Llegamos al primero de septiembre y ya el paquetazo de Maduro hace estragos entre nuestro pueblo. Lo hemos dicho: las medidas anunciadas por el gobierno, el pasado 17 de agosto, configuran un paquetazo de derecha, neoliberal, que carga todo el peso de la crisis sobre las espaldas del pueblo venezolano.
Ya los escandalosos precios de los insumos de primera necesidad fueron impuestos al consumidor, hay acuerdo con los sectores privados para escalarlos todos. Los precios del transporte público fueron impuestos al pueblo sin ningún tipo de consulta.
Todavía no ha entrado en vigencia el nuevo salario anunciado por el paquetazo, y ya el marcador reconocido por el gobierno, «DolarToday», indica que el Bolívar soberano se devaluó en un 45%. Incluso el gobierno celebra en «periscope» que la última subasta «Dicom» se acerca al marcador del «dólar criminal», ¡bravo por el gobierno!, el bolívar se devalúa aceleradamente, pero ahora se atreve a reconocerlo. Ya es algo.
Los operadores privados han optado por dolarizar los precios y los servicios, el argumento es que «en dólares es lo mismo que en el extranjero, incluso más barato», el problema es que el venezolano sigue ganando en Bolívares devaluados que, al cambio del marcador, está en torno a 1,36 dólares. El mismo Maduro dijo en su alocución, como si él no hubiese sido el presidente en estos años del desastre: «¿no entiendo como el salario cayó de 300 dólares mensuales a solo un dólar?» , uno no termina de entender si es solo incompetencia o cinismo de Maduro, o son los dos juntos.
Los operadores privados, ya no pueden ser acusados de ser parte de ninguna «guerra» o «conspiración», puesto que, que no solo tienen la bendición del gobierno con el cual pacta los precios y costos para seguir esquilmando al pueblo, sino porque, al ajustar su economía al dólar, sencillamente están haciendo lo mismo que el gobierno hace con el anunciado aumento de la gasolina a precio internacional. El «aumento» de salario anunciado por Maduro no alcanzara ni para llenar un tanque de gasolina de 40 litros a precio internacional: ¿quien tiene 417 millones para solo llenar un tanque de combustible a la semana?
Reportes internacionales, especializados en el uso de criptomonedas, así como, algún otro descuidado vocero del gobierno, reconocen que no hay evidencia alguna de transacciones con el Petro, la Superintendencia de Bancos, ni siquiera existe, la base de toda la estrategia del paquetazo económico de Maduro, el Petro es un «bluff», un desastre anunciado.
En paralelo a este manejo irresponsable de la economía, el país sigue agobiado por los problemas de todo tipo en la prestación de los servicios esenciales para la vida diaria del pueblo.
La falta de medicamentos e insumos está provocando las muertes más injustas y crueles: neonatos, niños, ancianos, enfermos crónicos (cardiacos, diabetes, hipertensos, etc), enfermos de alto riesgo (HIV, deficiencias hepáticas, cáncer, etc), mueren por no tener los medicamentos ni los insumos.
A los responsables en el madurismo poco les importa la desesperación del que se sabe condenado a muerte por la carencia de medicamentos, del anciano que se sabe cerca del final, de la inocencia de la vida truncada por la estupidez del gobierno, la soberbia e incapacidad de asumir este problema con carácter de prioridad nacional, de emergencia ¿porque no se atreve el gobierno y los ministerios responsables a emitir las estadísticas de la mortalidad infantil?, es un crimen que no se ha cuantificado, pero que enluta hogares de manera permanente, silenciosa y cruel.
La tragedia de las fallas eléctricas y apagones en el Zulia, en Maracaibo y Costa Oriental, no tiene antecedente en el país, parece una zona en conflicto bélico; los apagones en la Región Capital, ya son cotidianos, incluso dejan a oscuras a los tristes personajes del gobierno, su triste poeta, en plena exposición de sus miserias humanas.
La falta de agua agobia a todos los ciudadanos que, resignados, se adaptan a la dinámica, la rutina del «vivir mal» diario, a las limitaciones y caos impuesto por la manifiesta incompetencia del gobierno para manejar los servicios públicos, ante el reclamo del público, la respuesta del madurismo es, en su habitual indolencia ante el país: ¡mudate!.
La delincuencia sigue asesinando y ejecutando jóvenes, parejas, ancianos, no se salva nadie. El toque de queda en las ciudades, barrios y calles del país, la inseguridad es una realidad que impone el terror entre las madres, padres, hermanos; todos saben que la ruleta de la muerte les puede tocar a cualquiera, en cualquier sitio o momento. Las ciudades lucen desoladas, de noche, el ciudadano se encierra, se guarda, se impone un ambiente triste y de miedo ya desde el atardecer.
Para el gobierno todo esto es una «conspiración», no existe, es una exageración, parte de una «guerra» que, de ser así, se perdió hace ya bastante tiempo.
Los más afamados voceros del gobierno, los que han hecho del cinismo y la irresponsabilidad una categoría política del madurismo, tienen la desfachatez de afirmar que todo el tema de las masivas salidas de los venezolanos al exterior, «son una exageración, que no es verdad».
Este tipo de declaraciones son, probablemente, la mejor muestra de que este gobierno está absolutamente divorciado de la realidad del país y, desde hace mucho tiempo, de los sentimientos del pueblo.
Los voceros maduristas, aquellos que ocupan altos cargos, que les quedan como zapatos grandes, mienten, sin vergüenza alguna, tratando vanamente de negar el hecho de que millones de venezolanos huyen del país, la ONU reportó al menos 2,3 millones de personas que han salido, desesperados por la situación económica, la inseguridad y la pésima gestión del gobierno.
A los venezolanos, los maltratan afuera, los vejan, los esclavizan, prostituyen, pero a nadie en el gobierno le interesa, no exige respeto a nuestros ciudadanos, no los reconoce. Al contrario, el madurismo declara «vete y no vuelvas, pero eso si, manda dólares», quieren controlar las remesas que se envían a los familiares, ancianos y niños que, dolorosamente, dejan la patria.
Por primera vez en nuestra historia, las remesas que envían al país, los venezolanos en el exterior, es mucho más que las exportaciones del sector no petrolero y cerca de un tercio de lo que hoy día, nuestra destrozada PDVSA, es capaz de ingresar al país, por concepto de venta de petróleo. Las remesas son el verdadero Petro del país.
El madurismo habla con la soberbia del que siente que tiene al pueblo en el bolsillo. La realidad es que tienen al país secuestrado, han impuesto el miedo, la represión, han impuesto el control del que se ufanan los gobiernos autoritarios. Se imponen la fuerza, el terror.
Nadie en el país se atreve a hablar. Ni los políticos, incluyendo los otrora famosos por su combatividad y valor, ni los intelectuales, ni periodistas, ni constituyentistas, ni dirigentes populares, ni gobernadores, ni los medios de comunicación, (con honrosas excepciones, entre ellas, la de Panorama), nadie. Últimas Noticias, El Universal, Globovisión, medios adquiridos con recursos del Estado, de PDVSA, de la Tesorería, no pueden decir nada que no autoricen «los propietarios», mucho menos dirán VTV o Telesur.
La radio igual, ni Unión Radio y mucho menos, Radio Nacional, ni YVKE, pueden decir nada que moleste al madurismo. Los medios comunitarios que el Comandante Chávez estímulo justamente para democratizar las comunicaciones y que se pudiesen debatir los problemas del pueblo; o desaparecieron, o los silenciaron o se han convertido en parte de la maquinaria de propaganda al servicio del madurismo, que insulta y descalifica, oculta la realidad, como lo hacen animadores y comentaristas de triste ocasión.
Solo «Aporrea», «El Arado y el Mar» y algunos portales y medios Digitales, como «El Pitazo», se atreven a decir, criticar, mencionar a los intocables que, tras el desastre que sufre el país, se fortalecen, como el verdadero poder del madurismo.
Los cuerpos de seguridad, operan, con apoyo externo, con importantes capacidades para grabar, espiar, perseguir y por supuesto, encarcelar. Los sitios de detención, los conocidos y los secretos, están llenos de secuestrados políticos, de PDVSA, MIlitares, la mayoría, chavistas, y de opositores. Muchos son presos personales de Maduro o su círculo íntimo, otros son parte de la «vendetta» del triste y debo decir, cobarde Fiscal.
El Ministerio Público, dirigido por un farsante que, durante tantos años se vendió como un defensor de los derechos humanos, hoy hace gala de su incontinencia emocional, no solo con la palabra, sino, y es lo más grave, con sus acciones: acusa y juzga en un instante, condena e insulta, hace, con denotado servilismo, lo que le ordena Maduro. Han sido capaces de secuestrar a una mujer inocente, la encerraron en un penal para presos comunes, donde sufrió agresiones de todo tipo, le destrozaron y luego, para moverla del infierno donde ellos la metieron, la obligaron a inculparse en una de las tramas que este patético personaje se ha inventado para perseguirnos de cualquier manera.
Buscan por la amenaza, violencia y coacción que el secuestrado haga confesiones o se declare culpable de cualquier cosa que, cualquier sistema jurídico y más aún, aquellos destinados a la protección de derechos humanos y crímenes de lesa humanidad, desconocen, desvirtúan y anulan, eliminando su efecto jurídico. No existen para el Derecho. No producen efectos, ni situación subjetiva alguna.
Secuestradas y secuestrados, como este caso, hay muchos. Los humillan y maltratan, hasta que el detenido, sin posibilidad, sin ir jamás a una audiencia, y sin siquiera tener la posibilidad de ver la luz o a sus familiares, se «quiebran», se inculpan o declaran lo que quieran sus captores. Hasta «agradecen» a estos que los dejen hablar con un familiar o abogado. Los que los maltratan, manipulan con el dolor y sufrimiento, hasta lograr que el secuestrado, incluso, les agradezca disfrutar de alguna migaja de los derechos que, alguna vez, se consagraron en nuestra maltratada Constitución.
No se trata de nada original, el famoso «Síndrome de Estocolmo», y la humillación del detenido por razones políticas ha sido recurso de los más oprobiosos gobiernos o sistemas. Esta actitud desenmascara al madurismo como un gobierno de derecha, no solo por sus medidas económicas, sino por el desprecio al ser humano y su dignidad.
La misma lógica de manipulación la usan en gran escala para condicionar el accionar del pueblo y lograr el control social del que se vanaglorian. Los ideólogos de la opresión, aplican con facilidad sus métodos y astucias del que tiene todos los medios de poder a su alcance.
Empobrecen a nuestro pueblo hasta niveles de desesperación, le trituraron la hidalguía y prestigio alcanzados en revolución en una cola interminable para adquirir cualquier producto o alimento, en promesas de todo tipo, en un desengaño tras otro, desde las «firmas de Obama», hasta las promesas vacías de que todo mejoraría, «ahora si, todo cambiará».
Han destrozado la conciencia del pueblo, cuando lo ponen a luchar por una caja de comida importada de mala calidad, detrás de la cual están los negocios de los «panas» del gobierno, pero que resulta en un ejemplo palpable del fracaso del madurismo, todo está mal, sin embargo, le dicen al humilde:, «bueno, pero con eso te resuelves», además esta miseria se entrega a cambio del apoyo al madurismo.
Han estimulado, «dejado hacer», al «bachaquero», que, a sus anchas, extorsionan a un país resignado, se siguen llevando la gasolina, a pesar de que las personas que fueron secuestradas, señaladas por el mismo Maduro, como responsables de la «mafia del contrabando», llevan presas, secuestradas, sin derecho a la defensa, más de cuatro años.
El madurismo desmovilizó las Misiones y al Poder Popular, del otrora anhelo Chavista del ejercicio protagónico y participativo de la democracia. Ahora todo se limita a un carnet de la vergüenza, cual carnet adeco-copeyano de la IV República, tan criticado y abolido como práctica por el Presidente Chávez; ahora, tener este carnet es la condición indispensable para tener acceso a algunos «bonos» de «dinero de Monopolio», bolívares de mentira, que como el mismo Maduro reconoció (porque «así es la vida»), ha estado imprimiendo miles de millones de bolívares sin respaldo, sin valor, para dar «bonos» que se esfuman en cuestión de horas, con una hiperinflación, la más alta de la historia del mundo, que se estima llegará a 1 millón % .
El que no tenga este Carnet no puede disfrutar de los derechos consagrados en la Constitución, el que no tenga el «carnet», pierde su condición de ciudadano, si no tienes el carnet, no tienes pensión, no tienes subsidio, no tienes gasolina. ¡Ay Chávez¡, como se burlan de ti y nuestro pueblo, ¡toda esta canallada la hacen en nombre de Chávez!.
Mientras esto sucede, se sigue entregando al país, nuestros recursos naturales el petróleo y el gas, a Faja Petrolífera del Orinoco, del Gas de la Patria, de PDVSA; de nuestros recursos mineros, el oro, el diamante, el coltán, del Arco Minero; de nuestra soberanía, el petróleo del Esequibo a la Exxon Mobil.
Porque es que el paquetazo de Maduro, la represión y la entrega del pais, son todas caras de la misma moneda: un gobierno antinacional, autoritario y de derecha, que se impone sobre todo un pueblo desmovilizado, con una dirigencia paralizada o entregada. Maduro no sólo traiciona a Chávez, sino que arrasa el país, lo destruye, lo vacía de toda posibilidad de futuro. Hacen y harán lo que sea para mantenerse en el poder.
Tan debilitada está la patria, que son capaces de emprender un conflicto bélico con Colombia para entregar en el escenario de que todo se pierda. Los halcones de la derecha de Florida, saben que el gobierno está tan débil y desprestigiado que ahora hablan abiertamente de una intervención militar norteamericana en el país. Aventura que todos debemos rechazar y que solo favorece a Maduro, pues nos arrastrará al abismo de la guerra, porque ninguno de nosotros aceptará, por ninguna razón, que se vulnere nuestra soberanía, o se agreda a la patria.
Todos los escenarios son catastróficos. Maduro es responsable de este desastre, pero además, en su empeño por aferrarse al poder, abre las puertas al fascismo o el espectro de la guerra. El madurismo y sus más connotados dirigentes están «rociados en gasolina», no tienen alternativas, nosotros si.
La extrema derecha internacional y el fascismo incubado en el país, saben que, a pesar del desastre del madurismo, el Chavismo es un bloque histórico arraigado en el país y que el Comandante Chávez ha dejado honda huella en la conciencia y el corazón de los humildes y de sectores muy importantes de la sociedad, obreros, campesinos, militares.
También saben que Maduro ha sido un accidente para el país que nosotros mismos, las fuerzas patriotas y revolucionarias, estaremos en capacidad de superar, tenemos la fuerza y los medios para hacerlo. Nuestros enemigos, no quieren que nos recuperemos, Maduro les entrega en bandeja de plata al país, lo debilita y corrompe, desmoviliza al pueblo y persigue al liderazgo chavista, lo encarcela, nos persigue, por eso ellos saben que es el momento, tal vez el único, que tienen de actuar con éxito, de dar un zarpazo, por eso la situación es en extremo peligrosa para la patria.
Nosotros, los de Chávez, somos una opción revolucionaria a este desastre de Maduro y a las amenazas de la extrema derecha. Sin el bloque histórico del chavismo no se puede gobernar este país, intentarlo sería el caos y la desestabilización. El madurismo, no es chavismo. Su gobierno y sus actuaciones lo han dejado claro: este no es un gobierno Chavista, ni revolucionario, aunque se rasguen las vestiduras diciendo lo contrario.
En su empeño de aferrarse al poder, actúan en un mundo de fantasía que sólo existe en su mente, desconectados de l realidad y del sentimiento de todo el país. El gobierno actúa de espaldas a los intereses del pueblo y de toda la patria. No tiene más tiempo, es un muerto que camina.
La cuestión es quién asumirá el control y conducción del país. O las fuerzas retrógradas de la extrema derecha y fuerzas extranjeras que nos llevarán al caos de la revancha y el conflicto cruento o una opción revolucionaria, patriota y bolivariana, que sea capaz de movilizar a todo el país, a todos las fuerzas de la sociedad y del pueblo, para restablecer los elementos fundamentales de la propuesta chavista, originaria, al pueblo. La posibilidad de un futuro pleno, de reconstruir la patria, un esfuerzo que va a necesitar del concurso de todas las fuerzas materiales y espirituales del pueblo.
Se trata de que esta opción se exprese políticamente de manera coordinada, los de Chávez, las fuerzas patriotas, los partidos y movimientos populares, la unidad cívico-militar bolivariana, para avanzar. Hacer al madurismo a un lado, que no sigan haciéndole daño al pueblo, que no sigan entregando al país y poder contener y enfrentar con éxito la agresión externa y el advenimiento del fascismo en nuestro país.
De nada sirven las propuestas y los planes para salvar al país e iniciar su reconstrucción, que hay bastantes, mientras el madurismo siga en Miraflores, ellos no pueden, no quieren, no saben, pero ya esta bueno, ya basta de seguir improvisando y haciendo daño al país, entregándolo todo.
Con Chávez siempre, ¡Venceremos!