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Volvieron los mercaderes del templo: una lección para el mundo

El capitalismo es tenaz, intenta regresar de mil maneras; se cuela en los intersticios del alma de los gobernantes y germina en el corazón de las masas huérfanas. Los mercaderes del templo son expulsados y regresan con sus mercaderías de esclavitud. La Revolución infestada sucumbe, candorosa, frente a los artificios del capitalismo.

En la Venezuela de Chávez la historia no fue diferente de todos los otros intentos revolucionarios, los mercaderes del templo volvieron con sus ventas de espejitos y sus compras de petróleo, minerales, almas de gobernantes. Aquellos avances hacia un nuevo mundo se disolvieron en el altar de fedecámaras y de las petroleras imperiales, que ahora son los nuevos mejores amigos y consejeros del madurismo. La economía del país se va privatizando, desde el petróleo hasta las tierras de cultivos. Y sobre la privatización de la economía se erige la privatización del espíritu, del trabajo, que así enriquece a una casta y no a la sociedad. Y esta operación de restauración, y es una advertencia para futuros intentos revolucionarios, partió de las entrañas de la Revolución, los dirigentes del neocapitalismo no son los de la oposición tradicional, al contrario, son los mismos que se decían dirigentes del Socialismo. Y lo que es paradójico, ¡los dirigentes sindicales! fueron los artífices de la entrega del Socialismo, de la mayor reivindicación de su clase. Unos por omisión, y otros allí están, conspicuos conmilitones del gobierno verdugos de su clase.

Ya no hay vergüenza, a los cuatros vientos se habla de inversiones, de entrega de la Patria, se creen invulnerables, desdeñan la reacción popular. Se sienten, de verdad, superhéroes, de capa y vuelo rasante. Todo está muy claro: se traicionó al Comandante Chávez, se traicionó al Socialismo. Esto que vivimos es una dictadura restauradora del capitalismo, con la que no hay medias tintas, o se enfrenta decididamente, o con la tibieza se está favoreciendo al capitalismo.

Estar en contra del madurismo, de la traición al Socialismo, no es un asunto meramente político, no es la sustitución de un gobierno por otro. Se trata, y no exageramos, de la suerte de la humanidad. Aquí mismo en Aporrea, muchos articulistas escriben sobre el peligro ambiental que amenaza con la extinción a la humanidad, y es verdad. Son graves las olas de calor que se presentan en el planeta, que son graves porque alteran la vida de los ecosistemas, los destruyen, impide los ciclos normales de reproducción de las especies, de crecimiento, de floración, y esos cambios alteran el equilibrio, extinguen la vida.

Ahora bien, el peligro de extinción de la vida tiene culpable, tiene causa, y sólo luchando contra ella tendremos algún chance de salvar la vida. La causa está allí frente a nuestros ojos, es el humano del capitalismo. Por eso es necesario, y ya el Comandante lo había visto, construir el Socialismo, al humano del Socialismo, regresarle al «homo sapiens» su condición de especie armónica con la naturaleza y no especie forajida, destructora de la vida.

La lucha por el Socialismo, por el sueño de Chávez, es la lucha por salvar a la humanidad. Por eso es un crimen contra la humanidad haber traicionado esa posibilidad, no es cualquier cosa haber privado al planeta del ejemplo Socialista, para terminar mendigando a los rusos la entrada en el Brics que es una forma de capitalismo, es la misma miasma. Por eso la lucha más importante que tenemos hoy es volver a la construcción del Socialismo, derrotar a los reformismos.

¡CHÁVEZ, HUMANIDAD!

El Plan de la Patria fue hecho para el PSUV y su militancia

El Plan de la Patria es un plan de acción política, y fue hecho para el PSUV y su militancia, pero luego que Chávez murió fue falsificado por parte de la dirección del partido, en solo semanas. Así mismo esa militancia está obligada a debatir internamente sobre ese hecho de tanta significación política, que está a la base de todo el giro político de maduro hacia el capitalismo, hacia la derecha.

Esa misma militancia, por encima de la disciplina política que exigen los que falsificaron el Plan de Chávez, está obligada a debatir sobre su muerte, a buscar las razones políticas de su asesinato, saber a quiénes favorecía su caída, vistas puestas sobre el mismo Plan de la Patria. Se trata de otra confrontación de clases, disimulada de disciplina, de lealtad, de una falsa unidad en torno a un grupito de traidores manipuladores.

Las organizaciones obreras también deben reflexionar sobre el giro antiobrero del «gobierno obrero» de Maduro. La pregunta que todos se hacen es: ¿Por qué las cargas de la crisis las llevan los trabajadores y no los capitalistas, la burguesía, los empresarios chupasangre? La respuesta es: porque la revolución de Chávez fue interrumpida, la masa chavista desmovilizada, pacificada y fraccionada, y porque el gobierno se alió, acordó en secreto con la empresa privada para «hacer la revolución de la revolución», hacia la derecha, 180° hacia atrás.

Este debate lo deberían estar haciendo ahora al interno del partido PSUV, del PCV original, y todos los grupos políticos que apoyaron a Chávez en vida, con seriedad, haciendo una «línea de tiempo» de los hechos, develando las trampas y las manipulaciones de maduro y sus secuaces; volver a Chávez a través de su espíritu combativo, crítico y reflexivo.

Aunque parezca una exageración, el futuro de la patria depende hoy de esa militancia y de los trabajadores organizados, de que reaccionen con valentía a una dirección política petulante, intolerante, que usa su poder en contra de su propia base política, amedrentando a su propia gente. ¡La razón está de parte de Chávez!, no hay que temer a la disensión, tampoco a la «disección» del partido. Si no sirve y no se puede cambiar la dirección del PSUV, ¡se funda otro PSUV sobre el legado socialista del Plan de la Patria de Chávez!, un PSUV chavista, crítico, verdaderamente político, democrático y de masas. Ya hay una «Acción Democrática», ¿De qué sirve otra?

¿Por qué fue eliminado Chávez?, ¿por qué fue falsificado el Plan de la Patria? No es suficiente la maldad del imperio, su bloqueo y sus sanciones, para justificar el cambio político de Maduro y su «pequeño partido», la militancia chavista y los trabajadores en lucha están obligados a responder esas interrogantes para poder retomar el camino de la dignidad clasista, de la «lucha de clases», y esto no es retórico, es una traducción de la realidad política que vivimos con un gobierno asustado, una derecha yanqui contando pollos antes de nacer, y las consecuentes reacciones fascistas, obreros presos, medios silenciados, amenazas y amedrentamientos.

¡LE TOCA EL TURNO AL CHAVISMO DE CHÁVEZ!, ¡SOCIALISMO ES EL FUTURO, VOLVAMOS CON CHÁVEZ POR ÉL!

Ceguera social, gobernantes reales, gente gente

La percepción de la realidad está velada al humano por una serie de cortinas que la modifican, la disfrazan. Unas son naturales, las limitaciones propias de los sentidos. Otras son artificiales, creadas por los hombres. Las naturales son conocidas, fáciles de apreciar, por ejemplo, la visión es limitada a determinadas longitudes de onda. Las artificiales son más complicadas, inciden sobre la interpretación de la realidad, la modifican de variadas maneras, la construyen.

A medida que la civilización avanza, estos medios artificiales evolucionan, hasta el punto que hoy vivimos. Los medios llamados de comunicación, constituyen una verdadera cortina de hierro que vela la realidad. Esta definición se queda corta, más preciso es definirlos como medios de creación de realidades. Pueden construir una amenaza de guerra, como pueden ocultar el peligro nuclear. Pueden hacer de un hampón un estadista, como pueden destruir la imagen de un político honesto.

En los últimos tiempos esta situación se ha desarrollado por el uso de las redes sociales, y allí en el nombre viene el primer contrabando. Está comprobado, por recientes investigaciones, que la participación de la sociedad en ellos es mínima comparada con la participación de robots, de los mecanismos de los gobiernos y las grandes compañías que construyen una participación social ficticia en las redes. Lo que se pensaba que elevaba la comunicación de la humanidad, resultó en la mayor falsificación de ella.

De esta manera, la humanidad está entrando en una patología mental colectiva, caracterizada por la distorsión masiva, terrorífica, de la realidad. Esta brecha entre la realidad real y la realidad construida tiene consecuencias en la mente colectiva que aún no se conocen, pero apuntan a deformaciones mentales masivas. Si pensamos en la fractura que significa este vivir sumergidos en medio de una realidad creada por intereses antihumanos, y el choque inevitable con la realidad real, entenderemos que el humano está escindido, fracturado, invadida su psiquis, despojado de su voluntad: actúa como un robot, obedece a estímulos falsos; el desconcierto.

Come, duerme, ríe, sueña, piensa, actúa al ritmo de la manipulación de la realidad. Y cuando la mente enajenada se rebela contra esa anormalidad, cuando choca con la falsificación, se producen las patologías que, algunas, son tan masivas, tan comunes, que no se consideran enfermedad. Por ejemplo, los altos grados de egoísmo, de aislamiento, la soledad del hombre, animal social, es una enfermedad terrible.

Y un día esa multitud de soledades se moviliza con la mirada secuestrada, y va a la guerra contra un enemigo de la realidad creada, y mueren en la realidad real.

Y un día el mundo amanece, y ya no hay abejas, porque no hay flores, y el silencio anuncia la ausencia de pájaros y bosques, y el sol hace hervir el agua de los mares. Y los gobernantes construidos acusan a otros gobernantes construidos de los males construidos.

Un día vuelan los aviones atómicos y la realidad creada acaba con la realidad real, y no quedará nadie en la realidad real, y ya no habrá realidad creada.

La defensa de la humanidad de esta enfermedad que tiene nombre, se llama «ceguera social» o «pérdida de la visión de sociedad», es superar su causa. El virus es la propiedad privada de los medios de producción, la creación de dos clases: los que lo poseen todo y los desposeídos de todo. La realidad creada es una necesidad de los poseedores. Y el remedio comienza por volver a la propiedad social de los medios de producción, al Socialismo, a los gobernantes reales, a la gente gente.

¡CHÁVEZ, SOCIALISMO, VIDA!

EN EL INICIO DE UNA LEGALIDAD SE ENCUENTRA LA CAÍDA VIOLENTA DE OTRA LEGALIDAD

La sustitución de una legalidad por otra, es un parto violento. Independiente de la voluntad individual, es un hecho social. Hoy, en Venezuela vivimos una crisis de legalidad. La maltrecha legalidad actual hace agua por todos los costados. Se discute que irá a pasar en lo inmediato. Varias son las hipótesis, los escenarios futuros previstos. La decadencia manifiesta del madurismo aviva la imaginación.

Hay quienes dicen que el madurismo conseguirá estabilizarse, que ya consiguió pacto con fedecámaras, los gringos no parecen determinados a tumbarlo. Y, en vista de la estabilidad del madurismo, plantean una convivencia para tratar de acumular desde lo local, una alcaldía, quizá una gobernación, desde allí, despertar, organizar, movilizar a las masas dormidas. Se les respeta su parecer.

Otros, en contraste con el anterior grupo, piensan que maduro está agonizando, que la marca de su gobierno es la incapacidad de ir más allá de la destrucción, y su actitud forajida que arrasa con toda legalidad, es preparación para un gobierno de fuerza, un fascismo. Dicen que el madurismo no le conviene ni al Socialismo que ya traicionó, ni al capitalismo al que no puede garantizar estabilidad jurídica, ni social.

Otros, creen que el madurismo vive sus últimos días, y se preparan para la transición que saben violenta. Son los que dicen que irán hasta el final, se desencantaron de salidas electorales con el madurismo, que los inhabilita, y los trampea. Estos junto al gobierno operan a los márgenes de la Constitución, tienen su propia legalidad. Ya de hecho, con su conducta, gobierno y oposición están en la fase pacifica de una confrontación que camina hacia un desenlace violento. Sea que el madurismo de un autogolpe, o la oposición vaya “hasta el final”, concrete el golpe que insinúan.

Todo aparenta tranquilidad, todo marcha, en la superficie, según lo planeado. El gobierno estira la cuerda y la oposición no reacciona. Bajo esas apacibles apariencias, las tensiones se van acumulando, la situación económica es catastrófica, sin sueldo, sin empleo, dependiente de unas remesas que cada vez más se la come la inflación. El estamento político no apasiona, no convence, es tibio, frágil. La masa se siente desamparada, no se la juega aquí adentro, no hay como, prefiere huir, el efecto Darién.

En esta situación ¿Qué deben hacer los revolucionarios?

Lo primero, es entender, como dijo Fidel, “el deber de todo revolucionario es hacer la Revolución”, y hacia allá deben ir las acciones revolucionarias.

Las condiciones objetivas para un cambio, un rescate del espíritu revolucionario están presentes, las condiciones subjetivas, su formación, su elevación, es tarea de la vanguardia, que interprete la realidad y forje en consecuencia. Las condiciones subjetivas, se elevan, con el conocimiento del objetivo estratégico, alrededor de ese objetivo se agrupa la masa, se apasiona, sabe lo que quiere y como conseguirlo. Ese es el primer paso de una vanguardia: Dejar claro que dentro de las variedades de capitalismo no hay salida a la crisis, sólo paliativos. Que la solución de fondo viene con el regreso al camino de Chávez, al Socialismo. Que se debe derrotar a la contrarrevolución madurista, y volver a Chávez.

Sobre estas bases se organizará, se apasionará la masa, entenderá que su poder está en la organización y en una dirección imbuida de una teoría, una espiritualidad, un objetivo claramente revolucionario, que no es otra que el chavismo originario, el Socialismo.

¡CHÁVEZ, PASIÓN REVOLUCIONARIA!

Qué es hacer una revolución a la sociedad capitalista burguesa

El modelo de producción y consumo del capitalismo, la devastación de los  ecosistemas, acaban físicamente con nuestra especie. Y el modelo de control de la producción y del consumo en la sociedad capitalista degrada la calidad humana, su condición de ser social, acaba con el sentido existencial que mantiene a nuestra especie en el tiempo, enferma nuestro espíritu solidario de un individualismo mezquino y gregario.

Lo primero ya se está notando en los cambios climáticos imprevistos y previstos por los científicos. En la pérdida de los glaciares, el aumento del nivel  del mar, el cambio de las corrientes marinas y la muerte masiva de especies marinas, las tormentas secas y los incendios, las otras tormentas y las  inundaciones, y la pérdida de la diversidad biológica que metaboliza la vida de todo el planeta.  

Lo segundo lo vivimos a diario en una sociedad fraccionada y gregaria, completamente distraída apostando en una lotería por lograr un éxito vano dentro del mercado capitalista. Nos hemos convertido en mercancías y como tal, queremos ser los primeros en el mercado. El único talento humano reconocido es el de venderse bien en el mercado. Luego de que te has vendido bien, te mueres, más  pronto de lo  calculado, sin heredar otra cosa que ese impulso por llegar primero. Esta es la fórmula que explicaría el ciclo de  vida social del humano modernísimo.

Desde el comienzo,  para los seres humanos, la conciencia de la muerte individual nos obligó a querer, proteger y educar mejor a nuestra descendencia; ese ha sido nuestro instinto existencial, nuestra forma de persistir, como especie, en la faz de la Tierra: la educación y el ejemplo. Sin embargo, desde que existe el capitalismo y la avaricia  burguesa se está acabando aceleradamente con esa tradición, ese legado “existencial”.

El objetivo de un capitalista es prolongar su modo personal de vida, indiferente al destino o fracaso del resto de la sociedad y de la humanidad. El objetivo de un humanista es prolongar la permanencia de nuestra especie en el tiempo, sembrando y nutriendo la gran obra humana, cosechando cultura.

Capitalismo y humanismo se mueven en sentidos contrarios.

El capitalismo es producto de un egoísmo exacerbado y un materialismo abstracto, deificado, la mercancía hecha dios, y dios reducido a mercancía por humanos, siendo el mismo capitalista otra mercancía más; es el fetiche de la mercancía.

El humanismo es espíritu humano exacerbado, el equilibrio humano como tarea fundamental. En tiempos modernos, humanismo se traduce en socialismo, la base material para volver a cultivar los valores espirituales  fundamentales del hombre como  especie, para el desarrollo y crecimiento personal, de cara al tiempo.

Una revolución socialista no es alimentar la pobreza material, y sobre todo espiritual, del individuo. Socialismo no es llenar la barriga de los hambrientos y enseñarlos a trabajar sin sentido existencial. El trabajo sin sentido existencial degrada la  inteligencia humana, aliena, agota. Llenar la barriga y adiestrar a la  gente para producir mercancías no es socialismo, es una idiotez generalizada, una peste que hay que erradicar ya, como un problema sanitario global. Pero sobre todo erradicar esta mentalidad de aquellos que, en nombre del socialismo alimentan al capitalismo y su idiotez, conscientes o no de ello.

El  socialismo es una necesidad, no es un sistema de gobierno más que se puede alternar con la democracia burguesa. Por eso es que hay revolucionarios “mercancías”, y otros revolucionarios dispuestos a demoler el  sistema capitalista en su totalidad, desde su núcleo espiritual  y material, que lo alimenta: quebrar el retornelo de la mercancía, el cual, para cuando se agote la Tierra, los recursos materiales y humanos, se mostrará tardíamente como  finito.

En la cúspide de la pirámide de la sociedad burguesa no hay verdaderos modelos humanos, modelos morales fundacionales, solo hay avaricia irracional,  mentes calculadoras, despiadadas, máquinas de hacer dinero y criar estúpidos y estupidez. Para nuestra especie la verdad debe ser una, no  relativa o  caprichosa. La verdad se cimienta en la persistencia de nuestra raza humana en el tiempo; en la herencia de valores, en la tradición, historia, en  la cosecha de conocimiento y su transmisión a través de los procesos educativos; de esto depende la vida humana. Socialismo no es otra mercancía más, una moda, una herramienta publicitaria,  socialismo es la cura necesaria, inaplazable, para recuperar el humanismo, la salud humana, el equilibrio, el sentido de pertenencia de sus individuos a una sola patria.

¡PATRIA ES HUMANIDAD!, ¡VOLVAMOS A CHÁVEZ!, ¡PATRIA SOCIALISTA O NADA! 

LA ÚLTIMA LÍNEA DE DEFENSA DE LAS CLASES DOMINANTES

No es tarea fácil la sustitución de la dominación de una clase. La historia nos enseña, que no es suficiente un simple relevo político, menos lo es un cambio de hombres, ni siquiera se trata de revoluciones profundas en las relaciones económicas. Todo eso es necesario para poder llegar a la última línea de defensa de las clases dominantes, aunque no es suficiente. La dominación subsiste hasta después de perdido el poder político.

Esta línea de defensa, la ideología dominante, la ética. En esa ideología, vive, resiste atrincherado en la costumbre, el virus de la relación de dominación. Espera en el corazón de los individuos para aflorar a la menor debilidad, emerger por la más pequeña grieta. Allí acaece la decisiva batalla revolucionaria. Al principio es un asunto de falta de comprensión individual, la ideología de la clase sustituida, aparece en las relaciones individuales, apoyada en los viejos vicios y valores: la viveza, atesorar beneficios, evadir sacrificios, el egoísmo, la pleitesía a los viejos símbolos, a antiguos semidioses. Pero es cuando emerge en los niveles de dirección, en el gobierno, que hace verdadero daño a la Revolución, la sacrifica. 

No se debe olvidar que la ideología dominante, es decir, la que impregna al grueso de la sociedad, y la gobierna, es la ideología de la clase dominante. Contra esa ideología es la principal batalla revolucionaria. Por eso, cuando Chávez decía que ser rico es malo, se refería a la mentalidad, la visión del mundo, la ideología, la espiritualidad dominante, la de los ricos. No hay nada más triste, que un pobre, un desposeído, con la mentalidad del rico, que acepte y se conduzca de acuerdo a esos valores, así, se constituye en su propio verdugo.

La conducta de los gobernantes emponzoñados con la ideología de la dominación, se trasvasa al resto de la sociedad y fertiliza el terreno para la restauración, la exige. La nostalgia del pasado guía esos pasos.

De allí que, en la Revolución, la lucha principal es la lucha interna, contra la idealidad del sistema que se quiere sustituir. Se trata de reeducar a los dirigentes y a la masa formada en esos valores. Es necesaria una dirección blindada en la nueva conducta, que irradie, con su discurso, y, sobre todo, con su ejemplo los nuevos valores, la nueva visión del mundo. No es tarea fácil, el poder, por pequeño que sea, es propicio para que emerja la condición del hombre, aflore sus más íntimas cualidades. Allí se verá quién ganó la batalla por su alma, si el pasado o la nueva relación social. Si la ideología dominante no es sustituida, si su base material no es sustituida, entonces, a partir de esa línea se repondrá tarde o temprano lo viejo y vencerá al endeble andamiaje de lo nuevo. 

La tarea es difícil, muchas revoluciones no han logrado superar lo viejo, más allá de la generación fundadora. La que labró una nueva relación humana en el combate. Y muchos intentos revolucionarios fueron abortados por la ideología dominante que asechaba en su propio seno.

La dificultad es inherente al intento revolucionario, ya detectar el peligro, es un avance, un triunfo. Resta, buscarle soluciones, que deben ser refrendadas en la práctica. Puede ayudar el ejemplo de los grandes revolucionarios, pueden ayudar las victorias de la nueva idealidad en las revoluciones. Sin duda, ayudará, la vigilancia y la alerta oportuna. Esa es la tarea más importante en la lucha revolucionaria. Cuando la nueva ética, la nueva moral, la ideología que nace, comienzan a fallar, a perder terreno, es señal inequívoca de que esa Revolución se va perdiendo.

¡CHÁVEZ, EJEMPLO REVOLUCIONARIO!

El futuro como proyecto social

Todos los días se celebra un cumpleaños en Caracas. Cerca o lejos de casa, siempre se oye el comienzo del ritual con  el coro desafinado del cumpleaños feliz de Emilio Arvelo y  termina con un grupo de borrachos y borrachas desafinando rancheras y vallenatos hasta la madrugada. Un fenómeno social. Pero, sin engañarnos,  cada cumpleaños que se celebra en este país es una excusa para los adultos hacer catarsis, de un malestar silencioso como la tensión alta, del estrés de una vida agitada pero reprimida, infeliz, sin alegría, sin jovialidad, sin esperanzas nacionales.

Hoy somos una sociedad dócil y triste. La patria está reducida a logros ajenos e individuales, Yulimar Rojas, los peloteros de Grandes Ligas; de  artistas, deportistas, atletas,  que viven fuera de nuestra sociedad, en Estados Unidos o Europa, muchos de los cuales han buscado la felicidad o la salvación, más que espiritual, económica, de forma personalísima, nostálgicos de una bandera, pero sin patria y con menos amigos.

¡Para el común de nosotros, no queda tiempo para pensar en el futuro! Después de la muerte de Chávez, el futuro  ya está “cantado” con esta restitución del viejo sistema, y “contado” por Maduro en forma de mentiras.  

Nadie piensa hoy en el país de manera positiva, como proyecto transformador de una realidad injusta y desigual. Para el grueso de la gente el futuro es una fatalidad, es la lucha diaria de todos contra todos para alcanzar el éxito, nadie sabe éxito en qué o  sobre qué.  Es la oferta del capitalismo representado por la derecha mayamera, y por Nicolás Maduro…, jefe de la restauración capitalista luego de la muerte de Chávez, de la traición política a la  revolución socialista…, traición al Plan de la Patria, despreciado y mancillado por el madurismo.

¿Qué es tener éxito en una sociedad capitalista? En pocas palabras, tener éxito en una sociedad capitalista es tener mucho dinero para así morirnos pronto. Llenar las insatisfacciones burguesas es llenar un abismo  insondable, y quien más cerca lo logra más rápido  se ataruga de basura, se atraganta de placeres fugaces, y muere sin pena ni gloria.

Pensar en la posteridad del pueblo. Una cosa tan importante y que inflamaría de dignidad y dicha a cualquier hombre antiguo, como es legar valores a nuestra descendencia, educar para prolongar la existencia como pueblo, hoy se la encomendamos a una pobre sociedad que fabrica idiotas, sin otros valores que la ostentación de  estar en sintonía  con el mercado mundial. Más importante  que aprender con los hijos y hacer con ellos sus deberes escolares, familiares y sociales, es comprarles un teléfono celular para su cumpleaños. Padres idiotas crían hijos idiotas, así como padres con alma de  delincuentes crían hijos delincuentes, madres con alma de putas crían putas, ¡y después se quejan! Luego el presidente se queja, la maestra se queja, las madres se quejan, de que haya tantos tramposos, hombres maltratadores, delincuentes, tanta inseguridad, desconfianza, indiferencia y maldad, en una ¡puta sociedad! donde un teléfono vale más que la educación, que  la transmisión de valores fundamentales a nuestros hijos y a la juventud.

¿Quién podría aprender algo viendo la televisión abierta de este país, o con la realidad virtual, la desinformación y estafa de las redes sociales? ¿Quién se entera de algo cercano a la verdad viendo las noticias que transmite VTV? En este país la única realidad que uno logra percibir viendo televisión es el nivel elevado de pobreza e ignorancia de quienes hacen esa televisión, incluyendo, y sobre todo, los que la hacen desde los canales del gobierno, o controlados por el gobierno de Maduro, que son casi todos. Es televisión hecha por subnormales para subnormales, y para gente indiferente.

Terrible es que Nicolás Maduro se sienta identificado con su obra “espiritual”, con su “revolución cultural”; que el presidente de un país como Venezuela sea responsable y autor de tamaña vergüenza nacional, que esa inopia intelectual y espiritual sea la estatura de su conciencia ciudadana y social, que esa deficiencia espiritual lo iguale al resto de los mercachifles capitalistas que se han asociado con él.

Si quieres ver una sociedad humana infeliz,  esta es la de un rebaño de individuos compitiendo entre ellos por salvarse cada quien por su cuenta de las adversidades, desesperados, como escapando de un naufragio, como una estampida ñus perseguidos pos leones  En el capitalismo, ya decía Marx, “todo lo sólido se desvanece en el aire”. El capitalismo acaba  con la memoria, tradición, con la herencia, con la historia, con la cosecha cultural fundamental, civilizatoria; lo suyo es la ganancia, la usura, un amor irracional por el oro, algo que no se puede comer, que no alimenta el alma sino de forma torcida, ilusoria, una deformación pillada por los antiguos en la moraleja trágica del rey Midas, metáfora de la estupidez que fundamenta a la sociedad burguesa capitalista.

El futuro no puede ser la fatalidad de vivir esclavos un eterno presente. Si vamos a pensar en el futuro debemos ver más allá del capitalismo y de las promesas demagógicas de esta pandilla de oportunistas, que en las elecciones se venden como dueños y autores de las mismas soluciones mágicas capitalistas; corruptos condenando la corrupción, tramposos denunciando trampas, ladrones acusando a ladrones,  soluciones capitalistas para una sociedad podrida por el mismo capitalismo, sembrada de miseria, desigualdad e injusticia por él.

No  es el socialismo  al que hay que cambiar, es al capitalismo. El socialismo es el futuro, Chávez es el futuro y su Plan de la Patria es la guía.  

¡VOLVAMOS A CHÁVEZ!,  ¡VENZAMOS AL MADURATO Y A LA DERECHA GRINGA!

La malquerencia entre Diosdado y Maduro

Los llamados a la unidad, la mesura en el discurso, no pueden ocultar la profunda malquerencia entre diosdado y maduro. Una observación ligera demuestra la existencia de fuertes corrientes internas en el madurismo que se preparan para el choque final. Habla diosdado de «elecciones libres, pero libres de sanciones». Maduro responde pidiendo más centros de votación. Da la orden diosdado de agredir a los candidatos de oposición. Aclara maduro que el gobierno no usa la violencia, y diserta contra la polarización violenta.

Son dos posiciones distintas que asoman. Debemos atender lo que no se ve, siguiendo a Martí, debemos buscar allí la verdad. Esas discrepancias, pequeñas ahora, son chispas que iluminan un choque más violento que se escenifica en las entrañas del monstruo, y reflejan la agudización de los intereses que ellos representan, reflejan la existencia de diferentes corrientes allá adentro que toman posición ante el inexorable desenlace.

¿Qué está pasando allá adentro?

Para intentar entender a las entrañas del madurismo, debemos partir del desespero que proviene del fracaso rotundo de su política. Los intelectuales del madurismo, sus técnicos, no pudieron resolver el problema de la gestión de gobierno y sobrevino la profunda crisis que hoy vivimos. Es en la actitud frente a esa crisis que se presenta la divergencia principal.

Unos maduristas plantean lo que es frecuente en la historia, cuando la clase que toma el poder, en este caso el lumpen sindical, fracasa: pedir ayuda a la clase dominante. El espíritu de dominado que impera en el madurismo toma las riendas, y va a pedir auxilio a sus amos tradicionales. Así, el madurismo muda Miraflores para fedecámaras, para que los técnicos del capitalismo lo ayuden a salir del atolladero. Ahora, entre ellos, se vive un romance, se cambian piropos, fedecámaras pide que le suspendan las sanciones, Miraflores acepta el piropo, aunque le cueste cumplir con las elecciones limpias, es decir, perder el poder, con las sanciones personales vigentes.

Es cada vez más difícil compaginar el Chavismo con el amorío con la burguesía, ya no es posible ocultar la sumisión, el armisticio firmado a escondida. Esta parece ser la posición de maduro. Camina hacia una regularización de la dominación capitalista con la restauración de la democracia burguesa, de la cuarta.

Enfrente está la posición de diosdado, representa a los militares y civiles que quedan fuera en el pacto, representa los nuevos ricos que no irían al reacomodo, no los quiere ni fedecámaras ni la opción de mariacorina. Tienen un poco de vergüenza, pero más que vergüenza, miedo de retratarse con la burguesía tradicional. Saben que fuera del gobierno no tienen vida. Cada noche le es más difícil a diosdado hacer el programa.

En todo esto no hay que dejar de lado a la geopolítica. Los altos mandos se cuadraron con Moscú, los gringos en la práctica volvieron al petróleo, y vienen por más. Es de suponer que fedecámaras está sirviendo de intermediario para acercar al madurismo a los gringos. La pugna entre Rusia y gringos-europeos se superpone a la política nacional. En los próximos días, quizá horas, emergerán, de las grietas de la crisis, nuevas señales.

En este desenlace debe aparecer la opción chavista. El país no puede quedar en las garras de los buitres capitalistas, es necesario salir del madurismo y derrotar a las opciones capitalistas que son la misma miseria. Hoy la batalla debe estar entre el Socialismo chavista, y el capitalismo creador de miseria. Es necesario regresar al punto donde extraviamos el camino.

¡VOLVER A CHÁVEZ!


Todo está dicho, todo está planificado…tiene la palabra la realidad

El complejo dominante, madurismo y oposición gringa, tienen todo planificado: las primarias deben distraer este año, luego vendrán los fuegos fatuos de las presidenciales, y así llegaremos al 2024, todos embobados. Unos bonos bien colocados, algunos espectáculos de las escaramuzas electorales, las tradicionales alertas de ataques de iguanas, misiles extraños y amenazas de invasión mantendrán ocupados y todo marchará según lo planificado. Todo seguirá igual de malo, igual de tranquilo.

El madurato no contaba con la realidad nacional, que no se puede meter en un plan parido en madrugadas de improvisados técnicos. La realidad dice la última palabra, su dictado es inapelable. Este cuadro político, gobierno y oposición, está agotado. Más allá de lo aparente, se mueve un caudaloso río que juzga la acción del estamento político… y lo desaprueba. Allí están esos 7 millones de votos silenciosos del éxodo, allí están los millones que aquí adentro lo rechazan. Es inocultable que el estamento político está aislado de las grandes masas, del país. Ya no se repite la fuerza telúrica de las siete avenidas, ni siquiera salen a las avenidas, sólo en locales, bajo techo y callecitas estrechas. La realidad no se puede engañar.

Ese Orinoco de rechazo, necesariamente, se manifestará en acciones. ¿Cómo serán? Seguramente serán violentas, una de las características del madurato es cerrar las vías de la manifestación de la voluntad popular: persigue, exilia, inhabilita, reprime de mil formas. La sociedad está ahogada. Por algún lado saldrá esa presión. Puede salir en reacciones individuales, no políticas; puede salir en grupos pequeños de rebeldía local. En estos casos no peligra el estamento político. Pero puede ser que el descontento sea encauzado hacia acciones revolucionarias, esto es, que tengan como objetivo volver al camino extraviado con el asesinato de Chávez y la traición del madurismo. En este caso habrá esperanzas.

Entonces, el futuro de la nación residirá en el contenido ideológico presente en esa lucha por la conducción de la sociedad, allí se determinará el futuro. Como es su mala maña, el capitalismo en medio de su crisis busca maneras de resolverla sin que sea afectada su dominación. Inventa fórmulas que simulan cambios para que todos siga igual, eso lo observamos hoy con claridad.

Quieren ocultar el Socialismo, que la gente olvide al Chávez auténtico. Con descaro regresan a los tiempos de la cuarta, los candidatos prometen planchas de zinc, villas y castillos, para después no cumplir. En ese circo que son las elecciones, no hablan de volver a Chávez, de Socialismo, está prohibido meterse con el sistema, eso no da voto. Lo más lejos que llegan es a luchar contra el neoliberalismo, que es un ropaje del capitalismo. Las elecciones son un opio que tiene como fin central enterrar la esperanza Socialista, que la masa la olvide.

Pero la realidad habla, produce sus propios caminos, empuja la voluntad hacia determinados terrenos. Por debajo de toda esta fantasía de quincalla se mueve la realidad: el madurismo perdió el apoyo político, el amor que heredó de Chávez, y en su desespero cerró las vías del cambio pacífico. En las catacumbas se mueve la preparación de una salida violenta; todas las fuerzas, con sigilo, se preparan.

¡VOLVER A CHÁVEZ!


Por minutos se agrava el choque entre madurismo y mariacorinos

Como estaba previsto, a medida que se acercan las elecciones, y como consecuencia de su incapacidad para resolver la crisis, el choque intercapitalistas se agudiza, se corre hacia la violencia, se sale de los maltratados linderos de la Constitución. Los intereses económicos no encuentran solución común, los bandos no respetan las reglas del juego, impera la ley del más fuerte. Se presentan las cartas bravas.

Ledezma, autorizado vocero del maricorismo, declara:

sólo con el impulso de un proceso de desobediencia civil, podrán enfrentar la exclusión de la candidatura de machado. «la única manera de poder llevar adelante la inscripción de una mujer que está siendo vetada por el régimen es poner en marcha la desobediencia civil»

Esta declaración no puede entenderse como un capricho de este experimentado flotador en política. Quien así lo entienda está cavando su derrota. Esta declaración obedece a los intereses de una fracción de los capitalistas enfrentada a las otras fracciones burguesas. En esencia, se disputan la renta petrolera, lo demás viene por añadidura. Se pelean por el poder político, gran administrador de la riqueza nacional. Y no se debe olvidar, se disputan la preferencia de los imperialismos.

Presto, el madurismo, o mejor, la fracción de maduro, responde por boca del fiscal con la ridiculez de un auto de detención a ledezma, con la acusación de traidor a la Patria, asociación para delinquir. De pasada acusan a maría corina y su gente de pandilla delincuencial.

La confrontación se desliza hacia choque violento. Ya no es sólo una inhabilitación a la carta. Esta es contestada con amenaza de desobediencia civil, y conversaciones con militares. Y esta amenaza es replicada con auto de detención y acusaciones de asociación para delinquir. ¿Qué vendrá en los próximos minutos? Todo indica que la escalada no se detendrá. En la disputa por la gran riqueza nacional, el capitalismo es capaz de llegar a las mayores barbaridades, no se detiene ante nada.

Esta confrontación es la expresión visible de la subasta de la Patria, ni más ni menos. Lo que está sobre la mesa es la conducción de la nación, si será soberana o será entregada a los capitalistas internacionales y nacionales que esperan como buitres que sus borregos políticos definan el poder para concretar su participación en el botín. Es el momento de defender a la Patria, su existencia, hoy amenazada por el capitalismo de esta época.

La Patria espera, necesita, la acción de sus mejores hijos. La batalla está definida, no hay cabida para medias tintas. De un lado los capitalistas con el campo despejado de resistencia, que se disputan los despojos de la Patria descuartizada. Del otro lado los que siguen las enseñanzas de Chávez, de que la única manera de tener Patria es si es Socialista; que la mayor suma de felicidad, el rescate de los desposeídos, de los pobres de la tierra sólo es posible en Socialismo, como dijo Martí: «con todos por el bien de todos». Nunca como ahora este pensamiento ha tenido tanta vigencia. Es momento de enfrentar a los capitalistas, a los tradicionales de maríacorina y demás miembros de la oposición gringa, y también a los maduristas en todas sus versiones, que traicionaron a Chávez.

No es una simple cuestión de política, se trata de la existencia de la Patria. Hoy, hay esperanzas, Chávez recorre de nuevo la política con el PSUVCH, que crece indetenible, para terror de las derechas.

¡CHÁVEZ VIENE!