado porque desmantelaron el sistema y eso obliga a hacer cálculos. Se están llevando todo ese petróleo y nadie le rinde cuentas al país. Todo esto que es muy grave y está pasando en silencio. Ellos son violentos y malandros. No le rinden cuentas a nadie. No solo no van a la Asamblea Nacional sino que tampoco van a la Asamblea Nacional Constituyente. Nadie sabe lo que está pasando pero está avanzando.

-En la propuesta se plantean liquidar negocios de PDV Holding y Citgo, ¿eso es como asumir que se perdieron esos activos en Estados Unidos?

-Ellos están dando por perdidos algunos activos, sobre todo aquellos que aún están en litigio en el área de refinación y están cerrando muchas filiales. No se dice para nada qué pasará con los trabajadores. Pongamos que se hayan ido 30.000 trabajadores pero queda el resto. ¿Qué pasará con ellos? Otra cosa es que se está derogando el decreto presidencial 5.200, el de nacionalización de la faja del Orinoco, y por esa decisión hemos ido a juicios arbitrales con ExxonMobil y ConocoPhillips. Ahora esta gente dice que lo echa para atrás y que lo deja sin efecto. ¿Y los juicios y todo lo que ha pasado?¿Vamos a entregarle a los privados o las transnacionales porque ningún privado venezolano puede con un proyecto de la faja? ¿Vamos a entregar la mayor reserva de petróleo del planeta? ¿A cuenta de qué o con qué excusa? Del deterioro de la infraestructura es culpa de ellos, la caída de la producción es culpa de ellos. Igual están derogando la ley que reserva al Estado los bienes y servicios conexos en las actividades primarias de hidrocarburos, todo lo que son las actividades del lago de Maracaibo e inyección de gas y agua. Si hubiera invadido Estados Unidos, que es lo que siempre dice Maduro, nunca hubiera ocurrido una entrega igual. Es algo verdaderamente lamentable y que no se puede tolerar. Hago un llamado a todos los trabajadores y a todas las fuerzas políticas del país para que se pronuncien por esto y que digan si están a favor o no de entregar a PDVSA y que quede registrado para la historia porque es una transformación que nos va a costar muy caro.

La carga fiscal           

-Hay expertos que señalan que Venezuela tiene uno de los regímenes fiscales más elevados

-Fíjate que las personas que hacen este tipo de propuestas se quejan de que Venezuela tiene el puesto número 1 en obtener mayores beneficios en su actividad petrolera y eso en vez de parecer bueno lo colocan como un complejo y entonces dicen que no somos atractivos para los privados. Eso no es verdad. Nosotros cuando estábamos en PDVSA teníamos más de 33 empresas privadas trabajando con nosotros de todo tipo, desde la A hasta la Z. No es verdad que los privados no quieren invertir en Venezuela por el régimen petrolero. No quieren invertir por Maduro. ¿Quién se va a meter a trabajar con Maduro. Solo aventureros como Ruperti o Betancourt. ¿Quién va a querer trabajar en Venezuela si las empresas internacionales serias saben que no hay un régimen legal, no hay legitimidad en quien toma las decisiones y alegan el argumento del government take para reducir el pago de regalía e impuesto sobre la renta, eliminar la contribución especial sobre precios de hidrocarburos o producciones marginales y disminuir los impuestos municipales, lo cual me parece increíble.

-¿Qué respuesta tiene usted a quienes dicen que el régimen fiscal venezolano es de los más elevados del mundo y eso resta competitividad sobre todo en un escenario de bajos precios del petróleo como el de este momento?

-Los que dicen eso piensan por las compañías. Eso es respetable, pero yo me pongo por el lado de los venezolanos. Yo pienso por el país. Si nosotros en un escenario de precios bajos no tuviéramos la regalía en 33% más 50% de impuesto sobre la renta no habría con que comprar. El régimen fiscal petrolero es para favorecer a los venezolanos. Yo hablo como venezolano. Si nosotros no hubiéramos cambiado el régimen fiscal de la faja a nosotros nos hubiera quedado solo 1%. Yo reivindico ese régimen. La situación actual que ha creado Maduro, donde casi pareciera que nos hubiera arrasado un ejército invasor, habría que tomar una medida para permitir levantar la producción pero eso serían solo medidas coyunturales sin necesidad de trastocar todo el régimen fiscal. Sea el gobierno que sea, vamos a necesitar un ingreso petrolero. Lo de Maduro ha terminado siendo como el COVID-19. Así como el COVID-19 acabó con la economía y ahora se está demostrando que el mundo no puede vivir sin los trabajadores, igual Maduro ha demostrado que el país no puede vivir sin petróleo. Lo había dicho Arturo Uslar Pietri hace años. Maduro lo demostró. Hicimos un experimento trágico. Esta gente con su incapacidad acabó con la industria petrolera, el resultado es que el país no se mueve. Esta es una de las peores crisis de su historia. Creo que la peor en su historia contemporánea, entonces nosotros tenemos que reivindicar el régimen petrolero, tenemos que ayudar al pueblo y a los privados, pero necesitamos captar todo el dinero que podamos para levantar este país sino no hay manera y no vamos a salir del hoyo en el que estamos metidos.

Release the workers, military and political prisoners

This must be a demand from all political and social sectors in the country of Venezuela. Currently, in our country, there are hundreds of workers, military, and politicians imprisoned for political reasons without any trial, procedure or their right to defense.

All of them have been denied of their constitutional rights, their right to due process, the presumption of innocence, the inviolability of the home violated, all of which constitutes a violation of their human rights, as has been expressly denounced by the UN High Commissioner for Human Rights, Michelle Bachelet, after being working for a long period with her team in the country and also, by the few family members who dare to do so.

These workers, military, and politicians belong to the entire spectrum of the country’s social life, from “Chavistas” (those who follow former President of Venezuela Hugo Chávez)  to right-wing opponents, including workers, popular leaders, and writers, who have only made use of their constitutional right to express their opinions and political positions.

Most have been subjected to humiliating and vexatious detention. Kidnapped by masked, heavily armed people who are supposed to be members of the security forces, who act in an abusive manner and violate all the guarantees and rights of the detainee. In many cases, they are exposed to public scorn, using the State’s media, in which, from the president, vice-president, minister or attorney general himself, these people are unilaterally accused, sentenced, and condemned brandishing the most unusual accusations, from corruption, terrorism, treason, to any other hoax.

In no case have the accusers shown any proof of their accusations. They are only «false positives», set up with the prosecution and the judiciary, to bury a citizen alive, without anything, or anyone, being able to restore their rights, their name, their reputation, their freedom.

I know directly the drama of the oil workers and managers. I have denounced it both publicly and before the United Nations Human Rights bodies. I will continue to do so because I know that the motivation behind the government’s attack on these comrades has been to sweep away the technical-political leadership that accompanied me in the management of PDVSA for 12 years, to open the way for the privatization of the company in their favor. If I had returned to the country, they would have arrested me, without the right to a defense or a trial, as they did with the former president of PDVSA in function Eulogio Del Pino, and others very high managers and wellknown for their respective capacities as Pedro León, Orlando Chacín, Jesús Luongo, Pavel Rodríguez, Gustavo Malavé, and 100 other PDVSA workers, or they would have kidnapped me to let me die in prison, as they did with the in function Minister and President of PDVSA and former President of CITGO Nelson Martínez. The cruelty and viciousness of the government are very similar to the violence of the Fourth Republic of Venezuela.

“Madurismo”(as we called the followers of the actual president of Venezuela Nicolás Maduro),  had to take away the leaders of the teams that worked at the head of PDVSA during the government of President Chávez, in order to remove the obstacle to the privatization of the company and the surrendering of the oil. They knew that I would not allow it, as we did not allow it during our administration.

In the end, it is about the violence of “Madurismo” to end “Chavismo” and eliminate the political, economic and social conquests achieved to impose a backward, dependent model that only favors, in a scandalous way, the transnationals and the economic groups that came to power with maturity.

In addition to direct, physical violence, there is the use of justice for political persecution, lawfare, moral lynching, incitement to hatred and the moral destruction of institutions and trajectories, of entire lives. What they have sown has been the seed of fascism, and from there, nothing new will emerge.

But it’s not just about PDVSA workers. At the beginning of this «razzia», some political sectors, especially those affiliated with the government, the “Maduristas”, “Chavistas”, and opposition leaders, kept a cowardly silence. For them it was «only» about those from PDVSA, it was «Maduro against Ramírez», or in the case of the opposition, «it is only about “Chavistas.»

Well, they were wrong, and history will judge the silence and cowardice of the leaders of the PSUV (the socialist party that is actually represented by Nicolás Maduro), parties of the extinct Polo Patriótico, ministers, human rights defenders, former guerrillas, politicians, lawmakers, authorities, members of the National Constituent Assembly called and direct by Maduro, ANC, thinkers, journalists, and opinion-makers, who have kept an immoral silence in the face of what was only the first violent episode of the government, which would later become the open and unbridled facet of a criminal, police government, capable of doing anything to stay in power.

The violence against PDVSA and its workers has been followed by violence against political leaders, former ministers of Chávez, the military, workers and public officials of all companies and sectors of the State: workers in the iron and steel industry, Corpoelec (company for electricity), peasants, mayors, popular leaders, writers. Many names have been added to the more than 100 detained in PDVSA: the very High Level militars, General Miguel Rodríguez Torres, General Raúl Isaías Baduel, Rubén González, Rodney Álvarez, among several others of whom nothing is known.

The last ones to end up in prison, under the government’s authoritarian action, are the young workers of PDVSA, Aryenis Torrealba and Alfredo Chirinos; and, recently, the professor and columnist Vivas Santana, as well as, journalists, medical and health personnel, who have dared to say something contrary to the official version of Jthe Minister of Informationof Maduro, Jorge Rodríguez about the coronavirus.

Similar abuses and humiliations have occurred against traditional opposition leaders and political activists. Hundreds of prisoners have been accused in a generic way of conspiracy and of being terrorists; some of them, like Councillor Albán, have already had a tragic and unclear end.

In the military, nothing is known. Officers are abducted, taken to prisons without any information or right to defense. The most emblematic cases are those of Lieutenant Colonel Martin Chaparro and Lieutenant Colonel Ovidio Carrasco. At the moment, there are 152 military prisoners, generally accused of participating in any of the alleged conspiracies to which the government has gotten us used to, «terrorist plots», «attacks», etc., the most tragic case being the death by torture of Lieutenant Commander Rafael Arévalo.

The position of the political sectors in this situation is at the same time pathetic and sad. Most of the time, it is one of indifference, others of convenient silence and, in the worst case, complicity, in both of its aspects: either «they deserve it because they are right-wingers» or «they deserve it because they are “Chavistas.» In this last group, they always debate in the contradiction of what to do when repression touches one of their close relatives or comrades.

From a revolutionary position, from a progressive and advanced position, our condemnation of political violence and the violation of human rights cannot leave room for doubt or political calculation. There cannot be «good prisoners» and «bad prisoners,» «good tortured» and «bad tortured,» and much less «good torturers» and «bad torturers.» Perhaps those of us who have closely seen and experienced the violence of the State, and not only of this government but also of the governments of the Fourth Republic of Venezuela, should have, as I have, a greater awareness of the duty to denounce and stop the government’s criminal behavior, which cannot be justified under any circumstances.

Silence cannot be an option in the face of government repression and violence against citizens; human rights violations cannot go unpunished.

April 19th and the lost independence.

Today is the 210th anniversary of the Declaration of Independence of our country, a bold action of the Venezuelan patriots, followed by the signing and adoption of the Declaration of Independence and then by 10 years of bloody war against the Spanish Empire, where our Liberator Heroes, Bolívar, Sucre, Urdaneta, Ribas, Mariño, among many others, fought with courage and strategic clarity until they defeated it and brought independence to what today are six independent Republics of our South America. In that war, the genius of Simón Bolívar knew how to lead the Venezuelan people and the Liberating Army to eternal glory.

But today, plunged into the most serious crisis of our contemporary history by the devastating action of an incompetent government, with a president who confesses that he has time to watch entire seasons of TV series while the country is collapsing, or whose ministers make a broadcast to reopen one elevator while they make sure to tweet and build «trends» about this patriotic date.

The truth is that today, our independence has vanished among so many things that we have lost, something that cannot be hidden, despite the government’s capacity to manipulate the media, creating a world of fantasy and «victory after victory», of «still life», which our people look upon with astonishment and resignation.

An example of this is the oil issue. In my latest Weekly Oil Bulletin, which I invite you to read and review in its entirety, I explain with numbers and graphics how the government’s action against PDVSA has not only caused the operational collapse of the company, which is the reason why there is no gasoline, no gas, no oil production, but that the company has been «de facto» privatized.

The latest OPEC report, dated April 15th, states that oil production in Venezuela continues to fall and stands today at 660 thousand barrels of oil per day, a drop of 2.4 million barrels of oil per day, from the production levels we had in 2013 of 3,011 million barrels of oil per day, that is, a 78% collapse in our oil production, in 7 years of Maduro’s management at the head of PDVSA.

 

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This graph shows the constant fall in our oil production from 2015 onwards when the company was intervened and the «razzia» against its workers and managers began. This situation worsened even more after 2017 when the company was militarized with the appointment of General Manuel Quevedo as President of Petróleos de Venezuela. At the time of the US sanctions against PDVSA, in January 2019, the damage caused by Quevedo’s mismanagement at the head of the industry was already profound. Let’s take a look at the current oil production.

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Graph of Venezuela’s production 2014-2020.

In the Orinoco Oil Belt, production has fallen from 1,274 million barrels per day at the end of 2013 to 352 MBD in 2020, representing a drop of 922 MBD or 71% in the period.

Of this production, the mixed companies PetroSinovensa (CNPC), Petromonagas (Rosneft) and Petropiar (Chevron), contribute 250 MBD, which represents 69,4 % of the FPO production.

In the East of the country, production has fallen from 825 MBD at the end of 2013 to 170 MBD in 2020, a loss of 655 MBD, or 79.4%, although production has been delivered there to the private sector of the Service Contracts.

The Oil Service Contracts have fallen by 100 MBD between January and March 2020, from 201 MBD to 106 MBD, a fall of 50% in the production delivered by PDVSA. The Oil Service Contract model is not only contrary to the Constitution, to the law and extremely costly, but it also means a worse operational performance for PDVSA.

In the West, the drop has been from 776 MBD at the end of 2013 to 138 MBD in 2020, a drop of 638 MBD, equivalent to 82.2 %. This is even though the production of “PetroBoscán” (Chevron) and “PetroZamora” (Gazprombank, Russia) are located there. These produce 68 MBD and 60 MBD respectively, which represents 128 MBD, equivalent to 92.75% of the production in the West.

Who produces in Venezuela?

In the period of management between 2015-2020, from the intervention of the government in 2015, a shift in the production of oil in the country has taken place. Now it is in the hands of the private sector.

PDVSA has undergone “de facto” privatization, a process that is illegal and contrary to the interests of the Republic, as established by the Constitution in article 202 and the Organic Law on Hydrocarbons and decree 5,200 on the nationalization of the Orinoco Oil Belt.

While in 2013, oil production was 100% under PDVSA’s operational control, through its Production Units, 100% participation of PDVSA, called “Esfuerzo Propio” (“own effort”), as well as with the Joint Venture Companies, where PDVSA had a majority share of at least 60%-70% and control of operations.

In 2013, the country’s production closed at 3,011 million barrels of oil per day, of which 1,881 million were from Own Effort (100% PDVSA) and 1,130 million from Joint Venture companies (60-70% PDVSA).

Nowadays, as of March 2020, the country’s production closed at 660,000 barrels per day, a drop of 2.4 million barrels compared to 2013, which represents a 78% decrease.

Of the current production, 105 MBD are Own Effort (100% PDVSA), 106.8 MBD Oil Service Contracts (100% privately operated) and 448 MBD with Joint Venture Companies (operated by the private partner).

quien produce en venezuela
Who produces in Venezuela?
Production PDVSA 2013
Production PDVSA 2020

From an objective analysis of the data on production in the country, it can be seen that today, PDVSA’s own production represents only 16% of the country’s production, the remaining 84% is in private hands.

It is clear that behind all the «hype» and the scandal of Maduro and the prosecutor against PDVSA and its workers, what existed was the deliberate purpose of diminishing our own national capacities in the oil industry, that is, demolishing piece by piece the strengths of our national oil company, the most important in the country, the bastion of our SOVEREIGNTY, and then doing something that was IMPOSSIBLE BACK IN 2013: to advance in the privatization of PDVSA, with the excuse that the company «doesn’t work.»

After 12 years at the head of the oil industry as President of PDVSA and President Chávez’s Minister of Petroleum, through which we maintained all our operational capacities to the maximum and were able to supply the country with fuel and provide all the income required to sustain the national economy, it is my duty to denounce before the whole country, that the devastating rush of Maduro against PDVSA has culminated in the surrender of our oil industry to private control, transnationals and briefcase companies, an action that is against the laws and the Constitution. A surrendering that has been the indispensable condition for taking away our sovereignty and independence.

Boletín Petrolero Extraordinario
21 abril 2020

El Petróleo en Negativo

El día de ayer, 20 de abril, el mercado petrolero internacional fue sacudido por una baja sin precedentes del WTI, llegando a valores negativos de hasta -36 dólares por barril, algo que nunca había sucedido.

 

La razón fundamental de este fenómeno está ligada al hecho de que los traders salieron con anticipación de sus contratos al mes de mayo, por no existir demanda suficiente, ni capacidad de almacenamiento para el petróleo. Por ello, los contratos a futuro para el 20 del mes de mayo, cayeron hasta 6,4 dólares el barril el día de hoy, martes 21 de abril.

Aunque en el Brent, marcador de los precios para el mercado europeo, también cayeron a valores por debajo de 20 dólares el barril, la mayor afectación del desplome de los precios del petróleo lo sufrió el WTI, marcado para el petróleo norteamericano, básicamente porque no existe capacidad de almacenamiento en Cushing Oklahoma, “hub” de almacenamiento de petróleo norteamericano, en base a cuyos inventarios se basa el precio del WTI que luego se tranza en el NYMEX.

El fracaso de la pasada reunión de la OPEP+ del 6 de marzo, fue un factor determinante para la desestabilización del mercado petrolero, no solo porque coincidió con el abrupto desplome del consumo provocado por las restricciones de movimientos, transporte y actividad industrial como efecto de la pandemia del COVID-19, sino porque este desacuerdo dio origen a una guerra de precios entre Arabia Saudita y Rusia.

Mientras esta guerra de precios entre dos de los tres mayores productores de petróleo del mundo, inundaba el mercado de petróleo barato, la demanda seguía cayendo, estimándose entre 20-30%, producto de la paralización de la economía mundial, que entró en recesión. En abril, tanto la OPEP como la Agencia Internacional de Energía, pronosticaron en sus respectivos reportes que la caída de la demanda para el 2020 sería severa, con una pérdida de entre 6,8 y 9 millones de barriles día en el consumo, indicando que para el mes de abril, la pérdida sería de 20 millones de barriles día de consumo.

Es por ello que, como dijimos en nuestro Boletín Petrolero del pasado 17 de abril, el recorte de producción acordado por la OPEP+, además de ser tardío, resultaría insuficiente ante el desplome de la demanda y los volúmenes de petróleo que han inundado el mercado, petróleo que no tiene quien lo consuma ni donde almacenarse.

Pero además este recorte sin precedentes de la OPEP+ fue un esfuerzo que no fue acompañado por otros grandes productores No-OPEP agrupados en el G-20, como EEUU y Canadá, lo que quiere decir que los distintos países productores, sobre todo EEUU, Canadá y en menor medida México, prefirieron que “otros” hicieran el esfuerzo de recorte, lo que privó al mercado petrolero de una decisión política, contundente y oportuna, que pudiese cortar un volumen de petróleo que podría haber sido de 15 millones de barriles día de petróleo, y que estaría sometido a revisión para mediados de año y por más tiempo que solo dos meses, como se acordó en la OPEP+. 

Mientras este desbalance en el mercado entre oferta y demanda, y la incertidumbre del futuro de la economía mundial dado la afectación provocada por el COVID-19 seguían perjudicando el precio del petróleo, a este se sumó un elemento que pareciera haber tomado de sorpresa o haber sido subestimado por el mercado, que se convierte en una restricción física, imposible de evadir: el almacenamiento.

Con un mercado sobre abastecido de petróleo y sin una demanda para el mismo, los inventarios comerciales de los países de la OECD, China e India, comenzaron a llenarse de petróleo barato. 

El algunos casos como el de China e India, o las reservas estratégicas de los grandes consumidores, esta información no se reporta al mercado, pero todos los análisis y reportes, incluyendo los reportes de la Administración de la Información Energética de los EE.UU, EIA por sus siglas en inglés, indicaban que los inventarios petróleo en todo el mundo se estaban llenando a un ritmo muy acelerado. 

Igualmente se conoció del incremento de almacenamiento flotante, es decir, buques de petróleo, tanto por la imposibilidad de colocar el petróleo en el sistema de refinación mundial que ha venido disminuyendo o cesando operaciones por la falta de consumo de combustibles, así como por la expectativa de los traders o especuladores que sabían que el mercado estaba en “super contango” como lo definió la OPEP en su reporte mensual, es decir, que el precio del petróleo a futuro era mayor que el actual.

Así lo estaba percibiendo el mercado, donde incluso compañías y países como México adquirieron coberturas o “hedging”, negociando financiamiento por su producción futura, hasta que los compradores de petróleo se dieron cuenta que no había ya espacio para almacenarlo, por muy barato que estuviese, sobre todo en los almacenamientos comerciales de EEUU y el Cushing de Oklahoma que llegaron a sus límites de capacidad operacional, por lo que comenzaron a cancelar sus contratos de mayo con anticipación para no tener que pagar por almacenamiento más que el valor del petróleo adquirido. Eso fue lo que produjo la caída a valores negativos del WTI del dia de ayer 20 de abril.

Perspectivas para el corto plazo.

Aunque los precios de futuros para mayo están en valores negativos, para los meses de junio y julio se están estimando precios para el WTI de 15,55 $/barril y 23,3 $/barril respectivamente, y para el Brent valores para junio y julio de  20,46 $/barril y 24,93 $/barril, respectivamente.

Esta expectativa del mercado se basa sobre el supuesto de la reducción masiva de la producción de petróleo, bien por razones económicas o por decisiones políticas de los productores, o porque se produzca incremento de la demanda debido al progresivo relajamiento de las restricciones de transporte, viajes, movilidad y actividad industrial, manufactura y comercial por la superación gradual de la cuarentena del COVID-19 en las economías industrializadas.

Cómo actuarán los tres grandes productores de petróleo, incluyendo EE.UU, Rusia y Arabia Saudita, es una incógnita. De ello dependerá en gran medida el alivio de la crisis del precio. 

La producción norteamericana, incluyendo EE.UU, Canadá y México es la más comprometida.

La producción de Shale Oil de los EE.UU. resulta inviable a estos precios, incluso a precios entre 20-30 dólares el barril. De allí los esfuerzos de la administración del presidente Trump de buscar un acuerdo en la OPEP+, además de ordenar al Departamento de Energía la apertura de las capacidad ociosa de las Reservas Estratégicas del país para comprar hasta 73 millones de barriles petróleo norteamericano y almacenarlo, para luego venderlo cuando se recupere el precio. 

Para que esto sea efectivo en cuanto a volúmenes, se necesitarán hacer más operaciones de este tipo, por lo que la administración Trump necesitará más recursos del Congreso, donde ya se ha topado con la negativa demócrata, quienes por posiciones ambientalistas no están dispuestos a financiar la producción de  petróleo en el país. La administración, ante la inminente caída de producción norteamericana, ya ha anunciado estar dispuesta a imponer aranceles a la importación de petróleo extranjero, especialmente saudita.

La producción de petróleo de arenas bituminosas de Canadá, es también una producción de alto costo, con problemas de transporte y mercado. Igual la de México, quien no solo sufre, desde hace años la caída de su producción por el agotamiento del yacimiento de Cantarell, sino por los costos de su producción de aguas profundas en el golfo.

Arabia Saudita y Rusia tienen bajos costos de producción y mayor margen de maniobra en un colapso del mercado petrolero. En el caso de Arabia Saudita, las fortalezas financieras del país, así como su sistema de gobierno, le permiten seguir en pie en una crisis prolongada. En el caso de Rusia, una economía más diversificada e industrializada, donde el petróleo y gas representan cerca del 40% de sus ingresos, cuenta con un liderazgo y capacidad de negociación política que le permitirá maniobrar en esta crisis.

En esta situación, sin embargo, algunos de estos países parecen insistir en tomar ventajas estratégicas en el sector petrolero en un escenario de todos contra todos, en disputa por mercados y por mantener a salvo sus respectivas industrias y empresas petroleras, de cara al momento de superar el colapso del mercado.

En el mediano plazo habrá que ver cuánto del sector petrolero internacional, empresas productoras de petróleo, de servicios petroleros y países productores, quedarán en pie y podrán reasumir sus actividades una vez que se supere la crisis de COVID-19 y luego que paulatinamente se recupere la economía, se restablezca la demanda de petróleo y se drenen los inventarios acumulados.  Solo después de esto, volveremos a ver precios como los de inicio de este año 2020.

VENEZUELA

Esta crisis sin precedentes toma al país en la situación de mayor debilidad de su industria petrolera y de PDVSA en particular, desde su creación en 1976. PDVSA está colapsada en sus capacidades operativas y financieras producto de la mala gestión y decisiones del gobierno.

La empresa, hoy militarizada, ha sido golpeada y desmantelada por sucesivas intervenciones del gobierno, así como la persecución,  encarcelamiento y desplazamiento de sus cuadros gerenciales y técnicos de la empresa.

Su producción ha colapsado desde el 2015 a la fecha, con una caída de 2,4 millones de producción de petróleo. A la fecha, según el último reporte de la OPEP, el país solo produce 660 MBD de petróleo, además, debido a los cambios contractuales hechos por el gobierno, la producción está en manos de socios privados, quienes operan el 84% de la producción venezolana, mientras PDVSA opera solo el 16%.

Por otra parte, el parque refinador venezolano está inoperante, por lo que la empresa no es capaz de procesar crudo venezolano, ni abastecer el mercado nacional de gasolinas, diesel, gas y otros combustibles. 

Siendo Venezuela un productor de crudos pesados, nuestra principal segregación, el Crudo Merey, tiene como referencia para su precio al crudo Maya mexicano y este a su vez, está indexado al WTI norteamericano. Eso quiere decir que los precios negativos del WTI han golpeado el crudo Maya (se cotizó ayer a -2,7 dólares el barril) por lo que nuestro tipo de crudo, a su vez, se cotiza a un precio más bajo, sin tomar en cuenta que, ya antes del colapso del precio, el crudo venezolano se estaba vendiendo con descuentos de hasta el 30%.

Estos valores de precios negativos o por debajo de 10 dólares el barril para el WTI, hacen inviable producir petróleo en el país. Más aún cuando la producción petrolera venezolana está en manos de operadores privados, como Chevron, CNPC, Rosneft (quien cedió sus activos y participación en el país a una empresa rusa aún desconocida), Gazprombank y operadores venezolanos sin experiencia ni capacidad financiera. 

Con la producción de petróleo en manos privadas, priman otros intereses distintos a los nacionales. Debido a la falta de control sobre las operaciones petroleras en Venezuela, es imposible desarrollar una estrategia propia para hacer frente a esta crisis. La pregunta es, ¿estas compañías privadas van a producir a pérdida? Eso solo lo pudiese haber hecho PDVSA, la empresa nacional.

Por otra parte, sin las refinerías operativas, el país es incapaz de procesar su propio petróleo, así sean solo 660 MBD, los cuales, en otras circunstancias, podría transformarlos en combustibles.

El país se ha quedado sin almacenamiento en el Caribe por el aislamiento internacional del gobierno y nuestra propia flota de tanqueros, algunos de ellos de gran capacidad, que podrían utilizarse como almacenamiento flotante, se dejaron perder o han sido confiscados en el exterior por falta de pagos o deudas. 

El almacenamiento en tierra en el país es insuficiente y ya tiene problemas de capacidades, no solo por problemas de mantenimiento e integridad mecánica, sino porque las sanciones norteamericanas han impuesto restricciones a la exportación de petróleo venezolano. Problema que por cierto se hubiese podido resolver si la administración de Quevedo hubiese mantenido operativa nuestra flota de petroleros.

La producción de petróleo en el país terminará de colapsar por el efecto combinado del debilitamiento y colapso de PDVSA, así como por las condiciones del mercado petrolero y la caída del precio del petróleo. Crisis que toma al sector petrolero nacional en las peores condiciones para hacerle frente.

Habrá que ver el desempeño de la economía en un escenario sin ingresos petroleros, una economía que el gobierno ha sustentado sobre un artificio, una ficción: el Petro, que hoy día, al momento de escribir este Boletín, tiene valores negativos.

Boletín Petrolero Extraordinario
20 abril 2020

Situación Petrolera en Venezuela

El país sigue afectado por el colapso de la economía, la cual cae sostenidamente desde el año 2015, tal como lo indican sus índices macroeconómicos. Esto tiene su origen en la destrucción de la producción petrolera y en el manejo errático de la economía por parte del gobierno quien ha impulsado un programa de ajustes monetarista y liberal que no ha hecho más que empeorar la situación económica y social del país.

Con una caída acumulada del PIB de 63%, hiperinflación de 145% entre enero-marzo de este año, la mega devaluación del bolívar que ha llevado su cotización una paridad cambiaria de 1 dólar = a 130.000 bolívares para el cierre de este documento, la economía dolarizada de facto, con un salario mínimo de 2,3 dólares mensuales y una pobreza estimada en más del 90% de la población, y el colapso de PDVSA traducido en la caída de la producción de petróleo, la falta de gasolina y gas, además de las fallas en servicios fundamentales como electricidad, agua, transporte en buena parte del país, el gobierno hace frente a la pandemia del COVID-19 apelando a una restricción total de movimientos, con una cuarentena en todo el territorio nacional.

El colapso de la producción de petróleo.

El último reporte mensual de la OPEP, publicado el 15 de abril, reporta nuevamente una caída de la producción de Venezuela, que según fuentes secundarias fue de 100 MBD en un mes y según la comunicación directa fue de 147 MBD. Al no contar el país con ningún tipo de fiscalización de hidrocarburos, vamos a utilizar a las fuentes secundarias reflejadas en el informe de la OPEP.

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Esta información solo viene a confirmar lo que hemos venido denunciando desde hace más de tres años: el colapso de la producción de petróleo en Venezuela, tiene su razón y origen en la violenta intervención del gobierno en PDVSA desde mediados de 2014 y la militarización de la empresa a partir de diciembre de 2017, con la designación del general Manuel Quevedo al frente de la empresa.

En este período, se han nombrado más de 7 juntas directivas al frente de PDVSA, cuyos directivos responden más a parcialidades políticas dentro del gobierno que a sus conocimientos o destrezas técnicas. En el mismo periodo no solo se ha perseguido y encarcelado a más de 100 trabajadores y gerentes de alto rango, sino que se han desviado los recursos presupuestados para sus operaciones, costos, gastos, mantenimiento e inversiones. El gobierno, desde Miraflores, ha tomado decisiones  presupuestarias y de funcionamiento de la empresa que han resultado en el colapso operacional de PDVSA.

El colapso operacional de la empresa ha sido completo, no solo en la producción de petróleo, sino también la producción de gas y de combustibles. Los efectos de esta situación son percibidos por el ciudadano venezolano, tanto por la crisis económica signada por la caída de los ingresos en divisas del país, la inflación y la caída del poder adquisitivo, así como por la falta de gas, gasolina y otros combustibles.

La producción de petróleo en Venezuela se mantuvo estable en un promedio de 3 millones de barriles dia de petróleo entre 2004-2013, luego de superados los efectos del sabotaje petrolero que llevó nuestra producción hasta solo 25 mil barriles día en enero de 2003.

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A consecuencia de la política de defensa del precio en contra de la política volumétrica que prevalecía antes de 1999, nuestros volúmenes de producción comenzaron a ceñirse a los acuerdos de recorte de producción alcanzados en el seno de la OPEP.

Así, para mediados del 2008, nuestra producción llegó a alcanzar los 3,4 millones de barriles día de petróleo. Luego del recorte de la OPEP de 4,5 millones de barriles tomado en diciembre de ese año, a Venezuela le correspondía un recorte de 364 MBD, por lo que nuestra cuota quedó en 3 millones de barriles día.

En la siguiente gráfica se muestra el comportamiento de nuestra producción de petróleo entre los años 2000-2020. Son números de producción reportados a las distintas instancias de control del Estado venezolano entre el año 2004-2013 y reflejados en los estados financieros de PDVSA auditados por la firma internacional KPMG, números que están disponibles para su revisión y análisis.

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Se observa la caída permanente de la producción de petróleo, que en el periodo 2014-2020 ha sido de 2,340 millones de barriles día de petróleo, una caída de 78% de nuestra producción.

La caída se profundiza, justamente a partir de la militarización de la empresa, con la designación del general Manuel Quevedo en la presidencia de la misma a partir de diciembre de 2017, y el subsecuente desplazamiento de los gerentes y trabajadores que operaron la empresa en el periodo 2003-2014. Se estima que, a partir de 2016, han salido más de 30 mil trabajadores de PDVSA.

A partir del 28 de enero de 2019, a la militarización de la empresa, se agrega la imposición de sanciones norteamericanas, lo cual limita sus posibilidades de financiamiento y operaciones de compra y venta de petróleo e insumos. Pero a ese momento ya el daño en la empresa era profundo, pues ya se habían perdido 2 millones de barriles de petróleo respecto al cierre de 2013 y se había paralizado el sistema refinador nacional y los procesos de procura y contrataciones fundamentales para sostener las operaciones de perforación y producción de petróleo en el país.

Resultados del cambio del régimen contractual petrolero.

A partir de la militarización del sector petrolero, el gobierno venezolano ha modificado en la práctica el régimen fiscal y contractual de los hidrocarburos en el país.

Por un lado, el TSJ emitió una sentencia, número 156 del 21 de marzo de 2017, a partir de la cual, la creacion o modificacion de las empresas mixtas pasaban directo del Ejecutivo Nacional a la Sala Constitucional del TSJ para su aprobación. Esta decisión contraviene lo establecido en la Ley Orgánica de Hidrocarburos donde estos contratos, al ser de interés público, deben ser discutidos y aprobados en la Asamblea Nacional, así como sus términos y condiciones publicados en la Gaceta Nacional.

Por otra parte, el 12 de abril de 2018, el gobierno promulgó el Decreto 3.368 a partir del cual se entregaron las operaciones de producción de PDVSA a contratistas privados bajo la figura de Contratos de Servicios Petroleros, contraviniendo nuevamente la Ley Orgánica de Hidrocarburos en lo relativo a las empresas mixtas. De esta manera el gobierno volvía, de la peor manera posible, a los antiguos Convenios Operativos, derogados en el 2006 de acuerdo a lo establecido en la Ley Orgánica de Hidrocarburos

El gobierno ha privatizado a PDVSA y cedido la participación de la misma en las empresas mixtas de la Faja Petrolífera del Orinoco, tanto a favor de CNPC en PetroSinovensa, como de Rosneft en Petromonagas, contraviniendo lo establecido en la Ley de Nacionalización emitida en el año 2006 con el Decreto 5200, que otorgaba a PDVSA la participación de, al menos el 60%, en las empresas mixtas de la Faja Petrolífera, asumiendo el control de las operaciones y explotación de la reserva mas grande de petróleo crudo del planeta, 316 Mil millones de barriles de petróleo certificados de acuerdo a la metodología API por la Ryder Scott de Canadá.

Venezuela tiene 4 grandes Direcciones Ejecutivas de producción de petróleo: Faja Petrolífera del Orinoco, Oriente, Occidente y Costa Afuera,  en las cuales se incluye la producción de las empresas mixtas, así como la producción propia de PDVSA, ahora entregada a los Contratos de Servicios petroleros firmados al amparo del Decreto 3.368.

Veamos cuál ha sido el comportamiento de producción de cada una de estas Direcciones Ejecutivas.

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Faja Petrolífera del Orinoco

La caída de la producción en Venezuela ha afectado dramáticamente el crecimiento que se venía logrando en la producción de la Faja Petrolífera del Orinoco, la base de recursos necesaria para la expansión de la producción en Venezuela.

La Faja Petrolífera del Orinoco mantuvo su producción en crecimiento en todo el período entre 2001-2014, fundamentalmente por la producción propia de PDVSA en la División Morichal, así como el inicio de operaciones de los Convenios de Asociación con los socios privados internacionales.

Pero, a partir del 2007, con la promulgación del Decreto 5.200 y  la Nacionalización de la Faja Petrolífera del Orinoco, se crearon de las Empresas Mixtas de la Faja, con una participación accionaria de PDVSA de al menos el 60%. A partir del 2007, la producción en la Faja Petrolífera se incrementó en un 58% desde 698 MBD hasta 1,274 millones de barriles día al cierre de 2013.

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Sin embargo, en el período entre 2015-2020, la Faja Petrolífera del Orinoco ha caído desde 1,274 millones de barriles día, hasta 352 MBD, lo que representa un descenso de 922 MBD, es decir un 71% en el período.

De esta producción, las empresas mixtas PetroSinovensa (CNPC), Petromonagas (Rosneft) y Petropiar (Chevron), aportan 250  MBD, lo que representa un 69,4 % de la producción de la FPO.

Aquí es donde se puede apreciar mejor el impacto de las recientes decisiones de Rosneft de retirarse venezuela, transfiriendo sus derechos y participación a una entidad rusa, aún desconocida, pero 100% propiedad del gobierno ruso. Transferencia que no ha sido aprobada por las autoridades venezolanas, ni por el Ejecutivo, ni por la Asamblea Nacional, tal como establece la Ley Orgánica de Hidrocarburos, así como el impacto del anuncio de Chevron de cancelar sus contratos de servicios petroleros en el país, lo cual afectaría las operaciones tanto de PetroPiar en la Faja, así como de PetroBoquerón en el occidente del país.

Áreas tradicionales. Oriente , Occidente, PDVSA Gas y Costa Afuera.

La gráfica muestra el descalabro en las áreas tradicionales de producción de petróleo, PDVSA-Gas y Costa Afuera.

Mientras que PDVSA-Gas y Costa Afuera prácticamente han desaparecido en su producción de petróleo en el periodo 2014-2020, la primera con una caída de 31 MBD en 2013 a 5,9 MBD en 2020, perdiendo el 78% de su producción, mientras que la segunda pasó de 40 MBD en 2013 a 0 barriles en 2020, una caída del 100%, lo cual indica que la Plataforma 4 de Febrero, primera plataforma construida en Venezuela, que operaba en el Golfo de Paria, al Oriente del pais, esta fuera de operacion.

En el Oriente del país, la producción ha caído desde 825 MBD al cierre de 2013, hasta 170 MBD en 2020, una pérdida de 655 MBD, un 79,4%, a pesar de que allí se ha entregado la producción a los privados de los Contratos de Servicios.

Los Contratos de Servicios Petroleros han caído en 100 MBD entre enero y marzo de 2020, desde 201 MBD hasta 106 MBD, una caída del 50% de la producción entregada por PDVSA. El modelo de Contrato de Servicios Petroleros no solo es contrario a la ley y resultan sumamente costosos, sino que significan un peor desempeño operacional para PDVSA.

En el Occidente la caída ha sido desde 776 MBD del cierre de 2013, hasta 138 MBD en 2020, una caída de 638 MBD, equivalente a un 82,2 %. Esto a pesar de que allí se encuentra la producción de PetroBoscán (Chevron) y PetroZamora (Gazprombank, Rusia). Estas producen 68 MBD y 60 MBD respectivamente, lo cual representan 128 MBD, lo que equivale al 92,75% de la producción en occidente.

La Empresa Mixta, PetroZamora, ha cambiado su composición accionaria y ha obtenido extensión de sus áreas respeto a la Composición accionaria y áreas aprobadas por la Asamblea Nacional y el Ministerio de Petróleo en Gaceta 39.877 del 6 de marzo de 2012.

Hoy día esta empresa  según Gaceta oficial 40.663, del 19 de mayo de 2015, está conformada por capitales rusos (Gazprombank) y venezolanos (Alejandro Betancourt, Convit, etc) y han obtenido derechos de explotación en Bachaquero/Lago, Centro Lago/ Ceuta, Lagunillas, Bachaquero y Bloque VII/Area 8, todos estos cambios sin ser aprobados en los términos que establece la Ley Orgánica de Hidrocarburos.

Por otra parte, han obtenido ventajas operacionales en toda la Dirección Ejecutiva Occidente, una vez que sus accionistas acusaran a la gerencia de PDVSA Occidente de “obstruir sus operaciones”, razón por la cual estos gerentes fueron puestos en prisión por el gobierno.

¿Quién produce en Venezuela?

En el periodo de gestión entre 2015-2020, se observa que se ha generado un cambio estratégico en la producción de petróleo en el país a partir de la intervención del gobierno en el 2015.

PDVSA está confrontando una privatización de facto, proceso ilegal y contrario al interés de la República como establece la Constitución en su artículo 202 y la Ley Orgánica de Hidrocarburos y el decreto 5.200 de Nacionalización de la Faja Petrolífera del Orinoco.

Mientras en el 2013, la producción de petróleo estaba 100% bajo control operacional de PDVSA, a través de sus Unidades de Producción 100% participación de PDVSA, llamado esfuerzo propio, así como con las Empresas Mixtas, donde PDVSA tenía una mayoría accionaria de al menos 60% y control de las operaciones.

En el 2013, la producción del país cerró en 3, 011 millones de barriles dia de petróleo, de los cuales, 1,881 millones eran esfuerzo propio (100% PDVSA) y 1,130 millones con las Empresas Mixtas (60-70% PDVSA).

Es decir, al 2013, la proporción de la producción de petróleo en Venezuela, según el unico modelo contractual legal en el país era:

Total país: 3,011 millones de barriles día.
Producción esfuerzo propio: 1,881 millones de barriles día,  63%
Producción con Empresas Mixtas: 1,130 millones de barriles día, 37%

Hoy día, a marzo del 2020, la producción del país cerró en 660 mil barriles día, una caída de 2,4 millones de barriles respecto al 2013, lo que representan un 78% menos.

De la producción actual 105 MBD son esfuerzo propio (100% PDVSA), 106,8 MBD Contratos de Servicios Petroleros (100% operado por privados) y  448 MBD con las Empresas Mixtas (operadas por el socio privado).

Es decir, al 2020, en base al modelo impulsado por el gobierno, que son contrarios a lo establecido en el ordenamiento legal de Venezuela, la proporción de la producción en el país es la siguiente:

Total país: 660 mil barriles día
Produccion esfuerzo propio: 105 mil barriles día, 16%
Producción Contratos de Servicios Petroleros: 106 mil barriles día, 16%
Producción Empresas Mixtas: 449 mil barriles día, 68%

Actualmente, PDVSA está disminuida como nunca en sus capacidades operativas, en un proceso de entrega de sus derechos de explotación a operadores privados, todo ello hecho en contraposición al marco legal vigente en el país.

Venezuela, para salir de la terrible crisis que la agobia, va a necesitar recuperar PDVSA, su industria petrolera, el ingreso petrolero y el manejo soberano de su principal recurso natural: el petróleo.

quien produce en venezuela

Liberen a los trabajadores, militares y presos políticos

Esta debe ser una exigencia de todos los sectores políticos y sociales del país. Actualmente, en nuestro país, existen cientos de trabajadores, militares y políticos, presos por razones políticas sin juicios y sin derecho a la defensa.

A todos ellos se les han violado sus derechos constitucionales, el derecho al debido proceso, la presunción de la inocencia, la inviolabilidad del hogar, todo lo cual constituye una violación de sus derechos humanos, tal como ha sido denunciado por la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet y por los pocos familiares que se atreven a hacerlo.

Estos trabajadores, militares y políticos pertenecen a todo el espectro  de la vida social del país, desde Chavistas hasta opositores de derecha, pasando por trabajadores, dirigentes populares y escritores, que solamente han hecho uso de su derecho constitucional de expresar su opinión y sus posturas políticas.

La mayoría ha sido sometida a detenciones humillantes y vejatorias. Secuestrados por personas enmascaradas, fuertemente armadas, que se suponen son miembros de los cuerpos de seguridad, quienes proceden de manera abusiva y violando todas las garantías y derechos del detenido. En muchos casos, son expuestos al escarnio público, utilizando los medios del Estado, donde, desde el mismo presidente, vicepresidente, ministro o fiscal general, acusan, sentencian, condenan al señalado, blandiendo las más insólitas acusaciones, desde corrupción, terrorismo, traición a la patria, hasta cualquier otra patraña.

En ningún caso los acusadores han mostrado prueba alguna de sus acusaciones. Solo se trata de “falsos positivos”, montados con la fiscalía y el poder judicial, para enterrar en vida a un ciudadano, sin que exista nada, ni nadie, que le pueda restituir sus derechos, su nombre, su reputación, su libertad.

Conozco de manera directa el drama de los trabajadores y gerentes petroleros, lo he denunciado de forma pública y ante las instancias de defensa de derechos humanos de las Naciones Unidas. Lo seguiré haciendo porque sé que la motivación de la arremetida del gobierno contra esos compañeros ha sido arrasar con la dirección técnico-política que me acompañó en la gestión de PDVSA por 12 años, para abrir el camino a la privatización de la empresa. Si yo hubiese vuelto al país, me hubiesen detenido, sin derecho a la defensa ni juicio, como hicieron con Eulogio Del Pino, Pedro León, Orlando Chacín, Jesús Luongo, Pavel Rodríguez, Gustavo Malavé y otros 100 trabajadores de PDVSA, o hubiese sido secuestrado para dejarme morir en prisión, como hicieron con Nelson Martínez. La crueldad y la saña del gobierno se parece mucho a la violencia de la cuarta república.

El madurismo tenía que descabezar a los equipos que trabajamos durante al frente de PDVSA, durante el gobierno del Presidente Chávez, para quitar del medio el obstáculo a la privatización de la empresa y la entrega del petróleo. Ellos sabían que yo no lo permitiría, como no lo permitimos durante nuestra gestión.

Al final, se trata de la violencia del madurismo para acabar con el Chavismo y eliminar las conquistas políticas, económicas y sociales alcanzadas para imponer un modelo atrasado, dependiente, que solo favorece, de manera escandalosa, a las transnacionales y a los grupos económicos que llegaron al poder con maduro.

A la violencia física, directa, se suma la utilización de la justicia para la persecución política, el “lawfare”, el linchamiento moral, la instigación al odio y la destrucción moral de instituciones y trayectorias, de vidas enteras. Lo que han sembrado ha sido el germen del fascismo y de allí, no saldrá nada nuevo.

Pero no se trata solo de los trabajadores de PDVSA. Al inicio de esa “razzia” algunos sectores políticos, sobre todo los afectos al gobierno, maduristas, chavistas y dirigentes de la oposición, guardaron un silencio cobarde. Para ellos se trataba “solo” de los de PDVSA, era “algo de maduro en contra de Ramírez”, o en el caso de la oposición, “solo se trata de Chavistas”.

Pues, se equivocaron, y la historia juzgará el silencio y cobardía de los dirigentes del PSUV, partidos del extinto Polo Patriótico, ministros, defensores de los derechos humanos, ex guerrilleros, políticos, diputados, autoridades, miembros de la ANC, pensadores, periodistas y opinadores, que han guardado un silencio inmoral ante lo que solo significaba el primer episodio violento del gobierno, que después sería la faceta abierta y desbocada de un gobierno criminal, policíaco, capaz de hacer cualquier cosa para mantenerse en el poder.

A la violencia en contra de PDVSA y sus trabajadores, le ha seguido la violencia en contra de dirigentes políticos, ex ministros de Chávez,  militares, trabajadores y funcionarios públicos de todas las empresas y sectores del Estado: trabajadores de la industria ferrominera, Corpoelec, campesinos, alcaldías, dirigentes populares, escritores. Son muchos los nombres que se suman a los más de 100 detenidos en PDVSA: Miguel Rodríguez Torres, Raúl Isaías Baduel, Rubén González, Rodney Álvarez, entre tantos otros de los que no se sabe nada.

Los últimos que han caído en prisión, bajo la acción autoritaria del gobierno, son los jóvenes trabajadores de PDVSA, Aryenis Torrealba y Alfredo Chirinos; y, recientemente, el profesor y columnista Vivas Santana, así como, periodistas, personal médico y de salud, que se han atrevido a decir algo contrario a la versión oficial de Jorge Rodríguez sobre el coronavirus.

Iguales abusos y vejaciones han sucedido contra dirigentes y militantes políticos de la oposición tradicional. Cientos de presos acusados de manera genérica de conspirar y de ser terroristas, algunos de ellos han tenido ya un final trágico y no aclarado, como el del Concejal Albán.

En el ámbito militar, no se sabe nada. Los oficiales son secuestrados, llevados a prisiones, sin que exista información ni el derecho a la defensa. Los casos más emblemáticos son los del Teniente Coronel Martín Chaparro y el Teniente Coronel Ovidio Carrasco. En estos momentos hay 152 militares presos, generalmente acusados de participar en cualquiera de las supuestas conspiraciones a las que nos tiene acostumbrado el gobierno, “complots terroristas”, “atentados”, etcétera, el caso más trágico, ha sido la muerte por torturas del Capitán de Corbeta Rafael Arévalo.

No deja de ser patético y triste al mismo tiempo, la posición de los sectores políticos ante esta situación, la mayoría de las veces es de indiferencia, otras, de un silencio conveniente y en el peor de los casos, cómplices, en sus dos vertientes: o “se lo merecen porque son de derecha” o “se lo merecen porque son chavistas”. En este último grupo, siempre se debaten en la contradicción de qué hacer cuando la represión toca a alguno de sus allegados cercanos o compañeros.

Desde una postura revolucionaria, de una posición progresista y de avanzada, nuestra condena a la violencia política y a la violación de los derechos humanos no puede dejar espacios a la duda ni al cálculo político. No puede haber “presos buenos” y “presos malos”, “torturados buenos” y “torturados malos”, y mucho menos, “torturadores buenos” y “torturadores malos”. Tal vez, los que hemos visto de cerca y vivido en carne propia la violencia del Estado, y no solo de este gobierno, sino también de los gobiernos de la cuarta república, deberíamos tener, como tengo, mayor conciencia del deber de denunciar y detener esta conducta criminal del gobierno, que no se puede justificar bajo ninguna circunstancia.

El silencio no puede ser una opción ante la represión y violencia del gobierno en contra de los ciudadanos, la violación de los derechos humanos no puede quedar impune.

El 19 de abril y la independencia perdida.

Hoy se cumplen 210 años de la Declaración de la Independencia de nuestro país, acción audaz de los patriotas venezolanos, seguida por  la firma del Acta de la Independencia y luego, por 10 años de cruenta guerra contra el Imperio Español, donde nuestros Héroes Libertadores: Bolívar, Sucre, Urdaneta, Ribas, Mariño, entre tantos otros, se batieron con valor y claridad estratégica hasta derrotarlo y llevar la independencia a lo que hoy son seis repúblicas independientes de nuestra Suramérica. En esa Guerra, el genio de Simón Bolívar supo conducir a la gloria eterna al pueblo venezolano y al Ejército Libertador.

Pero hoy, sumidos en la más grave crisis de nuestra historia contemporánea por la acción devastadora de un gobierno incapaz, con un presidente que confiesa que tiene tiempo para ver temporadas completas de series televisivas mientras el país se derrumba, o cuyos ministros hacen una transmisión para reinaugurar 1 ascensor, seguro harán tuits y construirán “tendencias” sobre esta fecha patria.

La verdad, es que hoy día, nuestra independencia se ha desvanecido entre tantas cosas que hemos perdido, algo que no se puede ocultar, a pesar de la capacidad de manipulación mediática que tiene el gobierno, creando un mundo de fantasías y “victorias tras victorias”, de “bodegones”, que nuestro pueblo mira con estupor y resignación.

Un ejemplo de ello es la cuestión petrolera. En mi último Boletín Petrolero Semanal, el cual invito a leer y revisar en toda su extensión, explico con números y gráficos, cómo la acción del gobierno en contra de PDVSA no solo ha provocado el colapso operacional de la empresa, razón por la cual no hay gasolina, ni gas, ni producción de petróleo, sino que la misma hoy día ha sido privatizada “de facto”.

El último Informe de la OPEP, del 15 de abril pasado, señala que la producción de petróleo en Venezuela sigue cayendo y se ubica hoy día, en 660 mil barriles día de petróleo, una caída de 2,4 millones de barriles/día de petróleo, desde los niveles de producción que teníamos en 2013 de 3.011 millones de barriles/día de petróleo, es decir, un derrumbe del 78% en nuestra producción petrolera, en 7 años de gestión de maduro al frente de PDVSA.

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En esta gráfica se observa, la caída permanente de  nuestra producción petrolera, a partir del mismo año 2015, cuando maduro intervino la empresa y comenzó la “razzia” contra sus trabajadores y gerentes. Esta situación se agravó mucho más a partir del año 2017, cuando se militariza la empresa, con la designación del general Manuel Quevedo como presidente de Petróleos de Venezuela. Al momento de las sanciones norteamericanas en contra de PDVSA, en enero de 2019, ya el daño provocado por la mala gestión de Quevedo al frente de la industria, era profundo. Echemos un vistazo a la producción de petróleo actual

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Gráfica de la producción de Venezuela 2014-2020.

En la Faja Petrolífera del Orinoco la producción ha caído desde 1,274 millones de barriles día al cierre 2013, hasta 352 MBD en 2020, lo que representa un descenso de 922 MBD, es decir un 71% en el período.

De esta producción, las Empresas Mixtas PetroSinovensa (CNPC), Petromonagas (Rosneft) y Petropiar (Chevron), aportan 250  MBD, lo que representa un 69,4 % de la producción de la FPO.

En el Oriente del país la producción ha caído desde 825 MBD al cierre de 2013, hasta 170 MBD en 2020, una pérdida de 655 MBD, un 79,4%, a pesar de que allí se ha entregado la producción a los privados de los Contratos de Servicios.

Los Contratos de Servicios Petroleros han caído en 100 MBD entre enero y marzo de 2020, desde 201 MBD hasta 106 MBD, una caída del 50% de la producción entregada por PDVSA. El modelo de Contrato de Servicios Petroleros no solo es contrario a la ley y resultan sumamente costosos, sino que significan un peor desempeño operacional para PDVSA.

En el Occidente la caída ha sido desde 776 MBD del cierre de 2013, hasta 138 MBD en 2020, una caída de 638 MBD, equivalente a un 82,2 %. Esto a pesar de que allí se encuentra la producción de PetroBoscán (Chevron) y PetroZamora (Gazprombank, Rusia). Estas producen 68 MBD y 60 MBD respectivamente, lo cual representan 128 MBD, lo que equivale al 92,75% de la producción en occidente.

¿Quién produce en Venezuela?

En el periodo de gestión entre 2015-2020, a partir de la intervención del gobierno en el 2015, se ha generado un cambio en la producción de petróleo en el país, ahora está en manos de los privados.

PDVSA ha sufrido una privatización de facto, un proceso ilegal y contrario al interés de la república como establece la Constitución en su artículo 202 y la Ley Orgánica de Hidrocarburos y el decreto 5.200 de Nacionalización de la Faja Petrolífera del Orinoco.

Mientras en el 2013, la producción de petróleo estaba 100% bajo control operacional de PDVSA, a través de sus Unidades de Producción, 100% participación de PDVSA, llamado Esfuerzo Propio, así como con las Empresas Mixtas, donde PDVSA tenía una mayoría accionaria de al menos 60%-70% y control de las operaciones.

En el 2013, la producción del país cerró en 3, 011 millones de barriles día de petróleo, de los cuales, 1,881 millones eran Esfuerzo Propio (100% PDVSA) y 1,130 millones con las Empresas Mixtas (60-70% PDVSA).

Hoy día, a marzo del 2020, la producción del país cerró en 660 mil barriles día, una caída de 2,4 millones de barriles respecto al 2013, lo que representan un 78% menos.

De la producción actual 105 MBD son Esfuerzo Propio (100% PDVSA), 106,8 MBD Contratos de Servicios Petroleros (100% operado por privados) y  448 MBD con las Empresas Mixtas (operadas por el socio privado).

quien produce en venezuela

Del análisis objetivo de los datos de la información de la producción en el país, se puede precisar que hoy día, la producción propia de PDVSA representa solo el 16% de la producción en el país, el resto 84% está en manos de los privados.

Queda evidente que detrás de toda la “alharaca” y el escándalo de maduro y el fiscal en contra de PDVSA y sus trabajadores, lo que existía era el propósito deliberado de disminuir nuestras propias capacidades nacionales en la industria petrolera, es decir, demolieron pedazo a pedazo las fortalezas de  nuestra empresa nacional petrolera, la más importante del país, bastión de nuestra SOBERANÍA, para  luego hacer algo que era IMPENSABLE TAN SOLO EN EL AÑO 2013: avanzar en la privatización de PDVSA, con la excusa de que la empresa “no sirve”.

Luego de 12 años al frente de la industria petrolera, como presidente de PDVSA y Ministro de Petróleo del presidente Chávez, donde mantuvimos todas nuestras capacidades operativas al máximo y fuimos capaces de abastecer de combustible al país y de aportar todos los ingresos requeridos para sostener la economía nacional, estoy en mi deber de denunciar ante todo el país, que la razzia devastadora de maduro en contra de PDVSA ha culminado en la entrega de nuestra industria petrolera al control privado, transnacionales y empresarios de maletín, una acción en contra de las leyes y la Constitución. Una entrega que ha sido la condición indispensable para arrebatarnos nuestra soberanía  e independencia.

Boletín Petrolero Semanal
13 al 17 abril 2020

Resumen de la Semana.

Esta semana el precio del petróleo sigue a la baja, a pesar del recorte sin precedentes de los países de la OPEP+ y el fin de la guerra de precios entre la Federación Rusa y el Reino de Arabia Saudita.

El recorte de 9,7 millones de barriles, anunciado el pasado domingo, luego del intento fallido de acuerdo en la reunión de la OPEP+ del pasado jueves 09 de abril por la negativa de México, no tuvo el efecto esperado de contener la caída del precio del petróleo, por el contrario este ha continuado cayendo.

El recorte es percibido en el mercado como insuficiente, puesto que la caída de la demanda de petróleo supera el volumen acordado por la OPEP+, más aún cuando el mismo entra en vigencia el 1ro de mayo por  dos meses. A partir del 1ro de julio, el recorte será menor, 7,7 millones de barriles día hasta diciembre de 2020 y a partir del 1ero de enero del 2021 hasta el 2022, el recorte será de 5,8 millones de barriles día.

Por otra parte, el recorte de producción es un sacrificio hecho solo por los países de la OPEP+. Ni los EEUU, ni el resto de los países productores de petróleo del G-20 parecen estar dispuestos a tomar ninguna medida de recorte voluntario de su propia producción. Así, la reunión de ministros de Energía del G-20, realizada el mismo día viernes 10 de abril, concluyó sin ningún compromiso de recorte, cuando algunos ministros de la OPEP+ esperaban, y así lo declararon, que estos redujeran en 5 millones de barriles día de petróleo su producción para acompañar el esfuerzo.

La demanda de petróleo sigue mostrando una caída sin precedentes, a la par del impacto que la economía mundial ha sufrido por los efectos del COVID-19 y las masivas restricciones a los viales, desplazamientos y actividad económica de las principales economías mundiales, como es el caso de EEUU, Europa y Asia.

Esta semana, tanto el Informe mensual de Monitoreo del Mercado de la OPEP, emitido con 15 días de retraso en espera de algún acuerdo en la OPEP+, así como el reporte de la Agencia Internacional de Energía, coinciden en estimar una caída abrupta de la demanda de petróleo para el 2020, de 6,9 millones y 9 millones de barriles día de petróleo respectivamente, una caída de 7% y 10% respecto a la demanda de 99 millones del mes de marzo de este mismo año. Incluso la OPEP estima que, para el segundo trimestre de este año, la caída será de 20 millones de barriles día de petróleo.

Por otra parte, todas las agencias coinciden en advertir que los almacenamientos o inventarios comerciales y estratégicos de petróleo de los países más desarrollados, agrupados en la OECD (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), y China están alcanzando niveles máximos y que podrían estar rebasados en su capacidad para el mediados de año. 

La cantidad tan elevada de inventario de petróleo solo indica que no hay demanda que absorba la producción petrolera en este momento y que, por el contrario, su producción, no tendrá manera de ser ubicada, por lo que sufrirá un corte abrupto. 

Por otra parte, los altos inventarios de petróleo le otorgan a los países consumidores un margen muy elevado de cobertura; el “drenaje” de estos tomará tiempo hasta llegar al promedio de los últimos cinco años, lo cual, sumado a la incertidumbre sobre la recuperación de la economía mundial, hace predecir un periodo prolongado de precios bajos.

El desacuerdo de la reunión de la OPEP+ y la guerra de precios entre Arabia Saudita y Rusia, no solo fue desafortunado, sino inoportuno para el mercado petrolero. Todo el mes de marzo y abril se ha inundando el mercado de petróleo barato que, nadie consume y llena los inventarios. Esto, sumado a la incertidumbre sobre el desarrollo de la economía durante y después del COVID-19, impedirá que el precio repunte por algún tiempo, que podría llegar hasta el 2022. 

La situación es de tal dimensión que pareciera se impone un monitoreo cercano del mercado por parte de la OPEP+: una próxima reunión el 01 de julio, como se planteó, puede ser muy lejos dadas las circunstancias del mercado. Los países productores agrupados en la OPEP+ deberían presionar para que otros grandes productores, como EEUU, Canadá, Brasil y México, acompañen de manera efectiva el recorte de la OPEP+. Es el momento de hacer este esfuerzo y exigir mayor compromiso, sobre EEUU, Canadá y Brasil, de lo contrario, el efecto sobre sus propia producción será devastador al ser el petróleo de estos países, precisamente el de mayores costos de producción.

Mirada Estratégica.

Varios elementos quedan en evidencia en esta crisis del mercado petrolero. 

  • La debilidad de la OPEP como organización es evidente. Buena parte de sus países miembros fundadores han perdido influencia o capacidad de decisión o están fuera de la organización. Iraq, Libia, Irán y Argelia han sido objeto de invasiones, guerras, sanciones y desestabilización política.  El caso de Venezuela es un proceso de autodestrucción de capacidades y Catar se retiró de la organización. A pesar de que han llegado nuevos actores a la misma, estos no tienen el peso, ni sustituyen las carencias de los países mencionados.
    La OPEP es hoy día la caja de resonancia de las monarquías del Golfo Pérsico y en particular del Reino de Arabia Saudita. Esta situación le resta a la organización su fuerza originaria: una instancia de países productores de petróleo en vías de desarrollo donde se discutía de política petrolera y se tomaban decisiones que correspondian al interés de todos sus miembros y no a la estrategia particular de algún miembro en particular.El nivel de la discusión política en el seno de la OPEP+ ha caído al mínimo, prevaleciendo cada vez más los intereses de las compañías, las cuales, por supuesto, son de naturaleza distinta a la de los Estados allí representados.
    La OPEP de hoy día, por ejemplo, luce disminuida ante la OPEP del 2008, donde se hizo frente a la caída de la demanda por la crisis económica, la cual arrastró hacia la baja a toda la economía mundial y derrumbó el precio desde 130 dólares el barril a 35 dólares el barril en solo 3 meses. En una reunión extraordinaria celebrada en diciembre de ese mismo año en la ciudad de Orán, Argelia, con la presencia del presidente Bouteflika, se acordó un masivo recorte de producción de 4,5 millones de barriles día, sin detenernos a esperar el apoyo de ningún otro país, con disciplina y sacrificando nuestra producción. Luego, reuniones y consultas permanentes entre los ministros, mostrando unidad y determinación ante los mercados, pudimos levantar el precio desde los 35 dólares el barril de enero de 2009 hasta los 91 dólares por barril a diciembre del mismo año.
  • La OPEP+, aunque es una iniciativa que agrega al esfuerzo de coordinación en defensa del precio del petróleo a un gran productor como lo es la Federación Rusa, a la vez, convierte sus reuniones en un permanente pulso entre los intereses y puntos de vista de los jefes de Estado de Rusia y Arabia Saudita, dos de los tres mayores productores de petróleo en el mundo. El acuerdo es entre ellos, el resto de los países no hacen más que plegarse a sus estrategias.
    La Federación Rusa es un poderoso país, segundo productor de petróleo del mundo y potencia nuclear con claros intereses geopolíticos que prioriza a la hora de buscar acuerdos. Por otra parte, el peso de las empresas rusas productoras de petróleo es muy importante en el país, por lo que la mayoría de las veces logran que sus intereses comerciales o de mercado sean los que prevalecen en las decisiones del gobierno.Por su parte, el Reino de Arabia Saudita siempre ha intentado de atajar a Rusia en su estrategia de despliegue en las áreas del conflicto del Medio Oriente, por lo que, a partir del año 2014, han tomado la política de condicionar cualquier acuerdo de estabilización del mercado petrolero y recortes de producción a que Rusia también recorte su propia producción.
    La guerra de precios entre estos dos grandes países no es nueva, tiene su antecedente en 2014 cuando, a instancias de Venezuela, se intentó un esfuerzo de acuerdos entre los dos grandes para estabilizar el mercado. Pudimos entonces presenciar el choque entre el ministro saudita Ali al Naimi y el presidente de Rosneft I. Sechin, quien lideraba la delegación rusa, donde también estaba el secretario de Energía de México, Pedro Joaquín Coldwell, choque que dejó claro para nosotros que la decisión de ambos países era no ceder y, por el contrario, que estaban dispuestos a ir a una guerra de precios con tal de debilitar la posición del otro.
  • EEUU se ha convertido en el mayor productor de petróleo del mundo, gracias a la explotación del petróleo de esquisto o Shale Oil, mas no así, un gran exportador, debido a su alto consumo. Pero sus 13 millones de barriles día de petróleo, le otorgan beligerancia en el mercado, condición que ha aprovechado el presidente D. Trump.
    Esta administración norteamericana, a diferencia de la administración de Barack Obama, o del programa del partido Demócrata, está empeñada en el desarrollo de su economía utilizando todos los combustibles fósiles que estén a su disposición: petróleo, gas y carbón. Al no tener ningún compromiso con los objetivos ambientales de sus predecesores, ha proclamado que hará todo lo que deba hacer para defender a los productores de petróleo estadounidenses.Para la administración Trump, los empleos del sector petrolero en su país, 1,1 millones de puestos de trabajo, y la ventaja estratégica y geopolítica de ganar en alto grado su independencia energética de suministro de petróleo, es un pilar fundamental de su oferta política de cara a sus posibilidades de reelección.
    Por ello, más allá de su postura a favor del libre mercado y en contra de la intervención del Estado en la economía, ha tomado la batuta de la defensa de los precios del petróleo al exigir a Rusia y Arabia Saudita que cesen su guerra de precios y lograr un recorte de producción de al menos 10 millones de barriles día de petróleo, objetivo que logró.
    Pero, como ya hemos mencionado, este recorte no será suficiente para recuperar el precio y defender su propia producción nacional. El departamento de Energía ha estimado que, hacia finales de este año o durante el 2021, EEUU volverá a ser un país importador neto de petróleo por la caída de su producción de esquistos o shale oil.
    Por ello la administración, por intermedio de su secretario de Energía D. Brouillette, está evaluando la posibilidad de abrir sus capacidades en las reservas estratégicas para adquirir la producción norteamericana y dejarla almacenada hasta la recuperación del precio. El gobierno federal tiene la facultad de adquirir hasta 1000 millones de barriles de petróleo para la reserva estratégica (un promedio de 3 millones de barriles al mes).
    Sin embargo, para darle cobertura a su producción en exceso y pedir a sus productores que no extraigan su petroleo, dejándolo en el subsuelo y pagando una compensación por ello, el gobierno va a requerir mayores fondos, es por ello que ha intentado un acuerdo en el Congreso, acuerdo que ha sido bloqueado por los Demócratas, de obtener un paquete de ayuda de 3 billones de dólares para adquirir millones de barriles de petróleo nacional, una medida sin precedentes que deja claro el compromiso del presidente Trump en defender su producción petrolera.
    Por otra parte, la administración sigue amenazando con la posibilidad de imponer aranceles al petróleo importado, si los EEUU volviese a su condición de importador neto.
    Es interesante, en medio de esta realidad que afecta a la economía más liberal del mundo, que se abra la discusión de la necesidad de intervenir el mercado para regular la producción y defender el precio. Es decir la razón de ser de la OPEP. En el estado de Texas hay todo un debate entre los productores de petróleo ante la posibilidad de que el organismo regulador del estado, la legendaria Railroad Commission, regule la producción de petróleo, recortando hasta un millón de barriles día, para defender el precio y la producción.
  • Son tres grandes productores de petróleo los nuevos “swift producers” o reguladores del mercado: EEUU, Rusia y Arabia Saudita. Ellos están demostrando que, más allá de sus diferencias geopolíticas, se pueden poner de acuerdo en cuanto a la formación de los precios del petróleo. Es interesante observar si esta es una situación sostenible en el tiempo, dado el nivel de confrontación permanente en varios escenarios geopolíticos a nivel mundial.
  • Siempre hemos dicho que de no existir la OPEP, alguien más regularía el mercado. Pero no es lo mismo, en absoluto, que lo regule la OPEP, países pobres o subdesarrollados, a que lo regule un grupo de países industrializados o ricos. Son intereses distintos. La OPEP tiene que replantearse un escenario hacia el futuro para recuperar su fuerza en el mercado petrolero y, por ende, en la arena política internacional, con una organización propia, Sur-Sur.
  • Por otra parte, esta situación de precios bajos del petróleo, vuelve a poner sobre el tapete la discusión sobre las energías “alternativas” versus los combustibles fósiles. Con un costo tan bajo del petróleo, este seguirá siendo, por el tiempo previsible, la energía más barata y asequible para todos los países en su empeño de reactivar la economía, bien sean estos países industrializados o pobres y subdesarrollados. Las energías fósiles seguirán siendo la energía de más fácil acceso, más económica y actuarán como palanca para reactivar sus respectivos complejos industriales, manufactura, transporte y comercio.

Precios

El reporte mensual de OPEP del 15 de abril señala que los precios registraron en marzo la caída mensual más profunda desde la crisis financiera mundial de 2008. 

Según el reporte de OPEP de abril, las principales referencias del petróleo crudo se desplomaron en marzo. La Cesta OPEP cae en un 38,9%, al igual que el Brent y WTI que bajaron 39%, para un precio promedio en marzo de 33,73 y 30,45 dólares barril, respectivamente. 

El viernes 17 de abril, las referencias de precios promedio de Cesta OPEP (19 d/b) y WTI (20 d/b) descendieron en 17% y 21%, respectivamente, en comparación a los precios del lunes 6 de abril. El Brent, por su parte, se ha visto menos afectado, con un precio promedio durante la semana de 29 dólares barril, una disminución de 3 dólares barril en relación al precio promedio de la semana anterior de 32 dólares barril, una caída de 14%. 

Al día de hoy, al cierre de los mercados de Europa, se han cotizado el Brent y el WTI en 28,62 y 18,34 dólares barril, disminuyendo 0,18% y 8,43%, respectivamente, respecto al cierre del día anterior. 

Esta semana el WTI ha caído por debajo la barrera psicológica de los 20 dólares el barril, cerrando en 18,26  dólares por barril el viernes, después de que China informara de que su economía se había reducido en un 6,8% en el primer trimestre, la última señal de que el coronavirus está perturbando las economías de todo el mundo y diezmando la demanda mundial de crudo, haciendo temer que se cumplan las predicciones más pesimistas de precios de este marcador con valores más cercanos a los 10 dólares por barril.

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El Brent y el WTI disminuyeron de manera importante posterior a la reunión de la OPEP+ del 6 de abril de 2020, con una caída de 45% y 55%, la Cesta OPEP refleja un descenso aún mayor, de 66%.

Inventarios y Demanda

La caída de los precios durante el mes de marzo y el comportamiento de los contratos a futuro, indican que el mercado está en “super contango”, tal como lo señala la OPEP en su reporte.

Contango es cuando los contratos a futuro tienen precios mayores que los precios actuales, ya que los agentes del mercado tienen la expectativa de que el precio va a mejorar. Por eso también algunos buscan almacenar crudo ahora, aunque deban pagar costo de almacenamiento, dado que el diferencial de precios bajos es muy alto.

Esta situación del mercado ha motivado a los especuladores a comprar petróleo barato y pagar el costo de almacenamiento, en tierra o flotante, en espera de una recuperación del precio. Igualmente las grandes empresas y algunos países productores están haciendo “hedging”, o compra de cobertura a su producción. Esta estrategia de protección, permite a las empresas conseguir financiamiento considerando las expectativas de mejores precios a futuro, en base a lo cual pueden negociar con los financistas contratos a futuro en base a su producción actual, tal y como ha hecho México en el pasado.

El mercado está inundado tras dos meses de guerra de precios entre Rusia y Arabia Saudita y el colapso de la demanda, con millones de barriles de petróleo barato (“cheap oil”), fluyendo a los depósitos de inventarios mundiales de EEUU, Europa, India y China. Algunos analistas estiman que estos llegaran al máximo de sus capacidades para mediados de este mismo año.

En el reporte del mes de abril de la OPEP, se estima que para el 2020 la demanda mundial de petróleo se revisa a la baja en 6,9 mb/d. La contracción en el segundo trimestre alcanzará unos 12 mb/d, y en abril una contracción de unos 20 mb/d.

El crecimiento de la demanda de petróleo de los países no pertenecientes a la ​OCDE se ajusta a la baja en 3,2 mb/d para contraerse en 2,9 mb/d para el año. El impacto del Covid-19 está afectando el crecimiento de la demanda de casi todas las regiones del mundo, con una reducción del consumo de petróleo, en particular el combustible de transporte.

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Gráfica. COMPORTAMIENTO DE LA DEMANDA DE PETRÓLEO EN EL MUNDO DESDE 1960

En el resto del año se espera que EE.UU, Europa, países de Asia, Oriente Medio y otras regiones, reduzcan sustancialmente la movilidad, lo que afectará aún más la demanda de combustibles. La OPEP estima que la demanda total de petróleo en el mundo se ubique en 92,82 mb/d para el 2020, con un consumo mayor esperado en el segundo semestre que en el primero.

Las condiciones actuales son “la tormenta perfecta para la destrucción de la demanda” según el reporte de abril de OPEP, que prevé que el año 2020 registrará una demanda negativa de petróleo, con más margen para la baja, si las condiciones actuales siguen empeorando durante el resto del año. Sin embargo, se espera que la demanda de petróleo en 2021 repunte, expectativa que depende directamente de la recuperación de la economía mundial.

Por su parte la Agencia Internacional de Energía (EIA por sus siglas en inglés), estima que el consumo mundial de petróleo y combustibles alcanzó un promedio de 94,4 mb/d, en el primer trimestre de 2020, lo que supone una disminución de 5,6 mb/d con respecto al mismo período de 2019. Las proyecciones para la demanda mundial de petróleo y combustibles son a la baja con 5.2 millones de b/d en 2020, para aumentar en 6.4 millones de b/d en 2021.

Tanto la EIA como la OPEP calculan un desplome de la demanda mundial de petróleo en abril cercano al 20% del total, alrededor de 20-25 millones de barriles día, lo cual refleja las importantes perturbaciones en la actividad económica mundial debido a la pandemia del COVID-19.

Coronacrash

Al día de hoy, la Organización Mundial de la Salud en su página web indica que en las últimas 24 horas se han reportado nuevos países con casos confirmados. A la fecha se alcanzó un total de 2.078.605 casos en el mundo, Europa registra el 50% y 49% América, principalmente Estados Unidos que en las últimas semanas llegó a tener el 30% del total de contagios con 660 mil personas infectadas. En el mes de abril China ha reportado 52 nuevos casos, para un total de 83 mil casos confirmados.

  • La lucha contra la pandemia de coronavirus está entrando en una nueva fase.

Las mayores economías del mundo están tomando medidas provisionales para reiniciar industrias vitales y permitir que algunas personas vuelvan a trabajar.

La canciller Angela Merkel dijo el miércoles que Alemania suavizará gradualmente algunas restricciones a los negocios a partir de la próxima semana, y Volkswagen anunció una reapertura por etapas de sus plantas europeas.

España, Italia, Austria, Dinamarca y la República Checa también están levantando algunas medidas de bloqueo. En Asia, donde se originó la pandemia, China y Corea del Sur siguen reduciendo las restricciones a la vida pública y el trabajo.

FMI

El trauma causado por la pandemia en las economías desarrolladas ha sido bien documentado. Ahora, el Fondo Monetario Internacional está advirtiendo sobre el impacto en los países más pobres.

Más de 100 países han solicitado hasta ahora ayuda de emergencia, dijo Kristalina Georgieva, directora general del FMI, en una reunión de ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales del G20 el miércoles.

Georgieva dijo que el FMI está listo para utilizar su «caja de herramientas completa y 1 billón de dólares de potencia de fuego» de capacidad de préstamo, señalando que 10 países han recibido hasta ahora fondos de emergencia, y la mitad de los países restantes deberían recibir sus líneas de vida financiera solicitadas para finales de abril.

El FMI espera que el PIB mundial se contraiga en un 3% en 2020, una recesión mucho peor que la que siguió a la crisis financiera mundial de 2008.

De cara al futuro del desenlace de la crisis del COVID-19, el FMI prevé tres escenarios. El primero, un retraso en contener la pandemia. El segundo, un rebrote en 2021. Y el tercero, ambas cosas, el retraso y el rebrote que la pandemia se apague en la segunda mitad de 2020 y que las medidas de contención se vayan retirando gradualmente. Ese escenario contempla que los confinamientos se concentren en el segundo trimestre, con una gradual recuperación o desescalada posterior.

EEUU.

Este martes Estados Unidos anunció que suspenderá su aporte a la OMS, la medida se aplicaría mientras se realizaba una revisión papel de la OMS en las «graves» fallas en la gestión de la pandemia del Covid-19, así como en el presunto «ocultamiento» del alcance de los contagios. En sus declaraciones, el presidente D. Trump señala que el brote se podría haber contenido si la OMS hubiera enviado expertos a China en su momento.

  • El desempleo se acerca al 20%

 Más de 5 millones de estadounidenses solicitaron beneficios de desempleo la semana pasada. Lo que eleva a 22 millones el total de solicitudes desde que la pandemia de coronavirus estranguló la economía de EE.UU. y borró efectivamente una década de creación de empleo.

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Las últimas cifras sugieren una tasa de desempleo que actualmente ronda al menos el 17%, muy por encima del 10% alcanzado a raíz de la recesión que terminó en 2009.

La semana pasada también marcó el momento en que los bancos comenzaron a prestar a las pequeñas empresas para mantener las nóminas intactas, parte de un paquete de estímulo de 2 mil millones de dólares. El Programa de Protección de Cheques de Sueldos estaba apunto de agotar sus 349 mil millones de dólares en fondos esta semana.

La mayoría de los economistas espera un repunte a partir del segundo semestre, aunque podría llevar varios años volver a los niveles de empleo observados antes de que el Covid-19 llegará a los Estados Unidos.

  • Los datos económicos de EE.UU. muestran un profundo golpe en marzo, un colapso en abril

Las ventas y la producción de las fábricas de EE.UU. registraron descensos históricos en marzo, comparables solo con los registrados luego de la Segunda Guerra Mundial.

El índice de condiciones comerciales generales del Banco de la Reserva Federal de Nueva York cayó 56,7 puntos hasta -78,2, el más bajo de los registros en 2001, según un informe publicado el miércoles.

JPMorgan Chase & Co. dijo en una nota que sigue esperando una disminución del 40% anualizado del producto interno bruto en el segundo trimestre.

  • Vuelve la Texas Railroad Commission.

Ante el colapso de los precios y la caída de la producción en los EEUU, algunos productores han hecho llamados para que el estado de Texas emita un recorte en la producción de petróleo, un paso que no se ha dado desde la década de 1970. La Comisión de Ferrocarriles, que supervisa la industria del petróleo y el gas de Texas, discutió la propuesta a principios de esta semana y se espera que llegue a una decisión a finales de mes.

Los productores solicitantes de la intervención de la comisión reguladora argumentan que el hecho de no aplicar los topes de producción podría poner en peligro los puestos de trabajo, subrayando que los Estados Unidos deben proteger a sus trabajadores y enviar al mismo tiempo un mensaje unificado al mundo.

A finales de marzo, el petróleo crudo de los Estados Unidos llegó a tener precios inferiores a 8 dólares barril. Los más afectados son las ventas spot cerca de los centros de producción y la reducción del consumo de las refinerías. Según la última encuesta de la Dallas Fed Energy Survey, reporta la EIA en su informe semanal, los precios del WTI necesitan un promedio entre 23 y 36 dólares barril para cubrir los gastos operativos de los pozos existentes en los EEUU.

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Fuente: Gráfico 1-1 OPEP Reporte MOM, abril 2020. Precio del Petróleo

La depresión de los precios del petróleo ha obligado a muchos productores a recortar sus dividendos y sus gastos de capital para proteger sus balances ante las crecientes pérdidas financieras.

El gigante petrolero Exxon recortó 10.000 millones de dólares de su plan de gastos de capital para 2020, mientras que otras once de las mayores empresas de petróleo recortaron casi 34.000 millones de dólares de sus planes, según los datos recopilados por S&P Global Market Intelligence.

Las compañías de petróleo norteamericanas están despidiendo a miles de trabajadores a medida que los precios del petróleo se desploman, lo que lleva a los reguladores del mayor estado productor de petróleo de los Estados Unidos a entrar en la política mundial del petróleo y considerar los llamados a recortes. Los precios del petróleo crudo de EE.UU. cayeron durante la audiencia a menos de 20 dólares por barril, el más bajo de los últimos 18 años.

La industria se enfrenta a un colapso económico histórico con 3 a 10 dólares por barril de petróleo en las próximas semanas, advirtió el martes el director ejecutivo de Pioneer, Scott Sheffield, a los comisionados.

Se espera que los comisionados voten por la moción de las compañías petroleras el 21 de abril.

Algunas de las compañías petroleras más grandes e influyentes del estado, Exxon Mobil Corp, Chevron Corp  y Occidental Petroleum Corp, se han opuesto a la imposición de límites, junto con algunas de las organizaciones comerciales más grandes.

Sin embargo, la idea ha ganado adeptos en otros lugares. Un grupo de productores de petróleo de Oklahoma presentó una solicitud a ese estado para una audiencia para considerar las restricciones a la producción. Está previsto que tenga lugar el 11 de mayo.

  • El Fondo de Rescate se agotará hoy, dejando a las pequeñas empresas cerradas

Se espera que un programa federal de ayuda de 349.000 millones de dólares para las pequeñas empresas de EE.UU. se quede sin dinero esta tarde, y muchos aún esperan conseguir un salvavidas, según funcionarios familiarizados con la situación.

Los préstamos garantizados por el gobierno se conceden por orden de llegada. Pero sin más financiación, muchas pequeñas empresas que han inundado los bancos con solicitudes no obtendrán ayuda, dijeron los defensores.

Los republicanos buscaron aprobar 250 mil millones de dólares adicionales para el programa la semana pasada, pero el esfuerzo se estancó con los demócratas que también querían cambios en el programa y más ayuda para otros grupos.

El programa, que fue promulgado el mes pasado como parte de un paquete de ayuda de 2,2 trillones de dólares en respuesta a la pandemia del coronavirus, ofrece préstamos de hasta 10 millones de dólares.

  • La administración Trump publicó directrices que podrían permitir a los estados y a los empleadores abandonar la mayoría de las prácticas de distanciamiento social en el plazo de un mes.

El presidente Trump publicó el jueves directrices para que los estados las consideren cuando decidan relajar la orden de quedarse en casa y otras medidas de distanciamiento social promulgadas para frenar la propagación del virus. El breve documento establece un proceso de tres etapas y deja muchas decisiones difíciles a los estados.

El presidente no fijó plazos, ni exigió ninguna acción en particular y ofreció poca ayuda federal. Una página del documento dice que los estados que emprendan la reanudación de la vida normal deben planear asegurar «independientemente» el equipo de protección y el equipo médico para sus hospitales.

«Un cierre nacional no es una solución sostenible a largo plazo», dijo Trump el jueves en su conferencia de prensa diaria en la Casa Blanca. «Ahora que hemos pasado la cima en nuevos casos, estamos empezando nuestra vida de nuevo.»

La Casa Blanca esbozó un plan para reabrir la economía de EE.UU. en un enfoque escalonado de tres fases. No todos los estados seguirán la misma línea de tiempo en esto, con el corredor del noreste que se espera que se reabra más tarde, después de que Nueva York fuera el epicentro del brote durante semanas.

No se espera que las actuales directrices federales sobre el distanciamiento social se renueven cuando expiren el 30 de abril. Funcionarios de EE.UU. dijeron que la Casa Blanca trabajará en estrecha colaboración con los estados para garantizar que los esfuerzos de reapertura se hagan de forma segura y solo cuando se considere que los brotes locales están contenidos.

Muchos estados no están listos para reabrir. Algunos ya han extendido sus propias pautas de distanciamiento social más allá del 1ero de mayo.

CHINA:

El coronavirus llevó a la economía de China a su primera contracción en décadas en el primer trimestre. El producto interno bruto se redujo en un 6,8% con respecto a hace un año. La economía no se había contraído en un año completo desde la década de 1970.

Horas después del informe, los líderes del país se comprometieron a ofrecer más estímulos, incluyendo recortes en las tasas de interés para impulsar la demanda interna. Las autoridades mantendrán la liquidez «razonablemente amplia» recortando la cantidad de reservas que los bancos necesitan mantener.

Tanto el comercio minorista como la producción de las fábricas mostraron una mejora con respecto a los dos primeros meses, lo que sugiere una estabilización de la actividad económica. Pero los datos en general indicaron que una lucha cuesta arriba espera a la segunda economía más grande del mundo

Aunque las exportaciones cayeron menos de lo previsto en marzo al restablecerse gradualmente la capacidad de producción, con una contracción menor de lo esperado en la producción industrial de marzo de 1,1%, ya que las fábricas volvieron a funcionar en medio de la disminución de los cierres, los economistas advierten que se avecinan vientos contrarios a medida que el resto del mundo se cierra y la demanda externa disminuye.

La tasa de desempleo disminuyó en marzo a 5,9% desde el récord de febrero de 6,2%. Eso sugiere que China está evitando hasta ahora el tipo de destrucción de empleo visto en los EE.UU., donde más de 5 millones de estadounidenses solicitaron beneficios de desempleo la semana pasada.

Aunque el FMI espera que la economía mundial se contraiga un 3% este año, sin embargo se espera que China crezca un 1,2% en 2020 y un 9,2% el año que viene, lo que la convierte en la economía con mejores resultados.

Si las predicciones del FMI se hacen realidad, China tendrá un crecimiento promedio del 5% en los próximos dos años, dijo Mao Sheng Yong, portavoz de la Oficina Nacional de Estadísticas de China, el viernes.

Eso reforzaría la posición del país en la economía mundial, ya que China sigue cerrando la brecha con Occidente en términos de PIB por persona.

EUROPA:

  • La UE ve su comercio con el mundo caer en 570.000 millones de dólares este año.

Las exportaciones de bienes y servicios de la UE caerán en 285.000 millones de euros, o el 9,2%, mientras que las importaciones se reducirán en 240.000 millones de euros, o el 8,8%, dijo la Comisión Europea el viernes.

La previsión se basa en una proyección de la comisión de que el comercio mundial caerá un 9,7% en 2020. La Organización Mundial del Comercio predijo la semana pasada que el comercio mundial de mercancías disminuiría entre el 13% y el 32% este año.

VENEZUELA

El país sigue afectado por el colapso de la economía, la cual cae sostenidamente desde el año 2015, tal como lo indican sus índices macroeconómicos. Esto tiene su origen en la destrucción de la producción petrolera y en el manejo errático de la economía por parte del gobierno quien ha impulsado un programa de ajustes monetarista y liberal que no ha hecho más que empeorar la situación económica y social del país.

Con una caída acumulada del PIB de 63%, hiperinflación de 145% entre enero-marzo de este año, la mega devaluación del bolívar que ha llevado su cotización una paridad cambiaria de 1 dólar = a 130.000 bolívares para el cierre de este documento, la economía dolarizada de facto, con un salario mínimo de 2,3 dólares mensuales y una pobreza estimada en más del 90% de la población, y el colapso de PDVSA traducido en la caída de la producción de petróleo, la falta de gasolina y gas, además de las fallas en servicios fundamentales como electricidad, agua, transporte en buena parte del país, el gobierno hace frente a la pandemia del COVID-19 apelando a una restricción total de movimientos, con una cuarentena en todo el territorio nacional.

  • El colapso de la producción de petróleo.

El último reporte mensual de la OPEP, publicado el 15 de abril, reporta nuevamente una caída de la producción de Venezuela, que según fuentes secundarias fue de 100 MBD en un mes y según la comunicación directa fue de 147 MBD. Al no contar el país con ningún tipo de fiscalización de hidrocarburos, vamos a utilizar a las fuentes secundarias reflejadas en el informe de la OPEP.

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Esta información solo viene a confirmar lo que hemos venido denunciando desde hace más de tres años: el colapso de la producción de petróleo en Venezuela, tiene su razón y origen en la violenta intervención del gobierno en PDVSA desde mediados de 2014 y la militarización de la empresa a partir de diciembre de 2017, con la designación del general Manuel Quevedo al frente de la empresa.

En este período, se han nombrado más de 7 juntas directivas al frente de PDVSA, cuyos directivos responden más a parcialidades políticas dentro del gobierno que a sus conocimientos o destrezas técnicas. En el mismo periodo no solo se ha perseguido y encarcelado a más de 100 trabajadores y gerentes de alto rango, sino que se han desviado los recursos presupuestados para sus operaciones, costos, gastos, mantenimiento e inversiones. El gobierno, desde Miraflores, ha tomado decisiones  presupuestarias y de funcionamiento de la empresa que han resultado en el colapso operacional de PDVSA.

El colapso operacional de la empresa ha sido completo, no solo en la producción de petróleo, sino también la producción de gas y de combustibles. Los efectos de esta situación son percibidos por el ciudadano venezolano, tanto por la crisis económica signada por la caída de los ingresos en divisas del país, la inflación y la caída del poder adquisitivo, así como por la falta de gas, gasolina y otros combustibles.

La producción de petróleo en Venezuela se mantuvo estable en un promedio de 3 millones de barriles dia de petróleo entre 2004-2013, luego de superados los efectos del sabotaje petrolero que llevó nuestra producción hasta solo 25 mil barriles día en enero de 2003.

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A consecuencia de la política de defensa del precio en contra de la política volumétrica que prevalecía antes de 1999, nuestros volúmenes de producción comenzaron a ceñirse a los acuerdos de recorte de producción alcanzados en el seno de la OPEP.

Así, para mediados del 2008, nuestra producción llegó a alcanzar los 3,4 millones de barriles día de petróleo. Luego del recorte de la OPEP de 4,5 millones de barriles tomado en diciembre de ese año, a Venezuela le correspondía un recorte de 364 MBD, por lo que nuestra cuota quedó en 3 millones de barriles día.

En la siguiente gráfica se muestra el comportamiento de nuestra producción de petróleo entre los años 2000-2020. Son números de producción reportados a las distintas instancias de control del Estado venezolano entre el año 2004-2013 y reflejados en los estados financieros de PDVSA auditados por la firma internacional KPMG, números que están disponibles para su revisión y análisis.

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Se observa la caída permanente de la producción de petróleo, que en el periodo 2014-2020 ha sido de 2,340 millones de barriles día de petróleo, una caída de 78% de nuestra producción.

La caída se profundiza, justamente a partir de la militarización de la empresa, con la designación del general Manuel Quevedo en la presidencia de la misma a partir de diciembre de 2017, y el subsecuente desplazamiento de los gerentes y trabajadores que operaron la empresa en el periodo 2003-2014. Se estima que, a partir de 2016, han salido más de 30 mil trabajadores de PDVSA.

A partir del 28 de enero de 2019, a la militarización de la empresa, se agrega la imposición de sanciones norteamericanas, lo cual limita sus posibilidades de financiamiento y operaciones de compra y venta de petróleo e insumos. Pero a ese momento ya el daño en la empresa era profundo, pues ya se habían perdido 2 millones de barriles de petróleo respecto al cierre de 2013 y se había paralizado el sistema refinador nacional y los procesos de procura y contrataciones fundamentales para sostener las operaciones de perforación y producción de petróleo en el país.

  • Resultados del cambio del régimen contractual petrolero.

A partir de la militarización del sector petrolero, el gobierno venezolano ha modificado en la práctica el régimen fiscal y contractual de los hidrocarburos en el país.

Por un lado, el TSJ emitió una sentencia, número 156 del 21 de marzo de 2017, a partir de la cual, la creacion o modificacion de las empresas mixtas pasaban directo del Ejecutivo Nacional a la Sala Constitucional del TSJ para su aprobación. Esta decisión contraviene lo establecido en la Ley Orgánica de Hidrocarburos donde estos contratos, al ser de interés público, deben ser discutidos y aprobados en la Asamblea Nacional, así como sus términos y condiciones publicados en la Gaceta Nacional.

Por otra parte, el 12 de abril de 2018, el gobierno promulgó el Decreto 3.368 a partir del cual se entregaron las operaciones de producción de PDVSA a contratistas privados bajo la figura de Contratos de Servicios Petroleros, contraviniendo nuevamente la Ley Orgánica de Hidrocarburos en lo relativo a las empresas mixtas. De esta manera el gobierno volvía, de la peor manera posible, a los antiguos Convenios Operativos, derogados en el 2006 de acuerdo a lo establecido en la Ley Orgánica de Hidrocarburos

El gobierno ha privatizado a PDVSA y cedido la participación de la misma en las empresas mixtas de la Faja Petrolífera del Orinoco, tanto a favor de CNPC en PetroSinovensa, como de Rosneft en Petromonagas, contraviniendo lo establecido en la Ley de Nacionalización emitida en el año 2006 con el Decreto 5200, que otorgaba a PDVSA la participación de, al menos el 60%, en las empresas mixtas de la Faja Petrolífera, asumiendo el control de las operaciones y explotación de la reserva mas grande de petróleo crudo del planeta, 316 Mil millones de barriles de petróleo certificados de acuerdo a la metodología API por la Ryder Scott de Canadá.

Venezuela tiene 4 grandes Direcciones Ejecutivas de producción de petróleo: Faja Petrolífera del Orinoco, Oriente, Occidente y Costa Afuera,  en las cuales se incluye la producción de las empresas mixtas, así como la producción propia de PDVSA, ahora entregada a los Contratos de Servicios petroleros firmados al amparo del Decreto 3.368.

Veamos cuál ha sido el comportamiento de producción de cada una de estas Direcciones Ejecutivas.

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  • Faja Petrolífera del Orinoco

La caída de la producción en Venezuela ha afectado dramáticamente el crecimiento que se venía logrando en la producción de la Faja Petrolífera del Orinoco, la base de recursos necesaria para la expansión de la producción en Venezuela.

La Faja Petrolífera del Orinoco mantuvo su producción en crecimiento en todo el período entre 2001-2014, fundamentalmente por la producción propia de PDVSA en la División Morichal, así como el inicio de operaciones de los Convenios de Asociación con los socios privados internacionales.

Pero, a partir del 2007, con la promulgación del Decreto 5.200 y  la Nacionalización de la Faja Petrolífera del Orinoco, se crearon de las Empresas Mixtas de la Faja, con una participación accionaria de PDVSA de al menos el 60%. A partir del 2007, la producción en la Faja Petrolífera se incrementó en un 58% desde 698 MBD hasta 1,274 millones de barriles día al cierre de 2013.

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Sin embargo, en el período entre 2015-2020, la Faja Petrolífera del Orinoco ha caído desde 1,274 millones de barriles día, hasta 352 MBD, lo que representa un descenso de 922 MBD, es decir un 71% en el período.

De esta producción, las empresas mixtas PetroSinovensa (CNPC), Petromonagas (Rosneft) y Petropiar (Chevron), aportan 250  MBD, lo que representa un 69,4 % de la producción de la FPO.

Aquí es donde se puede apreciar mejor el impacto de las recientes decisiones de Rosneft de retirarse venezuela, transfiriendo sus derechos y participación a una entidad rusa, aún desconocida, pero 100% propiedad del gobierno ruso. Transferencia que no ha sido aprobada por las autoridades venezolanas, ni por el Ejecutivo, ni por la Asamblea Nacional, tal como establece la Ley Orgánica de Hidrocarburos, así como el impacto del anuncio de Chevron de cancelar sus contratos de servicios petroleros en el país, lo cual afectaría las operaciones tanto de PetroPiar en la Faja, así como de PetroBoquerón en el occidente del país.

  • Áreas tradicionales. Oriente , Occidente, PDVSA Gas y Costa Afuera.

La gráfica muestra el descalabro en las áreas tradicionales de producción de petróleo, PDVSA-Gas y Costa Afuera.

Mientras que PDVSA-Gas y Costa Afuera prácticamente han desaparecido en su producción de petróleo en el periodo 2014-2020, la primera con una caída de 31 MBD en 2013 a 5,9 MBD en 2020, perdiendo el 78% de su producción, mientras que la segunda pasó de 40 MBD en 2013 a 0 barriles en 2020, una caída del 100%, lo cual indica que la Plataforma 4 de Febrero, primera plataforma construida en Venezuela, que operaba en el Golfo de Paria, al Oriente del pais, esta fuera de operacion.

En el Oriente del país, la producción ha caído desde 825 MBD al cierre de 2013, hasta 170 MBD en 2020, una pérdida de 655 MBD, un 79,4%, a pesar de que allí se ha entregado la producción a los privados de los Contratos de Servicios.

Los Contratos de Servicios Petroleros han caído en 100 MBD entre enero y marzo de 2020, desde 201 MBD hasta 106 MBD, una caída del 50% de la producción entregada por PDVSA. El modelo de Contrato de Servicios Petroleros no solo es contrario a la ley y resultan sumamente costosos, sino que significan un peor desempeño operacional para PDVSA.

En el Occidente la caída ha sido desde 776 MBD del cierre de 2013, hasta 138 MBD en 2020, una caída de 638 MBD, equivalente a un 82,2 %. Esto a pesar de que allí se encuentra la producción de PetroBoscán (Chevron) y PetroZamora (Gazprombank, Rusia). Estas producen 68 MBD y 60 MBD respectivamente, lo cual representan 128 MBD, lo que equivale al 92,75% de la producción en occidente.

La Empresa Mixta, PetroZamora, ha cambiado su composición accionaria y ha obtenido extensión de sus áreas respeto a la Composición accionaria y áreas aprobadas por la Asamblea Nacional y el Ministerio de Petróleo en Gaceta 39.877 del 6 de marzo de 2012.

Hoy día esta empresa  según Gaceta oficial 40.663, del 19 de mayo de 2015, está conformada por capitales rusos (Gazprombank) y venezolanos (Alejandro Betancourt, Convit, etc) y han obtenido derechos de explotación en Bachaquero/Lago, Centro Lago/ Ceuta, Lagunillas, Bachaquero y Bloque VII/Area 8, todos estos cambios sin ser aprobados en los términos que establece la Ley Orgánica de Hidrocarburos.

Por otra parte, han obtenido ventajas operacionales en toda la Dirección Ejecutiva Occidente, una vez que sus accionistas acusaran a la gerencia de PDVSA Occidente de “obstruir sus operaciones”, razón por la cual estos gerentes fueron puestos en prisión por el gobierno.

  • ¿Quién produce en Venezuela?

En el periodo de gestión entre 2015-2020, se observa que se ha generado un cambio estratégico en la producción de petróleo en el país a partir de la intervención del gobierno en el 2015.

PDVSA está confrontando una privatización de facto, proceso ilegal y contrario al interés de la República como establece la Constitución en su artículo 202 y la Ley Orgánica de Hidrocarburos y el decreto 5.200 de Nacionalización de la Faja Petrolífera del Orinoco.

Mientras en el 2013, la producción de petróleo estaba 100% bajo control operacional de PDVSA, a través de sus Unidades de Producción 100% participación de PDVSA, llamado esfuerzo propio, así como con las Empresas Mixtas, donde PDVSA tenía una mayoría accionaria de al menos 60% y control de las operaciones.

En el 2013, la producción del país cerró en 3, 011 millones de barriles dia de petróleo, de los cuales, 1,881 millones eran esfuerzo propio (100% PDVSA) y 1,130 millones con las Empresas Mixtas (60-70% PDVSA).

Es decir, al 2013, la proporción de la producción de petróleo en Venezuela, según el unico modelo contractual legal en el país era:

Total país: 3,011 millones de barriles día.
Producción esfuerzo propio: 1,881 millones de barriles día,  63%
Producción con Empresas Mixtas: 1,130 millones de barriles día, 37%

Hoy día, a marzo del 2020, la producción del país cerró en 660 mil barriles día, una caída de 2,4 millones de barriles respecto al 2013, lo que representan un 78% menos.

De la producción actual 105 MBD son esfuerzo propio (100% PDVSA), 106,8 MBD Contratos de Servicios Petroleros (100% operado por privados) y  448 MBD con las Empresas Mixtas (operadas por el socio privado).

Es decir, al 2020, en base al modelo impulsado por el gobierno, que son contrarios a lo establecido en el ordenamiento legal de Venezuela, la proporción de la producción en el país es la siguiente:

Total país: 660 mil barriles día
Produccion esfuerzo propio: 105 mil barriles día, 16%
Producción Contratos de Servicios Petroleros: 106 mil barriles día, 16%
Producción Empresas Mixtas: 449 mil barriles día, 68%

Actualmente, PDVSA está disminuida como nunca en sus capacidades operativas, en un proceso de entrega de sus derechos de explotación a operadores privados, todo ello hecho en contraposición al marco legal vigente en el país.

Venezuela, para salir de la terrible crisis que la agobia, va a necesitar recuperar PDVSA, su industria petrolera, el ingreso petrolero y el manejo soberano de su principal recurso natural: el petróleo.

Por qué fijar posición como socialistas. Para qué escribir.

Vamos a comenzar por lo segundo. Debemos escribir ahora, y escribir de forma crítica, no tiene sentido defender un gobierno en lo que hace correcto. Cuando lo hace bien “se siente”. Y si no, ellos mismo se encargaran de recordárnoslo – lamentablemente la mayoría de las veces lo hacen como chantajes, como avisando que, si no hicieran nada (lo que les toca hacer como gobierno), todo podría ser peor –. Debemos ejercer contraloría social desde la crítica. En el caso de maduro “la tuerca la contraloría social” ya está aislada de tanto apretar y apretar y el tornillo no ajusta. Nosotros, luego de tanto insistir en eso, ejercemos (o ejercimos. Ya no) luego el “control político”; si el problema no es técnico, burocrático, fallas de memoria, destreza, gerencia, etc. debía ser de carácter político, una “falla de origen”, eso es lo que hemos estado haciendo hasta hace poco: “control político”, debido a las desviaciones políticas en a las decisiones económicas; es decir, debido al abandono repentino de la estrategia política de hacer una revolución socialista y poner por delante el frío calculo económico capitalista, asociarse con la empresa privada para hacer una revolución socialista (como si eso fuera posible), olvidar la estrategia o falsificarla, suavizarla en un reformismo piche… al capitalismo.

Hasta aquí ha llegado nuestra crítica política al gobierno. La intención siempre ha sido el control social sobre sus actuaciones y ejercer un control político e ideológico, el cual se resume en recordarles que se desviaban de las ideas revolucionarias del cambio, de la lógica socialista, de sus principios, cuando falsificaron el Plan de la Patria, y al mismo tempo ejecutaron otro plan, uno liberal, insertado dentro, como si este fuera lo escrito y pensado por Chávez y consecuencia de él.

La crítica era necesaria (siempre es necesaria), lástima que nadie, o muy pocos la ejercieron con firmeza, sin la excusa de las eternas amenazas y emergencias una “Guerra económica” fantasmal, sin enemigos claros, las guarimbas, las sanciones… Las presiones que quisimos ejercer para que el gobierno rectificara hacia el socialismo NO FUERON NADA EFECTIVAS como las presiones ejercidas por la derecha para que el gobierno doblara hacia el capitalismo; estas últimas sí funcionaron y siguen funcionando ¿Por qué sería?

La crítica es una forma de la conducta revolucionaria, hace de control político y contraloría social, “despega” el motor trancado del cerebro, es un estimulante de la inteligencia revolucionaria – cuando está comprometida con la rectificación y el cambio, con la perfección de nuestros actos y nuestros pensamientos –. Eso es lo que hemos hecho hasta ahora, y es lo que le pedimos a todos los que quieren cambiar el mundo, como lo intentamos nosotros,  por uno más justo: que hagan, que escriban, que critiquen, que propongan una alternativa distinta a maduro y su gobierno, el cual ya no aguanta críticas ni contraloría ni nada, ¡es perfecto!, está esclerotizado, convencido tercamente en sus malcriadeces, como locos.

Debemos escribir; criticar y proponer alternativas socialista a maduro y su gobierno; todos los que no estemos conformes con volver al pasado de la cuarta república, de la socialdemocracia adeco copeyana, regresar a la democracia boba de los eternos carnavales electorales, la votadera sin resultados, sin decidir, sin participar.

Y decimos “escribir”, porque es una forma de hacer política y resistencia amable pero difícil a la vez, hay que tener las ideas claras en la cabeza, pensar,  pero la  idea es ir más allá y organizarnos sobre una base común que debe ser el socialismo, la solidaridad, la justicia social y la consciencia del deber social, para desarrollarnos como individuos plenamente. Ya discutir estas ideas es avanzar, pero ahora hay que desplazar del poder al gobierno esclerótico de maduro, trancado, petulante y malcriado de maduro – convencido de que sus propias mentiras y su conducta reactiva están cambiando el mundo ¡Qué locura! –.

Nos toca fijar posición respecto al socialismo: ¿queremos retroceder… o queremos avanzar, superar al capitalismo – cada vez más impúdico, más cínico, más fascista y todo lo que ha mostrado en estos días infaustos? Nos toca apostar por un mundo nuevo de cooperación y solidaridad humanas ¿O uno de egoístas, indiferentes al destino del vecino, encapsulados en nuestro mundito privado, como en un refugio antiaéreo, esperando que caiga la bomba atómica?

Todo aquel que crea en Chávez y en el socialismo, que tenga una idea clara de lo que quiere para el país y el mundo debería decirla, escribirla ahora, fijar posición, decir “yo estoy comprometido con el socialismo, o con un cambio del mundo para mejor, de toda la sociedad, de las personas, de los seres humanos”. Eso es necesario dentro de tanta ambigüedad, dentro de tantos oportunistas y oportunismos, de tantos cazadores furtivos de la política que buscan de forma egoísta la solución de sus problemas sociales, pero se escurren como socialistas. Le hablamos a los chavistas que creyeron en Chávez, a los socialistas que todavía creen en el socialismo como la solución para los problemas más urgentes de la sociedad. El socialismo sigue siendo un ideal poderoso frente al capitalismo y su máquina destructora, dos lógicas antagónicas que no permiten alianzas ni términos medios: o vas a favor de la sociedad o a favor de la esclavitud, someternos a intereses privados.

Lo peor que nos puede pasar ahora es que nos envuelva el miedo y nos acostumbremos a la ambigüedad, a la falta de definición, de que vivamos en una eterna perplejidad ante todo lo que pasa en el país y en el mundo. Lo peor que nos puede pasar ahora es entrar en shock, resignarnos, abandonarnos al capricho de piratas, de delincuentes, de estafadores, de brujos. Debemos organizarnos y decidir sobre nuestro futuro después del covid-19  ¡Volvamos tomar el camino al socialismo! ¡Volvamos a Chávez y al Plan de la Patria original!

«Se están produciendo cambios estratégicos en el mercado petrolero» – Entrevista con EFE

La OPEP+ debería haber expulsado a México en lugar de permitir que bloqueara durante cuatro días el recorte de la producción de crudo que finalmente se selló el pasado domingo, tras una “extraña” intervención de Estados Unidos, opina el exministro venezolano de Petróleo Rafael Ramírez.

Para quien fuera también presidente de la compañía estatal PDVSA durante el mandato del fallecido presidente Hugo Chávez, el protagonismo de Estados Unidos (EEUU) como país productor de crudo y el debilitamiento de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) son importantes “cambios estratégicos” del sector que quedaron patentes estos días, también en el conflicto con México.

“Yo hubiera sacado a México (de la OPEP+), sin lugar a dudas”, dijo Ramírez hoy en una entrevista telefónica con Efe, al recordar la persistente negativa del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, a aceptar reducir el bombeo en un 23 %.

A ese porcentaje de rebaja habían accedido el resto de los productores participantes en la reunión telemática urgente que celebró el pasado día 9 la llamada OPEP+, es decir, la OPEP y sus aliados, entre los que se cuentan Rusia y México.

Después de que algunos delegados hubiesen adelantado que, tras poner Riad y Moscú fin a la guerra de precios que mantenían desde hacía un mes, se estaba ultimando un recorte de la producción de 10 millones de barriles diarios (mbd), otros filtraron que la ministra mexicana, Rocío Nahle, había abandonado la mesa de negociaciones.

Así, tras once horas de negociaciones, la OPEP comunicó que el acuerdo quedaba supeditado a la adhesión mexicana.

“Parecía algo inaudito. Hablaba de la muy poca fuerza política que tenía el acuerdo“, subrayó Ramírez.

El compromiso sería que cada país reducía sus extracciones en un 23 % respecto al nivel de octubre de 2018, con lo cual a México le correspondía recortar las suyas en 400.000 barriles diarios (bd).

“Esperaban 400.000, después se hizo la concesión de que bajara a 350.000 y ni siquiera así aceptó. Al final termina reduciendo 100.000, y Estados Unidos dice que pone los 250.000 restantes pero nadie sabe exactamente cómo”, comentó.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, “llamó a López Obrador y le dijo que él ponía” el resto de los barriles correspondientes al recorte México, “no se sabe todavía cómo ni a cuenta de qué”, destacó Ramírez.

Finalmente, en lugar del recorte de 10 mbd, se aprobó en la noche del domingo uno ligeramente menor, 9,7 mbd, al restarse los 300.000 bd que no reducirá México, sino supuestamente EEUU.

La situación ha revelado “fisuras de debilidad política” cuando hubiese sido “muy importante” una aprobación “contundente del acuerdo en la noche del jueves”, opinó el experto venezolano.

“Lo más extraño es que nuevamente las cosas se resuelven por la actuación de (el presidente de EEUU) Donald Trump”, quien ya había sido clave en la gestación del recorte cuando presionó sobre Rusia y Arabia Saudí para que redujeran los suministros.

“Nadie sabe cómo EEUU se mete en la discusión de la OPEP+. Es decir, hay una cantidad de cosas que están sucediendo de espaldas a la opinión pública, pero lo que sí reflejan es que el presidente Trump se ha movido muy duro para lograr el objetivo que él quería, al menos parcialmente”, insistió Ramírez.

En este contexto, resaltó el papel decisivo de Trump al liderar una iniciativa que, en su opinión, debían haber tenido el presidente ruso, Vladímir Putin, o el rey saudí.

Recordando los más de diez años que representó a su país en la OPEP como ministro de Petróleo, Ramírez comentó que hace poco tiempo hubiese sido impensable que EEUU estuviera a favor de que se tome una medida para subir los “petroprecios”. Por el contrario, lo habitual sería que Washington presionara en sentido contrario.

Entretanto, ese país el primer productor de crudo del mundo, seguido de Rusia y Arabia Saudí. Y en estos, el desplome de la demanda petrolera causada por la pandemia del COVID-19, junto al derrumbamiento de los precios, son una seria amenaza para la importante industria petrolífera estadounidense.

“Por eso digo que el mercado petrolero está confrontando cambios estratégicos que tal vez están pasando inadvertidos, pero obviamente los Estados Unidos están de vuelta como un gran ‘player’ en el mercado del petróleo”, concluyó Ramírez. EFE