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La Paradoja de la corrupción

El domingo por la mañana presenciamos el final de una persecución policial anticorrupción. una camioneta “Toyota Corruptión” que fue alcanzada y bloqueada por otras dos del mismo modelo pero de la policía nacional anticorrupción, justo entre la Av. Mis encantos (Uslar Pietri) y la Fco De Miranda, frente a la estación del metro de Chacao. El conductor de la camioneta emboscada se encerró dentro con seguro y dejó en expectación a un público callejero donde estuvimos atentos al desenlace policial, mientras los funcionarios uniformados con pasamontañas decomisaban los celulares que grabaron la acción y fotografiaron la 4 x 4… – no fuera que al descubrirse el infractor nos sorprendiera el rostro de algún conocido –. La suspicacia nos dice que todo fue una puesta en escena de alguna “película de acción” a la que nos tiene acostumbrado la astucia madurista.

Según el presidente Maduro, dice una nota de prensa, que “llevan semanas” haciendo seguimientos a los casos de corrupción, lo que muestra el «alto nivel de eficiencia del sistema judicial», que en semanas han capturado a tan importantes y tan variados corruptos que llevan años en eso. Pero todos sabemos cómo es eso; donde hay seis corruptos es porque anidan miles, como las chiripas. Si se destapa el “nido”, el gobierno cae, o se disuelve; como las chiripas, sus individuos huyen en desbandada. Pero ese nido, “nuestro nido” de corruptos, es otra cosa, podríamos decir que, más que una guarida, es el alma que da vida a la “nueva Venezuela” y a la “nueva economía”.

Cambiando a una imagen agrícola, en un país capitalista “colonial” como el nuestro la corrupción ya ha sido sembrada sobre tierra fértil. En esa tierra solo prospera el lucro, y la avaricia. En ella todo es una oportunidad para ganar dinero fácil, desde los eventos deportivos (incluyendo los maratones) hasta otros más intelectuales como los congresos de ingenieros, de médicos, de docentes, en todas partes hay un negocio, una trampa, una tómbola… pendientes, la gente obnubilada se olvida de las razones espirituales que en un principio los convocó a reunirse, hasta en las iglesias se dan esas permutas de espíritu por provecho material (católicas, porque las evangélicas ya son centros y escuelas de negocios). En este terreno más bien prospera el desgano por lo trascendental, por lo espiritual, las cosas profundas provocan tedio, un fastidio frente a los cambios personales, y ni se diga sociales, la mayor motivación de la masa en esta “nueva Venezuela” es llegar a ser tan felices e ignorantes como se pueda con la posibilidad de ganar la lotería frente a un televisor o en un bingo, o un celular conectados en las redes sociales, ¡para eso se lucha y trabaja!, y para tener sexo y embriagarse una vez a la semana. La ignorancia es el abono de la corrupción, no es importante pensar más allá, de cómo hacer dinero fácil, o en trabajar para una obra, así sea digna de la humanidad, si no produce ganancias; la herencia, trascender como sociedad o como especie, eso es “paja intelectual”, al joven de hoy solo le concierne el éxito fugaz y la ostentación fugaz de quien puede llegar a tener mucho dinero, “al precio” que sea: eso es corrupción.

Corrupción (corrupción moral, no hay otra) es lo que cría el capitalista en la muchedumbre que se le ajusta, una masa corrupta, dócil y desechable cuando se seca (como una arepa) es lo que necesita el capitalismo para sostenerse en el tiempo, hasta que acabe por chupárselo todo. Capitalismo y corrupción son un matrimonio indisoluble, corrupción y capitalismo son sinónimos. 

Por eso el gobierno de maduro, al perseguir a unos cuantos por esas inclinaciones tendría que perseguir y capturar a casi toda Venezuela, además de encarcelarse él mismo… De hecho es lo que pretende Estados Unidos hacer con todos nosotros: ponernos presos, esclavizarnos en nuestro propio capitalismo. Primero nos corrompe, nos hace dóciles, ignorantes y egoístas, y luego nos castiga, nos sanciona y bloquea por corruptos… e incita a Maduro para que despliegue esta campaña anticorrupción la cual pareciera el mandato de la Casa Blanca o del FMI, más que la gesta moralizadora que pretende exhibir Maduro, una forma de redención ante el dios capital en sus distintas manifestaciones, oro, dólares, petrodólares, euros, rublos, yuanes, criptomonedas. La paradoja del corrupto es la de tener que descalificarse a sí mismo, ante el juicio de los ricos, de los más ricos y más poderosos, aún actuando y pensando de la misma manera que ellos….

…Imagino a Yelitza Santaella rebotándole la culpa del desastre de nuestro sistema de educación formal al “inocente” ex ministro de educación superior “capturado” y condenado por la fiscalía, una ruina que data desde que maduro quiso desarrollar las fuerzas productivas del capitalismo. Para ese propósito noble y ambicioso había que sacrificar algo, y que mejor que la educación, la cultura, la investigación científica, toda esa “molestia moral”, esa molestia socialista que ha sufrido el capitalismo desde siempre. Si quieres mejorar tus negocios cuídate de la conciencia social, olvídate de la educación y la cultura; diría un Milton Friedman que “la educación y la cultura hay que estandarizarla y privatizarla para que sólo sirvan al capital”, a fin de reproducir el chiripero corruptible del sistema capitalista, y que “el humanismo es sólo para tontos” –así diría ese pequeño demonio en boca de un Jesús Farías cualquiera.

El “flagelo de la corrupción” es una autoflagelación de los gobiernos que promueven el capitalismo. El castigo a los corruptos “declarativo” es una distracción para que no se sepa donde anidan los huevos, para desviar la mirada hacia chivos expiatorios de la colonia de chiripas. No pueden poner preso a Quevedo o Aissami porque Maduro y Cilia serían los otros en la lista, y más allá sus socios, y mucho más, el sistema capitalista y su “lógica”. El capitalismo es “el huevo de la serpiente” dentro la revolución, pero a la vez es una serpiente que se muerde la cola Una idea para Jesús Farías: “cómo hacer la revolución sin violencia”; cómo acabar con el capitalismo haciendo que se trague a sí mismo).

Pero el capitalismo no se suicida. Corrupción es un calificativo despectivo, clasista, es como decir negro en España o Francia, es una manera de establecer jerarquías dentro de la sociedad burguesa; están los que hacen o “tuercen” las leyes y las aplican: los propietarios ricos y su gobiernos lacayos…, y los otros: los corruptos, los corruptores y los corruptibles, diferenciados aunque todos abreven de la misma laguna. Un rico propietario, por más podrida que tenga su alma, o un presidente de la república, nunca será corrupto. Para que se lo reconozca como corrupto debe haber una revolución social, un cambio en la conciencia del pueblo y de la misma sociedad. No hay más corrupción que la corrupción moral que produce el capitalismo y sus agentes; la mentira, el engaño, la indiferencia, la ignorancia, la maldad que cultivan estos señores débiles de espíritu.

¡VOLVAMOS A CHÁVEZ POR EL CAMINO DE LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA!

Del desastre del 2015 a la constituyente del 2017

Luego de perder el control de la AN (Dic. 2015), por la terca insistencia madurista de “hacer la revolución” trabajando con la barracuda capitalista (superar el rentismo, no con trabajo productivo y creador sino con la “liberalización” de la economía, alimentando a especuladores y oportunistas), lo que llamó maduro “pasar a la ofensiva” nada tuvo que ver con más socialismo, sino con hacer trampas, organizar una secuencia de triquiñuelas para anular de forma definitiva la acción de la AN opositora, y tratar de legalizar (y legitimar como si fuera socialismo) sus proyectos neoliberales de forma segura, que, hasta hoy, son contrarios a los principios que fundamentan a nuestra Constitución. Para esto último se convocó y se eligió una Asamblea Constituyente, que además de sustituir a la otra y concentrar todo los poderes del Estado, suspendido éste en un limbo legal, resultaba útil para intentar cambiar la Constitución blindada de Chávez y legalizar el “nuevo modelo económico (importador-exportador)” de Maduro. Porque sin una base constitucional, el madurismo no ofrecía (ni ofrece todavía) ninguna garantía jurídica para los inversionistas foráneos y nacionales. Quizás se pensó en cambiar la Constitución, pero calculado el costo político de esa clara traición, se conformaron con sancionar “leyes constituyentes”, un truco jurídico sacado de la manga por el mago Herman Escarrá, tratando con él de arrebatarle a la Constitución su autoridad de “Madre de todas las leyes”, pero sin tocarla.

La desesperación y terquedad del gobierno de Maduro para gobernar su propio capitalismo comenzó en el 2016 con el control madurista de todos los poderes públicos, empezando por el TSJ. Luego una sentencia del mismo Tribunal se usa para declarar en desacato a la recién elegida AN, con lo cual se anularon todos sus poderes (por negarse a revocar la elección cuestionada de los diputados del estado Amazonas), y desde entonces todo el peso del Estado recayó en el TSJ. Mediante TSJ y el CNE controlado por el gobierno, se elimina la amenaza del referéndum revocatorio propuesto por la oposición. Pero como “el poder reside en el pueblo” y no en un grupito de leguleyos, según nuestra constitución, en el año 2017 se ven obligados a llamar a una constituyente, trucada, convocada por Maduro, en contra de lo dispuesto en la Constitución, escoltada de sentencias o consultas de apoyo del TSJ y el CNE (controlados ambos por maduro y su gente). Después vendría la acción protagónica del diputado –que llamó “gallina” a Chávez – Herman Escarrá, haciendo de asesor jurídico del gobierno de Maduro en el tema constitucional, y creador de las “leyes constituyentes”. En dos años se articuló ese tosco y grosero plan para prolongar un gobierno renegado, reformista, capitalista, por encima de la voluntad de todo un pueblo, y en particular del chavismo que no quiso votar por traidores.

Verdaderamente fue un acto desesperado, osado e innecesario si no se hubiera renunciado al plan socialista de Chávez, a la revolución socialista. Desde el 2015, pasando por la elección de la constituyente inservible del 2017, hasta hoy, la abstención electoral ha sido tan elevada y el sistema electoral tan manipulable que ninguna de esos resultados electorales legítima, por lo menos, al gobierno de maduro, ni legitimaba en aquel momento su constituyente, aun siendo declaradas válidas, legales, por el CNE. Todo lo que vivimos hoy se hubiera evitado asumiendo la revolución socialista como la guía espiritual, legal, política y económica de nuestras vidas y de nuestras acciones políticas y sociales. Estaríamos peleando como un solo pueblo, no humillados por un grupito de aspirantes a tiranos y por un imperio arrogante, que resumen la lógica del capital de un país, otra vez, colonizado.

El modelo madurista se destapó hace rato. Es el viejo modelo, “importador exportador” capitalista colonial: se abandona el plan de soberanía alimentaria, soberanía petrolera, las empresas socialistas y se comienza a restituir lo social a lo privado, a los empresarios parásitos que continúan viviendo de la renta petrolera, sin producir ni un grano de arroz partido por la mitad; importando para luego exportar. El precio del dólar depende de la oferta y la demanda y para controlarlo se vuelven a vaciar las reservas del BCV. Pero nadie produce divisas, los capitalistas se chupan todas las reservas de dólares que produce el petróleo. En compensación del desastre de las medidas neoliberales se hace ley lo que una vez fueron soluciones provisionales, medidas temporales para una emergencia nacional, a saber: las cajas de los clap y los bonos; es decir, un Estado “asistencialista”, reformista tipo adeco, acabó venciendo definitivamente a la revolución socialista de Chávez. Todo lo demás han sido excusas y metidas de pata, falta de gobierno, falta de una estrategia (política, moral y material) fundamental; corrupción, malversación, indiferencia.

Si queremos Patria debemos retomar la lucha por nuestra independencia del capitalismo y los capitalistas, porque el imperio es CAPITALISMO. Hoy, tener Patria es vivir en igualdad de condiciones, materiales y espirituales, de respeto por el individuo y por la vida que le da el sustento; luchar y vencer luchando, esa es nuestra íntima consigna.

¡VOLVAMOS A CHAVEZ!, ¡PATRIA SOCIALISTA O MUERTE!

Vencer

Vencer sobre qué, a qué o a quién. No se puede vencer al imperio si su naturaleza nos domina, o al capitalismo actuando nosotros mismos con la mentalidad de un capitalista, por lo menos con sus mismas ambiciones. Tampoco podemos cambiar nosotros aislados del mundo, si no cambiamos nuestro entorno (o viceversa), porque la lucha es una sola, es la economía natural del esfuerzo; hay que hacer las dos cosas a la vez, el método siempre termina siendo una forma de carácter, sus partes se funden en una «actitud». Pero primero hay que responder a la pregunta: vencer a qué o a quién, si no tenemos esto claro es inútil siquiera pensar en eso.

La revolución se acaba realmente cuando se hace un discurso y nada más. La revolución se apaga cuando el discurso crece mientras “la actitud” decrece, el tonto se queda resolviendo el mundo construyendo edificios de palabras, que se van elevando y elevando soltando un lastre de sentidos, hasta que estas se pierden, como un papagayo sin hilo llevado por el viento, palabras llevadas por el viento y nada más. En ese momento ha muerto la revolución, y también el discurso de su sentido.

Por eso se dice que la revolución es permanente, porque es “una actitud” de cambio, una disposición que sin ella nos hubiéramos quedado en el “aparato”, en un estadio primitivo de la evolución. Podríamos decir que ella es la actitud humana más desarrollada, la que cobra más sentido en el ser humano, la actitud de cambiar y perfeccionarnos constantemente.

Igual pasa con la revolución socialista, no sólo social sino socialista. Un socialista se hace así mismo a partir del ideal socialista, a partir de un discurso, de una reflexión, se trata de un producto humano racional y moral a la vez, un esfuerzo, una lucha en contra de nosotros mismos, que se da en el espíritu y en la acción.

También lo que somos, lo que queremos cambiar en nosotros, es producto de una racionalidad infligida, hecha carne y espíritu con dolor y muerte, con violencia, tortura, crueldad. Para arrodillarnos hoy frente la imagen del hombre torturado y crucificado; sentir piedad, culpa y pedir perdón por gustar de la vida y sus frutos, tuvo la iglesia de Pablo que torturar, asesinar y quemar a mucha gente inocente.

También lo que somos es producto de una racionalidad, de una acción positiva humana, no es del todo “natural” o connatural con la humanidad. Lo único natural en ésto es la capacidad humana de infringir dolor y soportar dolor. Frente a esta inclinación de la humanidad, el socialismo hace de contra peso, es una forma de proteger a nuestra especie de su fragmentación y disolución definitiva, de balancear nuestros instintos, equilibrar los extremos que se han desplazado hacia un solo lado, el de la destrucción y la muerte sin un sentido trascendental, sin una razón que la justifique, que sea vital para ella, para nuestra especie.

Fuera de la humanidad nada existe, somos esclavos de nuestra propia condición racional y de nuestra propia consciencia, además casi que los únicos responsables de nuestra propia destrucción.

Vencer es vencernos a nosotros mismos sosteniendo el equilibrio como un volatinero sobre su línea, entre la vida y la muerte, el socialismo es esa cuerda, el socialismo señala el reto: la dirección hacia un ideal y el cómo sostenerse andando el camino, el paso a paso, sin perder el ritmo de avance y el equilibrio.

¡Venceremos!, es vencer en cada momento de nuestras vidas.

¡PATRIA SOCIALISTA O MUERTE, VENCEREMOS!

¿CESTA BÁSICA O CESTA HUMANA?, NO SOMOS MERCANCÍA

En el capitalismo el trabajador es considerado una mercancía, se le paga lo necesario para su manutención y su reproducción, es la llamada cesta básica, esa es la esencia del salario, un precio al trabajo, que es objeto de regateo entre el trabajador y el dueño de los medios de producción. El capitalista intenta bajar el precio a niveles mínimos, y el trabajador pugna por alcanzar lo mínimo en sus condiciones de vida. Todo dentro de las reglas de la competencia capitalista.

Esta batalla, del trabajador contra el propietario, sucede desde los inicios del capitalismo y continuará hasta su final. El trabajador seguirá paupérrimo y el capitalista, gordo de plusvalía, se hará más rico. La lucha por la cesta básica es funcional al capitalismo.

Cuando, el trabajador adquiere conciencia de su situación, entiende que, luchando sólo por el precio de su trabajo, sólo por la cesta básica, se comporta como una mercancía más dentro del sistema capitalista, que, de esa forma, está certificando al sistema que lo explota, que lo esclaviza, entonces, sus luchas toman otra calidad. Es así, sus luchas sólo adquieren profundidad estratégica, cuando adquieren una responsabilidad histórica, se elevan, ahora el objetivo es: liberar al trabajo, de la única manera que eso es posible, liberando a toda la sociedad del capitalismo, yendo hacia el Socialismo. Es el Socialismo la reivindicación mayor, la verdadera conquista de los trabajadores.

La nueva sociedad considerará al hombre, no como una mercancía sino como un humano, aunque esto, “el hombre humano”, pueda parecer una redundancia, no obstante, el paso del hombre mercancía al hombre humano, es gigantesco, la liberación del hombre de la esclavitud de milenios, es en palabras del clásico, el salto de la prehistoria a la historia del hombre. Así, el humano conquista las condiciones para el desarrollo pleno de todas sus capacidades, físicas y espirituales, el trabajo deja de ser una esclavitud, y será actividad vital de realización, es la conquista de la cesta humana.

El dilema está sobre la mesa: o cesta básica, y en este caso apuntalar al sistema de explotación, continuar con siglos de miseria, o luchar por la cesta humana, por el cambio de sistema y gobierno, y liberar a la humanidad.

Con el gobierno de Chávez se escogió el segundo camino. Tocamos con la punta de los dedos esa nueva sociedad, empezamos su construcción, en lo material y en lo espiritual. Se empezó por elevar el nivel educativo de los preteridos, se erradicó el analfabetismo, se activaron las Misiones educativa, “lloviznaron cantos”, el trabajador comenzó a adquirir conciencia de su responsabilidad histórica, así pudo salir exitoso de los intentos restauradores, de golpes y saboteos. El egoísmo en las relaciones sociales comenzó a ceder terreno frente a la conciencia de pertenencia a la sociedad.

Los capitalistas se alertaron ante la seriedad de los cambios, no eran simples cosméticos, se trataba de cambios estructurales en las relaciones económicas y en las relaciones sociales. Contra el ensayo socialista se conjuraron todas las fuerzas del pasado. El capitalismo consiguió un triunfo, salieron de Chávez y retrocedieron los pasos hacia la nueva sociedad. Ahora la tarea, la calidad de la batalla está clara, se trata de volver a Chávez, de volver al camino extraviado con la felonía de los usurpadores. En esa tarea los trabajadores tienen papel estelar.

La batalla de hoy debe ir más allá de la lucha por la cesta básica, ir hacia la batalla por la cesta humana, disputar el poder, sólo así, se conseguirá romper la condición de mercancía del hombre, sólo así los trabajadores, sus líderes se responsabilizarán de su papel histórico.

¡VOLVER A CHÁVEZ, AL SOCIALISMO!

¿QUÉ FALTA PARA EL VUELO ALTO QUE CRUZA LOS ANDES? !HÁGASE SU VOLUNTAD!

Los pueblos, cuando completos, son capaces de grandes hazañas, los embarga la rebeldía que transforma sumisos en tigres fundadores. Los pueblos impulsados por razones sagradas, sentido altruista, grandes líderes, son capaces de romper la cordura de la costumbre y elevarse por sobre su tiempo, ir al futuro, tomarlo por asalto.

Hoy, en Venezuela se dan muchos factores que propician el vuelo alto que alguna vez cruzó los Andes en los hombros de Bolívar y sus oficiales. Se vive una situación de calamidad económica compatible con la derrota en una guerra contra un ejército de ocupación. Aquí todo está en ruinas, lo material, no hay ni salario, ni moneda, lo espiritual, el espíritu de fraternidad, de pertenencia a la sociedad se extravió. Este pueblo tiene fresco en el alma el ejemplo del futuro posible, pleno de felicidad que ya vivimos con el gobierno de Chávez, aquí la promesa, el sueño se hizo realidad por un instante. Cercana está la experiencia de la fuerza de un pueblo unido, guiado por líderes entregados a la causa colectiva, fuerza capaz de derrotar a golpes y saboteos.

La ideología marginal capturó el poder, quizá es un hecho único en el mundo, y lo destruyó todo. Hoy, no hay gobierno creíble, querible, las leyes saltaron junto a la Constitución, vivimos en un verdadero pranato, donde la palabra del pran es ley, y la improvisación, la inmediatez, son doctrina. El lucro fácil, el saqueo, son las consignas que guían la acción del pranato.

La situación, las condiciones objetivas, son propicias para un salto revolucionario, bajo la mansedumbre de hoy se esconde un desespero, una angustia existencial, que no consigue alivio, ni en las elecciones histriónicas que montan gobierno y oposición, ni en las protestas de las que se burla el gobierno. Pero ¿Qué falta?

El estallido social, pospuesto por la pandemia, por el éxodo millonario, es inevitable. La incertidumbre es, cuál cause tomará esa energía social. Los revolucionarios, sus líderes deben rescatar la imagen de organización, de seriedad, de conocimiento, de capacidad y voluntad de riesgo para llevar al país por rumbos ciertos, ya probados. Es necesario romper con la fragmentación social, para dar al estallido metas políticas, evitar que esa energía se disipe en millones de acciones egoístas, individuales, que son neutralizables por el sistema. Hay que dotar a la protesta de metas políticas, económicas, sociales, estas metas existen, están en el Testamento político de Chávez, en el Plan de la Patria. ¡Hágase su voluntad! ¡fuera los falsificadores, los seudochavistas! Eso no es poca cosa, saber para dónde se va, y conocer los resultados. Saber, que la salida del pranato del madurismo, es una meta, que abre las puertas para la recuperación del camino extraviado por la deslealtad.

Los hombres capaces de llevar adelante estas tareas existen, están allí, fueron probados en el servicio y lealtad al proyecto de Chávez, tienen la experiencia y la voluntad. Todo depende de ser reconocidos por la masa, de la capacidad de romper la deformación de su imagen que hacen los medios de comunicación del gobierno, sus programas de televisión, sus robots en las redes.

¡CHÁVEZ, LEALTAD!

AL MADURISMO LO DIRIGEN DESDE LA CASA BLANCA

Los imperios son muy astutos, dirigen al mundo de mil maneras, a veces, usan la fuerza, a veces la seducción, y también pueden usar la presión, la amenaza, el miedo, todo depende de la víctima.


Desde temprano los gringos conocían al madurismo, no ignoraban sus debilidades, juntos trabajaron en el grupo Boston. Primero, lo tantearon con las guarimbas y rápido lo sentaron en miraflores con la oposición gringa. Allí vieron la diferencia con el gobierno de Chávez, que a cada agresión profundizaba el Socialismo, el madurismo a cada agresión retrocedía presto y contento. Descubrieron el mejor método para conducirlo: llevarlo con descargas de picana.


En última instancia, a los gringos le interesa el control absoluto del petróleo venezolano. En este mundo de alta competencia entre los imperios, multipolar capitalista, el control de territorio y de la energía es vital, no podían permitirse los gringos gobiernos complacientes con los otros imperios. Esa fue la meta de la agresión al gobierno de Chávez, tomar control del petróleo y del territorio.


Los gringos empezaron a presionar al gobierno, el resto lo haría la torpeza del madurismo, mal aconsejado, y con un tren ejecutivo mediocre, formado por nulidades engreídas, y allí están los resultados para ilustrar la afirmación. Al final la realidad los condena, triunfó el imperio.


El cuadro es deprimente para nosotros y exitoso para los gringos: Ahora, no hay Socialismo, es más, el Socialismo está desprestigiado, ese triunfo es extraordinario para ellos, lo consiguieron sin disparar un tiro. Y el petróleo, lo conquistaron, como mango bajito, mucho más de lo que esperaban. El pueblo desposeído está confundido, aturdido, engañado. Y lo que es peor, los maduristas no se percatan de la derrota, insisten en que sí están todavía en miraflores significa que triunfaron, no caen en cuenta que son, simples peones de la casa blanca.


El reto de, no sólo los chavistas sino de todos los que sientan esta Patria herida, es desandar los pasos errados del madurismo. Empezando por recuperar a PDVSA, la soberana, la roja rojita, esa puñalada que el madurismo le dio al país, era previo a cualquier otra entrega , no fue por casualidad que la emprendieran contra los Gerentes de PDVSA, la que producía 3 millones al día, no es casualidad la campaña de calumnias contra la industria petrolera y su gente, se trataba de debilitarla para rematarla, de que nadie la defendiera. Dejar al país sin piso económico, débil, fácil presa de cualquier medida.


Para recuperar a la industria petrolera hay que derrotar al bando de los que tienen el proyecto de entregarla a los capitalistas, a los gringos y a los locales. Es así, el enfrentamiento es entre los que quieren dejar al país sin economía, contra los que defienden a la Patria, a su pueblo desposeído. Esa es la batalla principal hoy, se trata de una batalla definitiva por el futuro. Se decide si volveremos a ser, colonia, o sí tendremos el coraje, la inteligencia, para detectar a los verdaderos enemigos y defender a la Patria.


¡CHÁVEZ, PATRIA Y PETRÓLEO!

EL APOCALIPSIS QUE SUFRIMOS, Y COMO SALIR DEL ABISMO

El madurismo, parece destinado por la providencia para plagar a la Patria de miseria. Parafraseamos las palabras del Libertador, porque ilustran muy bien lo que en esta tierra acontece. Los jinetes del apocalipsis, las plagas de Egipto llegaron simultáneamente para desgracia nuestra. ¿Cómo pasó todo?


La respuesta será objeto de estudios por los centros de la inteligencia mundial, por los sociólogos, aquí, en confrontación con la realidad, se enriqueció la teoría revolucionaria. Se pensaba, era aceptado, que el capitalismo engendraba a sus sepultureros, los proletarios. Aquí en Venezuela se demostró que engendra también al lumpen sindical, a los desclasados, y cuando esta ideología toma el poder, funciona como una plaga destructora.


¿Qué pasó en Venezuela? El madurismo, tomó el poder y le dio al país una puñalada en el corazón: destruyó a PDVSA. Transformó, en una tarde, un país rentista en un país mendigante, un país rentista sin renta. Es tan destructivo, como cien años de guerra contra una potencia extranjera. Después el madurismo, sobre el cadáver de su crimen, montó un edificio de excusas, justificaciones, mentira, para hacernos creer que el cadáver estaba vivo.


La sociedad quedó sin sangre en las venas, se comporta como un zombi que deambula buscando no sabe que, dando pasos hacia ninguna parte. Con un gobierno que es un espejismo, sin doctrina, sin pensamiento. La miseria avanza, cada instante derrumba un pilar, cae el salario, cae la salud, sucumben las Universidades, los militares “emprenden” para subsistir… Esta sociedad que no es sociedad, este país que no es país, esta Patria que no es Patria, produce humanos que no son humanos, son reflejos, inercia de un pasado glorioso, son actores de un teatro que hace tiempo apagó las luces y al que nadie asiste.


Los pasos de la solución, están marcados por los pasos de la destrucción, retornar sobre esas huellas, hasta llegar al punto donde se extravió el camino, y desde allí empezar la restauración, la sanación social. Primero se debe salvar, rescatar, a PDVSA, y a partir de esa renta, aprendiendo de las catástrofes del pasado, refundar a la Patria, sobre unas relaciones materiales y espirituales nuevas, una Patria que sea asombro del mundo, como dijo Chávez, más por la fuerza espiritual de una relación fraterna, que por su fuerza material. Esa es la clave.
Para emprender ese camino se debe derrotar a quienes quieren entregar el petróleo a los capitalistas nacionales y extranjeros, se debe derrotar al gobierno madurista, y a la derecha gringa, los dos bandos, son uno, tienen las mismas intenciones, la derecha por tesis doctrinal, y los maduristas por dejarse llevar por los vientos del oportunismo como corresponde a su ideología marginal. Es necesario que los antivida salgan del gobierno, que el madurismo vaya al basurero donde reposan los errores históricos, que la derecha siga en su vitrina de los museos del norte.


El fondo, el núcleo de la batalla hoy, tiene un nombre: Petróleo, es alrededor del oro negro que se escenifica este combate, entre el humanismo y la antivida. Y la suerte del petróleo se decide en miraflores. El destino del petróleo, de la Patria dependerá de quien esté en Miraflores.


¡CHÁVEZ SOBERANÍA Y PETRÓLEO!

El bloqueo es una excusa…

¿Qué pasó el 2013 y el 2014? Las elecciones parlamentarias el 2015

El 5 de marzo del 2013 muere Chávez envenenado y el 19 de abril de ese mismo año Nicolás Maduro se juramentó como presidente de la República Bolivariana de Venezuela tras haber sido proclamado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) vencedor de las elecciones celebradas el 14 de abril. Fue un año de protestas y guarimbas de la derecha debido al resultado de las elecciones y de conspiraciones empresariales, las cuales calificó Maduro de “guerra económica”. A pesar de eso, Nicolás Maduro, lejos de enfrentar las acometidas de los capitalistas de la “guerra económica”, con más socialismo, como le correspondía al líder heredero de la revolución, su primera reacción como presidente fue pactar con el enemigo, acercarse a los empresarios, concederles espacios y dinero, quizás creyendo que así se calmaría los ánimos, la “reacción” de la derecha. Pero la barracuda capitalista no perdona a los temerosos y lo mordió: los empresarios honestos se robaron el dinero, paralizaron la producción, financiaron con ese mismo dinero las guarimbas y se pusieron altaneros, lanzando manotazos en su propia cara. Lo hecho y deshecho por el madurismo en ese primer año sería el signo de la restauración del capitalismo, y de la renovación del juego democrático burgués, emplazando al chavismo a conquistar la “paz de los bobos”.

Luego de la muerte de Chávez en el 2013 – un duro golpe para el pueblo chavista – lo correcto para los herederos hubiera sido investigar las causas políticas y físicas de una muerte atroz, como fue la de Chávez; denunciar la conspiración imperial como la causa de ese horrible asesinato. Sin embargo no se hizo ni la investigación ni la denuncia. En cambio, lo que sí se hizo en ese momento fue falsificar el Plan de la Patria de Chávez, el mismo que presentó y explicó su autor en el CNE en noviembre del 2012.

En los primeros meses de ese año 2013 apareció encartada en el diario Ciudad Caracas (dirigido por Jorge Rodríguez) una versión chimba del Plan de la Patria de Chávez, editada en un panfletico rojo, mutilada de su “presentación” original (redactada por Chávez) y adulterada, con claras sustituciones al texto original en temas muy específicos y convenientes: introducción, ambiente, economía, volteando su sentido a favor de la explotación privada, de la empresa privada, con fórmulas liberales redactadas en forma de ley, es decir, con el estilo demandante de una ley –Estas distorsiones y cambios sería lo que luego llamaría “actualizaciones” Ricardo Sanguino (presidente del BCV), en un momento que fue pillado en falta admitiendo los cambios, sin embargo cuando se publicó el Plan falsificado (al principio del 2013) no había transcurrido un año de la publicación del Plan original, o sea, no había qué actualizar nada porque se supone que nada había cambiado. Más adelante, el 4 de septiembre de ese mismo año se convierte esta versión falsa (de lo que fue redactado en principio como un programa de gobierno, un “plan de acción política” a cumplirse en 6 años) en “Ley del Plan de la Patria”. No obstante, ni siquiera así, la “Ley del Plan de la Patria” podía llegar a ser una “actualización” del plan original, por el tiempo transcurrido entre uno y otro (¿actualización de qué, de un plan que nunca se llevó a cabo?, ¡felonías y mentiras maduristas!).

Está claro que el falso Plan de la Patria fue concebido antes de la muerte de Chávez, que la “actualización” de Sanguino no era otra cosa que la conspiración madurista, y que esta avanzaba en paralelo a la conspiración gringa y de la derecha escuálida: “Muerto Chávez, y el vivo al bollo”.

Gobernar para la clase media.

Para entender la derrota madurista del 2015 en las elecciones parlamentarias hay que saber cuál fue la causa psicológica y espiritual que la provocó. El 2014 fue el ensayo madurista de intentar hacer un gobierno de “todos” y para “todos”, es decir, para pobres y ricos, y comenzó convocando a los empresarios a Miraflores y hacerlos parte de su gobierno, para convertirlos en su principal aliado, y a la vez mareando a los trabajadores y al chavismo con el cuento de que “en Venezuela cabemos todos”, ricos y pobres, explotados y explotadores.

Antes de referirnos a este desastre de cálculo político, hay que recordar que, justo cuando muere Chávez éste estaba decidido a radicalizar la revolución, dar un “golpe de timón” en el gobierno socialista. Su programa de gobierno, el Plan de la Patria, fue concebido con ese propósito, el de alcanzar el “punto de no retorno” al capitalismo. Luego de la campaña del 2012, que terminaría de matar al candidato, el chavismo quedó conmocionado con ese sacrificio personal, estaba dispuesto a todo por él por la revolución, hacía tiempo que lo unía una voluntad de cambio, quería ser sorprendido cada semana por alguna decisión de gobierno valiente, radical, para “aleccionar” a los conspiradores: enterarse de una nueva confiscación, un cambio radical en el manejo de las empresas del Estado, en el gabinete de ministros medrosos o tramposos; todos queríamos ver a Chávez explicando y develando trampas en las reuniones de gabinete televisadas (el caso de Nóbrega, de Loyo, de Jesse Chacón, son algunos ejemplos). Chávez empezó a requerir de sus ministros que se preguntaran siempre “dónde está socialismo” en cada una de sus propuestas, solicitudes y decisiones (¡“dónde está el socialismo en eso Jaua”!…). Antes de morir Chávez el chavismo experimentaba un estado de ebullición emocional y política y eso lo sabía el imperio y lo supieron los conspiradores internos; por un lado, había que deshacerse de Chávez, y por el otro, bajarle la intensidad a la revolución, a sus “excesos”, como dicen ahora. Pero muere el comandante y no se investiga su muerte… más bien se falsificó su “plan de acción política”, que el comandante había legado al futuro gobierno.

Fue así como Maduro quiso frenar ese entusiasmo después de la muerte del comandante, bajar la intensidad en el chavismo despertando el espíritu “clase media” latente en cada pobre, en un pueblo pobre emocionalmente debilitado, perplejo por el dolor, y comenzó a estimular en todos, desde los más “pelabolas” hasta los menos, el consumo y el consumismo, a subrayar la importancia de “ascender” en la pirámide social, de “tener sus cositas”, su televisorcito, su casita, sus carritos chinos e iraníes, “línea blanca”, el ¡Dakkazo!; a raspar las tarjetas de créditos con los dólares preferenciales y baratos, hacerle ver a la población trabajadora y pobre que podía “aspirar” de forma individual y egoísta a una vida “mejor”, por encima de la conciencia social, de la solidaridad, del entusiasmo del deber social que había forjado a duras penas Chávez esos últimos y dramáticos años de su vida.

Miraflores empezó a olvidar la revolución pero al mismo tiempo pensar en cómo prolongar el gobierno de los conspiradores maduristas, descubiertos en los resultados de las elecciones parlamentarias del 2015… Pero ese es otro cuento: el del 2016, el del felón Herman Escarrá, del “parapeto” de la constituyente madurista con sus “leyes constituyentes o constitucionales”.

El año 2014 combina una actitud política demagógica, ofreciendo al pueblo chavista ascenso social, la salvación individual y egoísta, con una serie de decisiones económicas liberales; liberación de precios (o “sinceración de precios”, para disimular), estímulos a las grandes inversiones privadas y a los llamados emprendimientos, a través de los novedosos “11 motores para el desarrollo productivo”, donde se repartieron muchos dólares a empresarios de maletín, testaferros, a Lorenzo Mendoza, y a muchos burócratas por debajo de la taquilla. Este modelo de los motores (ya son 18) ha servido hasta hoy, de excusas para redirigir la renta petrolera del pago de la deuda social y el proyecto socialista hacia los mismos empresarios ladrones de siempre, hacia el bolsillo de los más ricos y los aventajados aventureros del gobierno, olvidando la inversión social, dejando a un lado el plan chavista socialista.

El “nuevo modelo” madurista, lejos de contener el avance de las conspiraciones aceleró el acecho capitalista. Con un pueblo chavista roto, buscando cada quién su propio provecho, y un gobierno sin fuerza y sin espíritu, incapaz de ofrecer ningún tipo de contrapeso político y económico, los empresarios, libres de presiones, comenzaron ellos a imponer las reglas, a “desaparecer” los productos, los mismos empresarios convocados por Maduro comenzaron a abandonar sus galpones y plantas de producción e irse a invertir afuera el dinero que se robaron adentro, que les dio Maduro en Miraflores (el mismo “capital” que luego Farías los emplazó a que lo “repatriaran” ¡como capitales legítimos!)… y con el cual comenzaron a financiar las ulteriores conspiraciones.

Ya para el 2015, maduro, a través de una ley habilitante, intenta formalizar o hacer cada vez más “legal” su política neoliberal con el “decreto ley de regionalización integral para el desarrollo socio productivo de la patria”, donde se prefigura (se comienza a redactar) la posterior Ley Orgánica de Zonal Económicas Especiales del 2022, o sea, se bosqueja la ley de las “maquilas” maduristas, las cuales (estas zonas especiales), ya desde entonces eran ilegales y (todavía lo siguen siendo) inconstitucionales, por la violación de leyes (chavistas) fundamentales, como la ley del trabajo, de hidrocarburos, del ambiente, y todas las leyes y normas impositivas, de aduanas, el ISR o impuesto sobre la ganancia …¡cargando en los trabajadores el peso impositivo, que deberían pagar los explotadores, mediante el cobro del IVA o impuesto al consumo!

También el 2015 fue el año de las “ollas vacías”, la escasez promovida por la misma empresa privada que recibía dólares. fue otro año de guarimbas y conspiraciones financiadas con los mismo dólares otorgados por el gobierno de Maduro, fruto del desastre político de haber reculado frente a la llamada “guerra económica”, en vez de avanzar con más fuerza y voluntad socialista – de ir “en contra de la lógica del capital”, de combatir estimulando a la masa chavista a pelear, dando ejemplos de valentía revolucionaria, de coraje, de trabajo; mediante el fortalecimiento de la propiedad social, de las empresas socialistas, apoyando la producción socialista; dándole poder y orientación a los trabajadores y al pueblo chavista para mejorar la producción, la educación, entusiasmando al pueblo trabajador a luchar por lo que es de todos y para todos por igual…; había que decirle al chavismo que toda revolución socialista supone una “guerra económica”, y que el capitalismo es en sí mismo una “guerra económica” que libran los propietarios en contra de los trabajadores expropiados, que de eso se trata la revolución, de pelear en una guerra. Pero no se hizo –…. Al contrario, se le dio más ventajas y más dólares al enemigo a través de los “motores productivos” y en toda clase de eventos públicos, publicitados como “progreso económico”, ferias-exposiciones seudoindustriales, círculos de negocios donde se subastan los recursos del país, eventos que han servido de excusas para repartir de nuevo la renta petrolera entre los mismos empresarios parásitos, la burguesía revolucionaria y burócratas nuevoricos engendrados por el madurismo.

En esta situación, en este bajón moral y espiritual, el chavismo desengañado, el 7 de diciembre del 2015 no fue a votar, y los que votaron lo hicieron por los contrarios o mal; no quiso saber más de Maduro y su política de promesas vacías, de mentiras; la inflación se tragó en poco tiempo sus ilusiones y esperanzas. Una parte de esa masa no votó a conciencia, en protesta al abandono de la revolución y del pueblo, lo que puso en alerta al gobierno y cuidar su cambur. El madurismo, llamado chavismo, “se enfrentó a un escenario inédito: perdió y lo hizo incluso en el 23 de Enero, en Caracas, donde reposan los restos de Hugo” – dice una noticia de entonces –. La conmoción dentro del gobierno fue tal que hubo dentro de él quien acusaría (¿Pedro Carreño, Jesús Farías?, no lo recordamos) al mismo chavismo de “pueblo traidor”.

Esto sucedió mucho antes de las famosas sanciones y del bloqueo. Las primeras sanciones no sirven de excusas al mal gobierno de maduro porque éste comenzó desde el mismo 2013 hasta hoy, y las otras aparecen en el 2015, y fueron sanciones puntuales impuestas contra siete funcionarios, acusados de violar los derechos humanos y cometer actos de corrupción, “Estamos comprometidos por hacer avanzar el respeto por los derechos humanos, al proteger las instituciones democráticas y el sistema financiero de EEUU de los flujos financieros ilícitos de la corrupción pública en Venezuela» – dice una nota de prensa del gobierno de EU –. Estas fueron las primeras sanciones hechas por Obama, en el 2015, sin embargo, ya en esa fecha Maduro había abandonado a Chávez y a la Revolución, apostando por la economía privada y el capitalismo, por el Shock neoliberal que los llevó a la derrota electoral de ese año y que hoy nos lleva ¡a todos! al matadero… ¿Y el bloqueo?, otra excusa para arrearnos dóciles al matadero capitalista.

¡NO HAY EXCUSAS PARA LOS TRAIDORES!, ¡CHÁVEZ ES HISTORIA, Y LA HISTORIA LO ABSOLVERÁ!

¿Por qué se pierden las elecciones parlamentarias del 2015? 2013 – 2014, qué hizo y no hizo Maduro esos años?

El 19 de abril del 2013 muere Chávez envenenado y Nicolás Maduro se juramentó como presidente de la República Bolivariana de Venezuela tras haber sido proclamado vencedor de las elecciones celebradas el 14 de abril por el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela. Fue un año de protestas de la derecha y conspiraciones empresariales, las cuales señaló Maduro de “guerra económica”. Sin embargo, lejos de enfrentar los embates de los capitalistas con su propia “guerra económica”, es decir con más socialismo, la primera reacción de Maduro en aquél momento como presidente, fue acercarse a los empresarios, concederles espacios y dinero, quizás creyendo que así se calmarían las cosas. Pero la barracuda capitalista lo mordió: se robaron el dinero, paralizaron la producción, financiaron con ese mismo dinero las guarimbas y etc. Lo hecho y deshecho por el madurismo en ese primer año sería el comienzo de la restauración del capitalismo y del juego democrático burgués, convocando Maduro al chavismo a la “paz” de los bobos.

Luego de la muerte de Chávez en el 2013 –duro golpe para el pueblo chavista – lo que correspondía entonces era investigar las causas políticas y físicas de una muerte tan salvaje, la cual fue vista por el chavismo en su conjunto como un asesinato. Sin embargo no se hizo. Pero lo que sí se hizo fue falsificar el Plan de la Patria, el mismo que redactó y explicó Hugo Chávez en su presentación en el CNE en noviembre del 2012.

En los primeros meses de ese año 2013 apareció encartada en el diario Ciudad Caracas (dirigido por Jorge Rodríguez) una versión del Plan de Chávez editada en un panfletico rojo, una versión mutilada de su “presentación” (redactada por Chávez) y adulterada, con claras sustituciones del texto original en partes muy convenientes (introducción, ambiente y economía) a favor de la explotación privada, de la empresa privada, con fórmulas liberales, redactadas en forma de ley, es decir, con el estilo demandante de una ley. …Estas distorsiones y cambios sería lo que luego llamaría Sanguino (presidente del BCV), pillado en falta, “actualizaciones”, sin embargo cuando se publicaron al principio del 2013 no había transcurrido un año de la publicación del Plan original. Más adelante, el 4 de septiembre de ese mismo año se convierte – lo que fue redactado en principio como un programa de gobierno, un “plan de acción política” a cumplirse en 6 años – en “Ley del Plan de la Patria”. No obstante, ni siquiera así la “Ley del Plan de la Patria” podía llegar a ser una “actualización” del plan original, por el tiempo transcurrido entre uno y otro (¿actualización de qué, de un plan que nunca se llevó a cabo?, ¡felonías!). Está claro que el falso Plan de la Patria fue concebido tiempo antes de la muerte de Chávez, que la conspiración madurista avanzaba en paralelo a la conspiración gringa y de la derecha escuálida…, “muerto Chávez, y el vivo al bollo”.

Gobernar para la clase media.

Para entender la derrota madurista del 2015 en las elecciones parlamentarias hay que saber cuál fue la causa psicológica y espiritual que la provocó: el 2014 fue un ensayo de gobernar para “todos”, pobres y ricos, y comenzó asociándose con los empresarios y mareando a los trabajadores con el cuento de que en Venezuela todos cabemos, ricos y pobres, explotados y explotadores.

Pero antes de hablar de esto hay que decir que justo cuando muere Chávez, éste está decidido radicalizar la revolución, dar un “golpe de timón” en el gobierno socialista, y su programa de gobierno, el Plan de la Patria, fue concebido con ese propósito, el de alcanzar el “punto de no retorno” al capitalismo. Luego de la campaña del 2012 que terminó de matar al candidato, el chavismo estaba dispuesto a todo, lo unía una voluntad de cambio, quería ser sorprendido cada semana por alguna decisión de gobierno valiente, radical, para aleccionar a los conspiradores; una confiscación, un cambio en el manejo de las empresas del Estado, en el gabinete de ministros medrosos o tramposos, todos queríamos ver a Chávez explicando y develando trampas de sus ministros en las reuniones de gabinete televisadas (el caso de Loyo, de Jesse Chacón, de Nóbrega, son algunos ejemplos). Chávez empezó a conminar a sus ministros para que dijeran “dónde está socialismo” en cada una de sus propuestas, solicitudes y decisiones (¡dónde está el socialismo en eso Jaua!). Antes de morir Chávez el chavismo experimentaba un proceso de ebullición y eso lo sabía el imperio y lo supieron los conspiradores internos, había que deshacerse de Chávez. Pero muere el comandante y no se investiga su muerte… Más bien se falsificó su “plan de acción política”, legado al gobierno venidero.

Fue así como Maduro, después de su muerte quiso frenar ese entusiasmo despertando el espíritu “clase media” de un pueblo perplejo por el dolor, y comenzó a estimular a todos, desde los más “pelabolas” hasta los menos, a consumir, a subrayar la importancia para el pueblo de “ascender” en la pirámide social, poseer “sus cositas”, su televisorcito, su casita, sus carritos chinos e iraníes, “línea blanca” en Dakka (¡Dakkazo!), a raspar las tarjetas de créditos con lo dólares preferenciales, a “aspirar” de forma individual y egoísta a una vida “mejor”, por encima de la conciencia social, del entusiasmo del deber social que había forjado a duras penas Chávez esos últimos y dramáticos años de su vida. Se empezó a olvidar la revolución pero al mismo tiempo a pensar cómo prolongar el gobierno de los conspiradores maduristas (ese es otro cuento, el 2016 y la constituyente).

El año 2014 combina una serie de decisiones económicas liberales; liberación de precios, llamada de forma eufemística “sinceración de los precios”, estímulos a las inversiones privadas, estímulo a los llamados emprendimientos, a través de los “11 motores para el desarrollo productivo”, donde se repartieron muchos dólares a empresarios de maletín, testaferros, a Lorenzo Mendoza, y a burócratas por carambolas. Este modelo de los motores (ya son 18) ha servido, hasta hoy, de excusas para redirigir la renta petrolera hacia la empresa privada y hacia el bolsillo de los más ricos y aventajados del gobierno, olvidando la inversión social y para la sociedad; los planes chavistas.

Lejos de contener el avance de las conspiraciones el “nuevo modelo” madurista aceleró el acecho. Con un pueblo disperso buscando el provecho propio, y un gobierno sin fuerza y sin espíritu, sin poder ofrecer ningún tipo de contrapeso político y económico los empresarios, comenzaron a “desaparecer” los productos, los “empresarios” a abandonar sus galpones y empresas e irse a invertir fuera el dinero que se robaron dentro, que les dio Maduro (el mismo “capital” que luego Farías los emplazó a que fuera “repatriado” ¡como capitales legítimos!) y a financiar las conspiraciones.

Ya para el 2015, maduro, a través de una ley habilitante, intenta formalizar o hacer cada vez más “legal” su política neoliberal con el decreto “ley de regionalización integral para el desarrollo socio productivo de la patria”, donde se prefigura (se redacta) la posterior Ley Orgánica de Zonal Económicas Especiales del 2022, o sea, la ley de las “maquilas” del madurismo, las cuales, desde entonces, siguen siendo inconstitucionales por permitir la violación de leyes chavistas fundamentales, como la ley del trabajo, de hidrocarburos, del ambiente, y todas las leyes y normas impositivas, de aduanas, el ISR, …¡cargando el peso impositivo en los trabajadores mediante el IVA, o impuesto al valor agregado!

También el 2015 fue el año de las “ollas vacías”. La escasez promovida por la misma empresa privada que recibía dólares; las guarimbas y conspiraciones financiadas con los mismo dólares otorgados por Maduro; el desastre de haber reculado frente a la llamada “guerra económica” – en vez de avanzar con más fuerza socialista, de combatir estimulando a la masa chavista con ejemplos de valentía revolucionaria, de coraje, de trabajo con las empresas socialistas, apoyando la producción socialista, dándole poder y orientación a los trabajadores y al pueblo chavista para mejorar la producción, educando, entusiasmando al pueblo trabajador; había que decirle al chavismo que toda revolución socialista supone una “guerra económica”, y que el capitalismo es en sí mismo una “guerra económica” que libran los propietarios en contra de los trabajadores expropiados. Pero no se hizo –…. Al contrario, se le dio más ventajas y más dólares a través de los “motores productivos” y en toda suerte de eventos publicitados como progreso económico, ferias, exposiciones, etc. que sirvieron de excusa para repartir la renta otra vez entre los empresarios parásitos y los burócratas nuevoricos.

En esta situación, en este bajón moral y espiritual, el chavismo desengañado, el 7 de diciembre del 2015 no fue a votar y los que votaron lo hicieron por los contrarios o mal. No quiso saber más de Maduro y su política de promesas fatuas, de mentiras; votó en contra del abandono de la revolución y del pueblo. El chavismo madurista “se enfrentó a un escenario inédito: perdió y lo hizo incluso en el 23 de Enero, en Caracas, donde reposan los restos de Hugo”, dice una noticia de entonces. La conmoción dentro del gobierno fue tal que hubo dentro de él quien acusaría (¿Pedro Carreño, Jesús Farías?) al mismo chavismo de “pueblo traidor”.

Y todo esto sucedió mucho antes de las famosas sanciones y del bloqueo. Las primeras sanciones no sirven de excusas al mal gobierno de maduro desde ese año del 2015 hasta hoy, puesto que fueron sanciones personales impuestas ese mismo año, contra siete funcionarios, acusándolos de violar derechos humanos y cometer actos de corrupción, “Estamos comprometidos por hacer avanzar el respeto por los derechos humanos, al proteger las instituciones democráticas y el sistema financiero de EEUU de los flujos financieros ilícitos de la corrupción pública en Venezuela», dice una nota de prensa del gobierno de EU. Estas fueron las primeras sanciones hechas por Obama, en el 2015, sin embargo, ya en el 2015 Maduro había abandonado a Chávez y a la Revolución, apostando por la empresa privada y el capitalismo, por el Shock neoliberal que los llevó a la derrota y hoy nos lleva a todos al matadero..

¡CHÁVEZ ES HISTORIA, Y LA HISTORIA LO ABSOLVERÁ! ¡PAGARÁN LOS TRAIDORES, NO HAY EXCUSAS!

LAS ELECCIONES BURGUESAS CERTIFICAN AL CAPITALISMO

La superación de un sistema, el capitalismo en este caso, está ligada a la violencia. No hay un ejemplo en la historia de esta superación sin la intervención de la violencia, las clases no se suicidan. Acertó Marx cuando dijo que la violencia es la partera de la historia. Es ilusión vana pensar, que se pueda superar al sistema por las elecciones burguesas. Es falso que estas sirven para acumular fuerza revolucionaria. Al contrario, sirven para anestesiar a la masa, esa es su esencia. En el mejor de los casos certifican una situación revolucionaria que ya existía y pospone la violencia contrarrevolucionaria.

El capitalismo en situación de estabilidad usa a las elecciones como válvula de seguridad política, con ellas da la sensación de posibilidad de cambio, cuando en realidad son una distracción en el cual sólo participan los partidarios del sistema. Anestesian la rebeldía de las masas, las encauzan hacia una protesta, un voto castigo que, en realidad, es una afirmación del sistema. Son un ligero barniz de democracia que disfraza a la dictadura capitalista.

Otra situación se da en momentos de elevación de la conciencia revolucionaria, despertada, generalmente, por un previo hecho violento que rasga el manto de resignación, mansedumbre que cubre a la sociedad, un rayo que ilumina nuevas posibilidades, nuevas potencialidades, que impulsa a ir a un futuro diferente del presente miserable. En ese caso las elecciones, si el capitalismo las acepta, servirán para certificar la nueva relación de fuerzas, y posponen la violencia.

Hoy, aquí, el madurismo operador del capitalismo, sufriendo una profunda crisis de ambigüedad, causante de un desastre social sistémico, que ha creado una situación prerevolucionaria, las condiciones objetivas para un avance de las masas hacia la retoma del camino al Socialismo, ante ese peligro, apela con desespero al narcótico de las elecciones burguesas. En este mecanismo coincide todo el bloque capitalista: el madurismo, los gringos y la oposición clásica.

Han montado un espectáculo previo al gran show del 2024, las primarias, que funcionan como preámbulo al narcótico principal. Van creando la ilusión de un arreglo futuro, ahora no hay que protestar, mucho menos pedir la salida del madurismo, difunden la ilusión de que el 2024 vendrá alguien y acomodará esto. El 2024, ese es el plan, después de este año de peleas de mentiritas, pase, lo que pase, se montará un operador capitalista, o seguirá este gobierno, pase lo que pase, el capitalismo está seguro.

De eso se trata, el sistema capitalista intenta descartar cualquier regreso al Socialismo, para eso usa la formidable estructura de manipulación, de deformación de la realidad, de mentiras, miedos, calumnias. Y usa el narcótico mayor las elecciones. Esas que les sirvió en el pasado durante medio siglo.

¿Deben, entonces, los revolucionarios chavistas, participar en las elecciones?

La pregunta tiene varias aristas: primero, ya lo dijimos, el sistema no permite la participación de Socialistas auténticos, los que van más allá de la retórica, en el caso negado de poder participar, sería con una desventaja descomunal, dado el poder de manipulación de los contrarios unánimes. Se deduce, como diría el viejo líder, que la participación debe ser “al margen del sistema y contra él”. Apoyándose en la constitución de Chávez, que sabiamente dejo en el artículo 350 la puerta que permite defenderla en todos los terrenos. Evitar que las elecciones burguesas anestesien las protestas, al contrario, deben adquirir profundidad estratégica y apuntar hacia recuperar el poder para las grandes mayorías y no para el tren de enchufados.

¡VOLVER A CHÁVEZ!