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Hay que restaurar a Venezuela desde su base moral

Hay un acervo moral en nuestra historia, es eso que nos indigna cuando alguien comete una injusticia. Todavía nuestro pueblo tiene sentido de la injusticia y, por oposición de lo que es justo; por eso elige o se parcializa por unos líderes o por unas ideas, y a otras opciones las desechas; por eso es engañado con facilidad, porque conserva un sentido de justicia y una esperanza. Cuando se pierde de forma definitiva esa esperanza y ese sentido estructurador de la sociedad todo se viene abajo. La base moral de la sociedad se diluye, las instituciones desaparecen y son sustituidas por mecanismos, trámites y procedimientos que solo sirven y alientan a una burocracia sin alma al abuso de su poder. Es así que el primer tufo a podrido de nuestra sociedad aparece cuando los abusadores y poderosos, burócratas y plutócratas llaman a votar.

El primer acto de corrupción moral que descubre la descomposición de nuestra sociedad son las elecciones de cargos públicos, las ofertas electorales y el mismo sistema electoral. Ninguno de los candidatos que llega a competir consigue contener su espíritu de estafador y lo expresa con toda libertad. Se confabula con sus iguales para que gente honesta no compitan por los mismos cargos que ellos; como si fuera natural se insultan y se calumnian al estilo de una caimanera callejera, como chismosas de vecindarios; manipulan, mienten a la gente esperanzada; se venden como jabón en polvo y algunos hasta hacen de payasos, cantan y bailan para atraer simpatías.

Hoy día los candidatos oficiales conforman una logia de aprovechadores que juran lealtad, silencio y tienen secretos de grado 33 como los masones que no lo pueden violar sin ser condenados al ostracismo o a la misma cárcel. Sus opositores harán lo mismo o peor, en la lucha por ser candidatos «oficialmente opositores al gobierno» y luego compitiendo por sus cargos; deben venderle el alma al diablo, y más allá, su cuerpo. Al final, esa combinación del uso de los «poderes públicos» a favor de los candidatos del gobierno, con la maldad químicamente pura de los candidatos de la plutocracia local y del imperio, no deja espacios para que el elector se exprese, ni siquiera su rechazo al carnaval electoral, porque siempre será elegido alguien, así la mayoría honesta del país no vote. La corrupción del sistema electoral es de origen, el sistema electoral «más perfecto del mundo» es a la vez el más corrupto, puesto que lo operan hombres y mujeres moralmente corrompidos.

Luego, a «entremés» le sigue la sopa: el «clientelismo», que en el gobierno central y en los gobiernos locales y regionales del partido que sea, contamina y pudre al servicio público, colonizándolos con aprovechadores, ladrones de los recursos públicos… «Clientes» de las campañas electorales que sirven para rellenar los cargos de confianza y asentarse como peste en la burocracia estatal. También los diputados son «clientes» del sistema electoral, con los cuales se refresca el gobierno central y al resto de los poderes públicos, obligando a estos llamados «poderes autónomos» – dirigidos por miembros del misma pandilla política – burócratas subordinados al madurato del gobierno y del partido de gobierno.

Luego de la sopa sigue el plato fuerte de la descomposición de nuestras instituciones. La más importante institución, la más resistente, que es la Constitución bolivariana, se viola, se la socava con alevosía. El sistema de salud pública es degradado a un mercado subterráneo de la salud, el sistema público de educación, con toda su calidad y toda su gratuidad, desaparece de forma gradual y segura dejando libre el espacio para la educación privada y para la privatización de la educación pública. Médicos y enfermeras vendiendo camas, medicamentos y exámenes en hospitales públicos; la academia emigrando hacia otros países, las universidades vacías, escuelas y liceos vacíos, sin maestros y profesores, e «inversores», testaferros del gobierno fundando colegios y universidades pagos. La excusa: los bajos sueldos. Como se ve, los bajos sueldos están al origen de la corrupción del sistema de salud pública y la debacle de la educación pública en todos sus niveles.

Luego el postre: el «desarrollo de las fuerzas productivas». El «desarrollo de las fuerzas productivas» no refiere al desarrollo global de la sociedad, es una licencia que da el gobierno a los empresarios, y a todo el que pueda explotar algo o a alguien, para que usen y abusen de nuestros recursos, dinero, naturaleza y fuerza de trabajo. En este ambiente la sociedad venezolana se termina de corromper, puesto que el «libre mercado» sirve de caldo de cultivo para criar los espíritus mezquinos, hombres, mujeres, niños, niñas y adolescentes miserables, espíritus despóticos y esclavos.

Paralelo a todo este menú están las excusas de los factores externos (sanciones, bloqueos, conflictos fronterizos), la violación de todo tipo de normas, trampas electorales, trampas judiciales, constituyentes que aparecen y desaparecen como los herpes, para sancionar «leyes constituyentes» que luego cuando la infección se calma desaparecen.

Terrible es haber visto día a día, después de la muerte del comandante Chávez, el último líder del país, este proceso de descomposición de nuestra sociedad, desde el gobierno o la ausencia de gobierno, hasta la desesperanza del habitante pobre de la calle. Los habitantes honestos del país solo nos queda luchar para que todo cambie, empezando por el «sistema electoral más corrompido del mundo» hasta la última escuelita rural, formar conciencia de la necesidad de la revolución social socialista, recatar del olvido al último Chávez y su Plan de la Patria, su verdadero legado escrito. Insistir en denunciar la farsa política de las elecciones donde nadie elige y son impuestos nuestros futuros verdugos, los remplazos del actual sin que podamos hacer nada. Hay que salir a la calle o poner en la calle nuestro grito de rechazo a la trampa capitalista imperial que nos niega los espacios para elegir a nuestros propios líderes. Hagamos la revolución verdadera y rechacemos la farsa de las elecciones. Ni Maduro ni María Corina, queremos una revolución socialista, dar la vuelta a la tortilla del capitalismo, de los privilegios y la ignorancia

SOCIALISMO ES LA CONSIGNA, NO AL LIBERALISMO, VOLAMOS A CHÁVEZ Y CAMBIEMOS EL SISTEMA

Referéndum revocatorio presidencial para salvar al Esequibo y a la Patria

El madurismo, acorralado por su ineptitud, su fracaso, apela a un nacionalismo ramplón para intentar construir una causa que lo atornille a Miraflores: el Esequibo. El madurismo, que entrega la soberanía de la Patria poniendo en peligro su existencia misma, ahora quiere aparecer como paladín patriota. Inventa un referéndum que es un paso en la escalada hacia el fascismo, hacia el orco. Cuando el referéndum necesario es el revocatorio, salir del madurismo; claro, a ese referéndum le temen.

El madurismo apuñaló al corazón mismo de la nación, pateó a la soberanía. Cualquier estudioso de la geopolítica, de la política, de lo militar, sabe que la fuerza, la soberanía de un país, se sustenta principalmente en su economía, en sus relaciones económicas, y en la conciencia que de allí emane. En el caso de Venezuela esa fuerza, antes del madurismo, descansaba en PDVSA, considerada con razón un factor político militar fundamental en la defensa de la soberanía.

No es de extrañar que el gobierno madurista, antipatria como es, lo primero que hizo al capturar el país, fue minar las defensas de la nación, enfiló su ataque contra PDVSA, defenestró a los dirigentes de la industria, persiguió a los líderes, llevó la industria a la quiebra, bajó la producción a niveles ridículos. Y luego entregó el petróleo a las compañías gringas. Ahora, la derecha gringa, maria corina, hablan sin pudor de privatizar a la PDVSA asaltada y el madurismo hace otro tanto amparado en el secreto. Es fácil deducir que la nación quedó inerme, desprotegida, sin fuerza. El ejército debilitado, la economía en el suelo, la población hambrienta deambulando por el mundo llevando la muestra del fracaso.

La Patria en manos del capitalismo, oposición gringa y madurismo, va directo a la extinción. Ya vemos que la oposición gringa, con descaro y abiertamente, recibe órdenes de la casa blanca. Y el gobiernito madurista no tiene otra respuesta que inventar una guerra disparatada con Guyana. La respuesta a esta situación está clara.

Primero, parar la locura, el chantaje de la guerra. Es mentira que esa guerra es en defensa de la soberanía, es una burda maniobra politiquera para seguir en el poder. La soberanía se pierde en Miraflores, donde se entrega el petróleo, tierras, se privatiza todo, se deja a la Patria indefensa frente a los buitres del capital. Se debe actuar rápido, el tiempo se agota. La situación límite requiere la organización de la resistencia patriótica, que se convoque un grupo nacional garante de la paz, contra la guerra y contra el fascismo.

Segundo, detener el rumbo hacia el fascismo, que se acelera, cada día, amenazando con instalar un fanatismo que justifique crueldades que la humanidad conoce.

Tercero, restituir la fuerza de PDVSA, defenderla de la voracidad privatizadora, para de esa manera restituir la fuerza de la nación.

Para conseguir ese objetivo de salvar a la Patria, es indispensable resolver la fuente de todos los problemas: es imperativo convertir el referéndum del Esequibo en UN REFERÉNDUM REVOCATORIO PRESIDENCIAL, para salir del gobierno madurista y de su contraparte, la oposición gringa, que en realidad es otro actor del mismo plan antipatriota. No asistiendo o votando negativo a todo.

¡CHÁVEZ, SOBERANÍA!

Ofensiva de la lealtad chavista y renuncia del madurismo

El país se hunde en manos del madurismo, el desastre está a la vista. Entramos en tiempos de definiciones, la crisis corre hacia su desenlace, y todo anuncia a la barbarie, al fascismo, que ya asoma, el madurato, con su ineptitud para lo bueno, le abre la puerta.

En estas circunstancias difíciles, ¿cuál es el papel de la lealtad chavista, su compromiso?

La lealtad chavista estuvo mucho tiempo dormida, primero confundida con las patrañas del madurismo que simula ser chavista cuando en realidad es su contrario, de esta manera neutralizaba la lealtad chavista, la dirigía hacia objetivos perversos. Ahora, está claro, allí está la realidad acusando al madurismo de traición al legado del Comandante Chávez, al Socialismo. Demostrando que el capitalismo en cualquiera de sus formas es una calamidad que conduce a la miseria. Hoy es claro que el madurismo no es chavismo.

Cada día el madurismo se aparta más de Chávez y conduce al país a los bordes del abismo definitivo. Hoy, la Patria corre peligro de una inédita barbarie, el madurismo en su afán de permanecer y dada su incapacidad manifiesta, destruye los pilares de la cohesión social. El éxodo dramático de millones de venezolanos, en un tiempo corto, es señal inequívoca de disolución, la falta de leyes, el quiebre de las instituciones puestas con descaro al servicio de la claque dominante, la horrorosa situación económica. Son señales claras de que el madurismo ha creado terreno propicio a la barbarie. 

Frente la amenaza clara de fascismo, de extinción de la Patria, no caben medias tintas, ambigüedades, conciliación, ilusión del cumplimiento madurista de los compromisos. La barbarie sólo se detiene frente a las posiciones fuertes, claras, decididas, ante la ambigüedad, la flojedad, avanza y lo arrasa todo.

La lealtad chavista es la única fuerza capaz de hacerle frente a la barbarie. Es hora de que despierte, se organice y pase a la ofensiva. Es su deber responder al reto de los tiempos. Sólo el chavismo organizado podrá conducir al país por el camino que extraviamos con el asesinato del Comandante, recuperar los niveles de felicidad, de organización social, de conciencia del deber social alcanzados, tomar de nuevo el camino de fundación de un mundo nuevo, alterno al capitalismo.

El tiempo se agota, el país avanza hacia territorios de inhumanidad. Y la respuesta, la defensa ante el flagelo, es nula, la dirigencia formal quedó atrapada en el opio de las elecciones, que no entusiasman, la masa al garete se desilusiona, espera escéptica, de esta manera es terreno fértil al fascismo, a caer en la tentación de drenar su drama con la crueldad.

El madurismo agotado es sumamente peligroso, por permanecer es capaz de cualquier locura, ya comienza a construir un escenario bélico con Guyana, va calentando el ambiente. Petro le quitó la excusa colombiana, y ahora el madurismo levanta otro enemigo. No se sabe qué nueva tropelía inventarán mañana, el desespero es mal consejero, ya se abre de los acuerdos de Barbados.

El madurismo debe dejar el gobierno ahora, se acaba en tiempo para salvar a la Patria de grandes tormentos. Salir del madurismo es el compromiso chavista.

¡VOLVER A CHÁVEZ!

Hay que restaurar la humanidad desde su base moral

La corrupción moral, que es la misma corrupción, crece en medio de la ambición y el dinero fácil; la sociedad mercantilista es su caldo de cultivo. El daño más grande que ha causado el capitalismo en el  individuo ha sido embobarlo para que viva solo para eso. Ha torcido el  sentido de la vida  depreciándola a lo que vale una mísera parte de ella, poseer dinero y convertir cualquier cosa en mercancías, vivir y morir en el ciclo infinito de comprar y vender cosas. Hasta lo más sagrado se vende o se compra con dinero. Es curioso cómo las iglesias llamadas  cristianas degeneraron en sociedades mercantiles, en escuelas de negocios, colocando a Dios y a Cristo como intermediarios para alcanzar el éxito en los negocios (además de ser ellas mismas un negocio para sus pastores). Más allá de Dios está el lujo y  la apariencia del  éxito, el perfume del dinero que disimula la corrupción de sus almas.

En un ambiente de competencia mercantilista florece la corrupción, la delincuencia, se potencian los bajos instintos vinculados a la codicia;  hasta el más decente termina mintiendo o  conspirando para quedarse con una casa ajena, robarle la pensión a un familiar o las gallinas del vecino, dinero, objetos que se desvaloran en mercancías, afectos que se convierten en mercancías, salud y enfermedades que se convierten en oportunidades para ganar dinero. Donde no hay propósitos elevados para vivir, no hay trabajo creador y vital, sentido de pueblo o nación, una sociedad humana arraigada a la tierra y fuerte de alma y corazón, hay dinero, codicia, desprecio por la vida. La guerra y la muerte es el destino final del capitalismo.

Dios es una excusa para hacerse rico,  una idea de éxito asociada al poder, que en una sociedad fatua llena de falsos dioses, como ésta, solo lo otorga el dinero.

Pero con el poder del dinero, el éxito no significa nada. Se acaba el dinero, se acaba el poder y el éxito. En el capitalismo las relaciones y las instituciones humanas se han hecho precarias. Se disuelven las relaciones sociales, por lo tanto se disuelve lo que las instituye, solo queda una competencia sin sentido entre todos los humanos a ver “quién sale ganador en la fotografía”, como caballos de carrera. Lo que queda de sociedad solo se organiza para la producción y el consumo de mercancías. Por un lado lo más sagrado es el dinero, y la por el otro propiedad privada, dos impulsos que generan una tensión de intereses que solo  se resuelve en el espacio del poder, y este poder legitima el robo, la apropiación del trabajo y el producto del trabajo de los más débiles,  sobre todo débiles mentales, de los más abobados.

Fuera de ese poder, todo lo demás no importa como sociedad, los valores relativos a la fraternidad, la solidaridad, la educación y formación de los individuos, a la conservación de la vida misma, si no contribuyen a la producción de mercancías y dinero para los más ricos  y poderosos, no tienen sentido. La historia y  el conocimiento no tienen sentido, la sabiduría solo se encuentra en los yacimientos arqueológicos, y es vendida en un mercado especializado. El individuo aprende con el ejemplo de los poderosos  a cómo robar y aprovecharse sin escrúpulos de sus semejantes. El lema moderno de vida es no creer en nada y en nadie, no ayudar a nadie, porque nadie cree en ti y tampoco te ayuda. La competencia y la desconfianza los motiva a una acción egoísta, mezquina y asesina.

En tales condiciones resulta fácil criar mujeres y hombres crapulosos que harían lo que fuera por dinero, y poder, y hacer culto a eso como lo más sagrado en la vida, acompañados de un Dios de quincallas que cada cual considera como propio y que atiende solo sus necesidades egoístas y personales, dando la espalda al resto de sus hijos si éstos no pagan el diezmo,  un Dios igualmente egoísta,  alter ego de sus mezquindades, siempre invocado para alentar las propias y sus miserias.

En este ambiente de aparente libertad se cría la descomposición social, como aguas fétidas sin aliviaderos, la libertad de pudrirnos moralmente como sociedad y como especie.

Esto lo podemos ver en el planeta en perspectiva. El ejemplo está en el genocidio que se comete a todo un pueblo, llevado a cabo por el sionismo israelí y alentado por sus empleados y empleadores de los imperios occidentales, vinculados a la idea capitalista de que “si no  producen ni consumen deben morir o no  tienen derecho  a vivir”. Disfrazado el exterminio genocida de “guerra religiosa” aniquilan la vida y cultura de todo  un pueblo, cuando lo  único religioso que hay detrás de este crimen es el adorar a un dios exclusivo, excluyente y distante, y pretender ser “el pueblo elegido” por el engreído dios de los judíos.

Los gobiernos que asesinan a otros seres humanos con desprecio y sin piedad tienen el mismo  talante del tirano que gobierna a un pueblo de salvajes o de gente débil, es el mismo desprecio por la vida que siente el presidente de una gran corporación petrolera o  automotriz, o un Rey o una Reina sin súbditos que conozcan, o de cualquier tiranuelo suramericano igualmente ofuscado por el poder. El desprecio por la vida humana, el desprecio por la cultura humana, por su obra, por sus tradiciones y herencia,  distintas a las burguesas, al capitalismo o a la de un carapacho de una aristocracia inexistente; para esta raza de petulantes lo que importa en la vida es su capital, el dinero,  el poder y el éxito, que dura tanto como la brisa que deja el vuelo de un pajarito.  

El daño más atroz del capitalismo ha sido embobar a la humanidad y ponerla a pensar como ellos, poner a pensar y  actuar a los explotados con los mismos instintos y valores de sus explotadores, que una inmensa masa de idiotas compitan y se maten entre ellos por escalar en la pirámide social, que perseveren en esa locura aun sabiendo que el éxito final es un juego de lotería.

Hay que restaurar la sociedad humana mediante una gran revolución socialista que demuela al capitalismo desde su base moral ideológica. Si no lo hacemos, pereceremos. 

El tribunal de la historia juzgará a la Fiscalía y a la Asamblea

El binomio sostiene y sirve de instrumento a la infamia madurista; Miraflores los utiliza a su antojo para dar un barniz de legalidad a sus tropelías. Con este ejercicio de la justicia “pranática”, han arrasado con la majestad de la ley, dejando al país en la indigencia jurídica. Aquí puede legalizarse cualquier barbaridad, como esa que un funcionario se apropie de miles de millones de dólares y desaparezca, protegido por Miraflores sin que la fiscalía y la asamblea actúen, o lo contrario, que la fiscalía actué para justificar cualquier barbaridad del palacio, como esa de dejar a guaidó suelto, y la ridiculez de dictarle auto de detención cuando está fuera del alcance.

La asamblea, la fiscalía, actúan atropellando la ley. Queda claro que no hay más ley que las conveniencias de Miraflores. Se puede violar la Constitución, entregar el petróleo, hacer convenios secretos con los imperios, tener presos sin juicio, hacer extraños operativos en los penales, mientras la fiscalía se distrae en acciones subalternas. Y la asamblea aprueba por unanimidad los antojos de Miraflores, y con descaro neutralizan la disidencia; en ese recinto sólo se oye el eco del presidente del cuerpo, cualquier otra voz es aplastada por el silencio.

Hoy el país y el mundo sienten que aquí no hay seguridad jurídica, sólo se cumple lo que diga Miraflores y después se le da un barniz de legalidad, o, sin ningún pudor, el atropello pasa. Si a Miraflores le conviene, la fiscalía investiga a líderes chavistas, pero tareck sigue desaparecido y eso no se investiga, o la fiscalía va a la Onu a explicar que no hay presos políticos sino delincuentes, aunque horas después a esos presuntos delincuentes los indulten en un acuerdo político.

Lo anterior tiene profundas y lamentables consecuencias políticas, sociales, económicas: sin seguridad jurídica ningún sistema social serio prospera. Aunque lo más grave es que esa inseguridad, esa conducta de atropello a la ley, crea el ambiente propicio para un régimen fascista. Todo será justificado si se trata de ir contra el “enemigo” creado, que puede ser Guyana, como antes fue Colombia, o pueden ser otros “enemigos de la Patria,” o el niño guerrero, o richi el de tocuyito, todo a voluntad de Miraflores. Se pueden aprobar leyes absurdas y aceptar procedimientos inmorales. Nadie está seguro, nada es seguro.

Este binomio, y algo más, será juzgado por la historia como los artífices de la llegada del fascismo, que por este camino por ellos abierto, vendrá. Desmantelaron la justicia, enterraron a la verdad, ahora todo es mentira: no se sabe que pasó en las primarias, su chavismo es falso, su socialismo es de mentirita, sus acusaciones son sin prueba, su riqueza es oculta, sus lealtades son frágiles, su ideología es plastilina. Su ética acepta cualquier crueldad. La oposición gringa es la contraparte de esta deriva al fascismo, su odio es legendario, su crueldad es incendiaria, su fanatismo es manifiesto. Entre los dos han creado un ambiente sin certezas, donde todo es posible, la masa va quedando a merced de la manipulación, puede creer cualquier cosa, aceptar cualquier crueldad. En estas condiciones la masa actúa como demente. Frente a este peligro terrible, sólo el chavismo auténtico, Socialista, tiene la fuerza moral, la ideología, la pasión para enfrentar con éxito al fascismo.

¡CHÁVEZ, ANTIFACISTA!

Ya. la trampa caza pendejos está montada

El capitalismo, viejo de mil mañas, se mantiene unánime en el planeta gracias a sus trampas caza bobos, capaces de manipular la mente de las masas subordinadas y ponerla al servicio del sistema que las esclaviza, las condena a la miseria.

Ejemplos abundan en la historia, limitemonos a pensar en cuantas Revoluciones han sido capturadas desde las catacumbas del inconsciente colectivo. Cuando se creían sólidas, establecidas, emerge desde sus mismas entrañas el capitalismo y las engulle como el tiburón al pez pequeño. Hoy Venezuela es un buen laboratorio para estudiar cómo el capitalismo derrota a una Revolución con ayuda de ella misma. Detengámonos en la última etapa de la operación, el inicio lo conocemos, magnicidio, traición. Pero cómo se estabiliza el capitalismo.

En las primeras etapas de la transición, enfila sus armas contra la dirigencia de la Revolución; a unos los neutraliza físicamente, a otros le fractura sus soportes morales, y estos se encargan de la pelea contra la fracción que permanece fiel al legado revolucionario. Capturada la fracción floja flojita de la dirección, pasa a cambios en las relaciones económicas; atacan la propiedad social, de esta manera despojan de base material a la conciencia del deber social. Culminadas con éxito estas etapas, van a la más importantes fases de la operación, la distracción, el ocultamiento de los objetivos estratégicos contrarrevolucionarios. El olvido del ensayo liberador.

A los dirigentes obreros los confinan a la pelea por el salario, por mejores condiciones de trabajo, nada que ver con la defensa de la construcción del Socialismo, su reivindicación histórica. A los militares los distraen con algún conflicto fronterizo, por ejemplo el Esequibo. Y el grueso de la población sufre los embates de la droga electoral, las elecciones burguesas son la trampa caza pendejos, maravillosa del capitalismo para neutralizar las luchas sociales.

Aquí, en Venezuela, hoy, tenemos un ejemplo: ya la trampa está montada, el clima electoral cogió calor, tomó cuenta del pensamiento social. La gente habla de mariacorina, y de las futuras elecciones del 2024. Es similar a una telenovela de éxito, todos pendientes del próximo capítulo, ¿seguirá mariacorina inhabilitada? ¿Conseguirá su galán, los gringos, liberarla, podrá ser presidenta? ¿Cuál será la suerte del villano, maduro, podrá diosdi defenderlo?

No hay dudas, el capitalismo ha tenido éxito, consiguió derrotar al Socialismo en lo material, revirtió la propiedad social, hasta pdvsa fue herida de propiedad privada; consiguió en lo político volver a una suerte de cuarta república; y en la idealidad social consiguió distraer a la masa, para decir lo menos. La telenovela veló los problemas esenciales. Los candidatos no son vistos como lo que son, personificaciones, de los intereses sociales, sino como personajes de la novela, como individuos, no se ve lo que representan, lo que tiene detrás. Así, mariacorina no se percibe como representante del capitalismo más salvaje, del imperialismo gringo, se ve como una carita bonita, en oposición al villano maduro, quien en realidad representa a un capitalismo sindico-marginal, capaz de entregar a la nación al mejor postor.

En estas circunstancias, el capitalismo tiene vía libre, no hay resistencia, sólo farándula. Es necesario, insistimos, que entre en escena la opción chavista, que se le explique a la gente la realidad de la confrontación de hoy, el futuro que espera al país con cualquiera de las dos opciones en liza, que le devuelva a la masa la esperanza en un futuro mejor, le dé razones sagradas por las cuales luchar, le dé sentido a la vida. Sólo así este pueblo será dueño de su destino.

¡CHÁVEZ, PUEBLO DUEÑO DE SU DESTINO!

LAS PRIMARIAS Y LA ENCRUCIJADA DEL CHAVISMO

Tras el resultado de las primarias de la oposición, al chavismo se le presenta una encrucijada definitoria de su posibilidad de existir, como una opción política para los venezolanos o perderse en el abismo. 

Lo primero que habría que decir, es que la participación en este proceso fue importante, mucho más de lo que esperaba el gobierno, quien trató, desde el inicio de minimizar la iniciativa, cuando sus voceros, se burlaban de ella en sus programas de odio; incluso, en un ambiente como el de la firma de los acuerdos de Barbados. 

El madurismo tuvo un “contacto con la realidad”, en el sentido de que el pueblo venezolano va a aprovechar cualquier ventana que se abra para lograr un cambio político en el país. El pueblo está harto y quiere salir de maduro.

Tras el resultado obvio de las primarias, la oposición tiene su candidato, que, por cierto, arrasó con los partidos y liderazgos tradicionales de esa tendencia política, a quienes el elector percibe como instrumentos del gobierno, por sus reiterados antecedentes de pactos secretos y posturas ambiguas. Por otra parte, el “guaidocismo” fue sepultado, ahora, por la propia oposición. 

Así, sobre el tablero político venezolano, las dos minorías del país, tienen sus candidatos; mientras, existe un segmento mayoritario de la población venezolana, que no se ve reflejado en ninguna de estas opciones, ni en el madurismo, ni en la oposición. 

El madurismo, desesperado, prácticamente le acaba de dar una patada a la mesa de Barbados, no solo actuando a través de su fiscal sicario, en contra de los promotores y organizadores de las primarias, sino insistiendo en que la candidata opositora, no será habilitada para participar en las elecciones. Como siempre, se han valido de artimañas de todo tipo, a través de sus organismos judiciales auxiliares.

Es necesario reflexionar sobre el hecho de que el madurismo ha reprimido con saña al chavismo y al campo revolucionario que nos hemos opuesto a sus políticas, que hemos levantado nuestra voz alertando sobre la deriva derechista y represiva del gobierno; han barrido al campo revolucionario, nos han exiliado, execrado, han encarcelado y asesinado a dirigentes y ex ministros, han secuestrado familiares, han impuesto el miedo y el silencio, la censura, confiscado partidos de izquierda, hasta despejar el camino para que se produzca un retroceso a la IV República.

El madurismo arrasó con el chavismo y abrió las puertas de par en par, a la derecha, entregando el país al arrebato restaurador de la derecha.

Tanto el madurismo, como la oposición, son las caras de una misma moneda. Solo que, la primera no es sostenible en el tiempo; y, la segunda, es inviable políticamente. Por ello, intervienen los norteamericanos, con sus negociaciones secretas. Tratan de poner de acuerdo a dos facciones enfrentadas, hasta conseguir una opción que les garantice sus intereses económicos, petroleros y políticos en el país.  

Ambas propuestas son inconstitucionales, pues unos actúan y otros prometen hacerlo de manera eficiente, en contra de los postulados y la esencia de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela: la Soberanía Nacional, el control de la industria petrolera, la Democracia Participativa y Protagónica, los derechos y conquistas sociales, entre otros. 

Ambas prometen arrasar el país con una ola de privatizaciones y entregas del patrimonio de los venezolanos al interés transnacional. Unos lo hacen solapadamente, amparados en el secreto y la manipulación; y, otros prometen hacerlo abiertamente. Es el remate de la patria.  

Por supuesto, las dos han barrido y prometen barrer con el Plan de la Patria y convertir en ceniza todos los elementos de Soberanía Económica y Política; así como, las conquistas sociales alcanzadas con la Revolución Bolivariana. 

Lo que queda claro, es que en el escenario político, se han expresado tan solo dos propuestas extremistas de una misma postura de derecha, quien está ausente es el pueblo, el chavismo, el campo bolivariano y patriota del país.

Venezuela está al borde de un abismo. Explicar, denunciar y advertir la deriva del gobierno que nos ha llevado a este punto, el cómo llegamos aquí, ha sido el centro de mis constantes y largos artículos, entrevistas y opiniones políticas, que me han costado la más enconada persecución del gobierno y ser objeto del odio del madurismo.

He asumido el riesgo y las consecuencias de defender a Chávez, de hablar por los que no tienen voz, de los humildes que escapan por el Darién, de los trabajadores y presos políticos, de las mayorías arruinadas y empobrecidas, de los que han visto truncado su sueño y hoy viven en la desesperanza. Lo he hecho así, porque respondo a mis principios éticos-políticos y porque es mi deber. 

Pero, tenía razón y hemos llegado a una encrucijada, donde, si el chavismo como fuerza motora y de vanguardia de los cambios del país, no se pronuncia, y nos quedamos al margen  de la construcción de una opción popular y bolivariana, el mismo quedará sepultado para siempre, habrá fracasado como bloque histórico, enterrado por el madurismo.  

La mayoría del pueblo venezolano no se siente representado, ni por el odio, ni por el rencor, revanchismo y violencia que brotan de los mensajes de los exponentes políticos que actualmente se disputan el poder. 

El pueblo no puede seguir siendo despojado de sus conquistas, de sus derechos, no se puede seguir entregando el petróleo, ni a PDVSA, ni a las empresas del Estado, a la nueva o vieja burguesía, ni a las transnacionales, sean de donde sean.

El pueblo tiene que reconquistar sus espacios de participación política, su democracia directa, popular y revolucionaria; y, lo primero es retomar la dirección política del chavismo, este poderoso bloque histórico está a la deriva, en desbandada, con su liderazgo exiliado, reprimido o en silencio. 

Ha llegado la hora de poner una opción chavista, unitaria, bolivariana, progresista en la calle. Refundar el PSUV, devolver voz y espacios a la izquierda, a sus partidos y organizaciones revolucionarias; tender una mano a otros grupos y organizaciones políticas patriotas; incluso, aquellos sectores del madurismo que quieran volver a Chávez. 

Es imperativo desalojar del poder a maduro y su círculo íntimo, han fracasado estruendosamente en la conducción del país, han llevado el chavismo al punto de su extinción.   

La militancia del PSUV debe exigir sus propias primarias para escoger un candidato distinto a maduro, el gobierno está obligado a permitir el retorno de los que estamos exiliados, restablecer nuestros derechos políticos, que podamos volver a la patria para luchar por ella. 

El gobierno debe liberar a todos los presos políticos, trabajadores, civiles y militares, cesar la persecución, levantar la censura y crear las condiciones para que el debate político con plenas libertades, pueda reanimar al pueblo a su participación política. 

El campo bolivariano, el chavismo, debe lanzarse a la calle junto al pueblo, en los barrios y en los campos, a reconquistar la dirección del chavismo, a luchar por su futuro, por el petróleo, por la economía, por la soberanía, por sus derechos, por sus conquistas, por El Esequibo, por PDVSA, la PDVSA del pueblo, la “Roja Rojita”, para retomar el camino de Chávez. 

Hay que hacerlo ahora, con el valor y la urgencia de las grandes batallas, de los grandes sueños, del cruce de Los Andes, del 13 de abril, de los momentos definitivos de nuestra historia. Éste es mi mensaje, mi propuesta, el primer paso hacia una nueva Batalla de Santa Inés.

Chavismo, madurismo y clásica oposición. ¿Quién maneja los votos?

Aunque suene difícil de creer, en Venezuela existen tres fuerzas políticas. La primera obviamente es el Chavismo, la segunda es la clásica oposición, esa que siempre fué adversa al Comandante, y ahora una gran parte está de amores con el gobierno. Y por último está el madurismo, sin pueblo ni aceptación popular, pero ejerciendo el poder.

Es aquí donde debemos hacernos la pregunta. ¿Cómo el madurismo, sin pueblo ni aceptación, ejerce el poder?.

El error que hemos cometido en Venezuela es; creer que maduro y su equipo son unos tontos, maduro puede tener la cara; pero no lo es. A muchos les puede hervir la sangre por lo que diré a continuación, pero debemos reconocer que maduro como estratega político es hábil, y lo ha demostrado, es un pésimo gobernante, podemos afirmar que es el peor de toda la historia Venezolana, pero habilidoso y escurridizo como ninguno.

Tal como hacen las plantas parásitas, que obtienen los nutrientes de otras plantas para su desarrollo y crecimiento, así mismo hace el madurismo con el Chavismo y la clásica oposición, tomando sus votantes para mantenerse en el poder.

Luego de diez años gobernando, el madurismo no posee ninguna obra buena que presentar, no tienen buenos resultados que mostrarle al país, y aún así; pretenden seguir ejerciendo el poder. Caminando sobre el cadáver del proyecto histórico y los escombros del desastre que ellos causaron en Venezuela, hoy el madurismo se dirige al Chavismo para pedir su apoyo, y así sin pueblo ni aceptación, un grupo parásito y minoritario pretende nuevamente hacerse con el poder.

Recuerdo cuando por allá en el 1996 se estrenó una película estadounidense llamada: ¡Marcianos al ataque!, los marcianos con arma en mano mataban a los humanos, y decían: ¡No teman, que venimos en paz!, pero mataban a cualquier humano que estuviese en frente. Así está el madurismo hoy, ellos aniquilaron el plan de la patria, pulverizaron las misiones sociales, enterraron el legado de Chávez, y acabaron con todos los logros del Comandante que beneficiaban directamente al pueblo, entonces; aparte que niegan su responsabilidad, le dicen al pueblo: ¡Somos Chavistas!, y somos los únicos que podemos sacar al país de ésta situación.

¡Por Dios!.

El madurismo y sus alacranes de oposición son los únicos responsables de la situación actual que padece Venezuela, ellos no son la solución a la crisis del país, ellos son la causa.

El madurismo está tan flojo y carente de apoyo popular, que aquella mosca que Chávez no quiso cazar, porque «Águila no caza mosca». Ahora esa mosca tiene más fuerza que el madurismo. Y no es que esa mosca creció y se transformó en águila, para nada, esa mosca sigue siendo la misma, solo que como dije, el madurismo no posee apoyo del pueblo, entonces cualquier dirigente con un minimo de apoyo popular, pone en aprietos al gobierno y sus secuaces de oposición. Basta leer las noticias de la fulana primarias, y notará el desespero del madurismo, y como sus aliados de oposición no pueden ocultar que son tarifados del gobierno, por ende salen a defender de una forma muy descarada a sus patrones.

Sin temor a equivocarme, el logro más importante que el gobierno tiene hasta ahora para mostrar; es su gerencia en PDVSA, que de casi 3,3 millones de barriles diarios donde la dejó Rafael Ramírez, el equipo de expertos del madurismo la llevó a sólo 300 mil barriles diarios, para lo cual maduro nominó a varios secuaces de su pandilla, entre ellos a Tareck El Aissami como ministro del petróleo, hoy escondido después de ser «descubierto» con los compinches de maduro defalcando PDVSA.

Todo ese éxito del madurismo en Venezuela, nos llevó a tener una producción muy mediocre de petróleo. Entonces sin producción petrolera, con altos niveles de corrupción, y un grupo de ineptos gobernando, obviamente el país está: sin electricidad, sin gas para cocinar, sin gasolina, sin diésel, sin agua, sin servicios básicos, y sin voluntad ni probabilidades de mejorar los salarios que tanta falta hacen al pueblo, ellos culpan a las sanciones, pero la verdad es qué; ningún país del mundo por muy bien que se encuentre, soportaría una jauría de corruptos como los que gobiernan en éste momento en Venezuela.

Ahora bien; no existe temor del gobierno por la clásica oposición, esos en su gran mayoría están comprados y trabajando en armonía con el madurismo.

Entonces.

¿A quién teme el madurismo?.

El madurismo le tiene culillo al Chavismo, sienten terror por los duros de Chávez. No es casual la persecución insaciable del gobierno hacia las personas que se ganaron la confianza del Comandante, los ejemplos sobran, cuando el M/G Miguel Rodríguez Torres comenzó a reunirse y escuchar al pueblo, cosa que también hizo Chávez en su momento, recibió inmediatamente la furia del madurismo, y fué secuestrado en una prisión sin razón alguna.

Otro caso fué el de Rafael Ramírez, quién se desligó del gobierno para no ser parte del madurismo, e inició a reivindicar la obra de Chávez, siendo leal a quién fué su amigo, y dispuesto a recuperar todas las conquistas del pueblo que estaban siendo destruidas por el madurismo. Ya con Rodríguez Torres el gobierno anunciaba al Chavismo lo que eran capaces de hacer a quienes se opusieran al grupo que había traicionado a Chávez, y luego con Rafael Ramírez confirmaban que no estaban jugando, cuando Ramírez sugirió su nombre como posible candidato presidencial, inició la persecución del gobierno hacia él y toda su familia, persecución por cierto que no ha terminado.

Con más de diez años gobernando, el madurismo que no posee obras buenas, ni beneficios para el pueblo que mostrar, sólo les queda recurrir a aquél a quienes traicionaron, a «Chávez».

Qué grande fue Hugo, con más de diez años que nos dejó físicamente, todavía su obra y sus discursos nos relatan aquello que puede hacer un gobierno con voluntad de ayudar a su pueblo. En cambio el madurismo solo muestra lo que es capaz de hacer un gobierno en contra del pueblo, por beneficiar a sus grupos y élites.

El gobierno y la clásica oposición saben que en Venezuela el grueso de la población votante es del Chavismo, por lo tanto ni el madurismo, ni la clásica oposición incluyendo a la mosca que tiene en vilo a estos dos grupos, poseen la capacidad de vencer electoralmente al pueblo de Chávez. Por eso hoy más que nunca, Venezuela necesita un candidato o candidata de Chávez, para vencer por un amplio margen a quienes traicionaron al Gigante y al pueblo Venezolano.

¡Es necesario tomar el rumbo del proyecto histórico de Chávez, y solo se podrá con un duro del Comandante!



Las manos asesinas y la encrucijada final

La noticia es aterradora, por su contenido y más por la poca reacción que suscita en la humanidad:«China se apresta para producir mil bombas atómicas».

La humanidad guiada por manos asesinas tiene en sus arsenales miles de bombas atómicas, un puñado de ellas son suficientes para liquidar la vida en el planeta tierra. Todos los días, las manos asesinas que gobiernan a la humanidad se acercan al abismo nuclear. La excusa puede ser cualquiera, la amenaza de suicidio atómico pende sobre la humanidad.

Las manos asesinas tienen las armas nucleares, las fabricaron, las almacenaron, están allí esperando la locura. La humanidad no concientiza la amenaza, la ignora. Sus pensadores, formadores de opinión no captan el problema global, con criterio infantil se parcializan por alguno de los bandos antihumanos. Hoy lo hacen por los rusos, y se consideran así antiimperialistas; mañana lo harán por los chinos, otros toman partido por los gringos, y de esta manera, todos, insensatos, llevan agua al molino atómico.

Un día, que parece cercano, alguna mano asesina cruzará la línea, quizás ataquen a un portaaviones con misiles supersonicos, y en ese instante, lloverán las bombas, y la Humanidad desaparecerá en un infierno nuclear. Cómo llegamos a esta situación de extinción y como es que la ignoramos, como nos distraen con misceláneas. Entender esto precede a la construcción de una respuesta salvadora de la humanidad, que nos saque de la visión localista.

El mundo está dirigido por unas pocas manos asesinas, caben en un autobús, se pueden contar con los dedos de las manos. Los países que pesan en el destino del humano. Tienen derecho a veto en la onu, se reparten al planeta. Estos países, señores de la extinción de la vida, conducidos por las manos asesinas, son todos, capitalistas, imperialistas, las manos asesinas son personificaciones, marionetas del sistema que las origina, al capitalismo se deben, sus requerimientos los obligan.

¿Es casualidad esta situación terrible, que nos lleva a las orillas de la extinción? No, es una ley. Por su necesidad de acumulación, de lucro, de competir, de expandir mercados, el capitalismo conduce, necesariamente, al imperialismo, al supraimperialismo, y a la guerra de extinción. Es así, esta situación es hija de los sistemas de explotación del hombre por el hombre, de la propiedad privada de los medios de producción, que son en realidad medios de explotación, cuya culminación histórica es: el capitalismo. El capitalismo es una encrucijada final en la evolución humana, que los clásicos no previeron: o la Humanidad avanza hacia formas armónicas de organización social, o se extingue.

Todo está más que claro, es necesario sustituir al capitalismo, desde su raíz, ya no se trata de un problema político, es un asunto de vida o muerte. Dentro del capitalismo no hay salida, no hay vida. Si no conseguimos sustituirlo, estaremos condenando a las generaciones futuras, a los hijos de los hijos, a una terrible extinción. El primer paso es entender la grave situación, no tomar partido por los bandos, ponerse del lado de la Humanidad, despertar. La solución ya la conocemos, se debe «tomar el cielo por asalto», el dilema hoy es, como nunca fue ¡Socialismo o extinción!

¡CHÁVEZ, SOCIALISMO VIDA!

La consulta por las bases del candidato del chavismo y el Plan de la Patria

El  ex ministro Andrés Izarra propone una idea de abolengo chavista, una consulta de base popular para elegir el candidato del chavismo para las próximas elecciones. La primera pregunta que nos hacemos es si el PSUV estaría dispuesto a que se hiciera una consulta como esta, a nombre de Chávez y el socialismo. Y dos, si los chavistas socialistas estaríamos dispuestos a hacer una consulta entre candidatos socialistas, y aceptar a Maduro o a otro del PSUV madurista que igual promete continuar con este latigazo neoliberal. Por eso que se habla del PSUVCH, de un PSUV fiel al pensamiento socialista chavista y al Plan de la Patria de Chávez que nunca fue aceptado por los llamados hijos de Chávez, mucho menos ejecutado como idea rectora de la política de gobierno, sino que fue falsificado por el madurismo.

Se trata de un consenso para elegir, desde las bases socialistas en el universo social que creyó en Chávez y en la revolución socialista, la opción  adversaria, verdaderamente contraria a la candidata de la derecha MCM.

Sería un avance, una reacción socialista importante, si este candidato se compromete, o bien al Plan de la Patria de Chávez, o, como mínimo, a no privatizar a PDVSA y a que el Estado sea de nuevo, junto al el pueblo organizado, el rector de la economía nacional en favor de toda  la sociedad, atacando los privilegios, sin privilegios de ninguna clase.

Oponerse al plan  privatizador, excluyente y fascista de María Corina Machado tiene que ser una condición indiscutible para elegir un futuro candidato socialista. Ese proyecto ya existe y es el Plan de la Patria de Chávez, concebido como un plan de acción política socialista completo y sin ambigüedades. Descartamos como candidato a Maduro y su idea nefasta de desarrollo neoliberal, entreguista  y privatizador del país,  porque no hace diferencia con las ofertas de la Machado. Y descartamos cualquier otra idea similar que promete combatir la corrupción sin cambiar la moral y el sistema mercantilista capitalista que la engendra.

Por eso, nuestro candidato es el Plan de la Patria de Chávez, con aquellos que se comprometan con él, esta es nuestra opción política para cualquier solución a la crisis de gobierno, social, económica, política y moral que vive hoy el país.

No se trata de oponer nombres sino proyectos políticos. Nada hacemos con apoyar a otro maduro como candidato del chavismo, al maduro que lo traicionó. Cualquiera que sea el candidato  de la opción socialista debe comprometerse con un plan político socialista, y este ya existe: es el Plan de la Patria de Chávez, el cual NUNCA FUE EJECUTADO por maduro y el madurismo.

Si pensamos en participar en las elecciones debemos darle contenido político a la contienda, tenemos que  cambiar el espíritu del “fanático de beisbol” – que anima hoy a la participación electoral, sobre todo dentro de los jóvenes y de los venezolanos distraídos con los discursos brumosos,  la televisión y las ligerezas de las redes sociales – y convertirlo en  un instrumento de confrontación ideológica, necesario para liberar a los trabajadores, a  los desvalidos y los ciudadanos honestos de la calle de mareos y engaños….,  para que retomemos, con un mínimo de conciencia el camino al poder político, ahora en manos de los traidores a Chávez y de la revolución socialista.

Que sean estas elecciones una oportunidad de redención del espíritu libertario de nuestro pueblo libertario,  y de reflexión sobre los errores cometidos, como todo Bolívar o Chávez.

Pero no podemos permitir que la derecha fascista, representada por María Corina Machado, gane unas elecciones presidenciales sin resistencia, o que continúe Maduro con su proyecto neoliberal de entregar el país a quién mejor pague por él, sin ninguna resistencia ideológica y política clara,… indiferentes como flojos derrotados, igual que los funcionarios picaros, y la masa atontada que ellos estimulan, saturada de promesas vanas y de un libertinaje delictivo, o casi delictivo.

Venezuela tiene un reservorio moral, intelectual, político; de rebeldía, de cultura y educación, tan original, una tradición tan importante, que todavía ha hecho de este país, de este pueblo, una amenaza importante para los imperios modernos. Venezuela es y  ha sido hasta ahora, el país fundado por nuestros libertadores. Igual como todavía lo son Ecuador y Colombia, y Bolivia….Pero, sobre todo lo es Venezuela.

Para nosotros, o sea, para mí, Venezuela es,  para  Norteamérica, una suerte de palestina respecto al Israel de la dictadura sionista, un pueblo siempre dispuesto a pelear por su soberanía hasta el fin definitivo de nuestra tradición, y de nuestra nacionalidad fundada y fundida en nuestra memoria, por Bolívar y nuestros héroes conocidos, una memoria tan sólida y resistente, como ha sido nuestra educación y nuestra tradición libertaria hasta ahora.  

La emergencia de Chávez no  es para nosotros  un accidente, para nosotros los rebeldes, toscos y socialistas, Chávez es nuestro mesías, tal y como lo anunció Neruda en su poesía. La poesía americana más sabia y sutil que se conozca en América, tan anticipada al futuro como lo fue el mismo Bolívar, el cual,  sin haber pretendido ser el poeta y escritor,  lo fue sin darse cuenta.

El valor de este pueblo de cara al mundo yace en su historia y como ha podido superar los embates de los esclavistas imperiales, resistiendo a cualquier indignidad y humillación de parte de petulantes e idiotas acomplejados. Venezuela, desde la guerra que se casó Zamora con el imperio de los oligarcas se hizo un país socialmente tenso, consciente, dispuesto a todo. Se hizo un país culto, que fue capaz de cosechar de su historia breve pero intensa, lo mejor de su espíritu para de convertirlo en  lo que fuimos con Chávez; ese mártir de la última gesta de independencia, el reivindicador del socialismo como esperanza política, y el último socialista en el siglo XXI, cuando el mundo había ya renunciado a la esperanza socialista.