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Mejor Ramírez que Maduro y que Guaidó

Los juicios personales son improductivos, debemos juzgar aquello que las personas representan, su simbología, lo que es común a muchos, no lo que los diferencia de muchos. Sobre esta lógica nos referiremos a las críticas y sentimiento manifestados en contra de Rafael Ramírez, víctima de la mezquindad de “muchos”, de un colectivo que comparte una opinión común y uniforme sobre su persona y sobre su conducta, hasta llegar al odio personal.

Guaidó es claro que representa el orden social que nosotros más odiamos, a él no lo conocemos, pero al capitalismo y a la mentira sí. En el caso de maduro es igual, pero nos cuidamos de no confundirlo con lo que defendemos a diario, con Chávez y con Ramírez, con lo que ellos representan.

Es difícil tratar este tema sin hacer un poco de psicología y sin usar cierta lógica de razonamiento. Por ejemplo, si Rafael Ramírez es responsable de todo eso que se lo acusa (corrupto y haber acabado con la industria petrolera) lo es Chávez, por haberlo mantenido al mando por diez años. Si Chávez fue inteligente para nombrar a Maduro como su sucesor, ergo, también es responsable de las metidas de pata de Maduro. Siguiendo esta lógica, la raíz de todos nuestros males estaría en Chávez, según el razonamiento de algunas mentes escandalizadas por las críticas que hace Rafael Ramírez al gobierno y a  Maduro.  Pero esa lógica no es la que usan, es otra, la lógica del rabioso, mezquino que le molesta la realidad real, no la que se imaginan que es, o desean que fuera, la realidad con la que tropiezan todos los días en la calle después de haber visto al presidente en la televisión.

Pero vamos a seguir con lo lógico de su lógica. Si Chávez no es responsable de lo que se le acusa a Ramírez, tampoco es responsable de los errores de Maduro, de su “cambio de planes” y vuelta hacia la derecha. Así salvamos de responsabilidad a Chávez.

Ahora viene el otro asunto ¿Quién es el responsable de este desastre, Ramírez o Maduro?

Más difícil es defender la gestión de Ramírez, hoy caído en desgracia por el gobernó de maduro (o…, porque gobierna maduro) que resentirse con él, indignados, arrebatados y descargarle odio al individuo (lo más probable es que algunos digan “yo no siento odio por ese señor”, ¡pero eso es odio personal!, una especie del “amor traicionado”); más fácil es destruir una reputación que defender una idea propia. Los adecos decían que para callarle la boca a aquellos “moralistas” o personas honestas, había que destruir primero su reputación (o sea, igualarlos al nivel adeco), es una técnica vieja, que funciona dentro de nuestra sociedad infectada de hipócritas pacatos, de mucha miseria moral.

En nuestro caso, cuando responsabilizamos a Maduro y su gobierno de mentiroso e ineficiente no necesitamos sino ver a un lado y al otro, ver la televisión y salir a la calle, contrastar el discurso con los hechos; eso lo puede hacer cualquiera que este medianamente sano de la cabeza y notará que hay una contradicción entre uno y la otra. Pero en el caso de Ramírez resulta más difícil, porque los hechos le dan la razón. Lo demás, lo de la corrupción, mientras no se pueda oír su versión de lo cual se lo acusa o la exposición de  su defensa, las acusaciones de Maduro, del fiscal y del contralor seguirán siendo solo un chisme barato. Ahora cualquiera juzga convencido por el derecho que le otorga su resentimiento y el paroxismo que los ataca ante las críticas de Ramírez a Maduro, quién se dice victima e inocente de todo lo que pasa en el país. Prefiero mil veces a Ramírez que maduro, porque maduro miente y no puede desmentirse, la realidad lo pone en evidencia.

Sin embargo la lógica de estos espíritus incontinentes es la lógica del mezquino, y el mezquino no mira lo suyo, más bien mira lo ajeno, su interés no es por provecho propio sino por ver que el otro no aproveche sus oportunidades, es la caida del otro. Para ellos Ramírez no tiene derechos, no debe defenderse, condenado como está de ante mano por maduro y su poder y una turba de miedosos; Rafael Ramírez ha sido invalidado de todo, de sus verdades, de sus razones, para ellos todo lo que salga de su boca es mentira por anticipado. En esta conducta tan perversa pareciera que se esconde, como dije, una especie de “amor traicionado”, como en las venganzas malvadas de los villanos y villanas de telenovelas.

El asunto es que desde que Nicolás maduro llegó al gobierno se propuso tomar el control de PDVSA, quizás creyendo que la podía hurtar sin daños colaterales, que la podía dirigir desde Miraflores como si fuera un sindicato (como si dirigir una corporación tan compleja fuera fácil), pero no pudo y la quebró, beneficiando directamente a algunos con su quiebra (eso es un hecho noticioso, tomado de la realidad). Responsabilizar a Ramírez de eso no solo es una injusticia, es una estupidez. A menos que haya un interés claro en destruir a Ramírez, por razones políticas, quienes hacen eso, quienes hacen coro a la destrucción de la reputación de Ramírez sin pruebas, haciéndose ecos de chismes – sin conocerlo personalmente, sin saber cómo vive, con quién y en donde –, son tontos útiles, coinciden con la derecha y con el gobierno de maduro, que sí tienen razones claras para desaparecerlo del plano político y hasta físico.

No sé si Ramírez salve a este país, pero es una infamia que no se lo deje participar en la política, sin presiones judiciales, sin que viva amenazado. Llamarlo cobarde es otra mezquindad venida de gente medrosa, que andan por el mundo con los nervios de punta y todo los irrita ¿Cobarde porque no quiere que lo pongan preso y lo desaparezcan como hacen con Eulogio del Pino o Luongo y lo hicieron con Nelson Martínez? ¡Muy valiente eso de juzgar desde el resentimiento y al lado de la opinión del gobierno y su colectivo complaciente, o digamos, del lado del poder! Pareciera como si estuvieran cuidando de un gran enemigo, atrincherados, resistiendo los embates de una gran lucha, y no es así, aunque incómodos con Ramírez están cómodos con la bendición de Maduro y gobierno, compartiendo enemigos.

Perder la conciencia de la realidad en momentos como este es nefasto, luego el desengaño será fulminante. Aferrarse a un hombre que representa a la sociedad más desarticulada de nuestra historia reciente es como sostenerse de una brocha, la caída será rápida y dolorosa. Aferrarse a Maduro, sin ni siquiera entender bien qué es lo que hace y por qué, sin ni siquiera intentar indagar la verdad es como hacerse el pendejo ante un infarto.  …desespero por el despecho de un amor traicionado, así lo vemos nosotros.

En realidad, el presidente de Venezuela es Rafael Ramírez

Todos sabemos que el gobierno se mantiene a fuerza de mentiras, nunca reconoce nada, siempre busca un culpable, el que se atreva a enfrentarlo es victima del poderoso aparato mediático, y aplastado por el Estado. Los culpables que el gobierno busca son tan variados como las mentiras.

Entre estos culpables, destaca el Ministro Rafael Ramírez. Es tal la campaña en su contra que son pocos los que se sobreponen a la manipulación y piden argumentos, razonamientos, pruebas, la gran mayoría se pliega con su silencio al linchamiento moral. Ramírez ha pedido oportunidad de defenderse y se le responde pidiéndole que se entregue a la justicia, que todos sabemos es monitoreada desde miraflores, ni una palabra de defensa se le permite, los programas de televisión lo bombardean sin piedad y no se le otorga ni el derecho a una palabra. Pidió un debate para discutir las acusaciones de maduro y sólo hubo silencio y cobardía…

Ahora el presidente designo a sus subalternos para atacar al Ministro Rafael Ramírez. Aparece el contralor de la Republica, en una violación de las leyes, sentenciándolo, sin previo juicio, sin derecho mínimo a la defensa. Da como una verdad la falsedad de una alianza entre Ramírez y guaidó, una mentira tan absurda que denota el desespero de esta gente por ganar indulgencias con el poder, es así, atacar a Ramírez da dividendo con el gobierno. Todo el que pasa lanza un piedra, lo acusan de todos los males, desde la falta de luz, del desastre de quevedo en PDVSA, de la falta de perniles, la falta de medicina, de la plaga de guaidó, de todos los males, lo que falta es que digan que Ramírez es el presidente de Venezuela y culpable de todos este tsunami, que nicolas maduro no fue, que es inocente.

Pero la vida es dialéctica, todo tiene su contrario, y el ataque a Ramírez lo fortalece. Los asesores de maduro le aconsejaron que no lo atacara, que pusiera en esa canallada a sus subalternos, que no le diera ranking, pero el remedio no dio resultado. Una pregunta surge ¿Por qué la necesidad de atacar al Ministro de Chávez?

El Ministro Ramírez representa al chavismo-chavista, es una incomodidad en la conciencia de los que hoy destruyen el legado del Comandante, de los que hablan en su nombre para traicionarlo.. Ellos necesitan destruirlo, por ahora moralmente. El traidor no lo soporta, ve en él el dedo acusador de fechoría. El renegado, aun con disfraz, persigue con saña a los fieles. Ese es el origen psicológico de la inquisición, de las cruzadas, del odio con el que se persiguió a Trotsky, de la canallada con Sucre.

El Ministro Ramírez, a pesar de la campaña desinformadora, se ha constituido hoy en el escenario principal de la disputa dentro y fuera del chavismo. Allí se parten las aguas, se dividen los campos. Los que están con el chavismo chavista, con el testamento del Comandante, enfrentados a los que deformaron su legado, se entregaron al capitalismo forajido. La posición frente a Ramírez paso a ser el problema político central de Venezuela, allí confluyen el problema económico, el desastre social, la ineficacia del gobierno, todo emerge en ese punto, es el escenario que escogió la confrontación. El lumpen marginal personificó la batalla. Ya no es Ramírez contra maduro, es el chavismo chavista contra la falsificación, la traición al legado de Chávez.

¡Que pelón!

La expresión, “¡Qué pelón!”, podría “decretarse” también, entre tantos decretos sin sentido, como la expresión popular que mejor resume lo que ha pasado en el país en este periodo de mal gobierno. Todo ha sido un pelón, desde la A hasta la Z, un pelón costosísimo que nos ha conducido a este abismo, a esta charca, donde nuestro pueblo sucumbe día a día a manos de impostores, oportunistas y politiqueros de todos los signos y colores que se han apropiado de la Patria.

De aquella Patria que nos habló el Comandante Chávez un día como hoy hace ya 7 largos años, no queda nada. maduro y el grupete de cinco que le aplauden: diosdado, cilia, jorge, tareck y delcy, han acabado con ella. Acabaron con la economía, con la soberanía, con las instituciones, con sus empresas emblemáticas, con PDVSA, con las Misiones, con la democracia participativa y protagónica, con el poder popular, con la autoestima del venezolano, con el vivir bien; ¡acabaron hasta con el Bolívar! Estos farsantes acabaron con el Plan de la Patria, con el sueño de todo un pueblo, acabaron con Chávez. 

Esta tragedia ha sido posible solo por la acción de intereses extranjeros que penetraron y manipularon a los factores de poder que estuvieron siempre contenidos bajo el paraguas del Comandante Chávez. Ha sido posible por el apoyo de  una élite militar que traicionó su juramento para convertirse en empresarios y negociantes de todo tipo. Ha sido posible por la degradación y complicidad de toda una camada de dirigentes políticos y populares, incluso, de antiguos compañeros del Comandante Chávez, que han guardado un silencio incomprensible y desleal con el amigo, al que ya ni siquiera mencionan.

Los que hemos dicho y hecho algo para reivindicar y defender a Chávez, sus ideas, su obra, hemos sido objeto de los más absurdos y despiadados ataques, persecución, linchamientos morales y hasta prisión. Ahora, todo tipo de personajillo oportunista, justo los que Chávez siempre tuvo lejos, son las “autoridades” designadas por maduro al frente de las ruinas de las instituciones del país para agredir, insultar, acusar y perseguir a ex ministros, chavistas u oficiales militares de nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Acabaron con el Estado de Derecho, con el debido proceso, con cualquier vestigio de seriedad o institucionalidad. Desde el infame fiscal, hasta el absurdo contralor que no controla, pero que ladra como esos perritos chiquitos que tratan de llamar la atención, pasando por los diputados tarifados que viajan por el mundo a sueldo de los Saabs. Han hecho del país un circo de lo absurdo. ¡Que desastre, que pelón! 

Por otra parte, la oposición y guaidó se desmoronan. No atinan aún una respuesta a las palabras lapidarias del subsecretario de Estado de EE.UU. “Nuestro apoyo ha sido a las instituciones democráticas, no a guaidó como persona, sino como presidente electo de la Asamblea Nacional, apoyaremos a cualquiera que ocupe ese puesto”. Un guaidó aturdido aún no dice nada, no responde, ni muestra un poco de autoestima. Salió el Secretario de Estado a tratar de calmar a una oposición paralizada por el leñazo. Pero todos sabemos que en esos países, no hay palabras improvisadas por los altos jerarcas de sus instituciones. El subsecretario expresó en sus palabras lo que piensan los que apostaron a guaidó: ¡que pelón!  

La oposición de guaidó se desmorona por varias razones: en primer lugar, no son soberanos en sus actuaciones, están tutelados por gobiernos e intereses extranjeros a los que han prometido el saqueo del país. No se han podido desprender de su naturaleza excluyente e intolerante, ni logran zafarse de su condición elitesca, comprometida con intereses y factores anti nacionales. Estas características le restan la posibilidad de abrirse a otros factores políticos, ni siquiera de la oposición, más allá de su propio grupo, y mucho menos capaces de tener una propuesta para los sectores populares. 

En segundo lugar, guaidó, a quien no conozco, con quien nunca he hablado, ni tengo, ni he tenido ningún tipo de relación ni afinidad, es un invento de los mismos y sempiternos asesores políticos, que, una y otra vez han fracasado en el país. Una figura desconocida, de laboratorio, sin la capacidad ni el bagaje necesario para hacer frente a la compleja situación que confrontamos. Un joven que camina y viste como Obama, en un país cruzado de problemas y contradicciones. Es un candidato copiado de otra realidad y otras circunstancias, arrogante y sectario. ¡Un pelón!

En tercer lugar, la propuesta de este sector de la oposición, insiste en desconocer a la otra mitad del país, al chavismo, que no es lo mismo que madurismo. El programa de la oposición articulado en su “Plan País”, es la reedición de la Cuarta República, de la Apertura Petrolera y significa un retroceso y desconocimiento a todo lo hecho y alcanzado durante el período de gobierno del presidente Chávez. Esas conquistas están allí, destrozadas por maduro, pero subyacentes en el ideario colectivo. 

La oposición no puede pretender llegar al poder y arremeter contra todo, solo porque están llenos de odio y ganas de revancha. Esa opción únicamente se puede imponer por la violencia, pero, aún así, no se sostiene. Por más molestia que exista en el pueblo y por más que maduro haya malpuesto a Chávez y su obra, no se puede pretender reconstruir al país borrando del mapa a la otra mitad. Eso no es posible, eso es lo que hace maduro y ya vemos los resultados. 

La realidad y profunda crisis del país impone la necesidad de alcanzar  puntos de acuerdo y consenso, una nueva gobernabilidad, teniendo como base la Constitución Bolivariana, los Objetivos del Plan de la Patria y la Política de la Plena Soberanía Petrolera. De allí, nuestra propuesta de que se constituya una Junta Patriótica de Gobierno. No es cualquier junta, ni gobierno de transición. No puede ser un nuevo pacto de élites, tiene que ser una Junta Patriótica, todo lo inclusiva que se pueda, pero que tenga como plataforma política estos elementos, y como objetivo, devolver la soberanía al pueblo venezolano, para decidir sus propios asuntos, su futuro. 

La mejor prueba de que no se puede gobernar sin esa plataforma política: la Constitución Bolivariana, los Objetivos del Plan de la Patria y la Plena Soberanía Petrolera, es el gobierno de maduro, quien abandonó la plataforma política que lo llevó al poder y el país se vino abajo.

Por otra parte, la oposición guadoista, se ha apoyado en factores políticos profundamente corrompidos, las mismas caras conocidas de la Cuarta República, la cloaca de la política o cuando son nuevos rostros, mantienen las mismas prácticas que han desprestigiado tanto la política en el país. Veamos.

Lo que denunció Calderón Berti (el único “embajador” despedido por un presidente autoproclamado), con quien  tengo profundas diferencias políticas, pero que, sin embargo, considero una persona seria, es muy grave. El manejo que han hecho de la ayuda humanitaria recibida y administrada por guaidó, no se sabe si fueron cien millones de dólares o cuánto porque nadie rinde cuentas, deja mucho que desear de esta gente. Este señor superlano (personaje fácil en la ofensa) se fue de discotecas, de farra, de burundanga. Por otra parte, lo que denuncia Calderón Berti sobre lo que están haciendo con Monómeros (empresa venezolana confiscada por Colombia y entregada a guaidó), abre solo una rendija en lo que va a resultar ser, es cuestión de tiempo, un escándalo más de la política venezolana.

El escándalo del grupo de diputados de la oposición tarifados de Saab, miembros de la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional que se fueron de viaje y farra a varios países de Europa: Bulgaria (allí recibieron el dinero), Italia y España, le da un golpe de gracia a esta comisión que, desde tiempos del inefable Freddy Guevara, ha sido un mecanismo de extorsión, acusaciones políticas y trabajo por encargo a favor de los operadores económicos del madurismo, tal como denunciamos en su momento (con documentos probatorios de sus actuaciones), y como lo han hecho voceros de la misma oposición y medios de prensa digital. El mismo guaidó se vio obligado a destituirlos de la mencionada Comisión y fueron expulsados de sus respectivos partidos. El único que salió a defenderlos fue Diosdado en su programa de animación-odio. ¡Que papelón Diosdado! Si te viera Chávez, ¡qué pelón!

Falta conocer qué es lo que ha sucedido en CITGO. Una empresa confiscada por el gobierno norteamericano y entregada a guaidó para que la administre. Todo esto es absolutamente irregular y lo he denunciado en mis escritos. No estoy de acuerdo de ninguna manera. Esa acción deja en entredicho muchas cosas, muy mal para el futuro de las relaciones entre nuestros países, para el Derecho Internacional.

En el gobierno del presidente Chávez decidimos por razones de interés público y de conveniencia nacional, nacionalizar y tomar el control de todo el sector petrolero en el país. Actuamos con base en la ley, pero invitamos a las empresas a participar con nosotros en el marco de nuestra Ley Orgánica de Hidrocarburos en Empresas Mixtas, compensamos a las afectadas e incluso fuimos hasta los Tribunales de Arbitraje Internacional, honrando los compromisos asumidos por los gobiernos anteriores, dando continuidad a las actuaciones del Estado venezolano. Siempre apegados a la ley.

Por cierto que, maduro en sus acostumbradas pataletas y ataques de odio, ordenó hace unos días a su contralor a que se fuera a PDVSA para vociferar en mi contra nuevas acusaciones absurdas y descabelladas. Pero, cómo estas actuaciones, por más risibles y absurdas que sean, ya sabemos que anteceden una nueva agresión, es importante alertar al respecto.

Ahora, el señor contralor de repente me acusa, sin pruebas obviamente, llegando a conclusiones absurdas de actuar en conjunto con guaidó y otro señor que desconozco, para financiar las actividades políticas de este, facilitando la confiscación de activos de la República en el exterior. 

Basta revisar mis escritos, declaraciones y posiciones políticas, para darse cuenta que no tengo ningún tipo de coincidencias ni alianzas de ninguna índole con guaidó. Por otra parte, es bueno recordar que tanto guaidó como su partido, voluntad popular, se han convertido junto al madurismo, en uno de los factores fundamentales del linchamiento moral en mi contra, a través precisamente de su Comisión de Contraloría en la Asamblea Nacional. Este es un ataque contra el ministro de Petróleo de Chávez: arremetiendo contra mí en lo personal, pretenden destrozar el legado político de Chávez y la extensa obra de PDVSA y los logros irrefutables de nuestra política de Plena Soberanía Petrolera. 

Finalmente, habría que recordar que guaidó no necesita precisamente de financiamiento. Él tiene su ayuda humanitaria, CITGO, Monómeros, apoyo de más de 500 millones de dólares de agencias norteamericanas, además del apoyo político de más de 50 países.  Insinuar por otra parte que yo pueda incidir en la confiscación de activos de la República en el exterior, no solo es absurdo legal y políticamente, sino que, esto implicaría obviar que el gobierno de los Estados Unidos es soberano y toma sus propias decisiones, tal y como lo ha hecho. 

Las acusaciones del contralor son tan miserables como absurdas, y más aún, son una muestra más del desespero de maduro, quien me acusa constantemente de ser el responsable de la obra de su propio gobierno: la destrucción de PDVSA, de la economía, del apoyo norteamericano a guaidó. Pronto me acusará de ser presidente del país. Todo es absurdo. 

Necesitan un chivo expiatorio de su fracaso, yo resulto ser perfecto: Chávez está muerto y nosotros somos sus huérfanos políticos. No puedo defenderme ni ir al país, pero me mantengo socialista y Chavista, es esto lo que aterroriza a maduro. Cuando vuelva a la Patria, ellos tendrán que rendir cuentas de todo el mal que han hecho.

Mientras nuestra Patria debilitada sigue en el abismo, la “Exxon Mobil” recibirá permiso de Guyana para perforar 31 pozos petroleros en aguas del Territorio Esequibo en nuestra zona de reclamación; la economía está dolarizada de facto y, mientras una minoría resuelve su Navidad en los “bodegones de maduro”, la inmensa mayoría del país, los trabajadores, los humildes, tratan de completar algunos bolívares para llevar algo a casa para esperar la Noche Buena, esta vez, sin estrenos, con  la familia separada. Una Navidad con las cárceles llenas de presos políticos, de trabajadores y ciudadanos secuestrados, con más de 5.800 familias que han perdido a los suyos a manos del FAES y 4,7 millones de venezolanos lejos de la Patria. ¡Que triste pelón!

La lealtad y la sumisión

La lealtad es con los valores, con los principios que encarna el individuo. Cuando ese individuo traiciona sus principios la lealtad es traicionada, el hombre leal se desengaña de la persona pero los principios quedan. Ser leales con el hombre y no con lo que representa es más bien sumisión, no es lealtad, que es un compromiso con un ideal, un acto de fe en ese ideal.

Cuando Diosdado Cabello reclama lealtad al individuo sin poner condiciones, lo que dice es que seamos sumisos a la voluntad de alguien, aun pudiendo ser deshonesto, un crápula y licencioso vestido de toga y birrete. Eso es una petición absurda, la verdadera libertad está en obligarnos a nuestros principios lo más que podamos, si queremos diferenciarnos de los animales, que solo obedecen a sus instintos básicos.

Chávez despertó en la sociedad venezolana la necesidad de creer en valores para la vida, valores humanos fundados en el amor y la justicia social, la solidaridad. Un pueblo apocado, vencido, fatalista de pronto despertó con esperanzas, viendo la luz al final del túnel. Si nos cautivó fue gracias eso que llaman personalidad,  a su obsesión por la independencia y la justicia; mientras se mantuvo en esa terca actitud fuimos fiel a su persona, más leales a la obcecación por la justicia y a la justicia que al hombre que la representaba. Cuando ese empeño desaparece y el cuerpo se cansa  nosotros nos quedamos siempre con el ideal, con los valores; “si está cansado –dice Fidel – jubílese, pero no estorbe”, habrá  otros que hagan el trabajo, que representen mejor ese ideal, “incluso se puede ser revolucionario no estorbando”, también se puede ser leal a un ideal no estorbando.

La lealtad es al modelo que nos inspira, a una idea justa, no existe otra lealtad. No se puede ser leal a un cuerpo cansado estorbando en el camino de los que sí quieren avanzar y hacer del mundo un lugar más humano. Uno admira la rectitud, pero no hay nobleza extraviados dentro de nuestros instintos, gobernados por nuestros vicios y malas mañas. No se es leal a personas que mienten y se  creen sus mentiras con descaro, con impudicia. La lealtad, si se quiere, es un instinto superior con el cual compensamos el efecto alucinógeno de la mentira, traspasándola para seguir en línea recta hacia nuestros modelos.  Sabemos a qué somos leales, la sumisión es otra cosa.

Lo que demanda Diosdado es sumisión a la persona, así esta no sea honesta, no sea revolucionaria, no cultive valores socialistas, no tenga sentido de justicia, así nos esclavice y nos maltrate en la calle. Los valores se practican, porque si no dejan de ser valores, la moral, que es un sistema de valores, es lo que se conoce como la razón práctica, está ahí para que nuestra vida no sea solo fisiología,  y quien tiene valores los practica, o por lo menos intenta ponerlos en práctica,  da una señal de que los tiene, se avergüenza de sus faltas, se ruboriza. No se puede ser leal a alguien que miente sin que se le mueva un solo músculo de la cara.

Hasta su muerte Chávez fue leal a sus ideales e hizo lo posible por ser un modelo ejemplar para su gente. Para muestra de lo primero está el Plan de la Patria. Al contrario, sus herederos traicionaron esos ideales falsificándolo, y dejaron como evidencias la bajeza de su acción y el documento corrupto, y toda esa sumisión obsequiosa al capitalismo, a lo material, a la “fisiología”, a la lógica del capital, al hedonismo pequeñoburgués. Por tus acciones te conocerán, tu eres lo que practicas, así des discursos perfumados para convencer de lo contrario a la gente distraída. Es difícil engañar por tanto tiempo a todo un pueblo con discursitos hueros, con promesas tras promesas, la sumisión a los sumisos tiene un límite, además de ser una extravagancia.

Cuando decimos lealtad a Chávez hablamos de todo lo que representó en vida, de su coraje y empeño, de su honestidad, su humildad ante el conocimiento y de sus ideales, su sueño socialista y bolivariano. El hombre tuvo que estar cargado de defectos y debilidades, pero el ser humano fue pulcro, un modelo ejemplar. Nosotros nos negamos a ser leales a todo lo que esté gobernado por la infamia, por los instintos más primarios del animal humano, los mismos que hoy gobiernan al mundo capitalista. Creemos en el socialismo y a él le seremos leales siempre. Maduro y su gobierno es otra cosa.

Cabello: “La derecha destrozó al país en 40 años de Gobierno”, y Maduro en 6.

Los trece años de revolución chavista fueron positivos vistos desde distintos ángulos. Como revolución hubo un perfeccionamiento. En la conciencia social hubo avances, y una significativa prosperidad material sobre todo en las clases más pobres.

En lo político hubo un primer momento que lo podemos calificar de desengaño, cuando la derecha infiltrada, confiando en la ingenuidad del líder quiso embaucarlo con un gobiernito títere de oportunistas. En ese primer período se cuenta el golpe de Estado frustrado y el sabotaje petrolero. Este sería un período de búsqueda y ajustes políticos, de pruebas podríamos decir. Hasta el 2009 dónde Chávez asume el socialismo científico, Marx y Lenin, para apuntalar el bolivarianismo y adelantar los cambios revolucionarios. Luego vino la enfermedad y el Plan de la Patria, la lucha interna del comandante en contra del burocratismo, el reformismo y toda clase los flojos, oportunistas y aduladores.

En términos prácticos en esos trece años se mantuvo la tensión revolucionaria del pueblo chavista y su entusiasmo, con el cual acompañó al líder y a su gobierno para los cambios que se hicieron. Un entusiasmo que duró mientras estos se hicieron; hoy nadie marcha sin que lo manipulen, lo arreen, lo chantajeen o le paguen.

El punto central es que en esos trece años se avanzó, lento, a veces más rápido, a veces se retrocedió un tanto, pero en términos generales siempre se avanzó, porque hubo un auténtico líder y una estrategia clara. Primero hubo que “aclarar la estrategia”, y luego definir el socialismo como la estrategia nacional, la estrategia de cambios profundos para nuestra sociedad; “ir en contra de la lógica del capital”, como lo indica el Plan de la Patria original,  en su presentación y en su texto.

Sin embargo, en los años de la enfermedad de Chávez, cuando el líder comenzó a ordenar e inventariar los logros alcanzados (hacer control de daños), y a definir el plan de acción socialista, la resistencia interna al socialismo – ya anunciado por Chávez – se hizo más fuerte. Fue entonces cuando muere asesinado.

Desde su muerte se comenzó a desmontar todo lo hecho en revolución de forma disimulada y no tanto, más o menos metódica, pero la mayoría de las veces a punta de trancazos y contradicciones, siguiendo un camino trazado por las ambiciones personales y la ineptitud, sin estrategia, sin norte social, y sin otra motivación que la de resolver el día a día, el diario del gobiernito, dando tumbos como los borrachos, “como vaya viniendo vamos viendo”…,  dentro de la lógica del capitalismo pero confrontando a todas las clases sociales, y a la vez repartiendo la renta y a halagando a todas las clases sociales, con el lema de que “en Venezuela cabemos todos”, explotadores y explotados.

En estos seis años, luego de la muerte de Chávez y su revolución, se despilfarraron nuestros ahorros, y la renta petrolera para captar lealtades en todas partes y disculparse de las ideologías, de los compromisos políticos y sociales. Luego a degollar la gallina de oro, desmontar a PDVSA – sin pensar en las consecuencias que esta locura acarrearía en la sociedad y para la economía del país en general, para sostener la burocracia estatal, por ejemplo –. Al vaciar nuestras cuentas y quebrar a PDVSA se procede a vender el país a pedazos, a entregar al arco minero, a rematar la petrolera, privatizarla, junto a la CANTV, Corpolec, el Metro de Caracas…, que están en la cola.

En unas jugadas osadas el madurismo logra desmontar el orden institucional, cuando sufre una derrota electoral fulminante. Para eso se vale de un formalismo ridículo y de una constituyente, convocada por el presidente de forma inconstitucional, apoyados en el juicio de un traidor a Chávez como lo es el señor Germán Escarrá y la manipulación de sus menguados electores. Desde entonces las nuevas instituciones (la Constitución bolivariana, por ejemplo) junto a las viejas burguesas,  junto a los poderes públicos y el insipiente poder popular,  han sido secuestradas por el ejecutivo nacional y la Asamblea Nacional Constituyente, la cual, a su vez, está confiscada por el mismo ejecutivo y la dirección del PSUV (fuera de Diosdado Cabello no existe nadie que pueda desmentir ésto).

Hoy, en el 2019, el poder del madurismo irresponsable se sostiene a punta de mentiras y engaños, con chantajes, sobornos y toda clase de mañas. Hace solo dos años EEUU comenzó a sancionar económicamente al gobierno y al país, pero esto ha sido suficiente para que Maduro dolarizara la economía quebrada, y el madurismo justifique ahora todo el despelote institucional, la anarquía repartida en casi todas las oficinas del Estado y los servicios públicos. El despelote institucional es una concesión del ejecutivo a los burócratas disipados,  para que ejerzan la coerción y el chantaje libremente. Todo acto oficial tiene una tarifa, un costo; cualquier trámite, cualquier gestión depende de gestores que están dentro de la misma administración; cualquier puerta puede ser una alcabala, cualquier bien público puede ser  un negocio particular… Y todo “a causa de las sanciones económicas impuestas por EEUU”.

Lo que en tiempos de Chávez hubiera sido un acicate para la disciplina y la lucha revolucionaria, en tiempos de Maduro es una oportunidad para explotar a la sociedad, hacer trampas, hacer dinero, ofrendar a la burocracia civil y militar con la libertad de hacer lo que quieran en sus pequeños feudos, para su propios fines y provechos.

Son seis años de estrago total, de mensajes contradictorios y confusos – diría Marx, seis años “ejecutando todos los día un golpe de Estado en miniatura”, en vez de cambios en el sistema –,  esto no puede dejar nada bueno en la sociedad sino desconcierto. Por lo menos, en esos cuarenta años miserables de democracia burguesa adeco-copeyana, estuvo claro para los revolucionarios quién era el enemigo de la sociedad, y del pueblo pobre en particular: donde estaban los ricos y quiénes éramos los pobres, sus enemigos naturales. Hoy no se sabe dónde están los revolucionarios y dónde los enemigos de los trabajadores y pobres de este país, en una lucha anárquica inducida por personas caprichosas, infames y crapulosos.  Vivimos en una  guerra de “todos contra todos” y dentro del “cambalache”  moral propinado por el lucro, como aquel tango de Santos Discépolo. En esta indefensión moral e institucional somos un caldo de cultivo para el fascismo… O, dependiendo del desenlace, hasta ahora incierto, de esta transito regresivo madurista, quizás haya la esperanza de que emerja de nuevo del torbellino la revolución socialista y chavista con más fuerza y claridad que antes. Para atrás, ni para coger impulso.

Si tú quieres censurar a Aporrea, funda una universidad de la comunicación

Los llamados “comunicadores” realmente son agentes de alguna ideología, de algún interés o grupo de interés. Los comunicadores independientes también, a menos que vengan de Marte. La base ética de una buena comunicación es la honestidad, que se sepa quién dice lo que dice, además de su fuente, tiempo y espacio de la realidad a la cual se refiere y el intercambio de mensajes. Pero eso, en la guerra de la “comunicación” es casi imposible verlo a través de nuestros medios, que hasta ahora han resultados, de parte y parte, medios de desinformación y de cero comunicaciones… en razón a la deshonestidad, a la manipulación de la información y a la nula reciprocidad del mensaje. Lo justo sería, no pudiendo hallar grandes escritores y pensadores que ejerzan el oficio de comunicar algo que valga la pena, que todo aquel que quiere decir algo lo escriba o lo diga, o lo cante, lo exprese; ya nos ocuparemos luego de emitir un juicio sobre la realidad. Se trata de sincerizar lo que se nota por encimita, el pin pon entre pícaros y mentirosos.

Si no hay honestidad no hay comunicación. Los medios de derecha mienten y manipulan, pero tú, que dices estar a favor de los pueblos, para contrarrestar esas mentiras, también mientes y manipulas. Entonces la batalla por la verdad se convierte en una lucha de pinochos para ver quién la oculta mejor a su favor. Los medios de comunicación o de información han secuestrado el lenguaje, su eficacia, el conocimiento, la verdad, la honestidad y la comunicación, y sus autores y artífices se han inventado otra realidad ocultándose de tras de ella, mostrándola como una “realidad verdadera” en sí misma, redefiniendo el mundo.

La preocupación de Néstor Francia en el congreso de comunicadores es esta “Necesitamos sin duda construir las herramientas que nos permitan ser competitivos ante el poderoso ejército comunicacional de los enemigos de los pueblos, que en estos momentos nos lleva ventaja.”  Pero resulta que la derecha piensa lo mismo, exactamente lo mismo, son frases intercambiables. Para la derecha (siendo ellos de izquierda) en  la izquierda están los “enemigos de los pueblos”, y tendrán sus razones.

En esta batalla se pierde el sentido de la investigación, didáctico de todo mensaje, pedagógico, de formación de mentes despiertas, en razón a la superficialidad del campo de lucha, que es como pelear sobre la nata de la leche. Al referirse a los medios enemigos Francia habla de…”un aparato estructurado que les permite construir matrices, por medio de la manipulación y el ocultamiento” y lo dice sabiendo que ellos, los comunicadores del otro lado, hacen lo mismo, como eso de bloquear la página de Aporrea o censurar a Rafael Ramírez en los medios del Estado y más allá, ocultando las estadísticas de todo lo malo.

En vez de ocuparse en analizar y pensar o debatir sobre las “propias fallas” y sobre del “decaimiento del apoyo popular” se centran en fortalecer un aparato comunicacional que sea “capaz de competir” con la mentira frente a la mentira del otro… “A menudo me pregunto –dice Francia – cómo es posible que procesos sociopolíticos como los de Venezuela y Bolivia, que han hecho realidad reivindicaciones largamente aspiradas por las clases populares, pueden haber sufrido derrotas tan sonoras como la nuestra del año 2015 (que resultó ser el manantial del guaidoismo, al poner la Asamblea Nacional en manos de la derecha) o las más reciente en Bolivia.”

Para esta pregunta que “a veces” se hace Francia yo le tengo una respuesta: es posible por la carencia total de crítica y  amplitud dentro de los “medios” del Estado, básicamente a causa del miedo, del temor a que “el enemigo” tome ventaja de ella (como si eso fuera posible dentro de una guerra de embusteros). Otra explicación es, el haber convertido los recursos comunicacionales del Estado en canales para “competir” dentro de la cultura de los bodrios de las noticias maquilladas, la distracción con brujas y todo, los ridículos shows mañaneros, la publicidad comercial con la publicidad y las cadenas del gobierno, competir con la basura comercial la cual se debería contrarrestar con conocimiento de la realidad, con su disección y análisis, compensarla con conocimiento por ser idiotizante de la conciencia colectiva; en vez de formar conciencia, educar para la nueva sociedad, “la nueva realidad” como la llama Francia, crías idiotas. Si tú educas a una población para el consumo y el facilismo, y les narcotizas la mente con estupideces, no esperes que, cuando les quites ese facilismo y los recursos para el consumo te apoyen. Lo mismo pasó en Bolivia… Ahí hay dos respuestas claras, pero hay otras más…

La responsabilidad no es de los medios, los medios son “medios”, la responsabilidad es de los dirigentes que delegan en ellos sus discursos vacuos sin dirigir, sin ser ejemplos vivos de la nueva sociedad…,  los medios son buenos o malos si sus dirigentes los son igual, buenos o malos.

Es así como maduro funda una universidad de la comunicación. ¿Comunicación de qué? Esa es la pregunta que se deberían hacer primero, antes de fundar una universidad de “recaderos”, de mentirosos, de manipuladores, de censores. Lo fundamental lo dejan aparte por la urgencia de competir con “el enemigo de los pueblos”, pero nadie sabe con exactitud cuáles son esos pueblos y dónde está ese enemigo, si dentro o fuera del gobierno,  o en los dos lados a la vez. Los pueblos, si se refieren a los pendejos pacientes de los gobiernos,  son los que quedan siempre desamparados, incultos, desinformados, o confundidos, como en nuestro caso, dentro de un socialismo donde cada vez son más abismales las diferencias sociales entre ricos y pobres y no hay “comunicador” que nos lo explique de tal manera que lo podamos entender. A los ojos de algunos pueblos, estos comunicadores no son otra cosa que propagandistas de la mentira, no importa cuanta universidad soporten en sus espaldas.

EDITORIAL: ¡YA BASTA!

Nunca es tarde cuando la dicha llega… ¡pero caramba!, cómo demora en Venezuela. Culmina un año pésimo, quizás el peor que las finanzas nacionales recuerden. Sin duda, un año para el olvido. Pero más que insistir sobre las continuas falencias económicas que por falta de voluntad política se perpetúan en este país, queremos elevar un exhorto editorial para que el que viene termine de una vez y para siempre esta catástrofe que padece Venezuela y que es producto, como tantas veces hemos reiterado, de un pésimo manejo por parte del Ejecutivo y una increíble torpeza de quienes le adversan.

El próximo año no puede ser el séptimo en recesión. No. El próximo año tiene que ser el año del inicio de la recuperación nacional. El 2020 debe ser el año del acuerdo político que permita a este país curar sus heridas y disponerse a reconstruir todos y cada uno de los estamentos de la vida pública. El que viene debe ser el año en el que, por una u otra vía, el país se sacuda de la inercia política que lo tiene paralizado, de la absurda estrategia internacional de las sanciones que en nada colabora a la mejoría y en mucho perjudica a la población. El 2020 debe convertirse en el año referencia para la recuperación de la coexistencia y el bienestar nacional.

Debemos comenzar la tercera década del siglo XXI despojados de dogmas y de resabios. Dispuestos a encontrar el camino a la reconciliación. Obligados a entendernos, porque no hay otra salida.

Desde PANORAMA no hacemos sino reclamar a unos y a otros, a todos, a que depongan sus fundamentalismos y coloquen a Venezuela como prioridad en su agenda. Este país, repetimos, no es más de uno que de otros; nos pertenece a todos por igual y todos, desde nuestra perspectivas tenemos el deber de contribuir a rescatarlo del foso oscuro y profundo del que es imposible salir sin el concurso y la participación de los muchos talentos que se encuentran fuera de nuestro territorio, o aún acá, pero sumidos en la desesperanza.

Venezuela, señores Gobierno, señores Oposición, no resiste más sus desencuentros ni sus desatinos. Los venezolanos les reclaman cordura y sapiencia, les exigen que, más allá de sus pasiones y convicciones, piensen menos en la inútil tarea de desaparecer al otro y más en la constructiva  misión de convivir de cara al futuro.

Los catastróficos índices de inflación. La inmensa tragedia del éxodo profesional que vivimos. El terrible estado de nuestras instituciones públicas. Los deplorables servicios básicos. El vergonzoso sistema de salud. La calamidad de nuestras vías: sin alumbrado y sin asfalto. El penoso sistema educativo. Y un rosario de impresentables estadísticas económicas, sociales y culturales, son la prueba fehaciente del fracaso del Gobierno en insistir en un modelo que no cuenta con el consenso nacional, pero también, el fracaso de quienes, oponiéndolo, no han sabido civilizadamente alcanzar un acuerdo mínimo para superarlo.

Venezuela no aguanta otros 365 días con este estado de cosas. Y no es justo que lo haga tampoco. Porque no sería resistencia, como aspiran a venderlo desde el imaginario político oficial, sería masoquismo. El equipo económico del gobierno nacional se  equivoca tanto como el FMI, como la Casa Blanca con sus sanciones, y como la oposición en pedirlas o en pensar que es desde afuera que nos van a solucionar nuestros problemas.

Aquí los únicos que no han errado son los venezolanos de a pie, los que han rechazado la violencia, los que han apostado por la paz, los que han confiado una y otra vez en la sensatez de sus dirigentes para resolver esta crisis, esos son los únicos que tienen moral para día a día reclamar por una solución y decirle en su cara a quienes le han fallado repetidas veces que no tienen más chance para equivocarse. ¡Que es ahora cuando deben sentarse a solucionar el conflicto!

Así pues, que el próximo año, y cuanto más pronto mejor, los venezolanos entremos a la tercera década del siglo veintiuno con la esperanza firme de que este, no solo será nuestro año, ni nuestra década, sino que éste será el siglo que nos merecemos. Somos un pueblo noble, trabajador, alegre y solidario, que jamás ha practicado la xenofobia ni la discriminación, que nunca cerró las puertas a sus vecinos y que, por el contrario, prestó a su ejército y a sus hijos para contagiar de libertad al continente. Es ese mismo pueblo, que con toda la fuerza de su estirpe, le dice a sus políticos de ahora y de siempre: ¡ya basta!

Díganle que retome el camino de Chávez, porque si no….

Fue por Chávez que el continente se trastornó comenzando el siglo, porque tuvo claridad para divisar de lejos al verdadero enemigo de nuestros pueblos empobrecidos. Hizo leer a sus maestros ideológicos y políticos, a Eduardo Galeano, a Lenin y a Marx, a Fidel, al Che. Ya antes había puesto en la mesa a Bolívar y Simón Rodríguez y muchos más. Chávez les facilitó el trabajo a muchos teóricos para imbricar la independencia de nuestros pueblos con la liberación del hombre y la mujer trabajadora y explotada. De Chávez surgió la idea de frenar el ALCA, por ejemplo, la idea del ALBA, de Unasur, de la CELAC, de Telesur,, gracias a Chávez despertó el espíritu de unidad de nuestros pueblos hermanados por la pobreza y el despojo capitalista mundial. El enemigo cobró rostro con su mensaje de liberación, y este rostro era el del imperio capitalista: el capitalismo es el origen de todos nuestros males.

Chávez como líder significa un desarrollo intelectual, no se lo puede cortar en pedazos al gusto de cada consumidor, su Plan de la patria es consecuencia de una evolución intelectual y política, de una etapa de madurez, es un producto intelectual concluyente: había que ir en contra de la lógica del capital, esa fue la señal que nos dio, que debía seguir la revolución para evitar desvíos hacia la derecha y el reformismo. Por eso insistía en saber dónde estaba el socialismo en todo aquello que sus ministros estaban haciendo y que se lo preguntaran siempre, como método de trabajo crítico revolucionario.

Las reacciones en contra de los paquetazos económicos sugeridos por el FMI, unos, y directamente por el capitalismo, otros, no pueden ser entendidas como rebeliones sociales, mucho menos  reflexivas, con conciencia de clase; están gobernadas por el estómago más que por la razón. No hay que esperar de ellas una revolución socialista, sin no emerge de ellas una vanguardia política socialista. Hoy esto es lo que más temen en todo el mundo, que de estas manifestaciones emerjan líderes y revoluciones socialistas; hasta los migrantes venezolanos lo temen, creyendo que el gobierno de maduro es socialista.

Resulta que esta gran confusión, alimentada por los líderes y políticos reformistas del continente, liderados por maduro, va extinguir la llama de la rebelión, con la misma rapidez y fuerza que se alzó en las calles. Son los reformistas los que se aprovechan de la violencia de ahora para sus fines conciliadores con el capitalismo, y serán ellos quienes apaguen el fuego. Así maduro y sus adláteres confirman sus engaños, falsificaciones, su simpatía por los Lacava y los Lacavianos, de derecha a izquierda. Así el MAS de Bolivia se ajustará a la democracia burguesa y negará y aborrecerá de Evo un líder pusilánime.

Los chavistas y socialistas debemos detallar el rostro del enemigo, reconocerlo y no dejarnos embaucar por él  cuando le toque el turno de irse maduro del gobierno; cuando eso pase muchos oportunistas saltaran de ese autobús y se darán golpes de pecho por Chávez y en nombre de él pactarán con el capitalismo. La convocatoria es para los socialistas y chavistas, para que no cometamos el error de andar a ciegas por el camino sin pensar en las pifias del pasado y del presente. Los chavistas contamos con el Plan de la Patria que nos legó el mártir y que fue falsificado por la reacción reformista madurista, por el capitalismo mimetizado vestido con camisas rojas, liquiliquis, o con guerreras y  camuflajes. Recuerden la “paz boba” que sirve y ha servido hasta ahora para dejar todo como está.

La burguesía avanza con paso firme en el país, lo tiene todo, solo le falta un gobierno dócil, propio, que no joda tanto, y eso lo piensa conseguir en cualquier momento. Sin embargo, por el color que pintan las cosas, de seguro alcanzará su objetivo del lado “moderado” de la llamada izquierda, de un Barreto cruzado con Claudio Fermín, por ejemplo, de toda clase de indefinidos demócratas capaces de dar todo por restaurar la democracia y la vieja burguesía en el poder, igual que maduro, en nombre de la paz, la democracia, algunos hablarán de un socialismo light donde todos cabemos, explotados y capitalistas, y todos defenderán con tenacidad la propiedad privada, por encima de todas las libertades y principios.

La conquista del poder por parte de los trabajadores explotados y desposeídos de la Venezuela que una vez fue chavista, debe ser definida por el Plan de la Patria de Chávez, ese documento debe ser la base para nuestra acción política, marca un punto de partida preciso el cual fue corrompido por el madurismo, fue falsificado él,  sin embargo el original existe y está ahí. Los chavista ya tenemos iluminado el camino, ya sabemos qué hacer, ir en contra de la lógica del capital.

Ahora es el momento de renacer a Chávez a través de su última voluntad: ir en contra de la lógica del capital. Maduro fue su instrumento y lo traicionó; retomemos el camino señalado sin distracción y evitemos perder la patria, la nacionalidad, la memoria, la vida misma en otro ciclo capitalista como este. Si no hay revolución socialista no habrá esperanza para nosotros como sociedad. Hay que desmentir a Maduro y al madurismo, y al reformismo de cualquier color; volvamos a Chávez, ahí está la verdad escrita y documentada, ahí están los hechos, ahí está su espíritu.

Volver a Chávez es volver a la realidad

Un viejo maestro de la radio decía que por cada radioescucha que llamaba a tu programa se calculaban algo como miles de escuchas, una relación de 1 por miles, o digamos que por mil. En Aporrea, usando esa lógica de forma inversa, de cada mil visitas a nuestros escritos hay que calcular un lector efectivo. O digamos dos, uno que lo lee y te felicita o te critica con seriedad, y otro que te insulta, muchas veces sin haberlo leído completo, solo unas líneas o el título.

De lo que podemos estar seguro es de que hay gente que se molesta en abrir la página de aporrea y que llega a pinchar sobre algunos artículos para curiosear, lo que siempre es bueno. Siendo aporrea una página de “izquierda” es revisada por muchos opositores, no nada más del gobierno, sino del socialismo, de Chávez, algunos fascistas y racistas que parecen perturbados, incontinentes con su odio. Se podría llevar el pulso de una parte de la sociedad, y, por lo menos ese pedazo nos diría que el odio social aumenta; hay un daño en muchas mentes que acumularon resentimientos al mal llamado “socialismo” de maduro, calumniado por un gobierno, formalmente “reformista”, y al otro, el verdadero.

El asunto es que este “subproducto social” que heredó el gobierno de Chávez se hizo del poder de una forma casi que mágica, sin pelear, sin jugarse sus propias ideas y sus propios esfuerzos, viviendo del provecho de lo ajeno, como los ladrones. Pero a costa de Chávez y del socialismo, en su nombre, viviendo del efecto residual de la revolución chavista que quedó dentro del chavismo más pobre, el cual todavía sigue siendo en números muy respetable y a la vez mintiendo sobre lo que realmente debería ser ese socialismo, falsificándolo de “capitalismo colonial”.

El chavismo pobre, engañado por maduro, es una cosa, pero la clase medie es otra cosa, y esa otra población, que bajó de los barrios y que aprendió a vivir bien (o mejor) pero sin ninguna conciencia de clase ni de nada, sin darse explicaciones políticas (o de cualquier tipo) de su pequeña prosperidad, que salió de la pobreza a tener frente a su casa (además de casa) un  carro nuevo, un televisor de plasma en cada cuarto, teléfonos inteligentes, zapatos importados de Amazon, y muchos electrodomésticos, también es otra cosa. Esa población fue fácilmente comprada con objetos materiales, con tonterías, caprichitos, con los cuales en un principio maduro pudo seducirlos para obtener de ellos su apoyo político, en sustitución de la política, del trabajo y el sacrificio, de la formación política, exigencias de una verdadera revolución. Esa población es la que hoy emigra, indiferente al destino de aquel que tiene a su lado, incapaces de hacer por nadie nada.  Y si no se va del país, simplemente se queda maldiciendo del socialismo, de Chávez, de maduro, los dos confundidos en una sola culpa, incapaces de hacer memoria y mucho menos pensar; para él la política solo es una mierda (así se haya aprovechado de ella todos estos años): es el fenómeno de la indiferenciación, inconsciente o intencional, de todo lo que les molesta, con la mente nublada del dolor.

Hoy vivimos un momento de confusión porque en un mismo lapso político que se conoce como “revolución”,  se complica un primer período de avance revolucionario con un segundo período de retrocesos y claudicación, se mezcla lo que fue impulso de cambios políticos y sociales con complacencia, dejar hacer, conciliación con los enemigos de clase y enemigos ideológicos

La burguesía, la pequeñaburguesía entumorada en nuestra mala conciencia, y la lumpen sociedad, deshechos capitalistas que escurren en la calle de la delincuencia, mafias, estafadores, pícaros y tramposos de toda calaña, todo esto ahora lo llaman “socialismo” ¡Qué idiotez!  Se engañan en un débil estado de los nervios, con la “moral” por el piso, bajo los efectos del empobrecimiento súbito; de pronto se pierde el juicio, hay un blackout en él, brota la necesidad de tener que culpar y odiar a alguien… y ahí estamos lo socialistas para cargar con las culpas.

Este desconcierto es un caldo para el cultivo de fascistas, de gente reclamando a gritos “orden y progreso”, y con la simpleza de esa consigna obligar a las masas incultas a regresar a su propia esclavitud y muerte. En el terreno de las indefiniciones se apela a los atavismos, a la  costumbre encarnada en cuerpos forjados de generaciones de esclavos, se apela al inconsciente colectivo. Y este ha sido un país, así como libertario y rebelde,  muy maltratado por el  hambre y la esclavitud de oligarcas nacionales y extranjeros, acostumbrado a ello. En el medio está la clase media pequeñoburguesa, que no es ni chicha ni limonada, solo fascista y nerviosa.

Para muchos resulta más sencillo ver las cosas en blanco y negro y olvidarse de los matices, pero son los matices, los detalles los que le otorgan significación a lo obra, las diferencias hacen la diferencia. Para muchos hablar de maduro y Chávez, juntos,  es más fácil que pensar en qué separa uno del otro. Acusar a Ramírez de haber acabado con PDVSA es más sencillo que pensar cómo y quién quebró la empresa, o de qué estuvo viviendo el país, con su clase media incluida, mientras la empresa estuvo bajo su responsabilidad; de la misma manera, pedir con desespero  “orden y progreso”, o “muerte a los chavistas”, “muerte a los pobres”, es un calmante, mientras que pensar qué es lo que sería más justo para la sociedad es perturbador. Para muchos “pensar” les resulta mucho más doloroso que masacrar a todo un pueblo.

Pero eso, si no es perverso, es deshonesto, si apelamos al moralismo pacato pequeñoburgués. No se podrá evitar mintiendo y mintiéndose a cada rato, confundiendo la imagen de lo que debería ser nuestras vidas particulares con la sociedad real, con la realidad real; vivimos sobre una bomba de tiempo social, y volteando la mirada a un lado no la desaparecemos. Miente maduro y miente la oposición; mienten los que acusan y persiguen a los socialistas, mienten y se mienten los que calumnian al socialismo; los que maldicen y odian lo que no conocen, mienten y se mienten, porque no lo conocen.

Los que creen que “en el capitalismo todos comen”, y se solazan cuando lo dicen, mienten y se mienten. Si usted tiene recursos y dinero, cuídelos, pero muy cerca de usted hay muchos que no tienen nada, y estimulados, al igual que usted, por la magia del poder que le otorga, en cualquier momento se lo arrebatan todo; esa es la ley del capitalismo, como lo ha hecho maduro, no culpe de eso al socialismo ni a Chávez. Si no quiere pensar no lo haga, en el capitalismo el resultado será el mismo.

La bendita corrupción y el chivo mayor

El gobierno ha levantado la excusa de la corrupción como una manera de llenar el vacío de ideas que lo define. Al principio uso el peligro de la invasión, con ese miedo distrajo al país de su incapacidad, luego inventó una guerra económica que pretende eludir sus fracasos, siguió la provocación a Colombia, la guerra como válvula de escape. Y finalmente se aferra a la corrupción, como todo lo anterior es una evasiva irresponsable que merece estudio, pensar un poco más allá de la consigna manipuladora. Pensemos.

Si queremos definir un  corrupto podríamos caracterizarlo por ser un hombre de gran fortuna, mal habida, gastos excesivos en lujos inútiles. Deberíamos añadir enemigo del gobierno, o de la fracción que lo denuncia. Y aquí tenemos el principal  elemento de la corrupción: Fortuna, razón tenía el clásico cuando dijo: “no hay corrupto sin fortuna, si quieres identificar a un corrupto indaga su fortuna.” Indaguemos.

Existen fortunas que califican a una persona como corrupto y otras que no lo califican. Es decir se piensa que hay fortunas legales bien habidas, y fortunas ilegales mal habidas. Profundicemos un poco.

De dónde provienen las fortunas: podríamos recordar las palabras de San Ambrosio, uno de los Padres de la Iglesia “Todo rico es ladrón o hijo de ladrón”  O a Balzac cuando escribió: “Detrás de toda gran fortuna hay un crimen.” Si pensamos en Marx nos toparemos con un concepto perseguido por todos los capitalistas: la plusvalía, que en sencillo es el valor que el obrero produce y que no le es remunerado, o más directo un obrero produce, por ejemplo, mil soberanos, o dólares (para estar a la moda), y el capitalista le paga solo un dólar. Esa es la explotación del trabajo y es fuente de la riqueza en el capitalismo, es decir la riqueza del capitalista es un robo, ¡es corrupción¡ Pero no se persigue. La riqueza de Cisneros, de mendoza, de los machados, de los zuluagas, los capriles, de los grandes palacetes de las urbanizaciones exquisitas, no se persiguen,

La persecución de la corrupción que hoy vemos tiene como finalidad la distracción del robo mayor, salvar al capitalismo de toda crítica. Esta tarea corresponde al estamento político, ellos son los payasos del circo, los malabaristas.

Este gobierno y esta oposición utilizan la acusación de corrupción con varios fines, todos se mezclan, todos sirven a sus intereses inmediatos y al interés estratégico proteger al sistema. Es así que montan ese escandalo en la asamblea, todos contra todos, la acusación es corrupción, nada de política allí se confunden gobierno y oposición, mientras el sistema esta cubierto, nadie lo toca. También la corrupción sirve para deshacerse de sus más enconados enemigos. Es el caso del Ministro Ramírez.

Si alguna concordancia con persecución semejante buscáramos en la historia, encontraríamos a Trotsky (aunque esto le de piquiña a algunos). Trotsky fue perseguido por todos, por capitalistas y por estalinistas, aun existen por allí personas que no se les puede nombrar porque lo acusan de agente alemán. El caso de Ramírez con sus variantes de tiempo y espacio es similar. Lo acusan del gobierno, le temen por ser un líder del chavismo-chavista, tiene las credenciales, la historia para ser jefe. Lo acusan desde la oposición por ser un enemigo estratégico, contra  él no habrá paz ni cuartel.

Mientras la corrupción ladra la caravana capitalista pasa…