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Derrotemos el chantaje

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Está claro para todos que la situación del país es insoportable, no hay manera de vivir así. Ni maduro ni guaidó representan una solución para resolver la grave crisis que vive nuestra patria. Sin embargo, nuestro pueblo vive prisionero de un chantaje. En mi más reciente artículo explico como funciona este chantaje y como podemos derrotarlo. La soberanía reside en el Pueblo, en ti, en cada uno de nosotros. Ha llegado la hora de ejercer tu poder para resolver las cosas, construir tu propio futuro. Solo una Junta Patriótica de Gobierno, será capaz de conducirnos al restablecimiento de la Constitución y nuestros plenos derechos.

Mientras maduro juega a la guerra y guaidó se toma foto con paramilitares Colombianos, la situación del país sigue de mal en peor. El sueldo esta cada vez más devaluado, solo 2 dólares al mes, los precios se dispararon y el gobierno busca la guerra con Colombia.

Todo esto sucede en un país donde se violan los derechos económicos y sociales de cerca del 80% de los venezolanos, tal como lo denuncia esta semana la alta comisionada para los DDHH de la ONU, Michelle Bachelet, en la actualización de su informe. Aunque el gobierno la ofenda y pretenda descalificarla, lo que Bachelet denuncia es una realidad que sufren los venezolanos todos los días: el vivir muriendo de maduro.

Con Chávez siempre ¡Venceremos!

Rafael Ramírez Carreño.

Los derechos civiles y políticos siguen siendo violados en Venezuela

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Detenciones arbitrarias, muertes por «resistencia a la autoridad» y uso excesivo de las fuerzas son prácticas frecuentes del madurismo.

Derrotar el chantaje

Nuestro país está exhausto de tanto caos y tanta destrucción. La situación de crisis económica y social se hace insostenible, casi al punto de la desesperación. La salida política está bloqueada en manos de grupos minoritarios, extremistas, que colocan sus propios intereses por encima de los de todo el país.

Creo que todos estamos de acuerdo en que esta situación no puede seguir así , que algo debemos hacer, que maduro debe salir y que guaidó no es la opción. 

Del lado del madurismo, habría que sumar su manifiesta incapacidad para gobernar, la destrucción de la obra y legado del presidente Chávez, su profundo desprecio por los problemas del pueblo y la manera torpe y errática como han conducido a nuestro país al borde de la guerra y la desesperanza.

Han destrozado la economía, pulverizado nuestras conquistas políticas y sociales, y llevado al pueblo al abismo de la miseria. maduro ha recurrido a la violencia y el crimen en su accionar. Persigue, encarcela, tortura y mata para imponer su voluntad. Es cobarde y cruel. Hace lo que quiere: destruye PDVSA, entrega el petróleo, el gas, el Arco Minero, las empresas del Estado, el Esequibo, la soberanía; y no pasa nada. 

Del lado de guaidó, éste pasó de ser un producto mediático, un invento de laboratorios extranjeros, falso hasta en el andar, que había creado expectativas de cambio en amplios sectores de la oposición, a un fracaso. Se ha venido desmoronando en su incapacidad para conducir nada, como un títere que va de un lado al otro. Intenta golpes de Estado desde una autopista, se abraza en las áreas controladas por ellos con el grupo más violento y cruel de los narco-paramilitares colombianos y llama abiertamente a una intervención de tropas extranjeras en nuestro país. Abusa de la impunidad producto de la ausencia de Estado de Derecho y de la debilidad e inconsistencia del gobierno.

Con ninguno de estos señores, o más bien, con ninguno de estos dos sectores, vamos a ningún lado. Por el contrario, en la medida que sigamos entrampados en manos de estos irresponsables, nos alejaremos cada vez más de la posibilidad de recuperar el país. Es urgente hacer algo, salir del chantaje que se ha instalado y dejar atrás el miedo. 

El problema fundamental en nuestro país, es que la soberanía popular ha sido secuestrada por las élites, sean éstas maduristas o las tradicionales, con su peligroso agregado de extrema derecha. Se ha impuesto una dinámica política donde estos factores, representados en maduro y guaidó, pasan por encima de la Constitución y las leyes, han demolido la institucionalidad de los Poderes del Estado y se ha impuesto la disfuncionalidad. 

Esta dinámica, ausente de ideas, caracterizada por la violencia, la intolerancia, la trampa y la ausencia de valores o ética, ha logrado paralizar al país y desmovilizar al pueblo, el cual trata de salir del infierno como puede. Ha quedado sepultada la política con “p” mayúscula, ésto es, su ejercicio como el arte de la resolución de conflictos, debate de grandes ideas y mecanismo para alcanzar objetivos nacionales, altruistas. 

En estos 6 largos años de desgobierno, se ha instalado sobre la sociedad, incluyendo todo el espectro político, un inmenso chantaje, que cabalga sobre la permanente polarización y el miedo, con un discurso intolerante que se esparce como el fuego alimentado con la pólvora del odio, la incitación a la revancha, al escenario de aniquilación del contrario. La razón ha cedido sus espacios a los instintos más básicos, a los intereses más subalternos. En vez de ideas, se recurre al tuiter, se ha impuesto una inquisición 2.0 en las redes sociales que incitan al odio, la descalificación de ideas o personas, el llamado a la violencia.  

El madurismo se ha encargado de aniquilar al chavismo. Perseguir cualquier pensamiento disidente, revolucionario, chavista, que no esté dispuesto a subordinarse a sus designios. Ha arrasado con el principio constitucional de la democracia participativa y protagónica, desmantelado los espacios y territorios de participación político-social, del poder popular, de las misiones y grandes misiones. No sólo ha destrozado la economía, sino que se ha encargado de extirpar cualquier vestigio de conciencia, eficacia, compromiso y ejercicio de la soberanía en las empresas e instituciones del Estado, del sector público.

Lo peor de todo: ha demolido la espiritualidad del pueblo, la solidaridad, el altruismo, el interés colectivo. Ahora impera el “sálvese quien pueda”, el “bachaqueo”, el individualismo, la trampa, el saqueo de la Nación. Lo ha corrompido todo: la Fuerza Armada, el psuv, las empresas del Estado, los trabajadores. Los antiguos bolivarianos o revolucionarios, ahora son empresarios de todo tipo: del oro, del petróleo, del coltán, del sector importador, traficantes de la miseria de la Patria.

maduro, abusando de manera descarada de su investidura y del nombre de Chávez, se ha convertido en un dictador. Una persona intolerante, abusadora, que no respeta la ley. Capaz de mandar a meter preso, perseguir y destruir la vida de cualquiera porque a él “le da la gana”, porque no tolera ni siquiera la presencia de su contrincante, porque es inseguro, porque no acepta la crítica, porque no tiene razones. 

Esa actitud personal se ha convertido en una forma de actuar de todo el gobierno, extendida a todos los niveles. Sus subalternos, escogidos por él mismo y colocados en puestos claves del gobierno y del Estado actúan de la misma manera. Han arrasado con el gobierno de Chávez, con sus equipos de trabajo: desde PDVSA, pasando por la CVG, hasta el último ministerio y organismo de la administración pública. 

maduro es acompañado por un séquito de jala bolas, aduladores, que cuidan que nadie diga nada del “jefe”, ni haga ninguna crítica; mucho menos que opine en contrario a “lo que maduro diga”. Es triste ver, a uno que otro ex ministro de Chávez, o ex comandantes u otrora dirigentes políticos y populares, detrás de la estela cantinflérica de maduro y su séquito, sólo aplauden como focas y celebran sus malos chistes, a veces, crueles contra el propio pueblo. 

Lo grave de ésto es que han instalado el miedo no sólo en el gobierno, en la Fuerza Armada Bolivariana, en la Asamblea Nacional Constituyente, el psuv y todas las estructuras del Estado, sino en el seno mismo del movimiento popular, los dirigentes políticos, los intelectuales, los obreros y los dirigentes sociales. Con violencia y represión han extirpado el carácter democrático y participativo del movimiento bolivariano, del chavismo, otrora rebelde y contestatario, convirtiéndolo en una masa débil e intrascendente. Los escritores, periodistas, intelectuales y conductores de programas de opinión, alguna vez,  voces de la revolución, han devenido en eunucos de ideas o instigadores del fascismo. 

Los cabilleros del madurismo, encabezados por su fiscal y organismos de seguridad, vigilan y actúan, en cualquier empresa del Estado o instancia del gobierno, para perseguir y escarmentar a cualquier chavista que alce su voz en contra de esta situación: los acusan, los persiguen, los difaman, los exilian, los meten presos y por supuesto, sin audiencia, los secuestran, los despiden de las empresas, persiguen a sus familiares, les allanan e incluso invaden sus casas, les quitan sus espacios naturales. 

Ejemplos de este accionar hay muchos: mi propio caso, acusado, perseguido, vilipendiado, permanentemente difamado, acusado sin pruebas y, mucho menos, sin posibilidad de defensa ante la hegemonía del poder absoluto que vocifera en cadena nacional cuantas veces desea; y, sobre todo, cuando quiere distraer la atención de algún asunto grave o de una de sus nuevas ¨travesuras¨, exiliado, por advertir y denunciar lo que pasaba con la economía y PDVSA.

También están los casos del Mayor General y ex ministro Miguel Rodríguez Torres, secuestrado por más de 18 meses; el ex ministro, General Raúl Isaías Baduel, sepultado en vida; los más de cien trabajadores (La Alta Comisionada Michelle Bachelet y los Derechos Humanos en Venezuela) de PDVSA secuestrados sin juicio ni derecho a la defensa; los más de 150 oficiales de la Fuerza Armada Bolivariana secuestrados, en prisiones del gobierno; entre tantas otras víctimas, cuyas vejaciones hemos denunciado ante la Oficina de la Alta Comisionada; y que ella, valientemente, ha reflejado en la actualización de su informe sobre Venezuela (video)

Para que las decisiones ilegales o los arranques de “arrechera” de maduro tengan mayor impacto, entonces humillan a sus víctimas, como vimos con las detenciones del ex ministro Nelson Martínez, posteriormente fallecido en custodia; del ex ministro Eulogio Del Pino; de los miembros de la Junta Directiva de CITGO, detenciones hechas con algarabía fascista. 

También han recurrido a los tratos crueles, la tortura física y psicológica, y al asesinato político. Los centros de detención no tienen nada que envidiar a las peores dictaduras: La Tumba y el Helicoide, donde el maltrato, la violencia, los castigos, el matraqueo, abusos sexuales, son constantes.  

Del lado de la oposición, la situación no es distinta. Este sector de la población es rehén de toda una fauna de intereses, ambiciones personales y de grupos que los dirigen de fracaso en fracaso. Aquí existe un componente definitivo y distorsionador: la injerencia extranjera. Los factores de la extrema derecha, representados en voluntad popular y guaidó, tienen la conducción de la oposición porque cuentan con la bendición, recursos y apoyo político al más alto nivel de grupos de Florida, Washington y Bogotá. 

La oposición se embriagó con el triunfo en las elecciones a la Asamblea Nacional de 2015. Desde el primer día, un oscuro personaje de lo peor de la IV República, asumió la presidencia de la AN con el propósito declarado de derrocar al gobierno. Iniciaron su gestión ofendiendo, arrasando, convirtieron la Asamblea en un tribunal inquisitorio. Mostraban lo que pasaría en el país si ellos llegaban al poder. No tenían ideas, ni pensamiento estratégico. Este mismo personaje, mientras ofendía al presidente Chávez y sacaba de la sede parlamentaria su retrato, negociaba y hacía negocios con maduro en secreto. Una oposición ambiciosa, corrupta y oportunista, se convirtió en caballo de Troya del madurismo. Los mató el oportunismo, la falta de liderazgo, de claridad; y, sobre todo,  las apetencias personales.

Los años 2014, 2016 y 2017, estuvieron marcados por la violencia irresponsable y criminal. Llamaron a los suyos a incendiar el país. El liderazgo lo asumió la extrema derecha. Pusieron a sus seguidores  en el terreno donde seguramente serían derrotados y desgastados por el gobierno. Se hicieron famosos aquellos personajes que salían incitando a la violencia, dando instrucciones, declaraciones con bastante cobertura de medios y la cara pintada de blanco, como si estuvieran en una barricada; luego, desaparecían. Más de 130 venezolanos murieron producto de la irresponsabilidad y la violencia.  Usaron el dolor y la tragedia de los suyos y luego negociaron, pactaron con maduro. 

A partir de allí, fueron derrotados. Vino la Constituyente de 2017 y los mismos factores, los extremistas, siguieron imponiendo su agenda. No participaron ni en ese proceso electoral, ni en las presidenciales. En el momento en que el gobierno está más débil en el seno del pueblo, con el chavismo desmovilizado, decidieron los factores externos no aprovechar esa posibilidad táctica que se abrió producto de la misma debilidad del madurismo. 

Los factores de la extrema derecha ejercen el control del resto de la oposición, no permiten que nadie distinto a ellos levante cabeza. El caso de Henri Falcón en las pasadas elecciones presidenciales es la mejor demostración. Fue la oposición extremista la principal responsable de la derrota de Falcón, su principal obstáculo. Prefirieron bloquear la opción electoral, optaron por la promesa de que “otros” resolverían nuestros problemas. 

Luego, de la nada,  en una operación de laboratorio político, apareció un personaje absolutamente desconocido para todos, sin trayectoria de ninguna índole, impuesto por los factores externos: guaidó, quien con su autoproclamación, dejó fríos a los propios factores de la oposición que, estando al lado suyo, ni siquiera levantaron la mano. 

A partir de allí, este personaje insiste en “que vamos bien”, mientras va dando tumbos de aventura en aventura, hasta tomarse fotos con paramilitares Colombianos de “los rastrojos”, asesinos y narcotraficantes prófugos de la misma justicia Colombiana, que fueron los que le proporcionaron logística y apoyo para el 22 de enero cuando montaban provocaciones desde la frontera. Por cierto que las excusas de este señor, absolutamente irrespetuosas con respecto a nuestro pueblo,  de que él “no sabe con quien se toma fotos”, podrían ser válidas para una manifestación o un mitin, pero, en medio de la selva, en plena frontera, con hombres armados y claramente controladores de esa zona en la que no pueden transitar si no ellos o quienes ellos expresamente autoricen,  ¡por favor! es patético. Sus “sponsors” deben estar muy preocupados.

La extrema derecha está decidida a tomar el poder, de la manera que sea: con guaidó, con un golpe de Estado, con una invasión extranjera, una guerra con Colombia, haciendo tratos con los paramilitares, narcotraficantes, mercenarios, con quien sea y como sea. No solo han fracasado, sino que en su imposición de liderazgos aéreos, su intolerancia y sus tremendos errores políticos, se han convertido en el principal aliado de maduro. Este sigue allí, en buena medida por los errores de la extrema derecha.

Por otro lado, maduro está decidido a hacer lo que sea para mantenerse en el poder: negocia, entrega la patria, cede territorio y utiliza todo su poder, su violencia, para mantener agarrado por el cuello a todo un pueblo. Sabe que ha tenido un estruendoso fracaso en la conducción del país, que está aislado, que no puede poner un pié fuera del territorio por él controlado, ni siquiera es capaz de ir a la Asamblea General de la ONU, al máximo evento de la política internacional, manda a dos “carritos chocones” para seguir poniendo la cómica ante el mundo.El madurismo tiene miedo, sabe que no tienen nada que mostrar, ningún logro, ninguna épica.

Venezuela es hoy día, un país empobrecido como nunca, arruinado. Nuestro pueblo, los hijos de Bolívar, está exhausto, manipulado por dos caras de la misma moneda, está harto de la clase política que se ha enquistado en el país, sale como puede y como nunca antes de la Patria (el paso de los Andes).

La mayoría de los ciudadanos, más allá de la diatriba y del mundo del twitter, del odio, del conflicto, debe tomar las riendas de su propio destino. 

El pueblo que va en metro o en una “perrera”, resignado, sin esperanzas, al que no le alcanzan los 2 dólares que recibe al mes de salario, al obrero que le arrebataron sus derechos, al pobre del barrio reprimido por el FAES, el campesino expulsado de sus tierras, asesinado por los nuevos señores del campo, , el profesional frustrado en sus aspiraciones de trabajo y futuro,  el joven que sufre en el exterior las agresiones de la xenofobia, ese profesional que lo ha dejado todo y debe volver a empezar, el oficial patriota indignado porque han sido utilizados para sostener a una tiranía, todos deben recobrar la conciencia del poder que tienen: La soberanía reside precisamente en el pueblo, en cada uno de nosotros.

El pueblo  debe quitarse de encima, sacudirse, el chantaje que lo oprime, de dos sectores que no ofrecen nada al país, sino pobreza, caos, violencia, intolerancia, desestabilización, injerencia y hasta guerra. Hay que levantar la cara, alzar la voz: ¡somos la mayoría!, nos asiste la razón. Debemos recuperar la posibilidad de un futuro digno para nosotros y nuestros hijos. ¿Por qué dejar nuestro país en manos de esta minoría incapaz y violenta? ¿Por qué debemos abandonarlo todo y dejar nuestra patria y nuestros afectos atrás? ¿A cuenta de qué, siguen destruyendo nuestra hermosa patria?

Debemos insistir una y otra vez, saldremos adelante, podremos recuperar a nuestro país, tenemos todo, sabemos cómo. Más allá de las diferencias y posiciones, los venezolanos, los patriotas, a los que le duela esta Patria, debemos deslastrarnos de este cáncer que consume a nuestra tierra, y expresar nuestras opiniones a viva voz, reorganizar a la sociedad, rescatar su sentido de pertenencia, su amor por la patria, el futuro posible. 

Hay que organizarse como sea, juntar todas las voces y todos los movimientos políticos, sociales, militares, populares. Es el momento de la política, de las grandes de ideas. Hemos propuesto una Junta Patriótica de Gobierno capaz de conducir al país a un restablecimiento de la Constitución, de las leyes, de la normalidad, del vivir viviendo. 

Ven con nosotros, contáctanos, incorpórate, discutamos lo que sea, pongamos a mover las ideas, los corazones, pero avancemos hacia la recuperación de nuestro amado país. Nadie lo va a hacer por nosotros. El poder radica en tí, en el pueblo.

A 18 meses del secuestro de Rodríguez Torres

Comunicado de sus familiares

Este 13 de septiembre se cumple año y medio del secuestro del Mayor General Miguel Eduardo Rodríguez Torres, y como señal de profunda indignación, pero siempre demostrando la inquebrantable Fe que como familia ha prevalecido, hoy manifestamos nuestro sentir dentro de la convicción de su inocencia.

Esa convicción también nos ha dado la fuerza necesaria para enfrentar estos duros 18 meses, y dadas las circunstancias, recordar las abismales diferencias que ha existido entre la condición de Preso Político de Miguel Eduardo luego del 4 de febrero en 1992, y las actuales.

En el año 1992 en el Cuartel San Carlos a Miguel Eduardo y su familia, se nos respetaron nuestros derechos, permitiéndonos compartir con él en unas condiciones de reclusión dignas. 27 años después, las condiciones que . le aplican distan mucho del concepto del gobierno «humanista» que dice ser el actual, infringiéndole con saña unas condiciones deplorables.

Luego de 80 días incomunicado, y como respuesta a una huelga de hambre, se nos ha permitido verlo, pero a través de un vidrio, negándonos la posibilidad de abrazarlo, violando también ese derecho para quebrarnos a la familia ya él. A Miguel Eduardo durante ese forzado aislamiento, (e incluso durante un tiempo más), no se le permitió ni la lectura de la Biblia, al más puro estilo de la inquisición, lo que evidencia otro signo más de la violación de los Derechos Humanos que refiere en su informe la Alta Comisionada de los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet. Todo esto sumado al hecho de que este preso político NUESTRO, no ha recibido el derecho que le corresponde a una audiencia preliminar a 18 meses de una detención injustificada.

Además, acercándose al fascismo puro, a todo lo anterior agregamos con preocupación la dosis de terrorismo psicológico que a nosotros como familia se nos ha sometido. Sus padres, hijas, hermanos y sobrinos, hemos tenido que sortear toda suerte de dificultades producto de persecución permanente.

Manifestarnos nuestra solidaridad con los familiares de los presos políticos en Venezuela Cuando se tiene un familiar preso, la familia entera está presa, nosotros lo estarnos, y por él y por todos elevamos la exigencia por su Libertad.

El M/G Miguel Eduardo Rodríguez Torres

es un PRESO DE CONCIENCIA 

#LibertadARodríguezTorres

Reevaluación del Informe Bachelet ratifica que Venezuela agoniza

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Maduro vuelve a descalificar a la alta comisionada para los DDHH de la ONU, Michelle Bachelet. Una nueva mirada de lo que pasa hoy en Venezuela deja claro al mundo que lejos de corregirse la situación, la administración de maduro ha redoblado la violación a los derechos humanos de los venezolanos, y los somete a la peor crisis económica de nuestra historia republicana.

La irresponsable administración de maduro es noticia de primera plana en el planeta. Él y su camarilla saben que, esta vez, no pueden buscar culpables externos. Saben que la destrucción del país es inocultable. Pdvsa en ruinas es la más clara de las insensateces. Saben que tiene los días contados. El país no aguanta más.

War with Colombia?

Maduro started his war games with great propaganda display and threatening out of tune statements. SECODENA, the National Security Council, is summoned to practically declare an imminent Colombian military action against the country. The political spokesmen of Madurismo, who are supposed to be authorized to talk about this delicate subject, say barbarities: «we will sweep them in seconds», «we will plant our flag in Colombia, Aruba, Curacao»; another high leader of the group of five who manage the country, threatens the opposition and promises that «we are going to screw them».

The Colombian extreme right, Uribe, Duque, the paramilitaries and the U.S. Southern Command do not come out of their astonishment: they are going to see their dream of a violent solution in Venezuela come true. At last they will give free rein to their “Plan Colombia and their preparations of years to seek a military confrontation against our country. The Colombian government, without much fuss, already has its troops on alert: their military are ready, well equipped and trained in real combat, in more than 50 years of internal war. 

Already the United States, through Elliot Abrams, has clearly stated its position on the matter: «if there is an attack on the border, we will support Colombia”. On the other hand, the Venezuelan extreme right opposition demand the activation of the Inter American Treaty of Reciprocal Assistance (ITRA), previously approved, illegally and irresponsibly, by the deputies of what remains of the National Assembly. 

The self-proclaimed Guaidó and his henchmen cry out for military intervention, invoke the presence of «terrorist groups», their spokespersons cry out for anything to be activated: ITRA, OAS, NATO, whatever, they remain careless about the destiny of our people, they only want power.  

Is it that nobody in the government realizes, in their arrogance and desperation, that they are going to open the hell’s door to our people; that they are giving the perfect excuse for all the foreign military and paramilitary forces to enter our country; a military intervention where Colombia, the United States and Brazil will act jointly? Don’t they realize that Maduro’s warmonger discourse and his military exercises with the promise to “raze” Bogota, places our country as the aggressor.  This will allow the international community, especially in our region with the Lima Group, to activate any diplomatic initiative to intervene. Is that why they activate the ITRA?

Does the government believe that it will be a limited military action, a war game that they will later be able to stop? Their game along our common border, plagued by paramilitaries and insurgent groups, risks that any small incident can trigger military action that can easily escalate.

Maduro  and the military elite seem detached from reality. Who is going to go to war with such a «commander in chief”? Neither Maduro nor anyone else in his entourage has the capacity or the leadership to successfully confront a war scenario, the worst possible in our country. With what popular support, economic power, general capacities will the government face this hypothetical scenario?

If they have destroyed the economy, there is no food, no medicine; if 4.3 million Venezuelans have left the country and PDVSA cannot sustain the income required for a war effort, if there is not even fuel, gasoline, diesel, gas, electricity, water, transportation, or communications; if it is not possible to travel from one end of the territory to the other; if we are in this chaos of demoralization and national demobilization, are they going to ask us to go to war now? Are young Venezuelans going to die on the battlefield for Maduro?

No. The calls to war with Colombia, Maduro’s war games as well as Guaidó’s cries for intervention are foolish and irresponsible. They prefer to burn the country before stepping aside and allow a Patriotic Board of Government to assume the leadership of the Homeland to strengthen it, to re-establish its national unity, its collective functioning, its spirit and homeland strength, its values and capabilities.  

Together we, the Chavistas, patriots, Bolivarians, the honest, those who love their homeland, those who oppose Maduro and are willing to put aside hatred and intolerance in favor of the future of our country; we have to say NO to war, neither  against Colombia, nor against any people. Our Bolivarian Military Doctrine does not contemplate war of aggression. War is the last resource to defend the Homeland. The arms of the Republic must guarantee our sovereignty, territorial integrity, our Constitution and social system. The arms of the Republic, our soldiers, must not be used for any adventure, neither to threaten another country, nor to perpetuate in power or put in charge anyone who attempts against the constitutional order, or the supreme interests of the Homeland.

The military high command has in its hands the highest responsibility to avoid being used to attack another country, or to subjugate our people. On the contrary, they must be guarantors of our constitutional precepts.

As long as Maduro  uses the military forces to hold on to power, destroy our economy, give up our resources, torture the people, violate the Constitution and incite a war, he is  making them violate their oath and their raison d’être. As long as Guaidó ask the military forces to violate the Constitution and allow military intervention in our country, he is inviting them to betray the Homeland.

Soldiers of the Homeland, officers and troops, to you my words: Sovereignty resides in the people and you must guarantee that the people, subject of our history, can decide their own destiny, the future of the Homeland. Do not allow the fakers, on one side or the other, neither Maduro nor Guaidó, to manipulate you to go to war against our Colombian brothers.

The former presidents, popular and progressive leaders in Colombia have to raise their voices against the war. Denounce the true intentions of Uribe and Duque, who have lent their territory for provocations of all kinds and are eager to drag the Colombian people into a war of great proportions against the Venezuelan people. Leaders like Santos, Samper, Gustavo Petro and many others must speak out and mobilize in favor of peace. 

The Colombian leadership has the highest responsibility in returning to the path of Peace and the commitments reached by the Santos government with the FARC, as captured in the Peace Agreement signed in 2016. It must be demanded that the agreements be complied with: that the assassination of popular leaders, peasants and ex-fighters of the FARC cease immediately. That the war not be reinstated in the daily life and psyche of Colombian society, and to avoid that the Colombian extreme right drags its country into a war with Venezuela.

We should constitute a Peace Committee between Colombia and Venezuela in which all of us who love our peoples and see ourselves as brothers and sisters, sons of Bolívar, participate.

The United Nations must be attentive and follow up on the situation.  Secretary General Antonio Guterres and the Security Council should pay attention to this situation, the first in many years, which really endangers peace and security in the region. The principles enshrined in the Charter of the United Nations should be followed; countries Sovereignty should be respected, foreign interference in domestic matters and war between peoples should be avoided.

If due the irresponsible ways of these fakers our homeland is attacked and the foreign boot pierces our homeland soil, we will have to defend it and expel the invader, but that will not be under any of these two «commanders in chief»: neither Maduro , nor the self-proclaimed Guaidó. 

We must re-establish the Constitution, and call for a Patriotic Board of Government, capable of leading the whole country, not one half or the other, but the country as a wholw. Under the current circumstance, where the homeland, weakened as never before, is threatened by internal and external factors, we must let the people have their say. No to war!

Buscando la guerra

Boletines-Buscando la guerra

Guaidó y los paramilitares

Escribiendo estas notas se hacen públicas las fotos de guaidó con jefes paramilitares colombianos. Estaba guaidó con los “rastrojos” verdaderos criminales que tienen como práctica picar campesinos con motosierras. Que cada quien saque sus conclusiones.

Invocar la guerra y amenazar a Colombia con planes cantinfléricos es la estrategia reeditada de maduro para desviar la atención de los graves y crecientes problemas que viven los venezolanos. Y lo peor, maduro está dando la excusa perfecta para que se suelten los demonios de la violencia. Le hace el juego a guaidó y al profundo deseo que tiene la oposición de un escenario de guerra.

Pero la actualización del Informe Bachelet le recuerda su crisis y su incapacidad. Sabe que está desnudo ante el mundo y que su margen de maniobra se agota. La alta comisionada para los DDHH de la ONU Michelle Bachelet, en una nueva mirada a lo que pasa en nuestro país, determina que las cosas, lejos de corregirse, han empeorado.


Conversé con los corresponsales extranjeros sin tapujos

Hablamos por casi dos horas de cómo Venezuela llegó a este estado de cosas. De la responsabilidad directa que tiene nicolás maduro de la tragedia en materia política, económica y social que vive el país, y de cómo ha barrido con el legado del Comandante Hugo Chávez, y todo lo bueno que hicimos en su gobierno.

Les adelanté que escribo un libro que promete ser una bomba atómica, y que mis testimonios quedarán plasmados en la historia del país para quienes quieran saber la verdad. Respondí con transparencia y claridad cada interrogante, porque no tengo nada que temer. Quieres saber más de la rueda de prensa escucha el audio aquí.

El mundo no funciona como funciona un vecindario

Martí en su escrito “Nuestra América”, además de mostrar su visión continental, nos alerta de la vanidad de aquel que su vista sólo abarca a su mezquino entorno, dice Martí: “Piensa el aldeano vanidoso que el mundo entero es su aldea”… Resume así una conducta impuesta por el despotismo a los preteridos, a los marginados, que los confina material y espiritualmente a su inmediatez, no permitiéndoles el pensamiento universal, comprender el mundo, el universo entero, que es el inicio de cualquiera rebeldía libertaria. Se deduce que el primer paso de la redención de los humildes es la vista larga, saber percibir el horizonte, ver más allá de las apariencias estrechas. En Venezuela tenemos un ejemplo del pensamiento vanidoso en funciones de poder. Con este gobierno ascendió al poder la vanidad de la ignorancia. Por supuesto, su gestión es fatal, no hay rincón de la vida nacional que no esté lesionado por la práctica sin rumbo, lo inmediato como estrategia, la simulación sustituta de la verdad. Esta carencia se manifiesta nítidamente en la política exterior. Veamos. La política exterior requiere estudios, la historia es imprescindible, la economía es fundamental. Es necesario tener en cuenta los intereses de los diferentes bloques de poder, estudiarlos en su profundidad estratégica. Todo lo contrario ocurre con la política exterior nuestra, tiene la marca de pensamiento del aldeano vanidoso. Prima lo personal en el análisis. Es así, que el gobierno hace fiesta por la salida de obama, y la llegada del camarada trump. Cuando el nuevo gobierno ataca a maduro, no se les ocurre una estrategia mejor que pensar que trump está engañado, que desconoce la realidad de Venezuela.

Ahora sale bolton de la asesoría a trump y en Miraflores hacen fiesta, lanzan cohetes al aire, y pintan esa sustitución como un triunfo, lanzan campaña de twitter. No se percatan de las políticas de Estado, actúan como en una reyerta en el vecindario, una pelea con un vecino. Ignoran los intereses petroleros, la geopolítica mundial, los intereses del imperialismo ruso, del imperialismo chino, su disputa con los gringos, con Europa. Piensan que con la salida de bolton ya pasó la tempestad, tropiezan dos veces con la misma piedra, la misma alegría fallida de cuando obama.

Las relaciones con Colombia son horripilantes prevalecen las ofensas personales, y simultáneamente estimulan un ambiente belicista, le dan rienda suelta a los guerrerista de este lado haciéndole comparsa a los belicistas del otro lado, el patrioterismo cunde en la hoguera que el gobierno atiza, los dos bandos dicen que no dispararán primero, los dos se preparan, esperan un falso positivo para atacar cuando les convenga. El vocero militar no es ahora el ministro de la defensa, sino el inefable pedro carreño, que va a la televisión a desplegar una supuesta estrategia militar que además de ser un disparate, es una ofensa para el estamento militar, otro vocero militar del gobierno es el programa de variedades de los miércoles dónde se dictan sentencias y se establece doctrina militaroide, partes de guerra, que son una vergüenza.

El mundo no funciona como funciona un vecindario, no se puede dirigir a un país con los criterios del sindicalero, de un militar frustrado, o de un centro de estudiantes de la central, dónde lo menudo prevalece sobre lo importante, lo trascendente. El pragmatismo tiene vida corta, la acción sin idea es inútil….

¿Guerra con Colombia?

Inició maduro sus juegos de guerra con gran despliegue propagandístico y declaraciones amenazantes y fuera de tono. Se convoca al SECODENA, para desde esa instancia, prácticamente, declarar una amenaza militar colombiana inminente contra el país. Los voceros políticos del madurismo, que se supone están autorizados para hablar de este tema tan delicado, dicen barbaridades: “los barreremos en segundos”, “plantaremos nuestra bandera en Colombia, Aruba, Curazao”; otro alto dirigente del grupo de cinco que manejan el país, amenaza a la oposición y promete que “los vamos a joder”.

La extrema derecha colombiana, el uribismo, Duque, los paramilitares y el Comando Sur norteamericano no salen de su asombro: van a ver realizado su sueño de desenlace violento en Venezuela. Por fin darán rienda suelta a su Plan Colombia y sus preparativos de años para buscar una confrontación militar contra nuestro país. El gobierno colombiano, sin mucha alharaca, ni aspaviento militarista, ya tiene sus tropas acuarteladas, han hecho sus aprestos militares, están bien equipados y entrenados en combate real, en más de 50 años de guerra en su propio país. 

Ya los Estados Unidos, por intermedio de Elliot Abrams, ha fijado de manera clara su posición al respecto: “si hay un ataque en la frontera, nosotros apoyaremos a Colombia”. Por otro lado, los autoproclamados de la extrema derecha venezolana piden la activación del TIAR, previamente aprobado, de manera ilegal e irresponsable, por los diputados de derecha, de lo que queda de la Asamblea Nacional. 

El autoproclamado guaidó y sus secuaces, piden a gritos una intervención militar, invocan la presencia de “grupos terroristas”, sus voceros claman porque se active cualquiera cosa: el TIAR, la OEA, la OTAN, quien sea, a ellos no les importa lo que suceda con nuestro pueblo, ellos quieren el poder.  

¿Es que nadie en el gobierno se da cuenta, en su soberbia y desesperación, que van a abrir la puerta del infierno para nuestro pueblo; que están dando la excusa perfecta para que todas las fuerzas militares y paramilitares extranjeras entren a nuestro país, en una intervención militar donde actuarán de manera conjunta Colombia, EEUU y Brasil? No se dan cuenta que el discurso guerrerista de maduro y los suyos, los ejercicios militares y las promesas de arrasar a Colombia o Bogotá, colocan a nuestro país como el agresor, que eso permitirá que la comunidad internacional, sobre todo en nuestra región con el Grupo de Lima, activen cualquier iniciativa diplomática para intervenir, y que por eso activan el TIAR?

¿Es que acaso el gobierno cree que será una acción militar limitada, un juego de guerra que luego van a poder detener? Se ponen a jugar en un territorio, la frontera, plagado de paramilitares y grupos insurgentes, donde cualquier incidente puede aflorar y desencadenar cualquier acción bélica que implique una escalada militar.

maduro y su cúpula militar están desvinculados de la realidad. Quién va a ir a la guerra con semejante “comandante en jefe”. Ni maduro, ni nadie en el madurismo tiene ni la capacidad ni el liderazgo para afrontar con éxito un escenario de guerra, el peor posible, en nuestro país. ¿Con qué pueblo, con qué economía, con cuáles capacidades hará frente el gobierno a este hipotético escenario?

Si han destrozado la economía, no hay comida, ni medicamentos, si han salido del país 4,3 millones de venezolanos, PDVSA no puede  sostener los ingresos que requiere un esfuerzo bélico, si ni siquiera hay combustibles, ni gasolina, ni diésel, ni gas, ni electricidad, tampoco hay agua, ni transporte, ni comunicaciones; si no es posible viajar de un extremo a otro del territorio; si nos tienen en este caos de desmoralización y desmovilización nacional, ¿van a pedir ahora que vayamos a la guerra? ¿van a morir los jóvenes venezolanos en el campo de batalla por maduro?

No. Los llamados a guerra con Colombia, los juegos de guerra de maduro y los llamados a una intervención de guaidó, son una insensatez, una irresponsabilidad. Prefieren quemar el país antes de hacerse a un lado y permitir que una Junta Patriótica de Gobierno asuma la conducción de la Patria, la fortalezca, restablezca su unidad nacional, su funcionamiento colectivo, su espíritu y fuerza patria, sus valores y capacidades.  

Nosotros juntos, los chavistas, patriotas, los bolivarianos, los honestos, los que aman a su patria, los opositores que estén dispuestos a dejar a un lado el odio y la intolerancia en favor del  futuro de nuestro país, tenemos que decir NO a la guerra, ni contra Colombia, ni contra nadie. Nuestra Doctrina Militar Bolivariana no contempla la guerra de agresión. La guerra es el último recurso para defender la Patria. Las armas de la República deben garantizar nuestra soberanía, integridad territorial, nuestra Constitución y garantías sociales. Las armas de la República, y nuestros soldados, no deben ser empleados en ninguna aventura, ni para amenazar a otro país, ni para perpetuar en el poder a maduro, ni a nadie que atente contra el orden constitucional, ni los supremos intereses de la Patria.

El alto mando militar tiene en sus manos la altísima responsabilidad de evitar ser utilizados para agredir a otro país, o para someter a nuestro pueblo. Deben, al contrario, ser garantes de nuestros preceptos constitucionales.

Mientras maduro los utilice para sostenerse en el poder, destrozar nuestra economía, entregar nuestros recursos, enriquecer a su entorno, reprimir al pueblo, violar la Constitución, torturar y provocar o incitar a una guerra, los está haciendo violar su juramento y su razón de ser. Mientras guaidó los llame a violar la Constitución y permitir una intervención militar en nuestro país, los está invitando a traicionar a la Patria.

Soldados de la Patria, oficiales y tropa: la Soberanía reside en el pueblo y ustedes tienen que garantizar que el pueblo, sujeto de nuestra historia, pueda decidir su propio destino, el futuro de la Patria. No permitan que los farsantes, de un lado o del otro, ni maduro, ni guaidó, los utilicen para ir a la guerra contra el hermano pueblo de Colombia.

El pueblo colombiano, sus dirigentes populares, progresistas, tienen que levantar la voz en contra de la guerra. Denunciar las verdaderas intenciones del uribismo y de Duque, que han prestado su territorio para provocaciones de todo tipo y están deseosos de arrastrar al pueblo colombiano a una guerra de grandes proporciones contra el pueblo venezolano. Dirigentes como Gustavo Petro y otros tantos deben pronunciarse y movilizarse a favor de la paz. 

Deberíamos constituir un Comité de Paz entre Colombia y Venezuela donde participemos todos los que amamos a nuestros pueblos y nos vemos como hermanos, hijos de Bolívar.

Ya no se trata solo de retomar la senda de la Paz y los compromisos alcanzados por el gobierno de Santos con las FARC, en el Acuerdo de Paz firmado en el 2016, sino de exigir que se cumplan los acuerdos, que cese el asesinato de dirigentes populares, campesinos y ex combatientes de las FARC, no permitir que la guerra se vuelva a instalar en la cotidianidad y psiquis de la sociedad colombiana, no permitir que la extrema derecha colombiana arrastre a su país a una guerra con Venezuela.

La Organización de las Naciones Unidas debe estar atenta y hacer seguimiento a la situación planteada.  El Secretario General Antonio Guterres y el Consejo de Seguridad, deberían prestar atención a esta situación, la primera en muchos años, que realmente  pone en peligro la paz y la seguridad de la región. Deben respetarse los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas, evitar la injerencia extranjera, respetar la soberanía y evitar la guerra entre los pueblos.

Si al final de esta locura, si por culpa de la irresponsabilidad de estos farsantes, nuestra patria es agredida y la bota extranjera horada el suelo patrio, tendremos que defenderla y expulsar al invasor, pero eso no será con ninguno de estos “comandantes en jefe”: ni maduro, ni el autoproclamado guaidó. 

Tenemos que restablecer la Constitución, y llamar a una Junta Patriótica de Gobierno, capaz de conducir a todo el país, no a una mitad ni a la otra, sino a todo el país, en esta circunstancia, donde la Patria, debilitada como nunca, está amenazada por factores internos y externos que nos amenazan con una guerra. Es hora que el pueblo tenga la palabra. ¡No a la guerra!. 

Maduro está más desnudo que nunca ante el mundo

Caracas, 9 de septiembre de 2019.- La actualización del Informe Bachelet presentado este nueve de septiembre por la Alta Comisionada para los DDHH de la ONU, ante los miembros del Consejo de Derechos Humanos del organismo, es una nueva estocada mortal para nicolás maduro, quien en semanas anteriores descalificaba el trabajo de Michelle Bachelet y la acusaba de mentir sobre la realidad venezolana.

La expresidenta de Chile no solo ratifica la barbarie que suscribió en su primer informe del 5 de julio pasado, sino que además advierte del recrudecimiento de la variopinta gama de violaciones de los derechos humanos a millones de mis compatriotas.

Está claro que maduro no ha rectificado, ni lo hará, sino más bien, profundizará su talente dictatorial y demostrará al mundo que no le importa ser tildado de autócrata y de acabar con los pocos cimientos democráticos que pudieran estar quedando en Venezuela.

Bachelet documenta con preocupación que la situación económica y social en Venezuela continúa deteriorándose a pasos agigantados, y se atreve a señalar que podría tratarse del “episodio hiperinflacionario más agudo que haya experimentado la región, afectando la capacidad de compra de alimentos básicos, medicamentos y otros bienes esenciales”.

Maduro y su equipo siniestro no muestran vergüenza frente a un salario mínimo hambreador equivalente a 2 dólares mensuales, como lo señala el informe, y como estoy seguro, saben perfectamente. También saben que el éxodo masivo se ha convertido en una descapitalización de nuestros recursos humanos, y en un impacto desestabilizador que afecta a la región y a los propios migrantes que se enfrentan a toda clase de vejámenes y malos tratos que no den ser permitidos, según señala Bachelet en la ampliación de su informe.

Las cifras que la Alta Comisionada reporta sobre la tragedia de mi país queman y laceran a maduro como el agua bendita a lucifer. Sabe que el mundo está consciente de sus fechorías, y que está más que claro que la solución comienza por su salida de Miraflores. Y que no hay otra manera.

Sobre los abusos de los cuerpos represivos del Estado, Michelle Bachelet hace mención especial a que las Fuerzas de Acción Especiales de la Policía Nacional (FAES) continúan realizando ejecuciones extrajudiciales en algunos barrios del país. Y es que el FAES es obra del propio nicolás maduro, razón fundamental por la que nada hará frente a esa denuncia, y poco le importa lo que la ONU piense.

En torno a este escabroso tema, maduro intenta engañar a la comunidad internacional y a la propia Bachelet haciendo concesiones cosméticas, como permitir una visita puntual de su equipo en Caracas a Ramo Verde o exhibir las “torcidas” condenas a violadores de DDHH, por parte del fiscal designado por la ANC, como supuestos logros en la defensa de los DDHH. Nada más falso. La propia comisionada anota en su informe que los funcionarios que supuestamente participaron en el asesinato del concejal Fernando Albán no fueron acusados, ni por homicidio ni por torturas, sino por incumplir las normas de custodia. Así, todo un eufemismo discursivo.

Al mismo tiempo, la comisionada también dejó en claro que los funcionarios del DGCIM, que habrían participado en la muerte por torturas al capitán Acosta Arévalo, solo recibieron acusación por homicidio preterintencional; es decir que lo asesinaron “sin intención”.

Michelle Bachelet informa que su equipo en Caracas logró documentar “casos de tortura y malos tratos, tanto físicos como psicológicos, de personas arbitrariamente privadas de su libertad, en particular de militares”. Esta denuncia, ratifica lo que en su momento conversé de manera personal en Ginebra con la Alta Comisionada, a quien dejé en sus manos una amplia data denunciando las atrocidades que maduro ordena contra quienes lo adversan, y que con especial encono aplica contra los chavistas y contra quienes defendemos su legado.

Lo que está claro es que maduro fracasó de nuevo en su intento por burlar la vigilancia internacional sobre sus actos despreciables. El mundo lo tiene en la mira. Sabe que el tiempo corre, y que las cortinas de humo, como la de invocar una guerra con Colombia no lo salvarán de su destino. También quiere desesperadamente continuar con su agenda electoral, pasando por encima de la crisis y lograr una “legitimidad” que seguirá tan cuestionable como la actual.

La Alta Comisionada también incluyó en sus señalamientos el impacto ambiental que se está registrando en el Arco Minero y las consecuencias negativas sobre la vida de los pobladores indígenas de la zona.

Tal y como lo he venido denunciando. El gobierno está extrayendo de manera irregular e irresponsable oro, diamantes, coltán y otros metales para seguir financiando su corrupción. Y como señala Bachelet en su nuevo reporte, se desconoce que se hayan realizado estudios de impacto ambiental y consultas a los habitantes del Arco.

La administración de maduro ha desdibujado la obra del Comandante Hugo Chávez. Ha aplicado el terror para mantenerse en el poder, ha empobrecido a una nación entera y no cesará en su intención de perpetuarse en Miraflores, aunque sabe que el tiempo se le acaba.