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Declaración de Rafael Ramírez ante la detención del diputado Zambrano

El gobierno de Maduro, débil y aislado, sigue actuando en violación de los derechos humanos, las garantías y el debido proceso en el país.

Condenamos la detención del vicepresidente de la Asamblea Nacional, Edgar Zambrano, la cual se suma a la ola de secuestros y persecuciones políticas en contra de civiles y militares, adelantada de manera sistemática como política del gobierno de maduro y arreciada a raíz de los sucesos, aún no aclarados, del pasado 30 de abril.

Independientemente de nuestras diferencias políticas y desacuerdo con la intentona del pasado 30 de abril, no podemos dejar de condenar la violación del debido proceso y las garantías políticas en el país. Tal como advertimos en nuestro artículo Otra aventura más, del pasado domingo, publicado en nuestro blog rafaelramirez.net, a Zambrano le está costando caro su fugaz aparición y abrazo a los cabecillas de la intentona, por lo que el gobierno descarga sobre él la impotencia que siente de no poder controlar la acción del autoproclamado Guaidó.

La acción del gobierno es desproporcionada, violatoria del debido proceso y de los Derechos Humanos fundamentales del diputado Zambrano. La escalada represiva decidida por el mismo maduro y su círculo de poder, fue accionada por una Asamblea Nacional Constituyente que solo se convoca para levantar la mano y un Tribunal Supremo de Justicia que “hace lo que le diga maduro” y cuyo presidente tiene muchas cosas que explicar en relación a la intentona del 30 de abril pasado. Los diputados de la oposición sufren del mismo atropello que sufrieron los diputados de la izquierda en los años  sesenta cuando Betancourt les allanó la inmunidad parlamentaria y se llevó preso a medio Congreso Nacional de entonces, lo que fue seguido por más de diez años de violencia armada en el país.

Tan grave y desproporcionado hecho fue anunciado en un programa de animación, acompañado de un ejercicio de retórica de intolerancia, burla y demolición de cualquier vestigio de seriedad y equilibrio que se supone debe prevalecer en cualquier gobierno y sus principales voceros, agregando más elementos a la impresión generalizada de que existen grupos de poder que están dispuestos a llevar al país al desenlace que sea.

Los sucesos del pasado 30 de abril deberían ser, en cualquier país serio, objeto de investigación por parte de un poder judicial independiente y apegado a la Constitución. Pero esto no va a suceder, no solo porque no existe un poder judicial de estas características en la actualidad, sino porque dicha investigación arrojaría resultados sorprendentes sobre quienes  hoy accionan esta escalada represiva.

Hemos denunciado anteriormente la violación de los Derechos Humanos en el país como una política sistemática del Estado venezolano al igual que  la violación de las garantías constitucionales y los derechos fundamentales de los ciudadanos. Cualquiera, sea chavista u opositor que se oponga o exprese su rechazo al gobierno de maduro, corre el riesgo de la  persecución el exilio, el secuestro-prisión y hasta el asesinato. Se vive en el país del miedo, de la desesperanza, con un grupo de poder en el gobierno que cierra cualquier posibilidad de rectificación y de encontrar una salida política a la gravísima crisis, el profundo abismo a donde ellos mismos han llevado a nuestra patria.

Se viven momentos difíciles, definitivos, que presagian una tormenta o conflicto de consecuencias impredecibles, con poderosos intereses que nos acechan, que nos ven débiles como nunca, que pueden descuajar la patria. Se requiere visión estratégica, estatura política, grandeza, que se depongan las ambiciones grupales o personales y nos podamos unir en torno a una Junta Patriótica de Gobierno capaz de restablecer la vigencia de la Constitución, dejar atrás el odio, la pequeñez egoísta y volver al ejercicio de la política, al imperio de la Ley, la seriedad, para devolver al pueblo la soberanía en la conducción de su propio destino y reconstruir  la Patria.

Rafael Ramírez señala que Rusia y China, con sus poderes de veto en el consejo, pueden frenar cualquier salida armada a la crisis del país.

 

Rafael Ramírez: “El Consejo de Seguridad de la ONU jamás va a aprobar una intervención militar en Venezuela”

El dirigente chavista insiste en que la salida a la crisis está en manos de los militares venezolanos y que son ellos los que deben drenar la crisis. Para él, esa es la única intervención militar posible para los venezolanos.

Caracas, 9 de mayo de 2019.- El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que administra las intervenciones y acciones militares, no va a probar jamás una solución armada en Venezuela. “Ahí no va a pasar nada”, sentenció el ex embajador ante la ONU, Rafael Ramírez.

En entrevista concedida a Venepress a propósito de la aventura golpista del pasado 30 de abril, protagonizada por la extrema derecha, insistió en que los asuntos de Venezuela deben resolverse en Venezuela. “No comparto para nada que los procesos políticos sean tutoreados desde el exterior, sea de donde sea».

El ex embajador, que conoce el tema en profundidad por haber sido miembro del Consejo de Seguridad y presidente, en febrero de 2016, cuenta que nunca permitió que Venezuela se convirtiera en un punto en la agenda. Pero señala que el gobierno de maduro ha colocado al país en una posición muy vulnerable, y ha perdido los espacios ganados.

Pese a ello, RR descarta una intervención armada en Venezuela porque, además, Rusia y China, en especial el primero, tienen la posibilidad del veto sobre cualquier acción que decida el Consejo.

El dirigente chavista, insiste en que la salida a la crisis está en manos de los militares venezolanos. Para él, son ellos los que deben drenar la crisis, hacer a un lado a maduro y convocar inmediatamente a elecciones. Esa es la única intervención militar posible para los venezolanos, afirma.

El #30abril evidenció fractura

El ex presidente de Pdvsa también trató el tema de la intentona golpista del pasado 30 de abril, donde, según él, quedó claramente demostrado que hay fisuras, no solo en la oposición tradicional, sino que además en el entorno de maduro.

Asimismo, la acción de Leopoldo López evidenció una vez más que tiene agenda propia y que es el asesor político de Juan Guaidó. Dejó claro también que actuó de manera unilateral, pasando por encima del bloque opositor en pleno.

Pero igualmente quedó demostrado para RR, que la FANB no se lanzaría a una aventura con Leopoldo López y su partido voluntad popular, bajo ningún concepto. Y menos, en una aventura basada en la violencia.

Retomar la Constitución y el Plan de la Patria

Al ser consultado en torno a sus propuestas para el país, el ex ministro de Petróleo señaló que en primer lugar rescataría la Carta Magna aprobada en 1999 y en segundo lugar retomaría el ambicioso Plan de la Patria, que maduro ha sepultado. Ambos instrumentos ideados por el presidente Hugo Chávez cuentan con un amplio consenso en la sociedad venezolana.

Para Ramírez, la Constitución Nacional tiene la esencia progresista planteada por Chávez para enrumbar al país, mientras que el Plan de la Patria, que fue mayoritariamente votado en las elecciones de 2012, deberá también ser retomado como una guía hacia un modelo socialista.

“Hay que hacer el esfuerzo de retomarlos porque es la primera vez, después de muchísimos años, que los venezolanos nos dimos un plan propio nacional que respondiera a nuestra realidad y necesidades”, dijo.

Finalmente, al referirse a la destrucción de Pdvsa no titubeó en reiterar que el único responsable de la dramática caída de la producción de crudo en el país es maduro. “maduro puso a Quevedo allí y negoció concesiones en detrimento de la nación y demostró su falta de conocimiento del sector”.

Sin embargo, RR tiene la certeza de que la industria petrolera es recuperable. “El petróleo está allí, está somero, y un equipo técnico y responsable lo puede recuperar”.

En la entrevista Ramírez aseguró que no descansará para que Venezuela pueda salir de la grave crisis en la que ha sido sumergida por un “grupito” de cuatro personas. Y tampoco lo hará hasta demostrar, ante una justicia equilibrada, su inocencia de todo lo que se le acusa.

Haga clic aquí para ver la entrevista completa en Venepress TV

Another adventure

NO SURPRISES, MANY DOUBTS, AND SOME QUESTIONS

Maduro’s government has not only plunged the country into the worst crisis in its history, but it has also closed any political gateway to rectify its errors or to allow the people to express themselves through the different avenues provided in our Constitution.

It first lashed out against the Chavismo, chasing it, cornering it, imprisoning anyone who showed dissent about its actions or voiced criticism, regardless of how constructive, burying with its arrogance and imperiousness the psuv, the participatory and protagonist democracy, the always healthy exercise of criticism and self-criticism, and the practice of accountability. We have said it so many times and the answer has always been plagued with violence.

It did the same thing to the sectors of the country’s traditional opposition: it chased them, imprisoned them, and disabled them. Many lives have been taken due to its violent and unreasonable response. An intolerant, authoritarian and deeply anti-democratic government has taken over. The country is suffocated; those who can, leave; some others have resigned themselves to live in chaos; while others try to survive in a constant state of unusual things, mired in the deterioration of their living conditions and their political rights, a scenario impossible to fathom only six years ago.

Authoritarianism, violence, and government abuses have opened the door to grueling outcomes in the country, from the State’s dysfunction to a dangerous confrontation among brothers or even to open military conflict.

It is in the framework of the possible grueling outcomes in the country that the events of last April 30th cannot but be deemed a new adventure of the Venezuelan far right. First and foremost, it is necessary to underscore, in order to avoid beating about the bushes, that it was an attempted coup. The extremist sectors of the Venezuelan opposition have tended in the last 20 years to evade or whitewash the nature of their actions. This was the case of April 11th, 2002, when they denied carrying out a coup d’état and talked about a “power vacuum”; or when they considered the oil sabotage of December 2002 an act carried out by the “civil society”. They are now labeling this new attempt of April 30th, 2019, as “operation freedom”. The adventure, the lie, the evasion of responsibilities have always defined the actions of these power groups, which are the same ones of the coup of April 2002, but now reduced to its most intolerant and violent expression.

Neither they nor their promoters seem to understand that coup d’états are not part of our political culture, at least from the majority, and that, despite the disastrous situation that we have been dragged to by the madurismo, we are not going to regress to the April 2002 coup or to fall into the abyss to bring us back to the IV Republic and its ghosts.

The photo of a Guaidó alone, at dawn, with Leopoldo López in the background in a defiant attitude, a sort of “Avenger” surrounded by a few members of the National Guard, who announced an impending uprising of the military forces in the country, speaks for itself: it was a military attempt of his political party, where his boss, in case anyone still had doubts of who he was, would be at the frontline. For those of us who are familiar with the pro-Chávez military world, with the reality of our forces, one where it is the military who defines any situation in the country, in addition to political logic, we realized straight away that this was nothing but another dangerous adventure, very typical of this group.

Immediately after, I received and exchanged phone calls with friends and pro-Chávez officers who affirmed that, despite the widespread annoyance at maduro, the situation in the country, and that of the military institution itself, no one, or at least very few, would be willing to join a movement headed by Leopoldo López and his extremist party.

The almost immediate response via tweets of political leaders and presidents from other countries, calling for the Venezuelan citizens to take to the streets to support the attempt not only represented an open, blatant and unacceptable interference in the internal affairs, but also made it clear, in case of doubts, the close relationship between the most intolerant political groups in Venezuela, Florida, Colombia, and Brazil. This link between actions and purposes, far from favoring the opposition groups, blurs them and strips them off any national and independent character, even if that is something of their pretension or concern. In any case, it triggers a great deal of rejection among the majority of the Venezuelan people, and particularly within the Bolivarian Armed Forces and the pro-Chávez people.

The situation was clearer later that day after finding out, with images that were released on the media, that the leaders of the attempt were never inside the Military Base of “La Carlota”, as they made believe. They were actually outside, on the bridge of the “Altamira interchange”. For the international observers and political leaders with whom we talked, it was rather incredible that someone was trying to engage in military action from the bridge of a highway. The image was pathetic: alone, surrounded by a very few members of the National Guard who had already begun to leave them, and the presence of only some civilians. The visit and hugs of some opposition leaders, congratulating them, were fast, fleeting. The faces of the promoters showed consternation. To add to this, an arrogant López was shown instructing a National Guard officer how to properly place a machine gun, then, the surrealistic image of a banana bunch next to the killing machine. Immediately after, a shooting happened, in which those on the interchange repelled the National Guards who approached by motorcycle, seriously injuring an officer.

A few moments later, the usual violent sectors reached the “command point”, those who had heard their call to violence, to the habitual guarimba, always with the same intentions and results. Most of the armed officers had deserted the “coup command” or had already been arrested. The promoters, as always, had already left the site.

Later that day, the leaders of the attempt were seen on a “march” to the center of the city. Once again, their faces reminded us of the sad events of April 11th and 12th, 2002, where the eyes of the same political sectors, widened by hatred and revenge, exalted, filled with triumphant joy during those hours of “Carmona the Brief”, chased and captured, in the midst of shouts and turmoil, pro-Chávez ministers or political leaders (including the prosecutor who today does the same, and is silent about maduro’s Human Rights violations)

But this time, unlike April 11th, 2002, they did not have soldiers, people or targets. They were lost. The group of armed men that paraded through Chacao was incapable of even walking by the corner of the Ministry of People’s Power for Transport, from where groups of armed civilians emerged to quickly disperse them. Afterward, it was reported that Leopoldo López took refuge in the residence of the Chilean ambassador, but he left because there were already too many “guests”. Later that day, it was learned that he finally stayed at the residence of the Spanish ambassador as a “guest”. This ended, with a sense of pathetic improvisation, such dangerous adventure.

NO SURPRISES.

It is not a surprise for anyone that this military attempt has failed because it was plagued with errors in its conception and execution. I have said it and I repeat it again: to change the current political situation in the country, to depose maduro from power, to restore the Constitution, return sovereignty to the people and begin the reconstruction of the country, we must count on the Chavismo as a political and social bloc. We must count on all the patriotic, progressive, revolutionary sectors, including the opposition; and, of course, on the military.

The last attempt was an isolated, sectarian action carried out by the party voluntad popular, which left aside all sectors of the country, including the other opposition factors that, in the end, joined them after finding out about the developments.

It happened again as it did on January 23rd when Guaidó proclaimed himself “interim president”. The faces of the two vice-presidents of the National Assembly were a real sight to watch, they showed surprise, that of someone who has just found out about it, to the point that they did not even raise their hands in approval. Just like now, they were not present during the pronouncement made at the interchange, they only stopped by to “say hello” and to engage in an embrace that can cost Zambrano dearly (hopefully it will not, but it seems that they are going to take on him all that they do not dare to do to Guaidó). Conversely, nothing will happen to the other guy because he is one of the “buddies” of madurismo, his brother-in-law continues to engage in “trading” for Manuel Quevedo’s PDVSA. Some other well-known opposition leaders were completely in the dark or they kept the silence of those not joining them in this adventure.

It is evident that voluntad popular is the political element that enjoys the political and economic support of foreign promoters. They are the ones that pay and play music. That is the reason why they control the political direction of the opposition, even if they are out of tune or are wrong again and again; they are the ones that lead this sector to one error after another, to mistake after mistake. They are those who cry out for a foreign invasion or a violent outcome. They have promised the looting of the country, among other things that they have and will be incapable to deliver.

Maduro is still in power largely thanks to the mistakes made by the opposition, whose intolerance and thirst for revenge render them unable to think. They will continue clashing once and again with this reality, basically due to two fundamental errors:

1) It is difficult that the Bolivarian Armed Forces and the Chavismo, as a social and political bloc, support a movement whose scope is to hand over power to Leopoldo López, voluntad popular or the far right, those who have been promising revenge and retaliation against Chavismo; the same who hate the people, Chávez and his legacy; those who are subordinate to foreign powers.

2) It is a major mistake to think that Chavismo and madurismo are one and the same thing. One thing is the Chavismo, bolivarianismo, with its patriotic, mobilizing, inclusive, protagonist, revolutionary force, its love and hope in the hearts of the humble; and a very different one is the madurismo: chaotic, improvised, treacherous, incompetent, sellout, corrupt, and indolent before the suffering of the people. When we are lumped together, maduro rides on Chávez’s name, stirring up fear, hunger, necessities, blackmailing, using the survival instinct against the hatred of the far right.

MANY DOUBTS

The involvement of Major General Christopher Figuera casts doubts on the situation within the Army. I have known Christopher long before the beginning of his military career. We met again in the government with President Chávez. I believe he is an honorable man, a patriot, pro- Chávez, and Bolivarian, someone who has been placed in a very important position of the State security but surely led to an untenable position that ran against his principles. I hope he is in a safe place and that he can speak out to the people.

All the hyenas are now out there discrediting him, I am sure that further arrests and persecutions are yet to happen. To me, all the officers of the Bolivarian Army deserve respect, I am sorry to see them vilified or subdued by politicians that cannot fill the boots of Commander in Chief.

The declarations and public information on the involvement of some leaders of madurismo in the attempt to raise serious doubts regarding the circle of power that surrounds maduro, particularly in the civil sphere. And just as I insist that most of the military sector is pro-Chávez and Bolivarian and has my full respect, I know, and it causes me repulsion, the corrupt circle that closely surrounds maduro.

Maduro, in order to “purge” the Chavismo from the government, and to persecute and destroy the work of President Chávez, surrounded himself precisely with people that Commander Chávez himself had cast aside and had removed from the government at the time. We all know them, and so does maduro. That is why he brought them back, placing them in very high-responsibility positions within the government and the State institutions. These are incompetent, off-balanced, unprincipled, unethical individuals that swore allegiance to maduro and fill him with praise and flattery. Their resentment against Chávez ran so deep, even if they deny it, that they willingly went along with the formula “whatever maduro says”. Likewise, maduro surrounded himself, and gave too much power to his own group, individuals that were in hiding, whom president Chávez kept at bay from power: politicians, lawmakers, businessmen, military officers, adventurers, former ministers that requested to be placed in embassies, or those that the Commander himself had to remove from his office; as well as some others that left their positions and went away because they “were sick”. And, of course, the economic agents of the madurismo and its inner circle, lots of his relatives, who now became “top entrepreneurs” of the media, of the oil sector; suppliers of all kinds of products to the government, from the Clap boxes to gasoline and diesel no longer produced by PDVSA. These are the ones now in control of the State companies, with the “oil service contracts”, the “financial experts”, importers, currency speculators. It is rare to find their names in the jungle of social networks because they have all the money in the world to pay for their “image”, to “lobby”, and because the prosecutor, sad poet, does not even think of mentioning them. They give money to everyone, madurismo and “opposition” to keep themselves safe and in the shadows. These are the “partners” of maduro and the madurismo, including some strange characters, who, as “spiritual guides” of their sect, are involved in every business dealing and decision made in his inner circle.

Any of these individuals will betray maduro. The foreign powers and their intelligence agencies know that they lack principles, loyalty, and ideological coherence; they will sell themselves to the “highest bidder”. Each one of them has been touched: their interests, their illicit dealings, their business networks, their properties in the United States or Europe, their records, files, their chances to leave the country. It is a matter of time for these gentlemen to leave maduro alone because their ethics work for any political purpose or in favor of any power group.

This may explain the prolonged absence and silence of maduro and his innermost circle during a good part of the day. The only ones that stuck up for the government were Diosdado and Padrino López. In the meantime, maduro remained silent while in Fuerte Tiuna the military preparations for his personal protection were reinforced and his first security detachment received instructions from abroad.

If my much-respected General Alberto Müller Rojas said in 2007 that President Chávez was “standing on a nest of scorpions”, a rather harsh expression to which the madurismo would, unfortunately, prove right years later, we can say today that maduro is surrounded by snakes that have swallowed this revolution, as Silvio would say. At any time he will be betrayed, they do not care about him.

SOME QUESTIONS

How much longer will our country continue to be exposed, suffering, in this logic of the «annihilation of the opposite» of two extremist and intolerant groups that will do anything: some to maintain power and some to take control of it?

How much longer will the rest of the Chavismo in the government, in the Army, or in PSUV continue to support maduro and his circle of power?

How much longer will Diosdado and Padrino López continue to stand up for this man, protecting his interests, supporting the destruction of the Bolivarian project and handing over the country?

How much longer will the progressive, revolutionary, patriotic sectors continue to remain silent, subordinated to this erratic leadership of the government and the destruction of the Bolivarian Revolution, to this claudication of the principles?

How much longer will the advanced, progressive or nationalist sectors of the Venezuelan opposition remain subordinated to the leadership of the most sectarian and intolerant sector of their political spectrum?

How much longer will Leopoldo López and his interest group continue to insist on taking power, at whatever cost, whatever happens?

Is it not clear that these groups are only moved by their own interests of power, their own economic groups, that there are neither national interests nor the purpose of agreeing on anything?

Most of the country, the people, the citizens are tired of the permanent conflict of maduro and the madurismo, the adventures of the far right, the foreign interference, the deterioration of the economic, political, and social situation. We are at the end of the world, we are once again the field of dispute for international interests, others are deciding for us. We have a shattered country, one from which the young people flee in any way they can, a country where one cannot live.

There is no more time, maduro’s time is up and so is the opposition’s. The country is suffering, all Venezuelans, which are the majority, are tired of the hatred, the threats, the uncertainty, the fear, the standstill, the hopelessness. The political and military forces need to reach an agreement to allow us to reestablish the Constitution and our Homeland Plan to exist as Bolivarian people. To be once again a country, a nation, with institutions, laws, social justice, sovereignty. It is pressing to reach the unity of the patriots, the civil-military union, a Patriotic Governing Board that allows us to reestablish sovereignty in the hands of the people. Should we fail to do so, one of these days we will wake up, and there will be no time.

Rafael Ramírez, expresidente de PDVSA: «La oposición tiene que entender que el chavismo es parte de la solución»

En conversación con La Tercera, Ramírez, quien durante 12 años fue el hombre del petróleo en Venezuela, es tajante a la hora de abordar la crisis. “Si el Presidente Chávez estuviera vivo encabezaría una rebelión contra Maduro”.

Luego de 12 años ininterrumpidos como presidente de Petróleos de Venezuela (PDVSA) y ministro del Petróleo (2002-2013) durante el gobierno de Hugo Chávez, quien fuera “superministro” del corazón financiero venezolano, Rafael Ramírez (55), desafió en 2017 el liderazgo de Nicolás Maduro, dejando en evidencia pugnas al interior del chavismo que él mismo aterriza. “El gobierno de Maduro no tiene nada que ver con el de Chávez. Usan su nombre como si fuera un franquicia y manipulan su imagen”, dice el ex “zar del petróleo” en conversación por videollamada con La Tercera, desde un sitio que prefiere no revelar. “Me persiguen”, explica.

Tras su quiebre con el Palacio de Miraflores, luego de desempeñarse como Vicepresidente económico, Canciller y representante permanente de Venezuela en la ONU bajo el Ejecutivo de Maduro, fue destituido por criticar a esa administración y nunca más regresó a Caracas. “No podía seguir representando a un gobierno que fuera violador de los derechos humanos”, señala. No obstante, en esta entrevista, donde afirma que “si Chávez estuviera vivo encabezaría una rebelión contra Maduro”, Ramírez asegura que “los militares actúan respaldando a Maduro, entre otras cosas, por una cuestión de instinto de supervivencia”.

¿Cómo describe la situación actual en Venezuela?

Venezuela confronta un severo problema de legitimidad en sus poderes, tenemos una situación política bloqueada. Por un lado está Nicolás Maduro y por otro lado está Juan Guaidó. Ambos son artificios políticos para hacerse con el poder. El problema es que en la mitad de esos dos extremos está la gran mayoría del país, un pueblo en una severa crisis sin precedente en nuestra historia.

¿Hasta dónde está dispuesto a llegar Maduro con tal de permanecer en el poder?

Maduro está dispuesto a hacer lo que sea para mantenerse en el poder, y lo ha demostrado. Ha hecho el peor gobierno de nuestra historia republicana. El “madurismo”, un nuevo grupo de poder, ha secuestrado las atribuciones de todo el Estado y ha sido capaz de pasar por encima de todo, incluso destruyendo el legado del Presidente Chávez. El gobierno de Maduro no tiene nada que ver con el de Chávez. Usan su nombre como si fuera un franquicia y manipulan su imagen, pero en los hechos reales no es un gobierno chavista.

Usted aparece como uno de los principales defensores del legado de Chávez, pero fue él quien eligió a Maduro…

Si el Presidente Chávez estuviera vivo encabezaría una rebelión contra Maduro. Pasé 12 años al lado de Chávez, fui su estrecho colaborador en la industria petrolera y estoy seguro que si él hubiera tenido la oportunidad habría destituido a Maduro, le hubiera quitado cualquier respaldo político e incluso Maduro estaría preso. Chávez no dijo que Maduro era su sucesor, nunca habló de eso. Pidió que lo apoyáramos, en caso de no regresar en condiciones de la operación en Cuba para asumir un nuevo mandato. No pensaba en morir.

Usted señaló que si Chávez estuviera vivo sacaría a Maduro. ¿Hay golpismo en Venezuela?

Uno de los grandes legados que dejó el Presidente Chávez fue un apego al respeto a la Constitución, el 13 de abril celebramos 17 años de la derrota del golpe de Estado del 11 de abril de 2002 y a partir de ahí, de nuestro Ejército fueron extirpados los sectores golpistas como se han conocido tradicionalmente en nuestra región. Un problema del que adolecen la oposición y el madurismo es que ellos desconocen a la otra mitad del país. No se va a poder volver a gobernar Venezuela desconociendo que existe la otra mitad. El problema con la oposición es que lo único que le promete al chavismo es muerte y persecución. Y por supuesto, los militares actúan respaldando a Maduro, entre otras cosas, por una cuestión de instinto de supervivencia. Habría que garantizar, para producir un cambio político, una estabilidad a instituciones tan importantes como las FF.AA. y transitar a un gobierno de emergencia que puede durar 18 meses o dos años, para garantizar las condiciones de ir a unas elecciones y que el pueblo decida.

¿Cómo se produjo su quiebre definitivo con Maduro?

Una vez que asumí la vicepresidencia económica, choqué con grupos de intereses que rodearon a Maduro. Lo que desencadenó mi quiebre con el gobierno fueron los eventos violentos del año 2017. No podía seguir representando a un gobierno que fuera violador de los DD.HH. Maduro es una persona que sufre una especie de desequilibrio emocional.

¿Es correcta la estrategia de Guaidó para forzar la salida de Maduro?

La oposición tiene que entender que el chavismo es parte de la solución en Venezuela. Por eso mi propuesta de una Junta Patriótica de Gobierno, donde todos los sectores nos pongamos de acuerdo, salgamos de Maduro y después vamos a elecciones. Creo que esa es la única salida en este momento.

¿En qué pie queda la oposición tras los acontecimientos del 30A?

Después de los sucesos del 30 de abril, que fue un intento golpista, la oposición queda muy mal políticamente porque dejó en evidencia varias cosas. Una es que quien está realmente detrás de Guaidó es Leopoldo López, quien es una de las figuras más intolerantes de la oposición y con mucho rechazo en el pueblo, en el chavismo, en las FF.AA. e incluso dentro de la misma oposición. Por otra parte, evidentemente fue una aventura que se quedó aislada. Fue en solitario y no hubo ningún respaldo al intento golpista en el resto del país. La lectura que tiene que hacer la oposición es que no pueden seguir siendo comandadas ni dirigidas sus acciones por el grupo más extremista. En nuestra cultura política está desterrado el golpe de Estado, porque es difícil que la gente lo apoye y por otra parte, sencillamente la gente está cansada del conflicto.

¿Existen opciones reales de una intervención militar de EE.UU.?

Una intervención militar sería el peor error a cometer en esta situación. La oposición tiene que dejar de lado la arrogancia y entender que solo el chavismo puede sacar a Maduro.

Otra aventura más

Ninguna sorpresa, muchas dudas y unas pocas preguntas

El gobierno de maduro, no sólo ha sumergido al país en la peor crisis de su historia, sino que ha cerrado cualquier vía política para la rectificación de sus errores, o permitir que el pueblo se exprese por las distintas vías contempladas en nuestra Constitución.

Primero arremetió contra el Chavismo, persiguiéndolo, arrinconándolo, encarcelando a cualquiera que manifestara desacuerdo con sus acciones o formulara críticas por muy constructivas que éstas fueran, sepultó con su arrogancia y prepotencia al psuv, a la democracia participativa y protagónica, el ejercicio siempre sano de crítica y autocrítica, la rendición de cuentas. Lo dijimos tantas veces y la respuesta ha sido violenta.

Igual hizo con los factores de la oposición tradicional del país: los persiguió, encarceló, inhabilitó. Su respuesta violenta y desmedida han costado muchas vidas. Se ha instaurado un gobierno intolerante, autoritario y profundamente antidemocrático. El país está asfixiado, quien puede sale, otros, se han resignado al caos, los más, tratan de sobrevivir en un estado de cosas insólitas, inmersos en un deterioro de su calidad de vida y sus derechos políticos, impensables tan solo hace seis años.

El autoritarismo, la violencia y el abuso del gobierno, han abierto las puertas a cualquier desenlace cruento en el país, desde la disfuncionalidad del Estado, una confrontación peligrosa entre hermanos o un conflicto militar abierto.

Es en este marco de los posibles desenlaces cruentos en el país, que los sucesos del pasado 30 de abril no pueden sino calificarse como una aventura más de la extrema derecha venezolana. Lo primero es subrayar, para que no se sigan yendo por las ramas, que se trató de un intento de golpe de Estado. Los factores extremistas de la oposición venezolana han tendido en los últimos 20 años, a evadir o encubrir la naturaleza de sus propias acciones. Así pasó el 11 de abril de 2002, cuando negaron el golpe de Estado y hablaron de un “vacío de poder”, o cuando calificaron al sabotaje petrolero de diciembre de 2002, como una acción de la “sociedad civil”; y, ahora, con esta nueva intentona de la madrugada del 30 de abril de 2019, la califican de “operación libertad”. La aventura, la mentira, la evasión de responsabilidad, siempre han caracterizado la acción de estos grupos de poder, que son los mismos del golpe de abril del 2002, pero ahora reducidos a su expresión más intolerante y violenta.

Ni ellos, ni sus promotores, terminan de entender que los golpes de Estado están desterrados de nuestra cultura política, por lo menos de la mayoría; y que, a pesar de la situación desastrosa a la que el madurismo nos ha llevado, no vamos a retrogradarnos al golpe de abril del 2002 o a lanzarnos por el barranco que nos lleve de vuelta a la IV República y sus espectros.

La imagen de un Guaidó solo, de madrugada, con Leopoldo López atrás en actitud desafiante, cual “Avenger”, rodeado de algunos pocos efectivos de la Guardia Nacional, anunciando un inminente alzamiento de unidades militares en el país, hablaba por sí misma: se trataba de una intentona militar de su partido político, donde su jefe, si a alguien todavía le quedaba dudas de quién era, estaría al frente. Para los que conocemos el mundo militar chavista, la realidad de nuestros componentes, donde es el Ejército quien define cualquier situación en el país, además de lógica política, nos dimos cuenta de inmediato, que ésta no era más que otra peligrosa aventura, típica de este grupo. Inmediatamente, recibimos e intercambiamos llamadas con amigos y oficiales chavistas que señalaban, que, a pesar de la extendida molestia con maduro, la situación del país y la de la propia institución militar; nadie, o por lo menos muy pocos, estarían dispuesto a sumarse a un movimiento encabezado por Leopoldo López y su partido extremista.

Los casi inmediatos tuits de dirigentes políticos y presidentes de otros países, llamando a que los ciudadanos venezolanos se lanzaran a la calle para apoyar la intentona, no sólo resulta una intromisión abierta, clara e inaceptable en nuestros asuntos internos, sino que dejaba claro, si es que alguien tenía dudas, de la estrecha relación entre los grupos políticos más intolerantes de Venezuela, la Florida, Colombia y Brasil. Esta comunión de acción y propósitos, lejos de favorecer a los grupos de la oposición, los desdibuja y les resta cualquier carácter nacional e independiente, si es que esa es alguna pretensión o preocupación de ellos. En todo caso, provoca mucho rechazo entre la mayoría del pueblo venezolano, en particular, en el seno de la Fuerza Armadas Bolivariana y del pueblo Chavista.

Ese día, la situación estuvo más clara cuando se supo, y se difundieron imágenes, de que los líderes de la intentona, jamás estuvieron dentro de la Base Militar de “La Carlota”, como hicieron creer. Estaban realmente fuera, en el puente del “distribuidor Altamira”. Para los observadores y dirigentes políticos internacionales con los que conversamos, resultaba increíble que alguien estuviese intentando una acción militar desde el puente de una autopista. La imagen era patética: solos, rodeados de algunos pocos efectivos de la Guardia Nacional, que ya habían comenzado a abandonarlos, y la presencia de algunos civiles. La visita y los abrazos de uno que otro dirigente de la oposición, felicitando, rápido, fugaz. Las caras de los promotores eran de desconcierto. López, arrogante, dando instrucciones sobre la posición de una ametralladora a un Guardia Nacional, la imagen surrealista de un racimo de plátanos al lado de la máquina de matar. Inmediatamente, se sucede un tiroteo donde los que se encontraban sobre el distribuidor, repelieron a los Guardias Nacionales que se aproximaron en moto, hiriendo gravemente a un oficial.

A los pocos momentos, fueron llegando al “punto de comando” de la intentona, los factores violentos ya habituales, a quienes les había tocado su diana de violencia, a la guarimba de siempre con las mismas intenciones y resultados. La mayoría de los efectivos armados, habían desertado del “comando golpista”, o ya habían sido detenidos. Los promotores, como siempre, ya habían salido del sitio.

Más tarde, los líderes de la intentona, aparecieron en una “marcha” hacia el centro de la ciudad. Nuevamente, sus rostros nos recordaban los tristes eventos del 11 y 12 de abril de 2002, donde los ojos desorbitados por el odio y la revancha, de los mismos sectores políticos, exaltados, llenos de júbilo triunfalista, en aquellas horas de “Carmona el breve”, perseguían y capturaban, entre gritos y tumultos, a ministros o dirigentes políticos chavistas (incluyendo al fiscal que hoy hace lo mismo, y guarda silencio ante las violaciones de Derechos Humanos por parte de Maduro).

Pero en esta ocasión, a diferencia del 11 de abril de 2002, ni tenían militares, ni gente, ni objetivos. Estaban perdidos. La carroza de hombres armados que desfilaba por Chacao, fue incapaz de pasar ni siquiera de la esquina del Ministerio del Poder Popular para el Transporte, de donde salieron grupos de civiles armados que los dispersaron rápidamente. Luego, se informa que Leopoldo López se refugió en la residencia del embajador de Chile, pero que salió de allí porque había ya muchos “huéspedes”. Poco más tarde, se supo que, finalmente, se alojó como “huésped”, en la residencia del embajador de España. Con esta acción cerraba, con una sensación de patética improvisación, la peligrosa aventura.

Ninguna sorpresa.

No sorprende a nadie que esta intentona militar haya fracasado, toda vez que estaba plagada de errores en su concepción y ejecución. Lo he dicho y lo vuelvo a repetir: para cambiar la actual situación política del país, deponer a maduro del poder, restablecer la Constitución y devolver la soberanía al pueblo e iniciar la reconstrucción del país, hay que contar con el chavismo como bloque político y social. Hay que contar con todos los sectores patrióticos, progresistas, revolucionarios, incluyendo de la oposición; y, por supuesto, con los militares.

La intentona pasada fue una acción aislada, sectaria del partido voluntad popular, que dejó de lado a todos los sectores del país, incluyendo a los restantes factores de la oposición, que, al final, luego que se enteran se les terminan sumando.

Volvió a suceder como el 23 de enero, cuando Guaidó se autoproclamó “presidente interino”. Las caras de los dos vicepresidentes de la Asamblea Nacional eran un poema, de sorpresa, de quien se acababa de enterar, al punto que ni siquiera levantaron la mano en señal de aprobación. Igual ahora, no estuvieron en el pronunciamiento del distribuidor, sólo fueron “a saludar” y a comprometerse en un abrazo que puede costarle caro a Zambrano (ojalá que no, pero parece que sobre él van a cargar la impotencia de lo que no se atreven a hacer con Guaidó), en cambio al otro no le va a pasar nada, porque él es de los “panas” del madurismo, su cuñado sigue haciendo “trading” para la PDVSA de Manuel Quevedo. Otros connotados líderes de la oposición, estaban completamente desinformados o guardaron el silencio de los que no acompañaban la aventura.

Queda claro que voluntad popular es el factor político que tiene el apoyo económico y político de los promotores extranjeros. Son los que pagan y ponen la música. Por eso, tienen la dirección política de la oposición, aunque estén desafinados y se equivoquen una y otra vez, son los que conducen a este sector a un error tras otro, a equivocación tras equivocación. Son los que claman por una invasión extranjera o un desenlace violento. Han prometido el saqueo del país, entre otras muchas cosas que no han sido, ni serán capaces de cumplir.

maduro, sigue en el poder, en buena medida, gracias a los errores de la oposición, cuya intolerancia y sed de venganza no los deja pensar. Seguirán chocando una y otra vez con esta realidad, debido a dos errores fundamentales:

1) Es difícil que la Fuerza Armada Bolivariana y el chavismo como bloque político y social, apoye un movimiento que tenga como propósito entregar el poder a Leopoldo López, voluntad popular, o la extrema derecha, que tiene veinte años prometiendo revancha y venganza contra el chavismo, que odian al pueblo, a Chávez y su legado, subordinados a poderes extranjeros.

2) Es un grave error pensar que el chavismo y el madurismo somos lo mismo. Una cosa es el Chavismo, el bolivarianismo: con su fuerza patriota, movilizadora, inclusiva, protagónica, revolucionaria, su amor y esperanza en el corazón de los humildes; y, otra muy distinta, es el madurismo: caótico, improvisado, traidor, incapaz, entreguista, corrupto e indolente ante el sufrimiento del pueblo. Cuando se nos mete a todos en el mismo saco, entonces maduro cabalga sobre el nombre de Chávez, azuza el miedo, el hambre, la necesidad, el chantaje, el instinto de supervivencia frente al odio de la extrema derecha.

Muchas dudas.

La actuación del Mayor General Cristopher Figuera siembra una gran duda con respecto a la situación en el seno del Ejército. Conozco a Cristopher desde mucho antes del inicio de su carrera militar. Luego, nos re-encontramos ya en el gobierno con el Presidente Chávez. Creo que es un hombre honorable, un patriota, Chavista y Bolivariano, colocado en una posición muy importante en la seguridad del Estado, pero seguramente llevado a una posición insostenible de acuerdo con sus principios. Espero que esté a salvo y que pueda hablarle al pueblo. Ya salieron las hienas a descalificarlo; seguro vendrán detenciones y persecuciones. Para mí, todos los oficiales del Ejército Bolivariano merecen respeto, me da pena verlos vilipendiados o sometidos por políticos que no calzan las botas de Comandante en Jefe.

Las declaraciones e informaciones públicas sobre la implicación de jerarcas del madurismo en la intentona, deja en el ambiente dudas importantes con respecto al círculo de poder que rodea a maduro, sobre todo, en el ámbito civil. Porque así como insisto en que el grueso del sector militar es Chavista y Bolivariano, y cuentan con todo mi respeto; tengo conocimiento y siento repulsa, por el sector corrupto que rodea a maduro en su círculo más cercano.

Para maduro poder “purgar” al chavismo del gobierno, perseguir y destrozar la obra del Presidente Chávez, se rodeó precisamente de personajes a los que el mismo comandante Chávez hizo a un lado, los alejó del gobierno en su momento. Todos los conocemos, maduro también. Por eso los trajo y los colocó en altísimos puestos de responsabilidad en el gobierno y las instituciones del Estado. Personajes sin competencia, sin equilibrio, sin principios, sin ética, pero que juraron fidelidad y colman de halagos a la figura de maduro. Su resentimiento en contra de Chávez era tan profundo, así lo nieguen, que gustosamente se prestaron para hacer “lo que maduro diga”. Asímismo, maduro se rodeó y le dió mucho poder a su propio grupo, personajes que estaban agazapados, a los que el presidente Chávez tenía a distancia del poder: políticos, diputados, empresarios, militares, aventureros, ex ministros que pidieron salir a embajadas, o que el propio Comandante tuvo que sacar de su despacho. Otros que abandonaron sus puestos y se fueron lejos porque “estaban enfermos”. Y, por supuesto, los operadores económicos del madurismo y su círculo íntimo, familiares por montón, que ahora son “grandes empresarios” de medios de comunicación, petroleros, proveedores de todo tipo al gobierno, desde el negocio de las cajas Clap, hasta la gasolina y diésel que ya no produce PDVSA. Esos son los que ahora se están quedando con las empresas del Estado, “contratos de servicios petroleros”; “expertos financieros”, importadores, especuladores cambiarios. Es raro encontrar sus nombres en la selva de las redes sociales, porque tienen todo el dinero del mundo para pagar por su “imagen”, para hacer “lobby” y porque al fiscal, triste-poeta, no se le ocurre ni mencionarlos. Dan dinero a todos, madurismo y “oposición”, para permanecer a salvo y en las sombras. Esos son los “socios” de maduro y del madurismo, incluyendo unos personajes extraños que a cuenta de “guías espirituales” de su secta, están en cuanto negocio y decisiones toma su círculo íntimo.

Cualquiera de estos personajes va a entregar a maduro. Los factores de poder extranjeros y sus organismos de inteligencia saben que allí no hay ni principios, ni lealtad, y mucho menos, consistencia ideológica, se venderán “al mejor postor”. Los han tocado uno a uno: sus intereses, sus negocios ilícitos, sus entramados empresariales, sus propiedades en los Estados Unidos o Europa, su prontuario, expedientes, sus posibilidades de salir del país. Es cuestión de tiempo, que estos señores dejen solo a maduro, porque la ética que los sostiene funciona para cualquier propósito político, o a favor de cualquier grupo de poder.

Tal vez ésto explica la prolongada ausencia y silencio de maduro y su círculo más cercano durante buena parte del día. Quien salió a dar la cara por el gobierno, fueron Diosdado y Padrino López. Mientras maduro estaba en silencio y en Fuerte Tiuna, reforzaban los aprestos militares para su protección personal, con su primer anillo recibiendo instrucciones de afuera.

Si mi respetado general Alberto Müller Rojas dijo en 2007 que el Presidente Chávez estaba “parado sobre un nido de alacranes”, expresión dura a la que el madurismo lamentablemente años después le daría la razón, hoy podríamos decir que maduro está rodeado de serpientes, que se han engullido esta revolución, como diría Silvio. En cualquier momento, lo entregan. No les importa.

Unas pocas preguntas.

¿Hasta cuándo nuestro país va a seguir expuesto, sufriendo, esta lógica de la “aniquilación del contrario” de dos grupos extremistas e intolerantes que harán lo que sea: unos para mantener el poder y otros para hacerse de él?

¿Hasta cuándo lo que queda del Chavismo en el gobierno, en el Ejército o en el psuv, va a seguir apoyando a maduro y su círculo de poder?

¿Hasta cuándo Diosdado y Padrino López, van a seguir dando la cara por este señor, protegiendo sus intereses, apoyando la destrucción del proyecto Bolivariano y entregando el país?

¿Hasta cuándo los sectores progresistas, revolucionarios, patriotas van a seguir callando, subordinados a esta conducción errática del gobierno y destrucción de la Revolución Bolivariana, a esta claudicación de los principios?

¿Hasta cuándo los sectores avanzados, progresistas o nacionalistas de la oposición venezolana, seguirán subordinados a la conducción del sector más sectario e intolerante de su espectro político?

¿Hasta cuándo Leopoldo López y su grupo de interés, van a seguir insistiendo en tomar el poder, a costa de lo que sea, pase lo que pase?

¿Acaso no queda claro que a estos grupos sólo los mueven sus propios intereses de poder, sus propios grupos económicos, que allí no hay intereses nacionales, ni el propósito de acordar nada?

La mayoría del país, del pueblo, los ciudadanos, estamos cansados del conflicto permanente de maduro y del madurismo, de las aventuras de la extrema derecha, de la injerencia extranjera, del deterioro de la situación económica, política, social. Estamos a la cola del mundo, somos otra vez el terreno de disputa de intereses internacionales, otros deciden por nosotros. Tenemos un país destrozado, del que sus jóvenes salen como pueden, donde no se puede vivir.

No hay más tiempo, a maduro se le acabó el tiempo, a la oposición también. El país sufre, los venezolanos y venezolanas, que somos la mayoría, estamos cansados del odio, de la amenaza, de la zozobra, el miedo, del estancamiento, de la desesperanza. Las fuerzas políticas y militares, tenemos que llegar a algún acuerdo que nos permita restablecer la Constitución y nuestro Plan de la Patria. Existir como pueblo Bolivariano. Ser otra vez un país, una Nación, con Instituciones, Leyes, justicia social, soberanía. Es urgente la unidad de los patriotas, la unión cívico-militar, una Junta Patriótica de Gobierno, que permita restablecer la soberanía a manos del pueblo. De no hacerlo, un día de éstos, despertaremos; y ya no habrá tiempo.

Audio entrevista con la BBC Radio

En entrevista con la BBC Radio, analizo los acontecimientos del aventurero golpe de la extrema derecha venezolana del 30 de abril.

Este 1ro de mayo no hay nada que celebrar

La acción del gobierno de Maduro ha sido marcadamente contraria a los intereses de la clase trabajadora. Ha sido una administración que ha desmantelado los avances obtenidos por dicha clase en décadas de lucha sindical y que ha echado por tierra la reivindicación de los obreros como clase social activa en las profundas transformaciones vividas por el país durante el período Bolivariano.

Los trabajadores han estado llamados a colocarse a la vanguardia de cualquier proceso revolucionario, en particular cuando se trata de construir el socialismo. Son ellos los que pueden prefigurar en el trabajo, el nuevo tipo de relaciones de la sociedad futura, aquella que superará las relaciones económicas y espirituales de las sociedades sustentadas sobre la explotación del hombre, la apropiación del trabajo y el egoísmo. Es sin duda, un estamento social fundamental en el desarrollo de un país cuyo bienestar se sustente en el trabajo, en el esfuerzo colectivo.

Este gobierno ha golpeado los intereses de los trabajadores de tal manera que hemos retrocedido a situaciones previas a la IV República, donde se han esfumado, así, como si nada, las Contrataciones Colectivas, el salario, las prestaciones sociales, los beneficios y protección social; además la libertad sindical y el derecho a huelga, favoreciendo la explotación brutal del trabajador y retrogradando al país a relaciones de producción atrasadas, salvajes y profundamente injustas.

Las relaciones de trabajo en Venezuela han sido llevadas a un punto que serían la envidia de cualquier gobierno autoritario, neoliberal, muy parecidas a las relaciones de trabajo impuestas por las dictaduras del cono sur durante los años 70.

Otro elemento característico de la situación actual, es que, en este modelo retrogrado que se ha impuesto al país, se ha destruido el trabajo como factor de creación de riqueza para la sociedad. Ya no hay trabajo alguno, no hay producción de nada, ni de petróleo, ni alimentos, ni manufactura de insumos básicos, ni industrial.

El gobierno se ha dedicado a entregar los recursos naturales, especialmente el petróleo, el gas, el oro y cuánto mineral puedan llevarse de nuestro territorio, todo lo que se pueda transar, entregar, con una explotación salvaje, una mínima inversión. Es el saqueo total. No hay procesos productivos, por ende no hay generación de riqueza, hay una pobreza que nos asola.

Esta afirmación se constata en la dramática caída del Producto Interno Bruto -PIB-, del país durante este periodo de desastre. Desde el año 2014 se ha venido acumulando una caída del PIB del 63%. Esta estadística devastadora, indica que no hay trabajo, nadie está produciendo.

La contribución de la actividad petrolera al PIB ha sido históricamente del 12%, quiere decir que, sacando el efecto de la destrucción de la industria petrolera como un factor que influye en esta caída, el resto de la actividad productiva del país, el 88% restante: la construcción, manufactura, agricultura, agroindustria, industrias básicas, metalúrgica, químicas, etc. se vinieron abajo, se desplomó nuestra actividad productiva.

Por otra parte, las últimas estimaciones económicas del país indican un desempleo de más del 35%, una pobreza del 81% de la población, un salario mínimo mensual de 1,7 dólares, una emigración de 3.7 millones de venezolanos.

Datos recientemente conocidos precisan que una familia venezolana promedio de cinco miembros necesita más de 600 dólares mensuales para subsistir, y, en consecuencia, se prevé una caída histórica del consumo en niveles superiores a 70%. Son cifras de hambre.

Tenemos un país empobrecido, desmantelado, paralizado. Este es el país de maduro, del no-trabajo, que se sostiene con base en el saqueo de los recursos naturales y con las remesas que ahora envían los venezolanos desde el exterior.

El modelo madurista ha hecho “caída y mesa limpia” con los derechos de los trabajadores, sus conquistas. Veamos cómo se desarrolla esta política:

– El 17 de agosto de 2018, en su anuncio del paquetazo económico, maduro utilizó el artificio de quitarle 5 ceros al bolívar fuerte para crear el llamado “bolívar soberano” y anclarlo al “petro-espectro”. Inmediatamente reconoció el valor del tan criticado dólar paralelo de “Dólar Today” y a partir de allí se estableció un nuevo sistema cambiario, utilizando la tasa Dicom. Todas estas maromas, enrevesadas a propósito para confundir al ciudadano, se materializaron en una mega devaluación de la moneda y un reconocimiento de su estruendoso fracaso en la conducción de la economía y del gobierno. Los muchachos de “15 y último” han estudiado el comportamiento del nuevo signo monetario y la increíble carrera devaluacionista del gobierno, donde la variación del tipo de cambio desde el 20 de agosto de 2018 al 22 de abril de 2019 ha sido de 8.566%, una carrera en la que solo han perdido los trabajadores.

– Ese día, en medio de acusaciones de que el gobierno de Chávez estaba plagado de “falsos positivos del socialismo”, entre excusas y las incoherencias discursivas de siempre, maduro borró, así de un plumazo, todos los beneficios y el ahorro de los trabajadores. Es decir, el sueldo, utilidades, caja de ahorro y prestaciones se desvanecieron, devorados sin remedio por la hiperinflación y la devaluación , se perdió el producto de años de trabajo. Maduro esfumó los beneficios de los trabajadores. ¿A quién favoreció esta medida? Solo a los empresarios, empleadores y transnacionales que operan en el país, que vieron como en un solo anuncio presidencial, redujeron en casi su totalidad los compromisos económicos que por ley tenían con sus trabajadores. Me comentaba un compañero trabajador en una conversación que teníamos con un grupo de obreros, que cuando el presidente Caldera borró la retroactividad de las prestaciones sociales, al menos hubo una “comisión tripartita”, donde los trabajadores pudieron decir algo respecto a esta medida, pero ahora, me decía el compañero, “a nadie se le consultó nada, nadie discutió, ni se evaluaron las consecuencias, ni el efecto devastador para el ahorro y la seguridad social de la clase trabajadora”. Nada, ese es el tipo de “discusión nacional” que es práctica del gobierno, como dice el psuv es “lo que maduro diga”.

– Ese 17 de agosto, maduro reconoció que había estado imprimiendo dinero inorgánico, “porque así es la vida”, y juró que no lo haría más, prometiendo disciplina fiscal, con una meta de “déficit cero”, acompañada con un incremento del IVA, el impuesto regresivo por excelencia, llevándolo del 12,5% a 16% uno de los más altos de América Latina. Pocos días antes de su alocución, maduro ya había había firmado el Decreto N° 3.569 exonerando a PDVSA y a las transnacionales del pago de impuestos petroleros. En nuestro artículo “El paquetazo del fracaso”, nos preguntamos ¿cómo haría el gobierno para alcanzar esta meta neoliberal, si no había producción de petróleo y además exoneraba de impuestos al sector? La respuesta vino a las pocas semanas: se inició una abierta ofensiva anti obrera en la administración pública y las empresas del Estado. De repente, así a lo bravo, a pesar de que nuestra Constitución garantiza la progresividad de los derechos laborales, se desconocieron las convenciones colectivas de los trabajadores públicos, se impuso una sola tabla; se borraron beneficios conquistados durante años de lucha sindical; se desconocieron los incentivos a la formación, preparación, el conocimiento ¿para qué estimular la formación, preparación, el esfuerzo, si este es un gobierno de mediocres? El gobierno ha asumido para sí la consigna franquista de “muera la inteligencia”, como lo describe muy bien el Toby Valderrama en su artículo del mismo nombre, donde se refiere al maltrato a las universidades del país, donde un profesor titular tiene una jubilación de 8 dólares.

– Para imponer esta política anti obrera en las empresas del Estado, en la Administración Pública, maduro ha utilizado a los militares, sobre todo al componente de la Guardia Nacional. Éstos creen que están en un cuartel, en un territorio donde los trabajadores son enemigos, sospechosos, indeseados: se les maltrata, atropella, se les escamotean sus derechos, se les humilla o sencillamente se les bota, sin el más mínimo respeto por la Ley del Trabajo, ni mucho menos por la dignidad de los trabajadores. Estos señores generales se rodean de incondicionales, aduladores y sumisos de todo tipo. Utilizan grupos proto-fascistas que vigilan, acosan, persiguen y reprimen cualquier reclamo legítimo de los trabajadores. Utilizan a los muchachos de “chamba juvenil” para sustituir trabajadores calificados, para dividirlos.

– También está el recurso, más preciso, dirigido contra los líderes obreros, de levantar falsas acusaciones, expedientes de corrupción, conspiración; o, sencillamente, llevárselos presos. Ahora las cárceles están repletas de trabajadores de todos los sectores: petroleros, eléctricos, del Metro, de las empresas básicas, y de las empresas privadas ¿Dónde están los trabajadores presos-secuestrados por el gobierno? ¿Por qué se los llevan a instalaciones militares? Por otra parte, ahora los “pranes” son utilizados para amedrentar trabajadores o líderes obreros, en estados como Aragua y Carabobo, las pocas Contrataciones Colectivas que hay, se discuten y deciden en Tocorón. Nadie actúa, no hay gobierno.

– Los generales o ministros de turno, para contener a los trabajadores, utilizan de aliados a los sindicalistas corruptos del madurismo. Allí están acordando de espaldas a los trabajadores pírricos beneficios, haciéndose los locos ante las violaciones a la ley, mientras les piden sacrificios y paciencia a los trabajadores porque “aquí no habrá elecciones sindicales, ni Convención Colectiva”.

– Ante cualquier protesta o disconformidad de los trabajadores, la respuesta de los administradores, jefes de despacho, o los mismos ministros es: “si no te gusta te vas”, o “no te doy caja Clap”, “te suspendo el sueldo” o “vas preso”. En el Ministerio del Petróleo arremetieron contra las maestras del preescolar La Alquitrana; a las enfermeras del Ministerio de Salud las reprimieron, sin importarles la noble función que cumplen para los niños o los enfermos.

– Cuando el amedrentamiento y el “control interno” no es suficiente, entonces, actúa el Sebin, Dgcim, hasta el Faes. Todo el aparato policial y de inteligencia del Estado está a disposición de la represión de los trabajadores.

– Este gobierno acabó con el derecho a huelga. No se permite. Los obreros que protestan se arriesgan a lo que sea: prisión, represión, despidos, violencia física.

– El Ministerio del Trabajo, es una entelequia, así como la Fiscalía. Se hacen oídos sordos, ciegos, mudos, ante las permanentes violaciones de los derechos de los trabajadores. Es que el ministro que está allí, está para hacer “lo que maduro diga”, no lo que mande la ley.

Todo esto es ilegal, contrario a la Ley Orgánica del Trabajo que el comandante Chávez firmó, como su último acto de reivindicación de los trabajadores. Es contrario a nuestra Constitución y viola los tratados internacionales suscritos por Venezuela ante la Organización Internacional del Trabajo.

Este gobierno anti-obrero, con su presidente anti-obrero, al desmantelar el sistema de beneficios y protección social de los trabajadores, prepara el terreno para seguir entregando el país al capital transnacional. Está creando las bases y condiciones para su modelo capitalista-autoritario de derecha. Le ha escamoteado, ha transferido al sector empresarial las prestaciones, el ahorro, el trabajo de la clase obrera. Ha pretendido alcanzar su meta neoliberal de “déficit cero” a costa de los trabajadores de las empresas del Estado. Ha dividido a los trabajadores, los ha desmovilizado, de toda la Administración Pública, sin importarle el Estatuto y Ley especial que la rige. Ha destruido las capacidades productivas, el trabajo, ya éste no es un valor en la sociedad, ni el conocimiento, ni el estudio.

Tal vez el daño más grande a todo el país, ha sido quitarle a la clase obrera su ímpetu transformador, su protagonismo en el hecho económico, político y social. Se suponía que la clase obrera sería el germen del nuevo tipo de relaciones en la sociedad. La otrora clase obrera Bolivariana, rebelde, solidaria, altruista, la que derrotó el sabotaje petrolero, la que confrontó la violencia política, la que adquirió conciencia del deber social, del interés colectivo, patrio, no existe más. Hoy sale del país, abandona sus puestos de trabajo, sus fábricas desmanteladas, se mantiene en silencio, con miedo, dividido.

Compañer@s trabajadores, este primero de mayo no hay nada que celebrar. Este primero de mayo debe ser una jornada de combate, retomar su rol histórico: la clase obrera será la partera de la historia, la vanguardia de la revolución bolivariana.

Yo los conozco, los he visto, me he maravillado de su esfuerzo, su trabajo, a veces en condiciones tan duras, pero siempre afectuosos, solidarios, llanos, humildes, con una claridad política envidiable, un instinto de clase que está allí, siempre bolivarianos, chavistas: desde los muchachos en las lanchas del lago de Maracaibo, en las plataformas, en las gabarras, pasando por los trabajadores del Coloso de Paraguaná, del Palito, la Refinería de Puerto La Cruz, el Batallón Faja, la Plataforma 4 de febrero, hasta los taladros de la sabana que solían llegar a las entrañas de la patria para construir un nueva con el petróleo que brotaba de ellas; los trabajadores del acero, del aluminio, hoy con sus hornos y celdas apagadas, a todos los trabajadores, los de PDVSA, Corpoelec, el Metro, la UCV, las plantas de tubos, el Ministerio de Petróleo, Cancillería, la CVG, SIDOR, Ferrominera, de las cementeras; todos trabajadores de la patria, hombres y mujeres que se han echado al hombro a un país entero.

No es tiempo de celebrar, tampoco de lamentaciones, levanten la mirada, vean al futuro, atiendan al llamado de sus conciencias, solo la unidad y lucha de la clase obrera volverá a poner los intereses de la patria por sobre la miseria y el desastre. No podemos apoyar las políticas anti obreras y entreguistas de este gobierno, pero tampoco nos sumaremos al coro de los que quieren horadar el suelo patrio y aplastar a los humildes. Serán ustedes, los que tengan que mostrar el camino, volver a Chávez, al socialismo, ser leales a sus propios intereses de clase que al final son los de todo el pueblo, vencer el miedo, dejar la tristeza atrás y prepararse para la lucha por un futuro luminoso para todo el pueblo, una sociedad solidaria, donde el trabajo liberador del hombre sea el pilar de la Patria ¡Venceremos!

Inquisition 2.0

The two-time President of Peru, Alan García, committed suicide on 17 April by shooting himself in the head, dramatically bringing to an end the harassment campaign against him led by prosecutors and magistrates.

García was an important Peruvian political leader, head of the APRA party and former president, much admired by his peers in the region. He took his own life in a desperate act, much like a sacrifice on the altar of infamy for the political consciousness of his country and the region. My deepest respect to his memory and my condolences to his family, friends, colleagues and the Peruvian people.

But this situation of the «judicialisation of politics», or «lawfare», also happens in Argentina, with harassment by the judiciary against President Cristina Kirchner and her daughter, and the imprisonment of ex-minister Julio De Vido. It’s also present in Brazil, this time against President Dilma Rousseff and with the jailing and the absurd sentences dished out to President Lula Da Silva. And also in Ecuador, with the persecution and exile of President Correa, as well as the incarceration of Vice President Jorge Glas and the Minister of Foreign Affairs, Ricardo Patiño. What’s more, it’s rife in Venezuela, with the judicial harassment and forced exile of yours truly, as a former minister of President Chávez, the imprisonment of ex-minister General Miguel Rodríguez Torres, and the detention and death in custody of former minister Nelson Martínez, as well as the kidnapping-jailing of hundreds of workers from all over the country, such as PDVSA or Corpoelec employees, political leaders and officers of the National Bolivarian Armed Forces.

In all these cases, the characteristics are the same: the forces in power, whether they’re «Macristas», «Bolsonaristas», «Maduristas» or «Morenistas», use the law as an instrument for political persecution. A judicial system that acts in a biased way, like an extra arm of the forces in power. For example, the State Prosecutor abuses his powers, lashes out against left-wing political leaders, revolutionaries, or anyone posing a risk to the powers that be.

The argument is always the same: «corruption». A sweeping accusation, without evidence, fuelled or accompanied by a brutal smear campaign in the mass media or on so-called social networks, such as Twitter, and the entire industry of infamy.

The presidents, now acting as accusers and executioners, dish out sentences, condemn people, without even keeping up appearances, and suffer from the declaratory incontinence of he who knows no limits.

In our country, infamies are not a new thing. The Father of the Nation himself was the victim of the persecution of Páez, Santander, Flores and all those who saw him as an obstacle to their own plans for power. They took the Father of the Nation to the «brink of the grave», in Santa Marta, where, on his deathbed, he gave his last speech to the Colombian people, not without a hint of pain and sadness: «My enemies abused your credulity and violated what to me is most sacred – my reputation and my love of freedom. I have been the victim of my persecutors, who have brought me to the brink of the grave. I freely pardon them…»

We can also look back into the history of infamy across the world from the crucifixion of Jesus, colonialism, the Inquisition, the World Wars and Nazism to genocide and many other episodes of the degradation of the human condition and violence.

These outbursts of hate and the narrative of intolerance have always existed, but now, in our times, they’re hugely empowered by technology, by social media and the capability of enormous financial and media corporations to influence people, in a matter of seconds, on specific situations. They generate and manipulate political and social phenomena, and they create their own «truths» until they secure the annihilation of their opponents, whether they’re people, states or countries.

This is what we could call an Inquisition 2.0, because the new space for spreading intolerant speech, disparagement and hatred are social networks and media corporations, which have become new courts, with summary proceedings that always respond to the political stance of the interests they represent.

Venezuela, the country of fear.

Let’s look at how this Inquisition 2.0 works in Venezuela, the country of fear. Nicolás Maduro decides, together with his inner circle, to stamp out whoever he sees as his enemy or an obstacle to his own political plans; or because simply they’re trying to neutralise or destroy the political leaders, especially those who oppose him from the revolutionary field.

The aggression is preceded by an intense smear campaign on social media. The government, through a criminal use of state resources and economic operators, has received external support to build up an immense platform of bots and groups of Twitterers.

In each ministry, state agency, government body or city council, there’s an entire team of people dedicated to social media platforms. They receive instructions from the minister of manipulation and lies, or from any of the new «chiefs». They have a list of leaders who they have to attack, destroy and vilify. No matter who the targets are, these people are ordered to berate them, using the argument of corruption, insulting them and saturating the dregs of social media. They’re experts in the «dirty war» and open up «cans of worms» and «false positives», as the prelude to a threat or accusation by Maduro or Tarek William Saab, usually via the state TV and radio network, or any state event, even funerals. After that, there’s some sort of legal action, a raid or an arrest-kidnap by the security forces.

These Twitter groups, bots and «situation rooms» are able to manipulate social media, misinform people, confuse users or make something a trending topic. Lots of money from the Venezuelan State is poured into these operations and lots of people have made this a big business, charging in US dollars. This is a Twitter-led government.

In parallel, the print, audiovisual and digital media, acquired by the Madurismo movement through his henchmen, take on an editorial stance where they only reflect what Maduro wants, silencing and censoring his opponents. Some are more aggressive, as they’re more closely tied to the powers in force and their businesses, providing their spaces for the government representatives to tell blatant lies, insult or threaten their opponents on primetime programmes, without offering the constitutional right to reply.

As a consequence of Inquisition 2.0, direct action surges up on the ground. When Jorge Rodríguez reads out a list of the alleged members of a new «conspiratorial plan», whether it’s the «drone attack», Palomo’s «confession» or Roberto Marrero’s prolific phone number (ever so similar to Reyes’s computer), what follows is an action by the security forces, instilling panic among those mentioned and a feeling of fear.

When entertainment programmes (full of threats), with their hate-ridden «anchors», spew out a script of cowardly accusations and moral lynchings onto the victim, everyone knows that an aggression is coming up, unless you’re a banker or have some sort of business «up at the top».

When Tarek William Saab makes a statement without being able to contain his shortcomings, in a vain attempt to justify the excesses already committed against someone else, insulting or accusing-condemning the victim, you know that there’s nothing that can be done. An assault is about to come from the State Prosecutor and there’ll be no right to defence, a trial or any type of guarantee.

Maduro zooms in on his most bitter enemies. Then, when full of hatred he expresses his own miseries and his violence, abusing the powers of the State, attacking people and unleashing all the demons, everyone applauds. His staunchest followers act immediately and the victim has to be wiped off the face of the earth. Hatred has to be spread against everything that has been linked to the «fallen in disgrace». The victim is thrown out of the PSUV; he’s degraded from the FANB; he’s erased from photos; betrayals and infamies are enforced; he’s taken away from even the most loyal compatriot; the relationship is ignored or denied; shared positions are thwarted; fear prevails and human quality is degraded. It’s better to applaud than to think.

The desired effect of these operations is nothing less than to divide and demobilise the people; imposing silence, indifference, individualism; forcing people out of their companies, their institutions, their homes and the Fatherland. What they want is to create an atmosphere of fear and of crippling terror. The only thing in which Madurismo has been effective has been instilling fear throughout society.

Room 101, the Ministry of Love.

The government has instilled the Orwellian world of 1984 into the general psyche, the ever-feared «Room 101, the Ministry of Love», where the victim is taken to the extreme of betraying the ultimate human bonds; in our case, previous relations, partnerships, friendships or political principles, until the people bow down to «whatever Maduro says». This has been achieved through the extreme use of violence. Let’s have a look at some of these iconic events, or which have already become common practices of political violence by the State, which are also serious violations of Human Rights:

  • The deaths of hundreds of Venezuelans in episodes of political violence on the streets, where brutal actions by the police, the National Guard, paramilitary groups and armed civilians have remained in absolute impunity.
  • – The rocket-propelled grenade blasted into the home of Oscar Pérez when he was voluntarily asking for the presence of the State Prosecutor (who never appeared) in order to surrender.
  • – The death of the councillor Fernando Albán (who «committed suicide» at the headquarters of the SEBIN).
  • – The persecution and harassment of PDVSA workers, as well as the violence exercised against them. Disproportionate police operations, carried out by masked rifle-bearing officers during workplace arrests and the early morning detentions of ministers fallen into disgrace and broadcast by VTV.
  • – The existence of La Tumba, El Helicoide and other detention centres, where the detainee is abused, drugged, harassed, kept in isolation and constantly punished, without the right to visits or representation, while their family members are threatened with punishments or reprisals.
  • – The kidnapping of any worker who fights for their rights; the kidnapping or harassment of the relatives of the persecuted politicians, the death of farmers at the hands of organised assassins.
  • – The action of the FAES or paramilitary groups who repress the people in the neighbourhoods, kill anyone they want and do whatever they feel like.
  • – The use of ‘pranes’ (gang leaders), the control they have over the detention centres and the role they play in the repression of people and the intimidation of workers.
  • – The impunity, the absence of guarantees, the feeling that there’s no law or justice and that this is a government of thugs, where there’s no Rule of Law… This is what Maduro has achieved.
  • Gone is the state of full freedom and guarantees of the government of President Chávez and of the Bolivarian Constitution, and the participatory and protagonist democracy that we’re all fighting for. We’re not working or sacrificing ourselves for this; that was not the dream of the Bolivarian Revolution.
  • Today, an authoritarian, repressive and intrusive system has been established, far from our idiosyncrasies. Offices of the public authorities, national companies and state institutions are spaces of fear. Nobody dares to speak, complain or make any comments; they’re afraid to send emails; they delete messages from their phones; they disguise themselves in workplace chats and they distrust everything.
  • Popular Power has been dismantled, as have the Missions, which used to be spaces of participatory and protagonist democracy. Any activity of everyday life, such as getting hold of a document, going on a trip, working, eating, moving around, etc. is a total nightmare, an investigation, an intrusion into citizens’ privacy.
  • Citizens are permanently under suspicion, being checked over, being asked questions, having their phones checked, getting quizzed about tricky issues and being treated like criminals. The manipulation that Madurismo inflicts onto the needs and problems that they themselves have created is terrible. It’s non-stop humiliation that is degrading the people: «if you complain, there’s no food box for you», or «there’s no bonus», or «I’ll take away your state-sponsored house from the Great Housing Mission Venezuela», or «I’ll hold back your salary», or «I’ll fire you», or «you’ll be a prisoner soon».
  • At the other end of the spectrum, the most extremist opposition groups are acting in a similar way, with intolerance and violence. They’ve also given their spaces over to social media influencers and Twitterers. There are no ideas, opinions, discussions, or sensible positions. Just extreme positions that are enforced by blackmail, social pressure of the elites, and fear.
  • They openly call for an invasion and for war. They’re willing to hand over a tractor to the other half of the country. All they do is promise to wipe out Chavismo, the institutions and then hand over what’s left of state companies. That’s why they are trapped in Maduro’s game.
  • In the case of the opposition, a very lucrative business has been created, which is paid very well and in dollars. These are some of the self-proclaimed «investigative journalists» or «Twitter influencers» who are actually political operators and receive funds from abroad, even from the economic operators of Madurismo. Some have their own websites and work for large media corporations with clear political stances. They create all this international mayhem and work for extremely powerful interest groups, sometimes for the government and are paid for by foreign organisations.
  • And many times, a lot more often than what their followers would like to believe, they receive money from Madurismo. Basically, they work for both sides, whichever one pays better. The same is true about certain opposition MPs who «throw their arms up in horror» with proactive speeches and threats and fake news, but they’re actually in cahoots with Madurismo while receiving money and favours. In the National Assembly, there are certain MPs who are lynching or attacking the enemies of Madurismo, while demobilising the opposition.
  • There are no ethics; there’s no ideology; there are no principles. It’s that simple and sad, especially because all their uproar triggers off campaigns of harassment and persecution, which end up in personal tragedies for the victim, prison or even death, as is the sad case of ex-President Alan García.
  • It’s a new inquisition, where nefarious characters, ranging from presidents and public prosecutors to «crooked journalists» 2.0, with political power or money, or as part of a multinational operation, are capable of destroying anyone’s life, contorting political situations, provoking coups d’état, prison, invasions, suicides and pain.
  • These are the new courts of intolerance and hatred, without rules or principles of any kind. Those from the Bolivarian camp who are playing at this game, or keeping quiet, later realise that they too will be victims. First they went for the workers, now they’re going for the farmers, and afterwards it will be too late.
  • I’ve said it over and over again: it’s essential to reclaim the exercise of politics with a capital «P»; the discussion of ideas, tolerance, thinking big, where principles and ethics prevail. If we don’t go back to politics, we’ll continue being victims, as a country, of the denial of reasoning, of the triumph of hatred, of this new type of Inquisition 2.0, which is perverse, effective, inhumane and cruel.

Rafael Ramírez: denuncia que madurismo usa modelo represivo en las redes para perseguir a sus oponentes

El dirigente chavista denuncia un modelo de persecución política que combina la judicialización de la política y campañas de difamación tanto en las redes sociales, como en los grandes medios de masas.

Caracas, 25 de abril de 2019.- En opinión del dirigente chavista y ex ministro Rafael Ramírez el modelo de persecución y represión que se utiliza en Venezuela y otros países de América Latina, sobre todo contra líderes y activistas progresistas, configura un nuevo modelo de inquisición, una “Inquisición 2.0”, cuyo objetivo es destruir, a través del linchamiento moral, la persecución y la cárcel a quienes se oponen a los poderosos intereses políticos y económicos que están detrás de gobiernos como el de Nicolás Maduro.

¿Y cómo funciona esa inquisición 2.0? El ex presidente de PDVSA, que ha sido una víctima más del método, devela los pasos que siguen estos sectores reaccionarios en el país: una vez que Nicolás Maduro marca al enemigo a atacar, lo primero que se desata es una campaña de linchamiento moral en los medios públicos y redes sociales manejadas por el gobierno, como paso previo a la ofensiva judicial, siempre a cargo del fiscal subalterno Tarek William Saab, a partir de las “ollas” y “falsos positivos” montados por el propio gobierno.

“En cada Ministerio, organismo del Estado, gobernación, alcaldía, existe una nómina entera dedicada a la plataforma de redes. Reciben instrucciones de Jorge Rodríguez, ministro de la manipulación y mentira o de cualquiera de los nuevos ‘jefes’. Tienen una lista de dirigentes a quienes deben atacar, destruir, vilipendiar. No importa de qué se trate, hay que atacarlos, utilizando el argumento de la corrupción, el insulto, saturar las redes de basura. Son expertos en la ‘guerra sucia’, allí se montan ‘ollas’ y ‘falsos positivos’, como la antesala a una amenaza o acusación de Maduro o de Tarek William Saab, normalmente en cadena de radio y televisión, en cualquier acto de Estado, o evento público, incluyendo funerales; luego, viene una acción judicial, un allanamiento o una detención-secuestro por parte de los cuerpos de seguridad”.

Este modelo que ha servido para meter presos y enviar al exilio a dirigentes Bolivarianos y revolucionarios; perseguir a gerentes y trabajadores de PDVSA, Corpoelec y otras empresas del Estado, a oficiales de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, a líderes sindicales, periodistas y a cualquiera que se oponga a Maduro y su desastre, señala Ramírez.

“El gobierno ha instalado en el inconsciente del ciudadano el mundo orweliano de ‘1984’, la temible ‘habitación 101, del ministerio del amor’, donde la víctima es llevada al extremo de traicionar los últimos vínculos humanos, en nuestro caso, las relaciones precedentes, filiales, de amistad o principios políticos, hasta subordinarse a ‘lo que Maduro diga’. Esto se ha logrado a través del uso extremo de la violencia”.

En este sentido, Ramírez pone de manifiesto el más reciente ejemplo de este modelo persecutorio de boga en la región que se vale de portales informativos, medios audiovisuales controlados, redes sociales, tribunales y cuerpos de seguridad para lograr sus fines, que es el suicidio del ex presidente peruano Alan García, a quien se pretendía llevar a prisión sin un juicio justo, porque ya había sido juzgado por la justicia express de la “Inquisición 2.0”.

Lo grave es que el caso de García no es una excepción, sino la muestra de una práctica que se ha extendido con consecuencias nefastas.

Así líderes y dirigentes como la presidenta Cristina Kirchner, su hija, y ex ministro Julio De Vido, ya preso, en Argentina; la presidenta Dilma Rousseff y el presidente Lula Da Silva, quien está preso y ha recibido injustas condenas en Brasil; el presidente Rafael Correa, el vicepresidente Jorge Glass, y el canciller Ricardo Patiño, en Ecuador; los ex ministros Rafael Ramírez y el Mayor General Rodríguez Torres en Venezuela, son acusados de corrupción, una acusación genérica, sin pruebas, pero que abre las puertas a un verdadero linchamiento moral y acciones judiciales de persecución política.

“También sucede en Venezuela, con el acoso judicial y exilio en mi contra, como ex ministro del presidente Chávez, el encarcelamiento del ex ministro Mayor General Miguel Rodríguez Torres, la prisión y muerte en custodia del ex ministro Nelson Martínez; así como el secuestro-prisión de cientos de trabajadores de todo el país, de PDVSA, Corpoelec, dirigentes políticos y oficiales de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana”, recuerda Ramírez.

Rafael Ramírez insiste en que este modelo de persecución y represión, que demanda enormes recursos económicos y tecnológicos -que salen de los erarios públicos -, además de, por supuesto, inmoralidad y corrupción, no distingue modelos ideológicos aparentemente contrapuestos. Sirve igual a Maduro que se autodenomina revolucionario, como a gobiernos de ultraderecha como los de Macri o Bolsonaro.

“En todos los casos, las características son las mismas: los factores que están en el poder, llámense ‘macristas’, ‘bolsonaristas’, ‘maduristas’ o ‘morenistas’, utilizan la justicia como instrumento para la persecución política. Un Poder Judicial que actúa de manera parcializada, como un apéndice de los factores en el poder; el Fiscal de turno, abusa de sus potestades, arremete contra los dirigentes políticos de izquierda, revolucionarios; o los que significan un riesgo para el grupo de poder al cual ellos representan”.

Pero, también, esta inquisición se fundamenta en el papel de los “bots” y grupos que trabajan en las redes sociales y algunos portales, donde estas acusaciones encuentran espacios y son “viralizadas” de una manera nunca antes vistas. Se trata de la imposición de basada en mentiras, en “ollas”, que se montan de manera interesada para destruir reputaciones, especialmente de dirigentes que están al frente de luchas populares, que son revolucionarios.

Y concluye: “Son nuevos tribunales de la intolerancia y el odio, sin reglas ni principios de ningún tipo. Los que, desde el campo Bolivariano juegan este juego, o guardan silencio frente a la hoguera, tarde se dan cuenta de que ellos también serán víctimas, primero fueron por los obreros, ahora van por los campesinos, después será muy tarde”.

Lea el último artículo: «Inquisición2.0«

Rafael Ramírez lanza blog para abrir espacios a la batalla de ideas y organizar al pueblo

El ex presidente de Pdvsa señala que la iniciativa tiene asidero en la necesidad de hacer frente políticamente a la situación del país en un momento clave y decisivo, además de generar un debate plural y con ello soluciones.

Caracas, 24 de abril de 2019.- Tras la búsqueda de espacios democráticos para abrir debates, analizar descarnadamente la situación del país y encontrar soluciones a los mismos , el ex ministro de Petróleo y ex presidente de Petróleos de Venezuela, Rafael Ramírez decidió lanzar y poner a disposición de los venezolanos, un lugar para la batalla de ideas, su blog www.rafaelramirez.net.

El dirigente chavista indica que la iniciativa nace en un momento clave y decisivo para Venezuela. En un momento en que se requiere con urgencia una comunicación basada en la ética y el respeto al ejercicio de la política.

“Se trata de abrir un espacio para el debate de las ideas y la organización, donde se haga política con “P” mayúscula, y no se cultive la ofensa y la descalificación como argumentos discursivos. Un lugar donde quepamos todos: jóvenes, patriotas, chavistas, opositores, ancianos, migrantes. El país en su totalidad está invitado y es bienvenido”, conmina Ramírez.

El blog estará cargado de material informativo, propuestas, debate, y espacios para la participación directa. Se hablará con la verdad, abriendo espacios para la democracia participativa y protagónica, la tolerancia y el respeto por el otro. Para hacer posible todo esto, dice el dirigente del chavismo, “te invito a mi blog, tu blog, nuestro blog”.

Para Ramírez este nuevo espacio viene a reforzar sus cuentas en las redes sociales: en Twitter @RRamirezVE y @RojoRojitoVE; en Instagram; en Facebook; en ; en Sound Cloud, y también a incrementar la difusión de sus artículos dominicales que publican Aporrea, Medium, Panorama y Primicias24, además de los boletines semanales enviados a través de prensa@rojorojito.org.

El ex embajador de Venezuela ante las Naciones Unidas, ahora desde el exilio, sostiene que estas plataformas y ahora su blog -que viene a aglutinar todos sus esfuerzos comunicacionales-, son herramientas básicas que buscan contribuir a unificar al pueblo, restablecer la vigencia de la Constitución Bolivariana y proteger al país del despojo del que es objeto.

Ramírez tiene muchas cosas por decir, empezando por restablecer la verdad, desenmascarar al madurismo y contribuir a construir una opción patriota y Bolivariana que permita a Venezuela salir de este abismo, sin retroceder a tiempos de subordinación, entrega y saqueo de las riquezas del pueblo.

“Estamos en la obligación histórica de rescatar nuestros sueños como pueblo, el proyecto de vida -tanto individuales como colectivos- y hacer de Venezuela la tierra de gracia tan anhelada”, asevera el dirigente chavista.

Para avanzar en este rescate, Ramírez sostiene que es preciso destrabar la situación política que mantiene al país en la desesperanza y el atraso.

El ex presidente de Pdvsa, reitera entonces la invitación a su nueva plataforma informativa, de opinión y debate para convertirla en una herramienta para que todos los sectores del país expongan sus ideas y planteamientos para articular el rescate de la Venezuela bolivariana y posible. “Están todos invitados”.

Lea el último artículo de Rafael Ramírez: «Inquisición2.0«