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Con qué facilidad se restaura el capitalismo

La facilidad con la cual se restauró el capitalismo en la mente de los venezolanos mayores de 30 o 35 años, chavistas o no, dice mucho de la importancia de Chávez como espíritu revolucionario, de su calidad revolucionaria; un capitán que nace y crece a contracorriente del sistema capitalista. La importancia de Chávez es haber conmovido a todo un pueblo para luchar por el socialismo y haberse ganado su corazón. Pero como todo verdadero jefe tuvo que cargar con toda la basura que se remueve del fondo cuando se intentan cambiar las cosas en una sociedad podrida, cambiarlas, no reformarlas o perfumarlas. No hay mal en este país de lo que no se acuse ahora a Chávez como responsable, por parte de la derecha servil a Washington, y por parte del gobierno reformista de Maduro. Pero las cosas en política no son tan simples, o tan superficiales.

Leyendo a Chávez sabremos que entendió la complejidad y profundidad del problema de hacer una revolución socialista: ésta no puede ser un cambio aislado del resto del mundo; en ella no se puede defender la humanidad sin defender la vida del planeta; no se puede hacer la revolución social y socialista con las armas o herramientas del capitalismo; que la independencia frente a los imperialismos es la independencia frente al capitalismo; que también nuestra historia es la de una lucha de clases, y que vencer los privilegios significa dar a cada quien según sus necesidades y exigir de cada quien según sus capacidades; que una revolución es demoler la lógica del capital, lo que señala al punto más oscuro del problema.

Chávez llegó al fondo porque llegó al fondo de sus convicciones, y en contraste supo que se había rodeado de mucha gente incapaz de entender la dimensión de la empresa revolucionaria; el capitalismo seguía instalado en la mente de muchos de sus colaboradores, lo cual obligó a que escribiera de forma ordenada sus ideas en al Plan de la Patria y luego las tuviera que explicar el mismo ante el país y el mundo en el CNE.

El Plan de la Patria de Chávez, antes de ser adulterado por el madurismo, ese que él mismo explica en su presentación ante el CNE en el 2012, es un plan político que tiene como norte el socialismo y como prácticas políticas y sociales las del socialismo. No se puede hacer una revolución sin vencer la lógica del capital, es decir, la espiritualidad y la mecánica del capitalismo, tanto hacia afuera, hacia la sociedad, como hacia dentro, en la conciencia de quienes hacen la revolución. Con líderes flojos, moralmente corruptos, tramposos, aduladores, verdaderos estorbos que no hacen ni aceptan críticas, no se puede hacer una verdadera revolución. Hay que entender la dimensión de la empresa conscientes del tamaño de la empresa revolucionaria.

Chávez entendió que sin derrotar la “lógica del capital”, la que hace posible al capital, no se derrota al capital. Como el Che, Chávez sabía que “no se puede hacer la revolución con las armas melladas del capitalismo”, que contra las presiones, conspiraciones, ataques del capitalismo había que radicalizar más y más la revolución; contra el capitalismo, ¡más socialismo!, más medidas y espíritu socialista, más educación, más acciones, actitudes ejemplares y sacrificios de los líderes.

Sin embargo hoy es todo lo contrario. Hoy presenciamos la derrota (por ahora) de la revolución socialista en los simbolismos maduristas, estampados en la ostentación del mercado capitalista y su estilo de vida, incluyendo la vida subterránea del lumpen marginal. Sin el espíritu de cooperación social se impone el egoísmo mezquino pequeñoburgués, el del mercader que llevamos dentro, del oportunista y aprovechador, la hiena que llevamos dentro, esto lo supo Chávez antes de morir y por eso lo mataron.

Asesinado el comandante, se escaparon los ladrones. El alma oscura y mezquina, el egoísmo piche aflora de nuevo, el alma negra de la competencia que había sido sometida por Chávez con el espíritu de solidaridad y cooperación rescatada de nuestra memoria de pueblo luchador. Asesinado Chávez Fue muy fácil restaurar en la sociedad la inmediatez, la cortedad de visión, fue fácil comprar la lealtad a través del hambre y las necesidades, confundir e imponer las mentiras de la demagogia. Sin una instancia moral firme, ejemplar, todo lo moralmente firme, la conciencia de clase y del deber social del chavismo, se esfumó, confundida con un servilismo a un gobierno complaciente con los ricos y que reclama sacrificios a los más pobres (dice O. Wilde, que Pedirle sacrificios a los pobres es como pedirle a un muerto de hambre que coma menos). El chavismo se dividió entre una masa de aprovechadores y otra de hombres y mujeres perplejos, viendo como pasan frente a sus ojos todas las injusticias.

Es tiempo de mirar hacia atrás y reconocerse en el Chávez político y moral, el auténtico, no en aquel que usa Diosdado Cabello para acompañar su retórica insulsa y electorera. Volver a la fuente moral de Chávez para recuperar fuerzas con la vitamina de sus palabras y su obra. Y el legado postrero del comandante fue el Plan de la Patria, el último plan de acción política que pensó y escribió, el original, no la felonía madurista que se conoce ahora como la Ley del plan de la patria, el primer intento madurista de violar la constitución con un contrabando neoliberal.

Volvamos a Chávez, reconozcámonos en él, en su obra, despertemos de nuevo a Bolívar en él y en toda nuestra tradición de pueblo rebelde y libertario. El tiempo apremia, no hay tiempo para adormilados.

¡PATRIA, SOCIALISMO O MUERTE!, ¡SIN PASIÓN NO HAY REVOLUCIÓN!

¿Quién traiciona a Chávez?

El 4 de febrero se enciende una luz revolucionaria, un acto arrogado de libertad y rebeldía, y una promesa cumplida. Creo que lo más relevante que dejó Chávez sembrado fue ese espíritu de rebeldía frente a la injusticia y los privilegios. Indigna ver la ostentación de los privilegios en la calle. Tanto es así que el mismo Freddy Bernal reprocha a una caravana de escoltas cuidando a un simple funcionario público en un restaurant en Las Mercedes. En otro momento, en tiempos de Chávez, su propio pueblo hubiera denunciado la impudicia del funcionario. El peor de los daños hechos por Maduro y el madurismo a nuestra gente ha sido cercenar su espíritu rebelde, amansar al chavismo en nombre de una paz que solo experimentan los esclavos, la paz de un hombre amedrentado.

A mi manera de ver, la traición a Chávez fue sofocar en el corazón de su pueblo el fuego de la revolución, de la rebeldía popular. No hay acto más falso y manipulador que presentar una marcha, escuálida, una pobre marcha, en contra de las sanciones y el bloqueo, como un acto espontáneo o nacido del “poder popular”, cuando la jornada es organizada por el gobierno, alimentada y publicitada por el mismo gobierno. Es indignante que un partido que se dice revolucionario se cuide de las protestas por sueldos justos y use esquiroles y “colectivos” para amedrentar a los manifestantes, cuando debería hacer lo contrario, estar a su lado en pie de lucha – ¡Pero ¿cómo?! ¡¿Si es el mismo gobierno es parte de la injusticia, de los privilegios, parte fundamental de la crisis?!

Crece la economía y esto es publicitado con mucha alharaca, y nosotros quedamos desconcertados al ver el descaro con el cual el presidente habla de sacrificios para los trabajadores, es decir, al ver cómo crece la economía de los ricos de Fedecámaras y la de los altos funcionarios del gobierno sobre nuestras espaldas, sobre los hombros de nuestros esfuerzos, padeceres de salud y hambre; exigiéndonos “sacrificios”… y nos preguntamos, ¡¿por qué no se sacrifican ellos?!

Ahora asustan a todos con una cacería de brujas, con denunciar a los “divisionistas” de la “unidad cívico militar”, “ex ministros pagados por E. U.”, azuzando a una jauría de fascistas en contra de los críticos, de los que se atreven desde el chavismo contra los traidores al socialismo y a Chávez. ¿Quién, después de muerto Chávez, ha visto en la calle esa famosa unidad defendiendo a los trabajadores de la especulación y los especuladores, de los mercachifles, de los banqueros, de los capitalistas, que son peores, más predecibles y seguros que los deslaves y los terremotos?

No obstante, la “unidad cívico militar”, aquella que es realmente efectiva nada tiene que ver con las políticas de gobierno, se activa en las emergencias nacionales, más como pueblo que como gobierno. La otra “unidad cívico militar” solo es una llamada de atención hecha por Maduro al interno del gobierno, civil y militar, es una advertencia hacia dentro, para que sus leales no se fraccionen o lo abandonen.

En cuanto a las divisiones dentro del partido o dentro de los cuadros militares, de seguro serán divisiones ideológicas; es el madurismo quien ha traicionado a Chávez, no el chavismo a Maduro, que solo le teme o le reclama verdadera lealtad. Divisionistas son los esquiroles del gobierno para torcer las causas de los trabajadores y de los pobres.

En revolución se traiciona cuando dentro de ella se abandonan las ideas, los principios, los ideales; no los caprichos personales, no es traición rechazar la soberbia y la petulancia de un gobierno que actúa de espaldas a su base popular y su base electoral, vendiendo las promesas que se les hace y se les ha hecho, en reuniones secretas, con nocturnidad, madrugándolos con sus actos entreguistas – como han hecho con PDVSA y Chevron, con el “Arco Minero”, sancionando leyes neoliberales, prostituyéndose a los privados las empresas socialista, las tierras, minas, las ventajas y privilegios del pasado.

Entiendo que una revolución es una lucha continua por vencer obstáculos, y en una socialista, el primer obstáculo a vencer es la ignorancia, despertando a los trabajadores (y excluidos de la sociedad) de la falsa conciencia, dormida o muerta. Chávez en su programa Aló presidente ocupó mucho tiempo en dar luz a todos sus compatriotas, el programa fue su cátedra de conciencia y de política. Solo con gente consciente y en pie de lucha se hacen los cambios verdaderos. Y no se trata de “etapas” consecutivas, los cambios de consciencia, económicos y sociales se hacen al mismo tiempo, en un solo movimiento, uno alimenta el otro, es la dialéctica de la revolución, la “praxis” de la revolución. Amputarla, como lo hizo Maduro, fue la ruina.

Traición a la revolución fue abandonar el espíritu de lucha del pueblo chavista, fue desmovilizar a la gente con la excusa de la paz, mientras se tomaban decisiones a sus espaldas. Desde temprano, desde hace muchos años se ha hablado de reuniones secretas, en Caracas, en Santo Domingo (con Gustavo Cisneros), ahora en México, y no resulta extraño que las desnacionalizaciones, las restitución de empresas y tierras confiscadas por Chávez fueran acordadas en esas reuniones, sin embargo estas acciones restauradoras son coherentes y coinciden desde la muerte de Chávez con la desmovilización de las masas socialistas y con su eventual fragmentación, comprando su alma con electrodomésticos, carros chinos, y créditos para “pichones de empresarios” ahora llamados “emprendedores”.

Los que dividieron la lucha fueron ellos distrayendo a la masa trabajadora y al pueblo pobre de sus verdaderos intereses de clase y sus luchas, de sus verdaderos enemigos, los capitalistas. Es increíble que después de diez años ahora Maduro esté gobernando con los empresarios ladrones y pícaros de siempre, con Fedecámaras, Fedeindustrias, que tengan a Pérez Abad de prevenido en el BCV, y nadie haya dicho nada, ni los sindicatos, ni el PSUV o el partido comunista, que una mayoría perpleja no haya pensado que nos estafaron, o todavía viva distraída con las sanciones y el raro bloqueo petrolero que ahora mismo se lleva nuestro petróleo para el norte DE GRATIS. ¡Deberíamos estar alertas!, ¡los vientos del fascismo ya comienzan!

¡VIVE CHÁVEZ!, ¡VOLVAMOS AL PLAN DE LA PATRIA!

¿POR QUÉ EL MADURISMO TIENE PAVOR A LA INEVITABLE Y NECESARIA DIVISIÓN DEL PSUV?

La división del partido de gobierno en un país en profunda crisis, es un
fenómeno inevitable, quizá postergado con altas dosis de represión, pero siempre
inevitable. Obedece a las leyes del movimiento social, es la lucha de los contrarios que
motoriza ese movimiento.
La división no ocurre por generación espontánea, es un proceso que tiene como
origen una divergencia ideológica, está precedida de una discusión, una batalla de
ideas, que puede ser amortiguada, llevada con sordina, pero siempre ocurre. La
política es reflejo y escenario principal de la lucha de clases que sucede en la
sociedad. Cuando las contradicciones de clases se agudizan, desbordan los límites de
lo establecido, de las reglas vigentes, estallan. Los dominantes intentan resolver las
contradicciones con represión, esfuerzo inútil.
Hoy, en Venezuela, quién lo puede dudar, vivimos un desbordamiento de lo
establecido. Se trata de una confrontación entre el Socialismo y el capitalismo, entre el
Chavismo socialista enfrentado al madurismo capitalista. Ese es el fondo de la política
hoy. El madurismo intentando superar el ensayo socialista ha instaurado, con suma
torpeza, al capitalismo, y con los desastrosos cambios económicos ha traído cambios
en la relación social, propios del capitalismo. Ahora impera el egoísmo, el sálvese el
que pueda. Fueron pulverizado, el espíritu social, la conciencia del deber social, de
pertenencia al colectivo. Nos convertimos en una no sociedad, en una guerra de todos
contra todos. Ese es el precio del capitalismo.
Esta situación produjo, la inevitable resistencia, el chavismo, el ideal socialista,
renace y se defiende, comienza a actuar. Se produce una situación que recordando a
Gramsci podemos decir que lo viejo, el capitalismo madurista, se resiste a morir, y lo
nuevo, el socialismo de chávez, no termina de nacer. Esa es la confrontación hoy.
Por supuesto que esta tensión social se manifiesta, se manifestará, dentro del
PSUV, ahora capturado por el madurismo, partido que pugna por recuperar su
condición original de instrumento Socialista, que cuestiona el rumbo renegado del
gobierno. Esa es la esencia de la discusión, de la batalla de ideas que comienza a
suceder dentro del PSUV, y que el madurismo califica, desde ya, de división, y decreta
su persecución, la aplasta. Y sabemos, la historia lo certifica, que partido que no

discute, se paraliza, se muere, ese es el destino de las organizaciones de
pensamiento único, del cerrojo de la dirigencia.
El madurismo siente pavor por la división, porque siente pavor por la
discusión, por las ideas. Carece de argumentos, más allá de las excusas de
quincalla, para justificar la traición y el desastre. El madurismo padece una
enfermedad que es grave en política, es la pérdida de relación entre el discurso y la
práctica, o en otras directas palabras, la enfermedad de la mentira, se dice socialista,
chavista y hace lo contrario, se entrega al capitalismo, a los asesinos del Comandante.
“No mentir jamás”, es la salud de una organización.”
La solución a esta crisis, producida por el madurismo, pasa por una intensa
discusión dentro del PSUV, recuperar su vitalidad revolucionaria, seguir el precepto de
Chávez: “lealtad en la acción, irreverencia en la discusión”. Es necesario resucitar
“los Comités de Resteaos con Chávez”, y convertirlos en territorio de discusión,
“trincheras de ideas” que nos decía Martí. Es urgente, pero sabemos muy difícil,
hacer un foro, con la participación de los más altos dirigentes, los representantes de
todas las posiciones, las oficialistas y las socialistas, un foro dónde se expongan los
pensamientos. Esta actividad debe servir de detonante de la gran ebullición de la
discusión.
¡CHÁVEZ, LEALTAD CON IRREVERENCIA!

El béisbol profesional: el opio de los venezolanos

Hace 40 años jugar pelota era una vocación y una habilidad incontrovertible que había que apoyar a los hijos que la poseían. Lo natural era que todos estudiáramos para ser “alguien en la vida”, ingeniero, médico, enfermera, maestra; pensar en la educación, no en el béisbol, que es (y era), como con la música, triunfar a base de habilidades innatas. Pero llegó el mercado del béisbol profesional, con sus escuelas, enseñando sus secretos y trucos, para formar la mano de obra del negocio.

Como ese mercado promete mucho dinero, en un país menguado en todos los sentidos (y de todos los sentidos, somos un país de ciegos), ahora son hordas las que buscan “aplicar” para que sus hijos sean firmados por una organización de grandes ligas. Pero como en todo mercado donde la oferta es mayor que la demanda, la mercancía se deprecia, y ¡ya verán sus padres qué hacer con sus hijos a medio educar!, sin el chivo de los dólares y sin el mecate de la educación, cuando sus hijos no pasen la prueba. Una sociedad sin el estímulo de la educación, sin el estímulo del trabajo, una sociedad que pasó de ser un modelo de igualdad y de esperanzas a ser la más desigual, desesperanzada y triste del planeta, ahora busca la salvación, empeñando el futuro de sus hijos en el béisbol profesional.

Los estadios de béisbol inaugurados para esta serie del Caribe 2023 son el ícono que define al gobierno de Maduro, a su carácter adeco: Dos “pinga” de estadios de béisbol, y los dos muy cerca el carapacho de un edificio que iba a ser un hospital cardiológico, abandonado por Maduro, hace bastantes años, sumado al abandono de todo el sistema de salud pública. Ahora se prometen unos carnavales fastuosos y los maestros comiendo basura. Se organiza una Feria de los “logros del gobierno”, donde cada Stand costó una millonada en bolívares (pagados en dólares) y los trabajadores de la salud pública apenas si te atienden en los hospitales. Este gobierno se recordará tristemente en el futuro como el de “los dos estadios de béisbol”.

Por eso es que las excusas de las sanciones y el bloqueo no sirven, con ese dinero han podido terminar de construir el hospital cardiológico de Caracas y el oncológico. Con el dinero dado a los empresarios “honestos” se han podido completar las obras de las líneas del Metro de Caracas, del Tren hacia el centro del país, mejorar y mantener las infraestructuras públicas, hospitales, escuelas… “Pero ¿Para qué?”, uno se pregunta, “¿…si la idea era “privatizar todo lo que deba ser privatizado «», como diría Maduro parafraseando “ingeniosamente” a Fidel, eso le gusta?

No es casual que Maduro apoye tanto al béisbol, está bien asesorado. No hay en este país mejor manera de distraer a la gente del hambre, la miseria y el engaña, y distraerlo de sus deberes sociales, para con sus semejante, que con otro engaño, ofreciendo momentos de felicidad y triunfo en el fanatismo ridículo del béisbol profesional; primero está El Magallanes que el vecino, o el país, primero Los Leones del Caracas que Caracas la ciudad, que el amigo enfermo, ¡mejor si es magallanero!, o de los Tigres. El efecto idiotizante que produce el campeonato de béisbol profesional en este país justifica las inversiones de Maduro en los dos estadios, no hay nada más efectivo para sobrellevar una crisis social como esta, para distraer a la masa, que con el béisbol profesional; más adelante, cuando pase la serie del Caribe, veremos que circo o conspiración se inventan.

Jorge Rodríguez declara en una entrevista: «Viene un proceso de recuperación paulatina, pero persistente, del ingreso de los venezolanos» (recuerda “el paso a paso pero sin aminorar el ritmo” de Chávez en el Plan de la patria, pero versión “reformista”) ¿Qué entenderá Jorge Rodríguez por persistente? Cualquiera creería que el gobierno ha persistido mucho en nivelar los sueldos al ritmo de la inflación. Mienten. Ellos saben que ¡son los sueldos bajos la base económica de su plan de inversiones!, la base de su “nuevo modelo económico” neoliberal. Sin sueldos bajos, respetando la Constitución y la ley del trabajo no hay inversiones, se les van los colonizadores para otra parte. La declaración de Rodríguez evoca más bien al “estamos mal pero vamos bien” de Teodoro Petkkoff…

Pero, no se ha terminado la Serie del Caribe y ya Maduro habla de conspiraciones de ex ministros.

El estilo, con el cual Rodríguez trata de parafrasear a Chávez –y los deseos de Maduro sobre la esperanza de “la gente de a pie” – no es suficiente para convencer al pueblo pobre de que el problema de los sueldos resuelve el de la injusticia social o el de la economía social. La gente “de a pié” perdió la esperanza con este gobierno, el cual “persiste”, pero en mantener el viejo sistema de injusticia social, los privilegios, mantener en el control de la economía a Fedecámaras, a capitalistas, (porque ellos ni siquiera saben organizar un capitalismo verdadero). Los chicos del gobierno, ¡los nuevos “teodoristas”, los grandes “reformistas”, sustitutos de adecos, copeyanos y Teodoro Petkoff (con su “estamos mal pero vamos bien”), persisten en el diálogo con los empresarios y con E.U., se olvidaron hace rato (sobre todo Jorge Rodríguez y Maduro) del socialismo,.

El béisbol profesional necesitaba un buen estadio, pero financiado y construido por ellos, por los capitalistas del deporte, no por el Estado. El Estado actual debe resolver las necesidades fundamentales de la sociedad; un buen estadio después de asegurar la alimentación y la salud, la educación, trabajo y tiempo libre, la economía social y nacional; primero la gente, la economía humana, al servicio de los seres humanos no para llenar los bolsillos de unos cuantos. Sin embargo, justo porque no lo ha hecho (y no lo va hacer), la yunta “gobierno-capitalistas” nos regalan un estadio, o dos estadios de beisbol, yacusis y ferias incluidas (faltaron los casinos), ¡Pan y Circo!, al mejor estilo adeco-copeyano, mientras venden el país detrás de las cortinas del diálogo.

¡CHÁVEZ: PATRIA SOCIALISTA O MUERTE!

LOS DÍAS PASAN, EL SALARIO BAJA Y EL CAPITALISMO SUBE

Las protestas, justas, justificadas, no han dado el resultado previsto, al contrario,
parece que han fortalecido el descaro del gobierno, que insiste en su camino de entrega del
país a los capitalistas, sus trácalas y mentiras. El problema del salario se lo endosó a una
tal comisión con participación estelar de los empresarios. Eso es más que una grosería, es
la consagración de la traición a Chávez. El madurismo se olvidó de los trabajadores, se los
entregó, en bandeja a los explotadores. ¿O es qué el madurismo encontró la fórmula para
construir un capitalismo que no explote a los trabajadores, que no robe el trabajo?
Después de las protestas la situación está peor, el capitalismo está más fuerte, el
salario más bajo, y el gobierno se regodea en el lujo absurdo de los stadiums. Algo está
mal. Y lo que está mal es que la dirigencia de esas protestas quiso hacer una tortilla sin
cascar los huevos, evitó, con mil excusas, pedir la salida del causante de los males, evitó ir
al fondo del problema, se quedó en la zona de confort, regateando el salario como si de
vender una mercancía se tratase: “dame un poco más” y que todo siga igual. Y la protesta
quedó como un juego de carnaval, una manifestación alegre que no plantea solución.
Al final, el gobierno salió triunfante, y las protestas sembraron el desconcierto, la
desesperanza. Ahora, habrá más depresión, más emigrantes, más desesperados. Es
necesario dar a la masa razones sagradas por las cuáles luchar. Las manifestaciones, así
como la organización, no pueden preceder a las razones por la cuales luchar. Y la
calidad de esas razones determinará la calidad de la organización y de las manifestaciones,
dará el sentido a la lucha, la fuerza, la trascendencia.
Salir a la calle, sin más consigna que un aumento de salario, le da poca profundidad a
la lucha, debe ir acompañada de metas estratégicas de más alcance, ir a las causas de los
males, situarse en la contradicción de la sociedad, en la evolución histórica de la sociedad.
Hoy la gran batalla social es entre el camino al Socialismo que señaló Chávez, y
la restauración capitalista que emprende el madurismo. Cualquier lucha social se ubica,
de manera consciente o inconsciente, en alguno de estos dos campos. La lucha,
simplemente por el salario, se ubica en el campo capitalista, no pasa de ser un regateo por
el precio de la mercancía trabajo. Las luchas de los trabajadores, deben ser por su
reivindicación inmediata, y también por su reivindicación mayor, el Socialismo, acabar
con la explotación, con la apropiación de la riqueza social. Eso le dará a la lucha
profundidad estratégica, sentido histórico. Los trabajadores, los desposeídos no pueden

ignorar que hace pocos años este país transitaba el camino hacia la redención de los
desposeídos, hacia el Socialismo, y deben ubicarse, ser motores del campo Socialista. La
lucha por esa reivindicación mayor, es ahora. Estos trabajadores tienen el privilegio de
haber conocido el futuro, con Chávez, la sociedad sintió la posibilidad real de superar al
capitalismo y con él al periodo histórico de sistema de explotación. No pueden cambiar esa
lucha por la simple batalla economicista.
¡CHÁVEZ HISTÓRICO!

Entrevista en Contrastes con Darwin Chávez

Rafael Ramírez, Minisitro de Petróleo del Presidente Hugo Chávez, conversó con el periodista Darwin Chávez en el programa Contrastes Para tratar la realidad actual de Venezuela y como la nefasta gestión de maduro y Tareck El-Aissami ha sido un desastre para #PDVSA y el país.

DEL 4 DE FEBRERO A LOS EX-MINISTROS CHAVISTAS

En cuestión de horas, aparecen en el escenario político del país, dos aspectos que ayudan a entender mejor la debilidad y verdadera esencia del madurismo, y que siguen definiendo los campos y distintas posturas ante la grave crisis que padecemos.

La vigencia histórica del 4 de febrero.

Se cumplieron 31 años del 4 de febrero, cuando el Comandante Chávez, al frente del Movimiento Militar Bolivariano, insurgió en contra de la agonizante IV República. Con su sorprendente acción, el sector militar Bolivariano, rasgaba las tinieblas y la espesa bruma de inamovilidad y conformismo que se había instalado sobre el país, abriendo las posibilidades de los profundos cambios que se iniciarían en Venezuela, con el gobierno del Presidente Chávez y la Revolucion Bolivariana, posteriormente traicionados y truncados por el gobierno de nicolás maduro.

Más allá de cualquier consideración en torno a esta acción (que nosotros reivindicamos), lo importante que ha de entenderse, es que los militares Bolivarianos insurgieron en contra de una situación económica, política y social, mucho menos compleja que la actual. Es decir, para ser más claro, por mucho menos de lo que sucede actualmente, el Comandante Chávez insurgió en contra del gobierno de Carlos Andrés Pérez en 1992.

Hoy día, el país está descuajado, no existe institucionalidad, el paquetazo económico de corte neoliberal impuesto por maduro, ha sumido a más del 90% de la población en la pobreza, el salario mensual de los trabajadores no llega a 6 dólares, lo cual coloca su ingreso diario en sólo 0,18 centavos de dólar, muy por debajo del umbral de la pobreza, todo lo cual, ha provocado el éxodo de más de 7 millones de venezolanos, una tragedia que ocurre por primera vez en nuestra historia y que ha desgarrado a la sociedad venezolana.

Para imponer su paquetazo económico y barrer con las conquistas populares alcanzadas durante el gobierno del Presidente Chávez, el gobierno de maduro, ha convertido la violación de los Derechos Humanos, en una Política del Estado Venezolano. En su período de gobierno, se han cometido miles de crímenes y ejecuciones extrajudiciales en los barrios; se reprime, se tortura y se mata; a la vez, que se han producido miles de detenciones arbitrartias y las cárceles y centros de detención están llenos de luchadores sociales, trabajadores, inocentes secuestrados y presos politicos; lo que,  ha sido constatado y denunciado por los organismos internacionales de los Derechos Humanos en particular, los sucesivos y contundentes informes de la “Fact Finding Commission” del Consejo de los Derechos Humanos de la ONU, dando  pie a la apertura de una investigación ante la Corte Penal Internacional, en contra de los jerarcas del gobierno por la comisión de Crímenes de Lesa Humanidad .

Los militares rebeldes del 4 de febrero de 1992 se alzaron en armas en contra de la clase política envilecida de poder, en contra de la entrega del país, de la corrupción, de la entrega de la soberanía y la imposición del paquete de “ajustes” neoliberales del Fondo Monetario Internacional. 

Hoy día, una nueva clase política, incluso, más envilecida y corrupta, se ha apoderado del país, de sus instituciones y recursos, restregando en la cara de las mayorías empobrecidas, sus riquezas y groseros privilegios; a la vez que, han entregado la economía a los grupos económicos que los mantienen en el poder, la nueva oligarquía, mientras las transnacionales se llevan el petróleo, el gas y el oro. Los efectos del paquetazo neoliberal de maduro, han sido devastadores para el pueblo y los trabajadores, el retroceso del país ha sido enorme, criminal.

Es claro que las razones que dieron pie a la rebelión militar del 4 de febrero de 1992, siguen allí, más vigentes que nunca. Aunque maduro y su entorno político traten de apropiarse de la gesta de Chávez, por más boinas o insignias que se pongan, la esencia del 4 de febrero ha sido traicionada, el Movimiento Militar Bolivariano y el chavismo como movimiento político auténticamente revolucionario, tiene que dar una profunda reflexión en su seno, pues como dijera ese día el Comandante Chávez, “los objetivos trazados por ahora no han sido logrados”.

Los Ex-Ministros Chavistas

En su parodia del 4F, un maduro desencajado, ordena a sus cuerpos represivos “investigar” y hacer “seguimiento” a los “Ex-Ministros Chavistas”, acusándonos de “conspirar” en su contra. Esta nueva orden represiva, otra vez, como siempre, contra los chavistas,  devela lo que tenemos años denunciando y explicando: el madurismo, su modelo económico y su política, no tienen nada que ver con el Chavismo ni sus postulados, por eso nos persigue.

Más allá de las caras de los que circundan al madurismo, medrando en la tragedia del pueblo, del uso y abuso que el gobierno hace del apellido del Comandante, lo que está claro, es que este gobierno es anti-chavista, un gobierno neoliberal que ha hecho lo contrario a lo establecido por el Comandante Chávez en su Plan de la Patria y los objetivos históricos de la revolución, entre ellos: el socialismo. 

Es por ello que el madurismo ha arremetido en contra del gobierno de Chávez, sus ministros y su gestión revolucionaria, calificando este extraordinario período de transformaciones políticas, económicas y sociales del país, como un “falso positivo”, plagado de “errores y equivocaciones”.

El madurismo ha desmontado la Revolución Bolivariana, se viola la Constitución y las leyes, ya no queda nada del Poder Popular, de las Misiones Sociales, de la Democracia Participativa y Protagónica, ni del “Vivir Bien” del pueblo; ha destruido PDVSA, perseguido a sus trabajadores y entregado el petróleo, ha arrasado con el ambiente en el “Arco Minero” entregado al saqueo de los suyos, mientras, arrasaron con los beneficios de los trabajadores y obreros, condenados a sobrevivir con un salario de hambre, con unos bolívares devaluados, mientras toda la economía está dolarizada. 

Este gobierno ha restablecido por la violencia, un modelo capitalista dependiente, depredador de nuestros recursos naturales, borrando –por ahora– la posibilidad socialista. 

Ante una situación de restauración reaccionaria como ésta, no es para nada extraño, que el gobierno identifique como sus enemigos a los “Ex-Ministros” de Chávez, al campo revolucionario, a lo que ellos llaman “la izquierda trasnochada” y en particular a los trabajadores y el movimiento popular que fue, en un momento, la base social y la vanguardia de la Revolución Bolivariana. 

El único que ha “vendido su alma al diablo” es el mismo maduro con sus pactos y acuerdos secretos. Al tiempo que anuncia más represión y persecución en contra del Chavismo, extiende la mano y convive con los que incendiaron el país, con los sectores tradicionales de la derecha, con la oligarquía, con las transnacionales, cediéndoles la conducción de la economía, la expropiación del petróleo y condenando a los trabajadores y al pueblo a la miseria y al “sálvese quien pueda”.

Los “Ex-Ministros” Chavistas, somos el terror de nicolás maduro y su gobierno, todo lo que represente una opción revolucionaria y chavista, es enemigo del madurismo. Chávez los atormenta, su discurso, su práctica, su acción revolucionaria, que aún está en el corazón del pueblo, es la principal amenaza para el madurismo. 

El Comandante Chávez, el eterno subversivo, hoy sigue siendo perseguido por la canalla que ha destruido al país y pretende borrar no sólo sus ojos y su imagen, sino el legado que dejara para el pueblo, la idea, profundamente revolucionaria que, al final, sabrá conducir al pueblo para salir, otra vez, como hace 31 años, de las tinieblas. ¡Venceremos!

Discurso de Rafael Ramírez durante el Seminario de la Faja Petrolífera del Orinoco

La Faja Petrolífera del Orinoco es un gigante de soberanía», así lo expresó el Ministro Rafael Ramírez durante la realización del Seminario de la FPO, realizado en el Salón Simón Bolívar de PDVSA en La Campiña

Discurso de Rafael Ramírez ante la Asamblea Nacional, año 2011

Rafael Ramírez, Ministro y Presidente de PDVSA, en su discurso ante la Asamblea Nacional aseguró que gracias a la llegada de la Revolución Bolivariana Venezuela obtuvo innumerables logros en material social, en pro de todo el pueblo.

El modelo económico de Maduro es mucho más viejo que las sanciones y el bloqueo petrolero

El modelo económico de maduro no ha sido solo económico; implicó, desde un principio, cambios políticos y de conducta social, es decir, cambios en la espiritualidad de la masa chavista, en la masa que ahora sirve de base electoral a Maduro y al madurismo. Muerto Chávez comenzó el coqueteo con los empresarios y las trampas con el dólar barato, el dólar preferencial, del cual se beneficiaron tanto los burócratas del gobierno y sus amigos como los empresarios. Más adelante hubo un inusitado estímulo al consumo y, por carambolas, a la especulación con el “compra y vende” del común de la gente, el llamado “dakaso”, la venta de cupos de tarjetas de créditos, el estímulo desde la presidencia al modo de vida clase media pequeñoburguesa, a un consumismo dentro de las clases bajas, como nunca se había visto en el país; comenzó a instalarse de nuevo una democracia clientelar.

La destrucción de PDVSA era necesaria para comenzar la restauración de la democracia burguesa. Acabar con pdvsa significaba paralizar la revolución, desmantelar el principal y último reducto chavista del gobierno, el espacio donde se fraguó por mucho tiempo el socialismo de Chávez, con experiencias de voluntariado, de formación política, de trabajo cooperativo como ningún otro en el gobierno de Chávez, además de haber sido el soporte material y administrativo de muchos de los programas socialistas: misión Sucre, misión Ribas, misión vivienda, ¡misión conciencia!, Pdval, Pdvsa agrícola, Pdvsa industrial, una Pdvsa sobrecargada de responsabilidades luchando contra la tendencia interna al burocratismo, al “estorbo”, a la flojera y la corrupción en toda la administración pública (salvando los casos excepcionales que siempre se dan y se dieron en ese mismo ámbito).

Pero asesinado Chávez, también fue asesinado el socialismo. La tendencia chavista moralizadora se revirtió de golpe y porrazo con Maduro, apoyando y alentando a la vida fácil y a la llamada “iniciativa privada”, de empresarios ladrones y de nuevos ricos salidos de la burocracia estatal. Mucho antes de las llamadas sanciones y del bloqueo, la primera excusa fue la unificación y pacificación del país, la conciliación con los conspiradores, de ahí que se haya desmovilizado al chavismo, “pacificado”, y convertido en una masa inerte, políticamente pasiva, comprada su lealtad en sus apetencias personales con el lucro fácil, mientras una buena porción de oportunistas se enriqueció y se sigue enriqueciendo hasta ahora.

Las sanciones personales y luego petroleras, el llamado bloqueo económico aparece en el 2018, y es operado de forma selectiva. No se explica cómo pueden importar tantos productos desde Europa y Estados Unidos y venderlos libremente en “macro tiendas” como “Fórum”, y en los llamados bodegones, habiendo sanciones y bloqueos económicos. El bloqueo es petrolero porque eso es lo que quiere Estados Unidos, operador principal del bloqueo económico, llevarse el petróleo; control sobre nuestra industria, tener acceso exclusivo y gratuito a nuestro petróleo, como lo está haciendo ahora con Chevron y otras empresas norteamericanas. Pero, paralelo a esto, en secreto, se conspira contra la revolución, intentando acabar con la Constitución de Chávez a fin de instaurar de nuevo la cuarta república, el pasado pero con nuevos actores, “nuevos ricos” salidos del submundo del oportunismo lumpen marginal; con una nueva clase en ascenso salida de la burocracia madurista (que nada tiene que ver con Chávez ni con el socialismo).

Esta restauración del pasado fue planificada mucho antes de ser asesinado Chávez, si no, no se explica la rapidez con la que fue falsificado (adulterado de liberalismo) el Plan de la Patria, en el mismo año 2013, año electoral cuando gana las elecciones Maduro; o la rapidez con la que convoca Maduro a los empresarios en Miraflores, Lorenzo Mendoza, Oswaldo Cisneros, incluidos, con la disculpa de que “en Venezuela cabemos todos” (explotadores, especuladores, ladrones y trabajadores, cada cual por su lado, cumpliendo el papel social de siempre dentro del capitalismo chapucero de Maduro). El bloqueo y las sanciones petroleras son una excusa para restaurar al pasado y lograr que el mundo capitalista acepte que Maduro y sus asociados gobiernen el capitalismo en su nombre.

Por otro lado, el ataque a la moneda no ha empobrecido en nada, ni ha dificultado el enriquecimiento de los empresarios, de los banqueros y de la “burguesía revolucionaria” (madurismo nuevo rico), ni nada tiene que ver con la especulación y la inflación que infringen los comerciantes sobre los productos; ¡el capitalismo comercial y especulativo en Venezuela está boyante! ¡Somos el país más caro del mundo y con la mano de obra más barata!, ¡el ideal perfecto para captar inversiones!, que es lo que busca el “nuevo modelo económico” de Maduro, a saber: hacer de Venezuela una inmensa maquila, su idea personal de un “país potencia”.

¡Conciencia de clase! ¡Conciencia socialista!, si queremos salvar la patria.

¡CHÁVEZ VIVE!