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Del pocillo de peltre donde Chávez bebía café, hasta la respuesta de María Gabriela a Rafael Ramírez

No quería expresarme sobre éste tema, pero debido a los insistentes mensajes que recibo en mí correo de personas que preguntan mi opinión al respecto, decidí entonces escribir éstas líneas.

Llevo un par de semanas observando videos del Comandante Chávez. Aparte de recordar al gigante, quería ver el lenguaje corporal del madurismo, ese grupo de personas que se encargó de acabar con los proyectos de Chávez para con el pueblo.

Viendo su discurso de cierre de campaña de aquél 4 de octubre de 2012, en su siempre forma natural, el Comandante bajo la lluvia bebió café en su pocillo golpeado de peltre, y mi hija de 12 años que estaba a mi lado, me hizo la siguiente pregunta:

¿Si era el presidente, por qué tomó café en ése pocillo de hierro, en vez de uno de porcelana?

Sonriente le dije; porque era Chávez, ése no lo confundió el poder, supo manejarse a la altura de cualquier situación, desde dormir en una habitación muy elegante cuando realizaba sus giras internacionales, hasta dormir en una habitación construida de bloques blancos, en una pequeña finca o cualquier casa humilde, y le leí una parte de la biblia que dice así:

«Sé lo que es vivir en la pobreza, y también lo que es vivir en la abundancia. He aprendido a hacer frente a cualquier situación, lo mismo a estar satisfecho que a tener hambre, a tener de sobra que a no tener nada. Filipenses 4:12»

Desde mi humilde opinión, Chávez supo beber café en su golpeado y preferido pocillo de peltre, y cuando ameritaba la ocasión, en uno sacado de alguna lujosa vajilla de porcelana, pero fuese cuál fuese el pocillo donde tomaba su café, su entrega y compromiso para con el pueblo de Venezuela nunca cambió.

Ahora bien, Rafael Ramírez hoy es perseguido y atacado por el madurismo, por tener los testículos de defender la imagen y proyecto del Comandante, y como dice el refrán: «Las personas que cargan su propia agua conocen el valor de cada gota derramada», si alguien conoce lo que costó la creación de las misiones sociales es precisamente Ramírez, quién junto a Chávez le dieron vida desde el año 2003 con el fin de garantizar derechos esenciales como la salud, educación y alimentación.

Las misiones que eran parte importante del proyecto de Chávez, hoy fueron eliminadas en su totalidad por el madurismo, aplicando lo que dice el famoso refrán: «Lo que nada nos cuesta, hagámoslo fiesta», a ellos no les interesaba continuar con ningún programa del Comandante, pues ésto incluía el bienestar del pueblo, aparte qué; se debía sentir amor por los necesitados como lo sintió de forma muy natural el gigante, obviamente el madurismo con sus acciones sólo ha mostrado el inmenso desprecio que siente por las personas necesitadas, pero pactan y conviven con aquellos que despreciaron a Chávez, y que siempre han humillado al pueblo.

Doy esta breve explicación dado qué en la respuesta que María Gabriela da a Ramírez, lo señala de poseer proyectos personales, y cuando reviso los proyectos que plantea Rafael Ramírez para Venezuela son; obviamente salir del madurismo para poder recuperar:

Misiones educativas.

Misiones para el trabajo.

Misiones para la salud pública.

Misiones de protección, asistencia y solidaridad social.

Misiones alimentarias.

Misiones para la vivienda y hábitat.

Misiones de seguridad y servicios básicos.

Prácticamente recuperar las misiones de Chávez, que tenían como finalidad potenciar la inclusión de la población de menores recursos, que hoy sufren precisamente las deficiencias de un gobierno indolente que se hace llamar Chavista, pero son los verdugos de eliminar todos esos programas.

Entonces no puede ser personal un proyecto que rescata gran parte de la obra de Chávez, y que beneficiaría casi en su totalidad a la población Venezolana, teniendo como fin erradicar la pobreza extrema y la desigualdad social, que volvieron nuevamente al país gracias al madurismo.

Proyectos personales ejecuta el madurismo, cuyo único objetivo es; mantenerse en el poder al costo que sea, pisoteando al pueblo cada vez que tienen oportunidad, usar la imagen de Chávez cuando les conviene, y culparlo siempre de forma muy discreta, por el desastre a donde llevaron el país.

No quiero sacar de contexto las palabras de Jacinto Pérez Arcay cuando dijo: «Tenían que asesinar a Chávez para hacer lo que están haciendo. Sin Chávez no hubiesen podido hacer lo que están haciendo. Por eso lo mataron».

Muy buena ésta reflexión, el madurismo sólo podría hacer lo que están haciendo, estando Chávez muerto. El Comandante siempre alertó que existían factores que lo necesitaban muerto, expresó en muchas ocasiones que desde el imperio querían asesinarlo para colocar a sus peones a lanzarse como caimanes contra el pueblo Venezolano, y devorar la patria. Y la raíz principal de eso era precisamente el petróleo, querían nuestro petróleo a como de lugar.

Hoy quienes devoran la patria y se lanzaron como caimanes contra el pueblo, es el madurismo, violan nuestras leyes y constitución para otorgar licencias a empresas extranjeras, que permiten precisamente explotar nuestro petróleo, sin pagar impuestos ni regalías, mucho menos otorgar dividendos a PDVSA, ése es un proyecto personal del madurismo que viola nuestras leyes, y no honra la memoria del Comandante, puesto que él lo advirtió, que venían por su vida, para apoderarse del petróleo, y; al único que veo defendiendo la memoria del Gigante, y nuestra soberanía petrolera, es a Rafael Ramírez, recibiendo a cambio, ataques despiadados y persecución por parte del madurismo, con todo el respeto que merece María Gabriela, pero yo a ella no la he visto defendiendo al pueblo de la humillación al que es sometido por parte del madurismo, tampoco la he visto defendiendo el proyecto ni el legado del Comandante, hoy destrozado por el madurismo, y ¿Entonces? ¿Será que ella sí se acostumbró a los pocillos de porcelana, y no la dejan ver las condiciones como vive el pueblo por culpa del madurismo? No creo que sea malo regalarse algunos lujos, lo malo es; voltear la cara para no mirar o recordar de donde salimos un día, y peor aún, no sentir empatía por las personas que habían recobrado su identidad y derechos, gracias a Chávez, y que hoy son humillados, vejados y maltratados por aquellas élites que tanto odiaron al Comandante, y ésto lo hacen con la bendición del madurismo.

Por otro lado, llama delincuente al hombre de confianza de Chávez quien ocupó por más de 10 años ininterrumpidos un Ministerio de tanta envergadura e importancia para el país, seguro estoy que el mejor defensor de Rafael Ramírez es el propio Chávez, quién respondió al madurismo en cadena nacional en una oportunidad:

«Ahora es que hay ministro Ramírez para rato, y junta directiva de PDVSA para rato, porque están haciendo su trabajo».

Chávez estando satisfecho con el buen desempeño de Rafael Ramírez y su equipo de trabajo, dejó saber al madurismo con el país de testigo, que había Ramírez para rato, y cuando de forma continua seguían susurrando al Comandante que lo apartara del cargo, siempre recibían como respuesta, la ratificación de Rafael Ramírez.

Incluso, en la última campaña de Chávez, volvió a manifestar su apoyo a Rafael Ramírez, diciéndole que lo designaría nuevamente para dirigir el ministerio y PDVSA, cuando ganara las elecciones del 7 de octubre, provocando sin duda alguna un inmenso malestar en las élites maduristas y sus aliados de oposición.

Sobre el señalamiento de María Gabriela hacia Rafael Ramírez, dejo lo dicho por Chávez: Es un «venezolano a carta cabal, un hombre honesto, un trabajador incansable», éstas palabras en los labios del Comandante todavía poseen un gran peso.

Chávez no mintió cuando dijo que Ramírez era un hombre honesto, las investigaciones respaldaron tales afirmaciones, que María Gabriela busque contradecir a su papá sobre ése tema, no tiene sentido, creo que fué ella quién quedó muy mal parada, pues sería insinuar que el Comandante estaba mintiendo en ésa oportunidad.

Entonces por un lado veo a Rafael Ramírez enfrentar al madurismo colocando su humanidad en defensa de Chávez, su proyecto y legado, obteniendo a cambio persecución y ataques por parte del madurismo y de la oposición que ahora camina de la mano con el gobierno.

Por otro lado vemos que el madurismo acabó con todos los proyectos de Chávez para Venezuela, intencionalmente no aplicaron el plan de la patria, y del desastre a donde llevaron al país, les pareció mejor idea, hacer ver de una forma subliminal y discreta, que maduro heredó en esas condiciones el país de manos del gigante, y allí es donde muchos hacen silencio cómplice para cuidar sus cargos, sin contar que había un Ramírez dispuesto a desenmascarar al madurismo, y mostrar que el culpable de las condiciones actuales del país no fueron culpa de Chávez y sus políticas, sinó culpa del mal gobierno del madurismo quién prefirió pactar con los enemigos del Comandante, para que éstos se hicieran más ricos, sin importar que ahora el pueblo se hace más pobre.

Si el proyecto de Rafael Ramírez se traduce en recuperar todo lo que Chávez soñó y prometió a Venezuela, gobernando y devolviendo el poder al pueblo, entonces yo me anoto con él.

¡El madurismo quiere acabar con el Chavismo, pero se llevarán una gran sorpresa!

 Evencio Barboza

Trabajador de PDVSA

EL RESCATE DEL PILÍN LEÓN

Hoy 26 de diciembre se cumplen 20 años del rescate del buque Pilín León, que se encontraba fondeado en la barra del Lago de Maracaibo como parte de la acción criminal de la meritocracia petrolera que se plegó al Sabotaje en contra de PDVSA como parte de los intentos de la oposición para derrocar al Presidente Chávez. Era el Golpe Continuado. 

Corría el 26 de diciembre de 2002 y la industria petrolera era sacudida por la acción cobarde y criminal de la gerencia petrolera que se había plegado al “Paro Cívico Nacional”, con la promesa de  paralizar la industria “hasta que Chávez se vaya”. El Pilin León, al igual que todas las embarcaciones de cabotaje y transporte de petróleo y combustibles de la flota de PDVSA, se habían plegado al sabotaje, dejando al país entero sin combustibles y sin la posibilidad de exportar petróleo. 

La estrategia de la Gente del Petróleo era bloquear nuestros puertos y terminales, fondeando las embarcaciones al frente de ellos y emitiendo alertas desde la propia gerencia de Comercio y Suministro de PDVSA, plegada completamente al Sabotaje, para que ningún buque petrolero tocara costas venezolanas; así, la producción petrolera, imposibilitada de ser exportada, llenó hasta el tope nuestros patios de tanques de almacenamiento, por lo que la producción de petróleo tuvo que detenerse paulatinamente, afectando, a su vez, la producción de gas asociada al mismo. 

Al fondear los buques de cabotaje de combustibles, es decir, aquellos encargados de llevar el combustible a los distintos puntos de distribución del país, paralizar y sabotear las refinerías –en especial el Complejo Refinador de Paraguaná–, el objetivo de los golpistas era dejar al país sin combustibles, provocar el caos y llevar al pueblo al borde de la desesperación, colapsando y paralizando todo el territorio nacional.

Era la “estrategia perfecta” de la Gente del Petróleo, la gerencia antinacional y profundamente transnacionalizada que actuó de manera artera, faltando a sus responsabilidades y violando la ley; sabotearon PDVSA y toda la industria petrolera, en un acto motivado políticamente, en defensa de la Apertura Petrolera y abiertamente en contra de la Constitución y de la recién promulgada Ley Orgánica de Hidrocarburos.

Las transnacionales petroleras, a través de la alta gerencia de PDVSA y las fuerzas más reaccionarias y retrógradas del país, arremetieron en contra de PDVSA, destrozaron la empresa de todos los venezolanos, para colapsar nuestra economía, clavando un puñal al corazón de la patria –como diría Chávez–, siendo la continuación del Golpe de Estado de abril de 2002 y del proceso de desestabilización y violencia impulsado desde los sectores de la oposición.

Durante todo ese mes de diciembre, la Gente del Petróleo y las fuerzas golpistas, desplegaron toda su violencia en contra de PDVSA y el país. Los medios de comunicación y las grandes agencias internacionales, pronosticaban la “caída inminente “ del presidente Chávez.

Nosotros conformamos, bajo la dirección del presidente Chávez, –yo era ministro de Petróleo y Alí Rodríguez presidente de PDVSA– el Grupo Colina, la dirección política de la batalla por el rescate de PDVSA, constituido por el presidente Chávez ante la inminencia del Sabotaje; ya estábamos desplegados en todas las áreas petroleras, donde nuestros trabajadores y gerentes patriotas daban una batalla en cada área e instalación petrolera, por su rescate y recuperación. 

La situación era extremadamente complicada. Nosotros teníamos que atender el frente internacional de la OPEP, para explicar lo que sucedía en el país. El presidente Chávez defendía la integridad y soberanía de nuestro país ante cualquier aventura intervencionista, al mismo tiempo que estábamos conduciendo y dirigiendo la batalla de los gerentes y trabajadores en todas las áreas. El Pueblo y la Fuerzas Armadas, se movilizaron masivamente en apoyo a Chávez y PDVSA, en lo que se convirtió en una batalla popular, donde los humildes, tal como hicieron el 13 de abril, se lanzó a la calle en apoyo a Chávez, en defensa de la Constitución y, por primera vez en nuestra historia, en defensa del petróleo –su petróleo– y de PDVSA, la que, a partir de estos eventos, sería la PDVSA del Pueblo.

Un elemento fundamental para derrotar al Sabotaje, era desbloquear nuestras costas, recuperar nuestras naves que estaban en manos de los golpistas. En el gobierno se planteó una fuerte discusión, pues en su seno, y entre los factores políticos que hacía vida en la Asamblea Nacional, existía una fuerte tendencia a negociar, a que el presidente Chávez cediera ante la Gente del Petróleo, que nos destituyeran ade la dirección del sector petrolero y se modificara la Ley Orgánica de Hidrocarburos. Chávez no aceptó. Esta sería una batalla popular, revolucionaria, impostergable, donde no podíamos ceder ante las presiones de las transnacionales y de la extrema derecha. No teníamos otra opción: o le hacíamos frente al sabotaje y ganábamos  o sucumbir a la presión transnacional, entregar el petróleo y el poder del Pueblo.

El presidente Chávez  dirigió  esta batalla y sabía que sólo podía contar con nosotros, la dirección petrolera, nuestros gerentes y trabajadores, así como con el pueblo y los militares patriotas. Era el espíritu y la motivación del 13 de abril, con el pueblo, los trabajadores y el máximo de nivel de conciencia revolucionaria, los que darían la batalla por PDVSA y la revolución Bolivariana.

Nosotros habíamos activado un proceso de reclutamiento, en la Comandancia de la Armada ubicada en Paraguaná, donde se captaron oficiales y marineros, las tripulaciones, para tomar los buques petroleros fondeados y saboteados por la Gente del Petróleo. Era una operación cívico-militar.

Ese 26 de diciembre estaba en el despacho del presidente Chávez en Miraflores, desde donde despachábamos y atendíamos todos los detalles de la batalla. Estábamos almorzando juntos y sabíamos que ese día se desarrollaba la operación de rescate del Pilín León, embarcación que, por cierto, la oposición convirtió en su buque insignia y símbolo del Sabotaje, glorificando, desde sus medios de comunicación, la actuación criminal e ilegal de sus tripulantes.

Inmediatamente se anunció en la televisora Globovisión, que el buque Pilín León había sido tomado por el gobierno y que una tripulación “sin experiencia”, al tratar de cruzarlo para dirigirlo a Bajo Grande, chocaría en contra del Puente sobre el Lago de Maracaibo.

Nosotros sabíamos que no era así, pues el Capitán Carlos López Peña, quien había tomado el control de la nave, contaba con  muchísima experiencia. Jubilado de la industria petrolera, el Capitán López Peña, tenía para mí el aval de ser hermano de un destacado combatiente de las FALN, compañero de armas de mi padre, muy amigo de la casa, al que llamaban, el “gordo” López Peña.

El presidente, en actitud de combate, emocionado, me dice que “ vamos a abordar el buque”, nos trasladamos de inmediato a Maracaibo y de allí, en helicóptero, hacia el terminal de Bajo Grande”. Íbamos solo nosotros y los oficiales militares encargados de  la custodia del Comandante Chávez. 

Desde el aire observaba las interminables colas de todo tipo de vehículos esperando para surtir gasolina; había mucha gente en la calle, se sabía que el presidente estaba llegando. Se iban aproximando al punto de aterrizaje cientos de venezolanos, portando la bandera nacional. Tan pronto aterrizamos al terminal, el presidente dio unas primeras declaraciones; la algarabía y emoción de los presentes era tremenda. 

Abordamos la lancha que nos conducirá al Pilin León, ya perfectamente atracado en Bajo Grande. El Presidente, con su chaleco salvavidas, conversaba con el piloto de la lancha; estuvimos todo el trayecto escuchando los pormenores de la batalla en el Lago y de cómo los privados –los llamados “lancheros”– se plegaron al sabotaje y habían paralizado las lanchas, remolcadores, gabarras; íbamos identificando las vulnerabilidades de PDVSA. 

Cuando llegamos al buque, me encontré con el capitán Gustavo Pérez Issa, oficial del 4 de febrero, jefe de PCP –gerencia de Prevención y Control de Pérdidas de la industria– quien había coordinado la operación. Nos tomamos una foto con el buque a nuestras espalda. Estaba un fotógrafo del diario Panorama –toda una institución en el Zulia–, que hizo las imágenes exclusivas. 

Cuando llegamos al buque, saludamos a todos los oficiales y su tripulación. Le presenté al presidente Chávez al Capitán López Peña y le expliqué quién era, el presidente estaba muy agradecido por su decisiva acción, igual saludamos uno a uno a los integrantes de la tripulación y marinos presentes, la mayoría de ellos habían dejado sus trabajos para participar del rescate del buque. Este gesto de conciencia y sentimiento patriota, se extendía a todo el país, los jubilados, contratados y voluntarios de cada rincón se presentaron en PDVSA, y junto a nuestros gerentes y trabajadores, iniciamos el rescate y recuperación de nuestra empresa saboteada, PDVSA.

El presidente Chávez saludó y habló por teléfono con los familiares de cada uno de los miembros de la tripulación que estaban allí. En la foto que acompaña este artículo, se puede apreciar la alegría de los presentes ese día junto al Comandante Chávez.

El rescate del Pilín León fue el inicio de la derrota del Sabotaje Petrolero, un hecho, sin duda alguna, heroico y revolucionario, que nos permitió recuperar nuestra industria petrolera, recuperar las pérdidas de más de 14 mil millones de dólares que provocó la Gente del Petróleo, y a partir de allí, nació la Nueva PDVSA, la PDVSA del Pueblo.

En los meses siguientes, junto a nuestros gerentes y trabajadores, fuimos recuperando nuestras capacidades operativas, nuestra producción de petróleo pasó de 23 mil barriles día en enero, a 3 millones de barriles día al mes de abril; pudimos restablecer la producción de gas, la plena operatividad de nuestras refinerías y las exportaciones petroleras.

El presidente Chávez no cedió a las presiones de negociar nuestro petróleo y leyes, recuperamos nuestra industria y la pusimos al servicio del pueblo y de todo el país. Allí nació la Nueva PDVSA , la Roja Rojita, que se convirtió en la nave insignia de la revolución Bolivariana y cuyos hombres y mujeres, a todos los niveles, entregaron lo mejor de sí en el esfuerzo de colocar el petróleo al servicio del pueblo, de crear y conducir las Misiones y Grandes Misiones, de captar y disponer la renta petrolera, no sólo para saldar la deuda social con el pueblo de Venezuela, sino para recuperar nuestra economía y convertirla en un efectivo instrumento de liberación del pueblo y superación del modelo rentista petrolero, en la construcción del Vivir Bien del Pueblo y del socialismo.

A 20 años de estos sucesos, vaya mi reconocimiento permanente a los trabajadores, hombres y mujeres, gerentes, jubilados, voluntarios y efectivos militares que dieron esta batalla por la soberanía y rescataron el petróleo para ponerlo al servicio del pueblo.

Pero debo decir que, a 20 años de esta gesta heroica, no tenemos nada que celebrar. El gobierno actual, los mismos que presionaban a Chávez a que cediera a las trasnacionales en aquellos momentos aciagos, hoy día han entregado el petróleo y el manejo de su producción y exportación al interés transnacional, aceptan las condiciones impuestas por gobierno extranjeros, por encima de nuestra Constitución y leyes. Hoy día nuestra empresa nacional. PDVSA, se encuentra en ruinas, descuajada y vendida en secreto a los sectores económicos que sostienen al gobierno. 

Nuestra producción petrolera está en sus niveles mínimos históricos, 670 mil barriles diarios (incluidos 100 mil barriles dia de crudo irani), esto a pesar de los falsos juramentos y promesas del ministro Tareck El Aissami y el propio maduro. Nuestro sistema de refinación opera a solo 10% de sus capacidades, la producción de la gasolina y combustibles no abastece al mercado interno, lo que se encuentra se debe pagar en dólares a precios internacionales en un país petrolero azotado por la pobreza producto de un paquetazo económico neolibreal y de la entrega de nuestro petróleo.

Hoy día, a 20 años de estos sucesos, los trabajadores petroleros han sido perseguidos y presos, muchos de los héroes en la derrota del Sabotaje, quienes estuvimos al frente por la recuperación de PDVSA y en el impulso de la Plena Soberanía Petrolera estamos perseguidos, exiliados, vilipendiados; otros cientos están presos o se han visto obligados a abandonar nuestra querida PDVSA.

Desde el gobierno, el madurismo se empeña en reescribir la historia, falseando todo, ocultando los hechos, trucando fotos y borrando discursos, aunque NINGUNO de ellos estuvieron allí, tratan de erigirse en líderes de los trabajadores a la vez que los despojan de sus derechos y conquistas, mientras entregan el petróleo a las transnacionales y sus propios grupos económicos. 

El madurismo trata, desesperadamente y con saña, de borrar a Chávez y a los que estuvimos a su lado, negando el papel extraordinario que tuvimos los trabajadores petroleros y la nueva PDVSA, la Roja Rojita, en las conquistas económicas y sociales de la revolución Bolivariana, en la conquista de la Plena Soberanía Petrolera, base fundamental del Plan de la Patria y sus objetivos históricos. Justamente por ello el gobierno ha arremetido en contra de PDVSA y de todos nosotros.

Hoy, luego de 20 años del rescate del Pilín León, no tenemos nada que celebrar, al contrario, tenemos muchas cosas por las cuales luchar. Liberar a nuestro país de esta tiranía que nos ha arrebatado la patria, que ha despojado a los trabajadores y al pueblo de sus derechos y conquistas fundamentales. 

Hoy día es nuestro deber, tal como hicimos junto a los trabajadores petroleros en aquellos momentos de definiciones, luchar junto al pueblo y los trabajadores para volver al camino de Chávez y su programa de gobierno traicionado por el madurismo es necesario volver al Plan de la Patria, luchar por la recuperación de nuestra Plena Soberanía Petrolera, para poner el petróleo al servicio del Pueblo y solo entonces podemos recuperar nuestro país, uno que sea para todos.

NAVIDAD SIN PRESOS POLÍTICOS

Este 24 de diciembre, fecha en la que todo nuestro pueblo celebra desde siempre la fé y la esperanza por la vida, expresada en el humilde pesebre, en nuestras tradiciones y cultura, es una oportunidad para encontrarnos desde los mejores sentimientos y propósitos, en lo afirmativo venezolano. 

El pueblo humilde, víctima del caos económico del país y de un modelo que no cuaja, donde cada día que pasa, se es más pobre y la lucha por satisfacer, de cualquier manera, las necesidades básicas, propias o de la familia, se convierte en una verdadera batalla de sobrevivencia, trata de algún modo de festejar la Navidad. 

En los hogares venezolanos –sean éstos más o menos humildes–, se junta la familia que aún se mantiene en el país, que no se encuentra dispersa por el mundo, en la búsqueda de un mejor futuro; en muchos hogares humildes no pueden ni siquiera preparar las hallacas, pero, de cualquier forma, se comparte un momento de amor, de solidaridad, y de esperanza.

Esta realidad no tiene nada que ver con el consumismo y el desenfreno de los que tienen dólares para gastarlos en el centro comercial, ni con los excesos de los nuevos dueños del país, que se han enriquecido a costa de la miseria de todos. 

Mientras tanto, desde Miraflores, nicolás maduro, con su perrito en la mano y su corbata de feria, actúa como si no sucediera nada; sigue prometiendo y mintiendo a un pueblo que lo detesta y hace tiempo que no le cree. Los que detentan el poder, obesos de impunidad, siguen ausentes e indolentes de lo que sucede en el país. Esa imagen es una grotesca expresión del envanecimineto y decadencia de la clase política que traicionó a Chávez y al pueblo.  

Fuera, más de 7 millones de venezolanos que nos hemos visto obligados a dejar la patria y nuestros afectos; nos juntamos, los que podamos, para hacer nuestras hallacas y pensar en nuestros seres queridos, los que no pueden estar con nosotros. Donde se encuentre un venezolano, en cualquier rincón del mundo, se celebra una Navidad Venezolana, porque la cultura es una forma de resistir, de reafirmarnos. Esta tiranía nos ha arrebatado el país, pero no puede –ni podrá–, quitarnos nuestra identidad, lo que somos y sentimos.

Venezuela es hoy un país fracturado, descuajado en lo espiritual, más injusto y desigual que nunca antes; la restauración capitalista, el “milagro del madurismo”, ha sumergido al ciudadano en el abismo del “sálvese quien pueda” y el “por lo menos” de la resignación, donde el gobierno y su maquinaria de propaganda, estimulan una actitud de evasión de la realidad, individualismo y el desinterés que ha desmovilizado al pueblo del 13 de abril y de la derrota del sabotaje petrolero. 

Por ello, en esta Navidad, debemos hacer un esfuerzo para dejar atrás la indiferencia y el miedo, para pensar y expresar nuestra solidaridad con los cientos de presos políticos y detenidos-secuestrados, que se encuentran en las cárceles y centros de detención del gobierno.

En Venezuela, la violacion de los Derechos Humanos se ha convertido en una Política de Estado; así lo han determinado organismos internacionales tan prestigiosos, como la Oficina del Alto Comisionado para los DD.HH. de las Naciones Unidas y el Consejo de los Derechos Humanos de la ONU. 

El gobierno ha realizado miles de detenciones arbitrarias y ha secuestrado a miles de venezolanos por razones políticas: dirigentes políticos y sociales, trabajadores y gerentes petroleros, obreros y líderes sindicales, familiares de perseguidos políticos y militares. 

En las cárceles y centros de detención del gobierno están recluidos, presos o secuestrados, civiles y militares, chavistas y de la oposición tradicional; presos en condiciones deplorables, víctimas de la violación a sus derechos y garantías fundamentales, al debido proceso, al acceso a la justicia, sometidos a todos tipo de vejaciones y privaciones. Son presos-secuestrados que están allí aislados, sometidos a las arbitrariedades de sus captores o acusadores, de un Poder Judicial y una Fiscalía cómplice y partícipe de todo tipo de exceso y abusos en contra del detenido.

El Consejo de los Derechos Humanos de la ONU, ha señalado a los responsables y ha denunciado cómo la Fiscalía General de la República y el Poder Judicial se han convertido en brazos ejecutores y co-responsables de estas graves violaciones a los Derechos Humanos en el país.

La violación a los Derechos Humanos, no puede ser ignorada por los sectores políticos y sociales, nadie puede guardar silencio ante los cientos de Presos Políticos que existen en Venezuela.  Esta postura define la calidad humana del dirigente político, y la moral y principios de cualquier organización política. 

Recuerdo cuando éramos jóvenes militantes del PRV-Ruptura, nosotros estábamos permanentemente atentos a los presos políticos-secuestrados, que se encontraban en las prisiones militares del país. Hacíamos “pintas”, denunciábamos, sus condiciones, los apoyábamos en sus luchas, los visitábamos. En particular, sentía que aquello era un deber, una muestra de afecto y solidaridad, visitar a los presos políticos en el Cuartel San Carlos, allí estaban Diego Salazar, el Flaco Ladera, David Nieves, el Flaco Mujica, entre otros muchos.

Hoy día, da vergüenza cómo la izquierda y el campo revolucionario (con contadas excepciones), abandonan a su suerte a los presos y detenidos por razones políticas, guardan silencio ante crímenes horrendos como la muerte de Nelson Martínez o el General Baduel en custodia, el asesinato de Albán, del Capital Arévalo Méndez, de Oscar Pérez. 

Es indignante constatar cómo los dirigentes del chavismo, del PSUV y de la izquierda, guardan silencio y se justifica la violación de los DDHH., en el país. Es preocupante que los presidentes “co-patrocinadores” del nuevo diálogo en México: Colombia, Argentina y Francia, no hayan colocado como punto de honor en todas sus iniciativas de diálogo el cese de la violación de los Derechos Humanos en el país, y la liberación de los presos y detenidos por razones políticas en Venezuela.

Hay que decirlo, la voz siempre digna del Pepe Mujica, ejemplo y referencia de la dignidad y entereza revolucionaria, junto a la voz joven y valiente del Presidente Gabriel Boric, de Chile, han denunciado el carácter dictatorial del gobierno de maduro y la permanente violación de los Derechos Humanos en el país. Vayan nuestro respeto y agradecimiento por esas palabras que los enaltecen y elevan.

Aquellos dirigentes políticos que por cálculos políticos o miedo, prefieren guardar silencio o ignorar esta realidad, son responsables por omisión, cómplices, del hecho de que el gobierno mantenga como una práctica habitual las detenciones arbitrarias y la violación del debido proceso, que tenga a los detenidos secuestrados como rehenes políticos, que siga practicando el Sippenhaft o secuestro de familiares de perseguidos políticos.

Uno observa con estupor, cómo durante el debate político, diálogos y negociaciones en México, se guarda silencio con respecto a este tema. No es la prioridad, ni de maduro ni de su co-gobierno de la oposición. 

Es una terrible falta de solidaridad y falta de humanidad, dejar abandonados a los presos políticos o víctimas de las detenciones arbitrarias. Igualmente, es una suerte de intolerancia fascista, abogar SÓLO por los presos de la oposición tradicional, relegando a su suerte a los chavistas presos y secuestrados por el gobierno, sobre todo, a los trabajadores y gerentes petroleros (más de 120) y a los militares chavistas, incluso, casos tan injustos como la detención de nuestros familiares, como forma de retaliación o represalia política.

El gobierno usa a la Fiscalía y el Poder Judicial para acusar de cualquier cosa a los chavistas presos, a los trabajadores y gerentes petroleros y a los familiares secuestrados; les inculpan de cualquier crimen sin pruebas y sin el debido proceso. Es claro que el gobierno no quiere dar la categoría de prisioneros por razones políticas a los detenidos del chavismo, pues su discurso niega, una y otra vez, la existencia del chavismo originario, del chavismo anti-madurista, del sector revolucionario que no se pliega o participa de este desastre. 

Esa es la posición del madurismo. Lo increíble, es que también lo sea de las ONG’s u organizaciones políticas, que abogan solo por la libertad de los presos políticos de la oposición. 

La lucha por la libertad de TODOS los presos y detenidos políticos, debe ser el inicio de la construcción de una verdadera oposición anti madurista, nacional, patriota, que pueda conducir a la unidad de todos los factores políticos y sociales que queremos un cambio político en el país.

Hoy 24 de diciembre, día de la Navidad, la fe y la esperanza, vaya mi palabra de solidaridad, todo mi afecto y fuerza a mi hermano Fidel, excelente ser humano, que ha colocado todo su conocimiento y pasión en salvar vidas por más de 36 años, que cuando el presidente Chávez lo llamó para saber de su enfermedad, acudió en su ayuda, con afecto, siempre solidario, como hacía con cualquiera que requiriera de sus conocimientos y apoyo.

Vaya mi solidaridad y afecto al resto de compañeros detenidos- secuestrados por el gobierno, al Mayor General Miguel Rodríguez Torres, al Comandante Martín Chaparro, a los trabajadores de PDVSA, a Pedro León, Orlando Chacín y demás compañeros, que han sido tratados como criminales, después de servir toda la vida al país.

Vaya un mensaje de fuerza y de fé a todos los presos y detenidos políticos, sin diferencias de ningún tipo, sean éstos civiles o militares, chavistas o de la oposición, dirigentes sociales, no importa sus diferencias, ni posiciones, lo que nos une, es la condición humana, la lucha por un país mejor, sin miedo, sin represión, sin perseguidos, exiliados, torturados y detenidos políticos, por un futuro luminoso, un país para todos, por una ¡Navidad sin Presos Políticos!

Venezuela, un país para los ricos

Una amiga que vive en Galicia (antichavista, que no distingue entre Chávez y Maduro, o que simplemente eso no le importa) vino a Venezuela con su primo gallego, a visitar a su familia y a sus amigos. Luego de unas semanas en Caracas y de vagar por algunos sitios de interés deciden aprovechar la oportunidad para conocer La Gran Sabana, pensando que el cambio de moneda los favorecería. Pero se encontraron con que el costo del paseo por esa sabana exuberante sobrepasaba (sobrepasa ahora) los 1.500 dólares, más de lo presupuestado por la amiga, y los obligó a cambiar su destino turístico de La Gran Sabana a Cuba, cuya costo por la misma cantidad de días, incluyendo pasajes y hospedaje, era mucho más económico, 800 $, más o menos; es decir, con contactos, podían suplir los hoteles por una casa de familia de una amiga dispuesta a alojarlos por solo 200 dólares, incluyendo dos comidas al día… ¡Moraleja!, Venezuela será pronto un país para el disfrute exclusivo de los ricos, nuevoricos y turistas extranjeros, cargados de dólares.

La Venezuela de los venezolanos se escurre hacia la Venezuela de los venezolanos o no, ricos y nuevos ricos, hacia la industria del turismo, de seguro administrada por empresarios “emprendedores” nacionales con el ojo puesto en los bienes del Estado, y hacia los consorcios hoteleros extranjeros, dispuestos por el “gobierno obrero” de Maduro para que administren (privaticen) pueblos, playas, islas y montañas. ¡Amigo trabajador, olvídate de hacer turismo nacional, a pesar de lo que diga tu presidente!, ¡Pronto Venezuela no será tuya!

El punto es que se vea que el gobierno cumple una meta trazada por Chávez: superar el rentismo petrolero diversificando la economía. Pero esta idea en versión Jesúsfariísta, entendida como un punto de honor por el gobierno, es superar el rentismo petrolero como sea, así sea en la apariencia, en la perorata de una entrevista o de una puesta en escena en el gabinete económico; así sea rematando el país a oportunistas nacionales, a las transnacionales petroleras, a las despreciables Barrick Gold Corporation y Gold Reserve y sucedáneas, etc. (ese es el “nuevo –viejo – modelo económico” de Maduro; su futuro es el pasado), así la carnada para atraer a los tiburones, es decir, a los inversionistas, sea la masa trabajadora, el bajo costo de la fuerza laboral del país sometida a pálidos sueldos, sin valor en el mercado capitalista, pagados en una moneda de mentira, viviendo casi al ras de la esclavitud. –no obstante, Jesús Farías es miope y aparentemente no ve con claridad…, o Jesús Farías es el más pícaro de todos los traidores, porque ese “modelo de desarrollo de las fuerzas productivas” está dominado por el espíritu capitalista; lo poco que pueda “capturar” el Estado venezolano como renta en divisas, de esta nueva “apertura petrolera” y de la privatización del país, se lo comen ahora mismo los mismos parásitos de siempre, empresarios y burócratas, no pasa a los trabajadores de forma directa en forma de sueldos en divisas, menos etéreos; ni siquiera en forma de servicios públicos, educación, salud. De esta manera la desigualdad social pronto será extrema, con masas obreras medio viviendo en los falansterios de misión vivienda, con poca salud y comiendo mal, para salir todas las mañanas a ser explotados por sus dueños, en las tierras restituidas a sus antiguos señores, en todo tipo de empresas des socializadas, en consorcios hoteleros, en el comercio, importadoras y manufactureras, supermercados, bancos, servicios de aseo urbano, petroleras, minas, etcétera, de zonas económicas especiales… ¡Cualquiera invierte así, cuando la mano de obra es casi gratis! –

Esta distorsión de lo esencial sustituido en los discursos por sus representaciones conceptuales es la obra de intelectuales reformistas, quienes, tratando de conciliar sus ideales de cambios con la realidad capitalista terminan vendiendo esos ideales al capitalismo, dejándose sobar por él, a cambio de que sean compensadas sus apetencias personales.

La acción intelectual de los reformistas se reduce a la mezquindad de resolver los problemas inmediatos que afectan de manera directa sus intereses, sin pensar en la salud de la sociedad (de la especie, de la vida, del planeta), poco les importa disimular y mentir, escribir páginas y páginas de justificaciones mientras se mantengan cerca de donde están los dólares y las ventajas, poco les importa la eficiencia, la identidad de sus actos, que correspondan sus actos con sus ideas, cuando las tienen.

El capitalismo y su versión “izquierdista” (el oportunismo advenedizo de políticos e intelectuales), ¡el reformismo!, forma en sus escuelas a pensadores sin vuelo, intelectuales que piensan desde el cansancio de la misma sociedad burguesa, son verdaderos fatalistas que se entregan por un plato de lentejas a fundamentar el orden de establecido sesudamente, y aceptarlo con “resignación y humildad” cristianas, a favor de la clase señorial a la que aspiran y a la cual obedecen. El reformismo es la revolución de la pequeñaburguesía de izquierda, la rebelión de los intelectuales que van por la incorporación al círculo del poder y dejar las cosas como están, artífices de una falsa revolución que solo se da en el discurso y en el arrebato, como lo hacen Maduro, Farías, Delcy, etc…, declarando a los cuatro vientos una independencia y una soberanía que en la vida no existe, que en la realidad es una cosa contraria a todo cambio social verdadero, no se diga económico…

El mérito de Chávez está en la revolución, su obra fue su testimonio y así lo dejó escrito, no en la “paz boba” usada ahora como bandera, que adormece e intimida a las masas trabajadoras, y la conciliación con el capitalismo para aceptar de forma pasiva sus leyes y normas…, por eso EU inventó el mentado Grupo de Boston luego del golpe de Estado del 2002, donde estuvo activo Maduro hasta este mismo año con su humillante saludo que tomó de sorpresa a John Kerry en París en la conferencia sobre el clima, su “compañero de equipo”. Lo que se repudia ahora de Chávez es su voluntad de revolución, de cambios radicales, de eso que llaman ahora estos intelectuales reformistas, “excesos de Chávez”… Lo que ahora se desprecia de Chávez es haber tenido dignidad, conciencia de clase, objetivos claros y extraordinarios, ideales imposibles para los espíritus cansados. Solo un pendejo diletante cree que esta actitud pasiva y guabinosa frente a la barracuda del capitalismo nos puede a salvar de ser nuevamente una colonia de cualquier vieja potencia –la colonia de los nostálgicos que lloran con el recuerdo “Sábado sensacional”, “Radio Caracas” y el show de Renny Ottolina, mismos que ahora intentan imitar en los canales del Estado de la burguesía revolucionaria, como una mueca madurista de ese “paisito servil” que una vez creímos superado… Desde que Maduro llegó al poder poco a poco se ha ido escurriendo la revolución de Chávez a los albañales de la Venezuela del pasado, la Venezuela de los ricos.

¡EL CAPITALISMO ES UN CÁNCER, VOLVAMOS A CHÁVEZ COMO PROPÓSITO DE AÑO NUEVO!

La despolarización. Elías Jaua y vuelve el momento de las definiciones

¿Qué es preferible – dice Hamlet –, soportar las flechas y pedradas de la áspera fortuna o armarse contra un mar de adversidades y vencerlas con decidida resistencia? ¿Qué es preferible – decimos los chavistas –, soportar mentiras, promesas, análisis sesudos sobre la inflación, o armarse en contra de la lógica del capital, con coraje y decidida resistencia; luchar y tomar el control de nuestro destino, a que nos suban los sueldos miserables los sempiternos patronos explotadores? Tiene razón el sociólogo Iturriza, hay una polarización real, de “hecho”, la de una sociedad excluida y condenada a la miseria que acumula resentimientos y coraje frente a una sociedad aventajada con todos los privilegios y oportunidades. La revolución de Chávez quiso cambiar eso, avanzar en términos prácticos para voltear esa sociedad injusta por otra justa, incluyente, humanista, hacer una revolución socialista verdadera, practicada… Y así fue, hasta que lo mataron.

Ahora, diez años después de su muerte, para lograr que sea posible recuperar esa conciencia política dentro de la masa hay que arrancar el velo del engaño tejido por el madurismo en estos 9 años, haciendo pasar una traición, cocinada a fuego lento, por socialismo, desmovilizando la masa chavista con la excusa de la paz, de la “despolarización” del país, como si eso fuera fácil o posible sin cambiar todo el orden social, económico y espiritual de la sociedad; sin justicia, sin democracia verdadera, sin salud y educación. ¡Nos ha costado “un mundo” hacer entender a los lectores que hemos vivido 9 años bajo un régimen de engaños y confusión, de falsedades!; falsa paz, falso socialismo, falso desarrollo, falsa justicia y falsa democracia. Más allá de las sanciones y bloqueo, luego de la muerte de Chávez, todo ha sido confundir y capitular.

En un escrito de Elías Jaua del mes de abril de este año, titulado “Esta va por Chávez”, escribe lo que sigue, “Hay algarabía en las elites empresariales y financieras, “estamos saliendo del fracasado modelo colectivista de Hugo Chávez” decretan en todos sus medios y en conferencias nacionales e internacionales; se están “corrigiendo las loqueras de Chávez” escribe un incorregible palangrista. “En el pasado se aplicaron subsidios exagerados, se cometieron errores, ahora hay que pagar” declara un novel diputado del PSUV, nuestro partido. Como él, algunos funcionarios han descubierto el discurso neoliberal de los años 90 del siglo pasado y lo repiten como que si la historia se hubiera congelado en los últimos 30 años”… No obstante hasta hace dos años Elías decía que «No por decisión del gobierno, en Venezuela hay hoy un capitalismo salvaje», es decir, todavía hace dos años se mostraba discreto, “confuso”, pero ahora siente que debe decir más.

Todavía tiene que “redondear”, afinar su lógica. Cuando Jaua reafirma su lealtad a Chávez se ve obligado a denunciar el desparpajo de los restauradores del pasado; periodistas, empresarios, diputados que están con el gobierno y otros que no, pero que sí. Dice Jaua, que ahora abjuran de Chávez como un tipo que fue obsesivo (“excesivo”, dijo un ex ministro de comunas en abril de 2021), muy comunista, controlador, ensalzando al liberalismo como una “caída del muro de Berlín” pero en Venezuela, celebrando en Las Mercedes –dice Jaua – como el “destape español” de cuando muere Franco en 1976.

En este artículo de hace 7 meses Jaua, defendiendo a Chávez, termina – con o sin intensión– contrariando al gobierno de Maduro, el cual ahora impulsa el capitalismo como la solución de todos nuestros males, sin ningún tipo de pudor; ¡se quitaron la máscara de socialistas! no precisamente por “pagar los subsidios exagerados de Chávez”, sino por convicción… Y ahora Jaua se encuentra en la disyuntiva de “si defiendo a Chávez, no se puede hacer mismo con el gobierno” porque esa denuncia que hace Jaua es la reláfica oficial del gobierno: la “despolarización” y la restauración del pasado, a nombre de la democracia, de una polarización “sana”, “sin violencia”. Aparentemente este año Jaua ha descubierto que la “lealtad de caballeros” va más allá, a una persona o un gobierno, que la lealtad es con las ideas, y las ideas de Chávez chocan de frente con las políticas de Maduro.

¡Es tiempo de las definiciones! Es ahora cuando hay que tomar partido por la revolución o volverse al capitalismo; se `cayeron las máscaras” como dice el Arado y el Mar. Aquellos que no hace poco confundían a todos con sus discursos ambiguos sobre el socialismo, hablando de “capitalismo amoroso” o “burguesía revolucionaria”, hoy declaran sin ambages que había que salir de Chávez, superar a Chávez, y del otro lado, lo mismo, admitiendo que las políticas económicas del gobierno son una “rectificación” de las loqueras de Chávez. Es decir, que se diluyen las ambigüedades. Hoy los neoliberales son “uno solo”, hoy “Venezuela es una en el capitalismo”, maduristas y oposición de derecha representan los mismos símbolos y signos restauradores del pasado: del pasado colonial gomero.

La defensa que hace Jaua a la gestión de gobierno de Chávez en su escrito es huérfana de lo fundamental. Jaua justifica el éxito de esos años con frías estadísticas, sin embargo todos esos esfuerzos tuvieron una dirección, un sentido vectorial, una estrategia fundamental que no nombra: el socialismo, más la voluntad de Chávez de ir por él.

Sin embargo hay que reconocerle que dentro de esa generación de líderes es de los pocos que acierta y se atreve a decir que hoy dentro del PSUV hay diputados neoliberales y funcionarios que reniegan de Chávez, y lo hace sin tanta “sociología”, porque resulta inevitable denunciar lo que es un descaro, y no ser refutado por los hechos. Solo le faltó admitir la responsabilidad del “alto gobierno” en este franco proceso de restauración del pasado, en las prácticas políticas maduristas, con su reláfica y todo.

Sin la anuencia de Maduro no es posible que Reinaldo Iturriza, un ex ministro de comunas dijera en otro momento, que había que corregir los “excesos de Chávez”, si el gobierno quería “despolarizar” (o sea, “despolitizar”) al país, …“Pero una sociedad “despolarizada” significaría también la existencia de un chavismo gobernante dispuesto a comprender que ya no puede permitirse los excesos del pasado, en particular los económicos, y mucho menos cuando atravesamos una crisis económica prácticamente sin precedentes en la historia, a la cual habríamos llegado, en buena medida, como consecuencia de tales excesos. Y en este punto es donde el asunto se complica.” (Reinaldo Iturriza y “los excesos de Chávez”) Iturriza juega a hacer de “sociólogo marxista” frente a una realidad incontrovertible: Maduro vira hacia el liberalismo con la excusa de la Paz, a nombre de la “despolarización” desmoviliza la revolución de Chávez, de la Venezuela “donde cabemos todos”, mareando a la gente con promesas, pacificando a la masa chavista para que trabaje por la Venezuela POTENCIA CAPITALISTA y en favor de una “polarización sana” dentro de la democracia burguesa que adormece a los pobres y trabajadores, “sin violencia” (olvidando que el hambre, la indolencia, la ignorancia y la muerte, que eso también es violencia).

Dice Jaua en su escrito de abril de este año, “Declaraciones como las anteriores inundan las redes, las radios y las televisoras celebrando la restauración de la dinámica capitalista desregularizada, mientras el pueblo se lamenta de su inevitable secuela, la desigualdad social.Es tiempo de las definiciones; EL AÑO PRÓXIMO ES EL AÑO DE LAS DEFINICIONES, los socialistas debemos desmarcarnos de Maduro y del madurismo y de sus promesas liberales, de su “paz boba” donde todos somos Venezuela (unos más venezolanos que otros) y conformar el polo socialista, verdaderamente patriótico porque Patria es Socialismo, que va de frente en contra de la “lógica del capital”, paso a paso pero sin pausa por el socialismo. ¡Si Chávez pudo, nosotros podemos! ¡Vamos Jaua por la revolución!, sin sentir vergüenza.

¡VOLVAMOS A CHÁVEZ!

UN MODELO QUE NO CUAJA

El pueblo venezolano, el asalariado, la inmensa mayoría, cuyos ingresos son en Bolívares, sufren –una vez más– la tragedia de constatar que el modelo económico del madurismo, la tan cacareada “recuperación” de la economía, es una ficción, una inmensa mentira.

Un modelo económico que no cuaja, donde los ciudadanos, los trabajadores, son quienes pagan los platos rotos, sumidos en la pobreza y la desesperanza, mientras una minoría se enriquece y pasea en sus carros de lujo por sus enclaves de Las Mercedes, restaurantes, hoteles de lujo y casinos. El modelo impuesto por el gobierno de maduro, es un retroceso espantoso a un modelo capitalista atrasado, más dependiente que nunca, basado en el saqueo de nuestro país; un sistema que tiene su propia lógica, sus reglas y su ética, el cual se ve reflejado en el día a día en la economía nacional y el deterioro de la vida, junto a la acelerada descomposición de nuestra sociedad, cuya cara visible es la prepotencia del “hombre del ferrari” o la fiesta en el Tepuy. 

Lo que está sucediendo con la devaluación del Bolívar, no es nada nuevo, ni es parte de una “nueva conspiración” de los enemigos de la Patria o del imperialismo y la CIA. No, esas son las acostumbradas excusas del gobierno y sus operadores políticos. Lo que sucede con la pulverización del Bolívar y su permanente devaluación, es uno de los ejes centrales, de los vértices, del paquetazo económico anunciado por Nicolás Maduro, el infausto 17 de agosto de 2018.

La cuenta es muy sencilla, para que cada quien se sitúe del lado de los intereses que les corresponde defender. El gobierno decidió “dolarizar” la economía; incluso, el mismo maduro “agradeció a Dios” por la dolarización. Pero no dolarizaron TODA  la economía, pues mantuvieron los sueldos y salarios, las bonificaciones, jubilaciones, prestaciones sociales e, incluso, fondos de ahorros, en Bolívares. Es decir: todas las transacciones de compra-venta, de insumos y productos, comida, medicinas, salud,  inmuebles, repuestos, entierros, TODO eso, ESTÁ DOLARIZADO; pero los sueldos y salarios, los derechos y conquistas laborales, se siguen pagando en BOLÍVARES, que cada día valen menos, o mejor dicho, que no valen nada.

Esta situación desesperante, convierte a los trabajadores, profesionales y asalariados en general, en ciudadanos de segunda o tercera categoría, empobrecidos, arruinados, desesperados, al ver que con los Bolívares que reciben, cada vez pueden comprar menos y no les alcanza ni siquiera para satisfacer sus necesidades básicas de subsistencia. 

No estamos hablando acá que no les alcanza para irse de vacaciones a cualquiera de los parques nacionales convertidos en hoteles cinco estrellas, o para comprarse una casa en el Ávila o en Los Roques; ni siquiera estamos hablando de que no alcanza para ir a un restaurante de Las Mercedes o pasearse en un ferrari. Estamos hablando de que NO ALCANZA para comer, para comprar medicinas, ni siquiera alcanza para enfermarse; es el vivir muriendo que ha impuesto el madurismo a la inmensa mayoría del país.

Lo que está sucediendo, es la consecuencia lógica –la lógica del capital que Chávez juro combatir– que el madurismo no solo ha estimulado, sino que lo convirtió en uno de los objetivos de su paquetazo: reducir al mínimo, lo que los “expertos” llaman el “costo laboral”, es decir, que lo que el capitalista paga a sus empleados, trabajadores y obreros, es NADA. Esto sucede tanto en la Administración Pública, como en el sector privado. Es el “milagro” del gobierno, han convertido a los profesionales y trabajadores venezolanos en mano de obra esclava, con un sueldo mínimo mensual de apenas 8 dólares al mes, es decir, 0,27 dólares al día. Un monto que convierte al trabajador en esclavo, lo que lo ubica muy por debajo del umbral de la pobreza establecido por las Naciones Unidas. 

A esta pauperización del salario, habría que agregar que el gobierno de maduro eliminó todos los programas sociales de la Revolución Bolivariana: no existen las Misiones ni Grandes Misiones, y fueron eliminadas las conquistas laborales, beneficios, seguros médicos, de vida, compensaciones. Todas las conquistas de las luchas sindicales de los trabajadores venezolanos, del sector petrolero, de la Administración Pública, es decir, los marcadores de las conquistas sociales de los trabajadores, fueron barridas por este gobierno. Para ello han contado con la complicidad de los esquiroles y sindicalistas corruptos agrupados en los parapetos sindicales que monta el madurismo, con la represión y militarización de las empresas del Estado y –increíblemente– el silencio y complicidad del PSUV y la “izquierda” oportunista de la región, la “intelectualidad” generosamente subsidiada por este nefasto gobierno.

Cuando maduro anunció, en su paquetazo del 17 de agosto de 2018, que tenía como meta el “déficit cero”, se refería justamente a reducir al mínimo el “gasto” del gobierno en los programas sociales y en el costo de la mano de obra del Estado, el sueño dorado del neoliberalismo salvaje. ¡Bravo! Ni Pinochet lo hubiese hecho mejor. El gobierno madurista desmontó, por medio de la violencia y utilizando el nombre de Chávez, las conquistas y derechos laborales; no solo los alcanzados durante el gobierno de Chávez, sino los alcanzados en el país luego de la oscura noche del gomecismo. 

No deja de asombrar el cinismo del gobierno y sus voceros cuando hablan del “dólar criminal” y de los “conspiradores” (siempre hay un “conspirador” y si no, lo inventan), cuando todo el país sabe que el dólar guarimbero es del propio BCV, cuando el pueblo venezolano ha sufrido, durante ya 9 largos años, la permanente improvisación e incapacidad del gobierno. Todo el país sabe que el equipo de maduro es un desastre, han cosechado solo fracasos tras fracasos, que el gobierno decide a favor de los intereses de la nueva y la vieja burguesía, que los únicos que aplauden son FEDECÁMARAS, Consecomercio y el Co-gobierno instalado con la oposición en México. 

Nadie cree en el gobierno de maduro. No solo es un problema de incapacidad manifiesta para gobernar, sino de la carencia de legitimidad y autoridad ante el país, ante la sociedad. ¿Quién va a confiar en un “plan económico” de este gobierno? Nadie, ni sus aliados más cercanos, ni los más desvergonzados aprovechadores u oportunistas (estos toman lo que pueden y lo sacan del país); solo los aventureros que se reparten el país y ahora son “honorables empresarios”, que entierran el oro del Arco Minero o del  petróleo en los edificios de lujo de Las Mercedes, comprando todo tipo de empresas y tierras a precio de remate  o se dan la gran vida gastando a manos llenas, pues les resulta difícil explicar, fuera del país, el origen de su “riqueza”. 

El precio del dólar se incrementa, incluso la inflación en dólares aumenta –y en consecuencia el Bolívar sigue valiendo menos–, no solo por la acción especulativa de los propios operadores económicos que el madurismo ha estimulado y a los cuales ha entregado la dirección de la economía nacional, sino porque el capitalismo mundial no confía en maduro y su gobierno. 

Cómo se puede confiar en un gobierno que, luego de nueve años en el poder, prometió (el ministro “juró”) hace un año que la producción petrolera del país se incrementaría a dos millones de barriles día, pero la realidad muestra que, al cierre de este año –de acuerdo al último reporte de Mercado de la OPEP– Venezuela produce escasamente 659 mil barriles dia de petróleo (a este volumen habría que descontar el petróleo iraní importado por el país); cómo confiar en un gobierno que ha cometido la barbaridad de haber destrozado la industria petrolera, que es incapaz de abastecer, ni siquiera, el mercado interno de combustibles. 

Cómo se puede confiar en un gobierno que ha desmantelado la institucionalidad del país, que ha convertido a la justicia en un instrumento de persecución política y económica, con jueces al servicio de los más bajos intereses, que sólo reciben órdenes; donde no hay ley que valga, donde cualquiera te puede fregar la vida o arruinar una empresa; un país donde cualquiera de los jerarcas del madurismo tiene un jefe policial o un juez a su disposición, para hacer lo que le dé la gana.

El gobierno NO tiene dólares para sostener ninguna política cambiaria –si este fuese su verdadero interés–, porque, sencillamente, destrozaron la industria petrolera: golpearon y entregaron PDVSA, la producción petrolera cayó un 78% respecto a los niveles de producción de petróleo del 2013, y el dinero producto de las ventas actuales de petróleo (que siguen siendo importantes, equivalentes a las ventas de Ecopetrol) se queda en el camino, en manos de los traficantes, intermediarios y la “burguesía revolucionaria” que ahora maneja el petróleo de todos los venezolanos. Nadie sabe cuánto petróleo se vende, ni a quién, ni a qué precio. El gobierno de maduro persiguió y encarceló a los trabajadores y gerentes petroleros, para desmantelar nuestra Política de Plena Soberanía Petrolera, nuestra institucionalidad petrolera, nuestros mecanismos de control y rendición de cuentas. Arrasaron con la PDVSA del pueblo y las instituciones del Estado para hacer lo que les da la gana, para apropiarse de la renta petrolera. Por eso, no hay dólares.

Cuando el gobierno acepta que la Chevron vuelva a operar en el país, no, bajos los términos establecidos por la Constitución y las leyes de la República, sino de acuerdo con los de una licencia emitida por un gobierno extranjero; cuando acepta que la Chevron se lleve el petróleo venezolano, sin pagar impuestos, sin pagar regalías, sin pagar dividendos, no solo está cediendo nuestra soberanía en un acto absolutamente ilegal, sino que está privando al Estado del ingreso en divisas que bien serviría para sostener la economía y recuperar el Bolívar.

Durante el gobierno del presidente Chávez y nuestra gestión al frente de la industria petrolera, logramos ingresar en un período de 12 años 700 mil millones de dólares al país, sosteniendo nuestra economía y conquistas económicas y sociales; de esos ingresos, 450 mil millones fueron ingresos al fisco por concepto de impuestos y regalías, y más de 210 mil millones de dólares fueron aportes al Desarrollo Social. Esa es la gran diferencia entre un gobierno –el de Chávez– que coloca el petróleo al servicio del pueblo, de todo el país, y este gobierno –el de maduro– que entrega el petróleo al saqueo de las transnacionales y de los grupos económicos que lo sostienen en el poder.

Lo que sucede actualmente, es que ni siquiera los socios de maduro, confían en él, ni en su gobierno. No hay dólares, el dólar huye, sale como puede, toma sus ganancias y escapa del desastre y la incapacidad del gobierno. maduro ha sido eficaz en desmantelar al chavismo y las conquistas políticas, económicas y sociales del pueblo trabajador, pero ha sido MUY incapaz de establecer un modelo económico que funcione, por eso no les sirve, y mientras consiguen una salida política, sacan sus dólares o “esperan”. 

Este origen del problema actual, de la devaluación, es que el gobierno ha entregado la soberanía económica del país, en su bandazo a la derecha y su empeño de demostrar que “Chávez” se equivocó, “que exageró”, que su gobierno “era un falso positivo del socialismo” –como lo declaró el mismo día del anuncio de su paquetazo–, y que llamaría a los capitalistas para que lo “enseñaran” a dirigir las empresas del Estado,  ha entregado la economía del país, permitiendo el  saqueo del petróleo, del gas, del oro; ha destruido y entregado a  PDVSA, el Arco Minero, las empresas del Estado, hasta El Esequibo; al haber entregado la soberanía económica del país, el gobierno no tiene margen de maniobra, está en manos de la lógica del capital, del monstruo que ellos mismo crearon. 

A los profesionales, trabajadores, obreros, empleados, al movimiento popular y pueblo en general, le es URGENTE entender y discutir las causas reales de lo que sucede en el país: no son ni los “agentes criminales”, ni los “enemigos de la Patria”, ni mucho menos la CIA, quienes han provocado esta nueva devaluación y evaporación del Bolívar; no es culpa “de otros” que a final de año los míseros bonos y prestaciones que el gobierno otorga a los trabajadores hayan creado “una presión” sobre el tipo de cambio; ¡NO! LA CULPA ES DEL GOBIERNO, lo que sucede hoy día es consecuencia de una política, de un modelo que –aunque no cuaja– está diseñado para volver “sal y agua” los sueldos y salarios, para expropiar a los trabajadores, mientras una minoría disfruta del saqueo y sus groseros privilegios. 

Hace falta unidad de los patriotas y mucha claridad política para entender que lo que sucede no es “mala suerte”, ni culpa de “enemigos” del gobierno (que por cierto dicen saber “quienes son y actuaremos en contra de ellos”). Hace falta tomar conciencia –como lo hemos dicho y reiterado en nuestros escritos–, que el problema no es la ONAPRE, ni “fulano de tal”, para orientar correctamente la lucha hay que entender que la política económica de este gobierno es antiobrera, profundamente antipopular, que tiene como objetivo convertir a toda Venezuela en una Gran “zona económica” de explotación, una gran maquila, donde a los profesionales y trabajadores se explota al máximo, pagando una miseria en Bolívares que no valen nada, mientras los dueños del país, se apropian del trabajo, de las riquezas y de todo lo que pueden. Para ello, usan la violencia, imponen el miedo, utilizan su hegemonía comunicacional para crear enemigos, sean estos una iguana, una invasión o al propio Chávez. 

Pero el capitalismo no perdona, por más que este gobierno se tongonee, se le ve el bojote. Son una farsa, han destruido al país y pretenden que el pueblo, los trabajadores, acepten su desgracia con resignación o se vayan de Venezuela. 

Nosotros haremos lo que tenemos que hacer, de todas las formas que podamos; podrán lincharnos, perseguirnos, difamarnos, pero es nuestro deber seguir luchando por lo que creemos, explicar, denunciar y sobre todo, insistir en que un futuro mejor es posible, que no nos podemos resignar a la destrucción y entrega del país. Tenemos una gran historia reciente, una épica popular, el 13 de abril, la derrota del Sabotaje Petrolero, tuvimos el ejemplo de Chávez y su gobierno, tenemos nuestra Constitución y nuestra leyes, nuestros objetivos del Plan de la Patria. Tenemos razones sagradas para luchar. ¡Venceremos!

Rafael Ramírez: Ningún gobierno serio habría aceptado los términos para que Chevron opere en Venezuela

En entrevista con El Nacional, el exministro de Petróleo expuso las razones por las cuales la Licencia General 41 transgrede la Ley. También se refirió a las elecciones de 2024, a lo que haría para recuperar Pdvsa y al conflicto que surgió con la hija de Hugo Chávez.

El pasado 26 de noviembre, el mismo día en que se reanudaron las negociaciones entre el oficialismo y la oposición en México, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos emitió la Licencia General 41, que autoriza las operaciones de Chevron en Venezuela. Sin embargo, la licencia establece una serie de términos dirigidos a evitar que el gobierno de Nicolás Maduro salga beneficiado de las operaciones de la petrolera estadounidense, por lo que se prohíbe expresamente cualquier tipo de pagos al gobierno venezolano. En ese sentido, El Nacional entrevistó a Rafael Ramírez, exministro de Petróleo entre 2004 y 2013, uno de los personeros más cercanos a Hugo Chávez.

Ramírez repudió que el gobierno de Maduro, por medio del actual ministro de Petróleo, Tareck el Aissami, aceptará las condiciones de la Licencia General 41. Considera que se transgrede, por un lado la Constitución y, por el otro, la Ley Orgánica de Hidrocarburos.

«Yo pensé que el gobierno iba a decir que no. Cualquier gobierno serio no lo hubiera permitido. El de Chávez no lo hubiera permitido, ningún otro gobierno venezolano lo hubiese permitido. Cuando el gobierno de Maduro acepta esa licencia para Chevron producir petróleo en Venezuela se está desconociendo la Constitución y las leyes», indicó.

El exministro enumeró las condiciones expuestas en la Licencia General 41 que configuran transgresiones a las leyes venezolanas.

1. Un problema de soberanía

En primer lugar, Ramírez explicó que el hecho de que un país extranjero establezca la manera en que una compañía petrolera va a operar en Venezuela conforma una irregularidad.

«La licencia a Chevron es otorgada por un país extranjero para que opere en nuestro país. En Venezuela la producción de petróleo, siendo un tema vinculado a la soberanía, se  define por nuestras leyes. Y por ser tan importante para la nación, el documento central del tema petrolero es la misma Constitución. El artículo 302 reserva las actividades petroleras al Estado venezolano. Además establece que el petróleo es propiedad de los venezolanos y del Estado», expuso.

«Nosotros no vamos a Estados Unidos o a China ni a ningún lado y le decimos cómo vamos a sacar su petróleo ni ninguno de sus minerales», agregó.

2. Desconoce la figura de las empresas mixtas establecida en la Ley Orgánica de Hidrocarburos

«La licencia 41 dice que Chevron y las asociaciones de Chevron pueden producir y exportar petróleo por su cuenta. Eso es ilegal. Ninguna empresa puede ni producir ni exportar petróleo venezolano por su cuenta porque la Constitución reserva la actividad petrolera al Estado venezolano«, indicó el exministro.

Añadió que dada esa disposición constitucional, la Ley Orgánica de Hidrocarburos establece la figura de las empresas mixtas que, como dijo, «es la única forma en que un privado puede participar en la producción de petróleo en Venezuela».

«Y en las empresas mixtas la característica fundamental es que Pdvsa tiene el control y tiene la mayoría», destacó.

Enfatizó que debido a esas normativas Chevron participa en dos empresas mixtas. Se trata de Petropiar, en la Faja Petrolífera del Orinoco, donde Pdvsa tiene 70% de la propiedad; y Petroboscán, en el occidente y donde Pdvsa tiene 60% de la propiedad.

«Es decir, Chevron no puede producir por su cuenta en Venezuela. Nadie puede llegar en una empresa cualquiera, comenzar a producir petróleo y llevárselo al patio de su casa. No, eso no es así. Tiene que estar autorizado y conformado en una empresa mixta», recalcó Ramírez.

«Lo bonito de las empresas  mixtas, como están establecidas en nuestra ley, es que los contratos son públicos. El petróleo por ser tan importante para la economía nacional es un asunto de interés  público. Nadie puede firmar contratos escondidos. El Aissami no puede encerrarse con el gerente de la Chevron a firmar unos contratos sin que el país se entere», dijo.

El exministro aseguró que durante su gestión frente a la cartera petrolera, se conformaron 31 empresas mixtas. Y destacó que todas ellas se constituyeron tras la respectiva discusión y aprobación en la Asamblea Nacional.

«Es decir, esa es una cuestión que se discute de cara a los venezolanos y los contratos son públicos. Entonces Chevron no puede venir aquí y llevarse el petróleo como Pedro por su casa y llevárselo a donde quiera. No, tiene que ser una empresa mixta donde Pdvsa tiene el control», insistió.

3. Sin regalías

Por otra parte, el exministro consideró como «muy grave» el que la Licencia General 41 prohíbe el pago de cualquier impuesto. En ese sentido, Ramírez se refirió especialmente a las regalías.

«Es decir que Chevron se va a llevar el petróleo y no va a pagar regalías. Eso es muy grave. Las regalías se deben a que, insisto, nosotros, los venezolanos, somos los dueños del  petróleo. Así que cualquier barril que salga del país tiene que pagar una tasa, que  en nuestro caso es de 33,3%. No se puede producir petróleo sin pagar esa tasa. No se puede. Es ilegal», dijo tajantemente.

«Por eso no tiene sentido cuando dicen ‘No, es que Pdvsa le está pagando una deuda a Chevron’, no. Pdvsa puede tener las deudas que quiera con Chevron, pero del petróleo producido 33% es del Estado venezolano ¿Para qué? Bueno para pagar salarios mínimos, para pagar educación,  para el funcionamiento del Estado», afirmó.

Ramírez indicó que en 10 años de su gestión se recibieron 450.000 millones de dólares en regalías.

«Es decir que eso es de lo que ha vivido el país siempre. Sin regalías, sin ingresos petroleros, el país está como está ahora: quebrado», expresó.

4. Sin ISLR

Y dado que se prohíben todos los impuestos, además del asunto de las regalías, Chevron tampoco pagará el Impuesto Sobre La Renta (ISLR), que, como explicó Ramírez, está establecido en 50% para las actividades petroleras.

«Es la tasa más alta que hay en el país porque se trata de petróleo. Entonces, la pregunta que yo hago es: ¿A cuenta de qué nosotros, los venezolanos, no vamos a participar de las ganancias del mejor negocio del mundo? Chevron en el último trimestre del año ha ganado más de 9.000 millones de dólares ¿Por qué van a ganar con nuestro petróleo sin pagar impuestos a los venezolanos? Es un tema de soberanía», cuestionó.

Recordó que la primera vez que se establecieron impuestos a la actividad petrolera fue en el año 1943 con la Ley de Hidrocarburos de Isaías Medina Angarita.

«Y estamos cobrando regalías desde Juan Vicente Gómez, que se las cobró a las trasnacionales. Es decir, esto de ahora nunca había pasado en Venezuela«, recalcó.

5. Sin dividendos para Pdvsa

«Para concluir, la licencia dice que no le puede dar dividendos a Pdvsa. Es decir Pdvsa tiene la mayoría accionaria en Petropiar y en Petroboscán pero no puede recibir nada. Es decir, ellos (Chevron) operan en nuestro territorio, con nuestras instalaciones, con nuestro petróleo, pero no podemos recibir nada por esa operación. Es absolutamente ilegal», señaló.

Reiteró que pensaba que el gobierno de Maduro se negaría a aceptar esos términos.

«Pero no. La sorpresa es que el El Aissami, que ha fracasado con sus objetivos como ministro petróleo, aceptó los términos y firmaron unos documentos secretos que nadie sabe qué significan ni qué quieren decir. Pero aquí el único que ha hablado claro es el Departamento del Tesoro, y dijo clarito que no van a pagar impuestos ni las regalías y que Chevron se lleva el petróleo de Venezuela. Y eso es un gran crimen contra el país», expresó Ramírez.

Entregaron la refinería de El Palito a Irán

Y destacó que eso sucede pese a los envíos de gasolina de Irán a Venezuela.

«Todo pese a los innumerables  anuncios que ha hecho el gobierno de que ahora sí van a recuperar el sistema de refinación. Eso es una incapacidad. Eso no tiene nada que ver con las sanciones ni nada de eso», dijo.

Consideró que esa incapacidad queda evidenciada al contrastar con la reactivación de la industria tras el paro petrolero de 2002.

«Cuando el sabotaje petrolero en 2002, nuestras refinerías fueron  paralizadas y nosotros logramos restablecer las operaciones en apenas tres meses con tecnología propia. Este gobierno ha sido incapaz de manejar las refinerías», indicó.

«Ahora, de manera ilegal, han entregado la refinería de El Palito a los iraníes. Sacaron a todos los trabajadores de allí y metieron a puros técnicos y empresas iraníes. Pero eso no funciona porque nuestras refinerías son de tecnología estadounidense. Esta gente no pega una», agregó.

Ramírez consideró que cuando escasea la gasolina, el gobierno de Maduro sacrifica a los ciudadanos que pagan en bolívares a montos subsidiados y no tanto a los que pagan a precios internacionales.

«Estos picos, estos sube y baja de escasez indican que el sistema no está estabilizado para nada, no solamente en la gasolina, sino en el gas y la producción de petróleo. El último reporte de la OPEP indica que Venezuela produce solamente 695.000 barriles de petróleo al día. Si a eso le quitamos 100.000 barriles de petróleo iraní, lo que hay es una producción de unos 590.000 bd, que eso es el nivel mínimo», expuso.

Gestión de Ramírez al frente de Pdvsa

«Cuando yo llegué a Pdvsa veníamos del sabotaje petrolero. Producto del sabotaje en enero de 2003, la producción cayó a 23.000 bd de petróleo; no había refinación, todas las refinerías estaban paralizadas y no encontrábamos petróleo porque nuestros buques fueron bloqueados en el exterior», dijo Ramírez.

«Yo asumí Pdvsa en 2004. Desde allí hasta 2013, mi último año allí, nosotros producimos 3 millones de barriles día, todos los días de todos esos años. Eso fueron más de mil millones de barriles de petróleo cada año. Y eso se sentía en el país por los ingresos. Logramos ingresar cada año por las exportaciones petroleras 120.000 millones de dólares», aseguró.

Indicó además que en toda esa época el sistema de refinación estuvo funcionando el máximo.

«Dejamos una empresa muy sólida, una empresa de 285.000 millones de dólares de valores activos. Y el último año, el 2012,  ingresamos al país 130.000 millones de dólares. Todos estos estados financieros se auditaron y se presentaron hasta que este gobierno paralizó publicaciones de Pdvsa en 2016», manifestó.

«Cuando en Venezuela no hay petróleo de inmediato se siente»

Ramírez reiteró que siendo Venezuela un país de tradición petrolera, el estado de esta industria impacta de manera inmediata en la calidad de vida de los ciudadanos.

«Una cosa que yo siempre digo es que cuando en Venezuela hay petróleo todo está tranquilo; cuando no hay petróleo, se siente, la gente siente en la calle que no hay dinero, que no hay combustible, que no hay gas, porque desde los años 40 es nuestra principal fuente de ingresos», indicó.

«La mayor demanda de petróleo en la historia de la humanidad»

Señaló que el petróleo seguirá siendo por mucho tiempo el principal recurso energético del mundo, pese a las intenciones globales de generar un transición ecológica,

«Hay mucha gente que dice que el petróleo es malo. No, el petróleo no es malo, lo que es malo es el cambio climático pero el petróleo no lo es. En el mundo en este momento la demanda de petróleo está en 100 millones de bd. Es el nivel de petróleo más alto de la historia de la humanidad, así es que el petróleo va a seguir siendo usado por muchos años más. A pesar de la transición ecológica va a seguir siendo el petróleo el recurso más importante», dijo.

Afirmó que los países petroleros que han tenido la habilidad de mantener su industria petrolera, como los árabes y los argelinos, les va muy bien actualmente.

«Venezuela, en este momento en que ha habido unos precios extraordinarios del petróleo, no ha podido ingresar esos recursos al país. Al contrario, estamos muy mal económicamente», lamentó.

Lo que haría Ramírez para recuperar la industria  petrolera venezolana

Preguntado sobre el hipotético caso de que volviera a estar a cargo de la industria petrolera venezolana, Ramírez contestó que lo primero que haría es retomar el control de la producción y de a quién se le vende.

«En este momento nadie en el país sabe cuánto se vende ni a quién. Aquí un señor con una libretica es el que tiene una lista de a quién se le vende petróleo y a quién no. Eso no debe ser así. Lo primero que tiene que hacer un país es saber a quién le vende petróleo y a qué precio«, dijo.

«Si ahora nosotros producimos 500.000 bd, destinamos 100.000 al mercado interno, supongamos que exportamos 400.000 bd. Eso no está nada mal para los precios actuales. La muestra es que Ecopetrol más o menos produce esa cantidad de petróleo y ha recibido este año más de 30.000 millones de dólares en ingresos. Han sido ingresos extraordinarios. Así que no es una mala cantidad para empezar a trabajar. Entonces, lo primero que haría es ver a quién se le está vendiendo nuestro petróleo y retomar el control de los precios, es decir que se venda sin descuentos.  Actualmente se vende a 40%  de descuento», explicó.

Afirmó que también haría que se lleve la cuenta de cuánto obtiene el país por impuestos y regalías.

Desmilitarizar Pdvsa

«Lo otro es que haría es poner en Pdvsa a gente que conozca del sector. Hay que desmilitarizar Pdvsa. Desde que pusieron a Manuel Quevedo (ministro del Petróleo entre 2017 y 2020) todo eso está lleno de militares. Funciona como una alcabala. Lo que le hacen a la gente en las alcabalas es lo mismo que están haciendo con el petróleo. Entonces, no: los militares a sus cuarteles que nosotros tenemos bastantes ingenieros, bastante administradores capaces de dirigir la empresa. Hay que poner gente que sepa de petróleo en la junta directiva», expresó.

Recuperar la producción

Ramírez añadió que otra acción que tomaría de forma inmediata es elaborar un plan para recuperar la producción, basándose fundamentalmente en la Faja Petrolífera del Orinoco y el norte del estado Monagas.

«Tenemos la ventaja de que el petróleo esté allí, no se ha ido a ningún lado, no se ha agotado. Hay zonas del país como la Faja Petrolífera del Orinoco y el norte de Monagas que son fáciles de producir porque son zonas nuevas y que están en tierra. En el Lago de Maracaibo también se puede producir pero es un poco más complejo porque se necesitan embarcaciones y asuntos técnicos», explicó.

«El problema de la producción de petróleo en Venezuela no es un tema técnico, es un problema político. El problema de Pdvsa es que está en manos de un gobierno al que no le duele, que la ha convertido en su negocio particular y los venezolanos son los que están sufriendo las consecuencias de esta mala dirección», señaló.

Ramírez: «El Aissami es un fracasado»

Rafael Ramírez se refirió a Tareck El Aissami de quien dijo «hay que destituirlo de inmediato».

«El Aissami es un fracasado. Es que yo nunca pensé que iba a tener éxito. Lo conozco, él es un criminalista que no tiene ningún tipo de experiencia de trabajo sino que siempre ha estado en los ministerios. Lo pusieron al frente de Pdvsa no sé con qué propósito. Pero, obviamente está fracasado porque desde que está prometiendo que iba a producir 2 millones de bd, más bien la producción ha retrocedido», criticó.

Destacó que sobre el actual ministro de Petróleo pesan sanciones internacionales y es buscado por la Justicia estadounidense que ofreció recompensas por él.

«No se puede reunir con nadie, está sancionado, tiene orden de captura, su cabeza tiene precio. Se necesita tener una dirección petrolera que tenga credibilidad y que tenga autoridad, en el sentido de que sepa de lo que está hablando. Yo me pongo a ver, por ejemplo, los mensajes de El Aissami en las reuniones de la OPEP y eso da risa. Nadie entiende lo que él está diciendo, puras frases comunes», expresó Ramírez.

OPEP

Respecto a la OPEP, Ramírez indicó que actualmente «Venezuela no importa nada en la organización. La invitan porque es miembro fundador».

Recordó que en 2008 Venezuela era el cuarto país productor de la OPEP por lo que su opinión era considerada como importante.

«Ahora no le importa a nadie. Venezuela ha perdido su posicionamiento geoestratégico. Ahora somos un paria que no produce nada y que a nadie le importa y que no puede tomar ventaja de una situación petrolera extraordinaria. Todo este año los precios han estado por los 100 dólares el barril y Venezuela está al margen de eso porque esta gente (Maduro) destruyó la empresa», dijo.

Elecciones presidenciales

De cara al proceso electoral que corresponde efectuar en 2024 para elegir presidente, y ante las advertencias de que se podría adelantar según declaraciones de Diosdado Cabello y Maduro, Ramírez opinó que «ellos son unos fanfarrones».

Afirmó que los dos máximos dirigentes del PSUV se aprovechan del control que poseen del país para amenazar.

«Yo creo que en cualquier circunstancia en unas elecciones el gobierno será derrotado pero de calle. Le vamos a dar una goleada porque este es un gobierno que lo ha hecho muy mal. Ha sido el peor gobierno en la historia de Venezuela, peor que cualquiera y ellos lo saben. Por eso es que van a hacer todo lo posible o para no hacer elecciones o hacer unas chucutas», dijo.

Se refirió a su intención de presentarse como candidato presidencial, tras lo cual detuvieron a su hermano Fidel Darío Ramírez el pasado septiembre acusándolo de corrupción utilizando un banco de Andorra.

«No puede ser que yo exprese mi intención de candidatearme y entonces me acusen de todo, y que se lleven preso a mi hermano Fidel que no tiene nada que ver con política. Se lo llevaron preso en forma de represalia», dijo Ramírez al respecto.

Sin embargo, consideró que se debe procurar que se efectúen las elecciones porque, cree, debido al descontento, de cualquier manera Maduro saldrá derrotado.

«No puede ser que cualquier líder de la oposición que diga que quiere ser presidente lo inhabiliten. Entonces, ¿qué elecciones son esas?  Ahora, yo estoy convencido que si todos los venezolanos ponemos una opción unitaria para derrotar a Maduro, él no gana ni siquiera una junta de condominio. A Maduro nadie lo quiere, tienen que buscarse otro candidato a ver si tienen chance porque el gobierno tiene mucho rechazo. Es que acabaron con el país, destruyeron la industria petrolera, destruyeron la economía, acabaron con el bolívar, acabaron con la unidad nuestro pueblo, siete millones de muchachos se fueron  del país, los viejitos y los familiares que se quedaron viven de las remesas. Entonces, por Dios, ¿van a seguir gobernando?», expresó.

Afirmó que hay que exigir que se cumpla la Constitución. Y criticó la actitud de la delegación opositora que participa en la negociación en México.

«Yo no entiendo por qué esos grupos opositores que van a México están todos calladitos, no tienen iniciativa. Hay que exigir a Maduro que cumpla la Constitución, que haya elecciones.  No importa incluso que ellos tengan el control del CNE, tiene que haber un equilibrio, por supuesto, pero no hay que esperar condiciones perfectas porque van a ser tantos los votos en contra de Maduro que no lo van a poder ocultar», indicó.

Insistió en la necesidad de que se establezca un gobierno que incluya a todos los sectores.

«Hay que dejar atrás la peleadera de grupos. Lo importante es que el pueblo se movilice y sobre todo que los jóvenes se expresen. Ya Maduro tiene nueve  años en el poder. Hay jóvenes que tienen ahora alrededor de 20 años que van a votar; los de 18 años que por primera vez van a votar tenían 9 años cuando llegó Maduro. ¡Oye, ya, necesitan un cambio!», expresó.

Sobre si mantiene su intención de ser candidato pese a que el gobierno de Maduro solicita su extradición desde Italia, respondió: «Que yo pueda ser candidato o no va a depender de las condiciones reales. Pero yo voy a seguir siendo chavista. Y eso es lo que a ellos les da miedo porque ellos dicen ser chavistas y realmente son antichavistas. Siguen manipulando la figura de Chávez, pero él estuviera vivo ya les hubiera dado un golpe de Estado, los hubiera metido presos porque han destruido el país. Yo que trabajé 12 años con Chávez he visto con dolor cómo todo lo que se hizo en favor de la gente, de las misiones sociales, del petróleo, de la economía, todo eso se vino abajo».

Respuesta de Rafael Ramírez a María Gabriela Chávez

Finalmente, durante la entrevista se conversó sobre la polémica que surgió a finales de noviembre cuando María Gabriela Chávez criticó que se utilizara la imagen de su padre en forma de una caricatura de superhéroe. Tras lo cual, Ramírez expresó su apoyo a la hija de Chávez y a lo que ella respondió acusando al exministro de delincuente.

«Ese fue un mensaje horrible de parte de ella. Uno no sabe ni siquiera si ella lo escribió. Fue una cosa vulgar y baja», indicó Ramírez.

Y reiteró su rechazo por el uso de la imagen del expresidente fallecido de forma caricaturesca.

«En todo caso, Chávez no es un muñequito de esos que está haciendo (Rafael) Lacava o Maduro o El Aissami, Chávez es un sentimiento que está en el seno del pueblo, le guste a alguna gente o no», dijo.

«El chavismo no es una franquicia, no le pertenece a nadie por mucho que lleve el apellido; el chavismo es una idea política. Yo estuve 12 años trabajando con el presidente Chávez, fui el ministro que más tiempo duró al lado del presidente. Y conozco mejor que nadie el legado de Chávez y por eso lo defiendo. Y por eso se me han venido encima todos los demonios. Pero no me importa, yo creo que un hombre debe ser leal  y honesto con sus ideas sobre todo si esas ideas contribuyen al pueblo. Por eso yo no voy a levantar nunca mi voz ni mi mano contra la familia de Chávez, sus hijas. Lamento mucho lo que ha sucedido, pero yo respeto mucho a Chávez y no voy a caer en un show con María Gabriela ni con nadie», concluyó.

El capitalismo es la guerra económica

No existen dos entidades distintas, una independiente de la otra. Capitalismo es sinónimo de guerra económica. Quienes hacen esa distinción es porque creen que existe un capitalismo inspirado en la piedad y el altruismo, una burguesía “amorosa”, revolucionaria. Ellos creen que híbridos fabulosos como esos se podrían despertar dándoles dinero y oportunidades, al lado del capitalismo real, tiburón, salvaje, despiadado que todo lo deglute. El capitalismo nace como consecuencia de la necesidad histórica de una clase privilegiada de conservarse en el tiempo, a pesar de los cambios no pierden el dominio sobre sus privilegios, sus siervos, sus esclavos, la conservación de esos privilegios es lo que lo define. Hablar de un capitalismo altruista es un contrasentido, como lo es hablar de un capitalismo democrático ¿Acaso se conoce alguna sociedad capitalista que distribuya sus ganancias por igual dentro de sus trabajadores? ¿Existe una sociedad capitalista que legisle en contra de sus intereses, o que enseñe a vivir a la gente de otra forma que no sea dentro de su sistema? No existe. Por eso las revoluciones a medias, que no dan la vuelta al sistema capitalista fracasan; para ejemplo un botón, ahí está Pedro Castillo; y Maduro, nadando en barro.

Jesús Faría dice que van hacer todo lo posible por estabilizar la tasa de cambio, ¿cómo?, ¿se lanzará sobre la espalda del dólar, implorará, rezará, usará el poder de su mente? La guerra económica es la que le hace el capitalismo a la sociedad; los capitalistas, viejos terratenientes y amos del mundo, al resto de la sociedad. Y la guerra económica es la que hace cualquiera, que solo piense en su propio provecho, al resto de la gente, así este cualquiera sea un “humilde emprendedor”. En el capitalismo, las capas bajas y medias de la sociedad viven dentro de una guerra económica constante entre ellos. Una sociedad que pueda organizarse y luchar en contra de esta guerra económica capitalista hace una revolución socialista, pero la sociedad dentro del capitalismo está rota, fraccionada, es gregaria en eso de actuar de forma mezquina y egoísta, carece de conciencia de clases, las clases bajas no la tienen, y las capas medias de la sociedad tampoco, porque no son ni chicha ni limonada, viven un dilema de identidad que suelen resolver mirando hacia lo más alto.

Desde el primer momento que el gobierno, o cualquier gobierno que se diga revolucionario, comienza a condenar la “guerra económica” como un mecanismo imperial, sin identificar imperio con capitalismo, el primero como “una fase superior del capitalismo”, ya tiene perdida la guerra política, económica, ideológica,… cuando se condena a los imperios y no al sistema, tratando de defenderse con las mismas armas con las cuales somos sometidos todos, venezolanos, cubanos, colombianos, chilenos, etc. estamos verdaderamente jodidos, material y mentalmente, porque quienes hacen esa guerra, la hacen desde dentro de nuestros países, ya se encuentran dentro, en los ministerios, en las alcaldía y las asambleas nacionales, dirigiendo nuestras economías, y mucho más adentro, dentro de nuestro espíritu y consciencia “piche” pequeñoburguesa.

Pretender vencer en la guerra que hace el capitalismo imperial con otro capitalismo, pero pobre y colonizado es una estupidez, un payasada de un atajo de políticos malos que solo remedan al socialismo, ni siquiera los tomarían en serio confesando ser reformistas y socialdemócrata, el imperio no los quiere ambiguos y astutos, solo quiere que entreguen sus almas. Por eso a las revoluciones a medias las derrocan o vencen tan fácil. Después de Pedro Castillo le tocará el turno a Maduro, a pesar de su “golpe de timón” hacia el capitalismo y hacia la derecha, el imperio quiere su alma, que entregue todo y a todos.

El socialismo también es una guerra económica, también social y espiritual, pero en contra del capitalismo, una guerra donde sí se quiere vencer, mediante un cambio de la economía, de la sociedad, de las leyes y las instituciones, en todos los terrenos, con una revolución profunda, no con palabras vacías y discursos hueros sobre el desarrollo de las fuerzas productivas capitalistas, y pretendiendo con eso aun conservar identidad, soberanía, algún rasgo nacionalista, sin tener pueblo, sin armas verdaderas cómo defenderse.

Los imperios se ríen de aquellos que los acusan de hacer “guerra económica”, cuando saben que hacer la guerra está en la naturaleza del capitalismo. Pero la verdadera capitalista se libra en contra de las revoluciones socialistas auténticas. Y entre verdaderos capitalistas se libra con armas de fuego, en Ucrania, Irak, a Paquistán, no es una guerra que pueda librar Venezuela con su capitalismo colonizado en contra de sus colonizadores; las invasiones, las dos guerras mundiales, esas sí son “guerras” económicas. Con países como Venezuela solo son presiones y chantajes que forman parte de la naturaleza propia del capitalismo: el provecho, la ganancia con el mínimo costo. Venezuela no tendrá éxito dentro del mundo capitalista, será absorbida por alguna potencia verdadera. La Venezuela potencia capitalista que desea Maduro, la potencia que imaginan domesticando al capitalismo con discursos sobre la paz y sus “amorosos” consejos, es una quimera.

El socialismo, “no solo establecido sino practicado”, es el verdadero enemigo del capitalismo, la igualdad, la justicia social, el respeto a la vida humana y la naturaleza, eso es el verdadero enemigo del capitalismo; el conocimiento, la consciencia, la independencia… Querer hacer la revolución con las “armas melladas del capitalismo” es despropósito.

En resumen: esta guerra económica la está ganando el capitalismo, la especulación está ganando, los mercachifles vencen a la sociedad y el gobierno lo permite.

El diferencial entre los sueldos en bolívares y el mercado dolarizado está acrecentando la miseria en los trabajadores y los más necesitados. El desenfreno del dólar está multiplicando el costo de la vida de tal forma tal que nos acercamos a la anarquía social, a otros días de sacudón social, a días de violencia, represión y muerte que de seguro terminará en un estado de terror. El que tenga ojos que vea, y los que vean es tiempo de reaccionar, alzar la voz y llamar a la acción, si queremos evitar una vuelta al pasado colonial, al hambre y la miseria. ¡Hasta cuándo van a seguir fomentando y aupando el capitalismo y a la vez quejándose de la “guerra económica”, hay algo enfermo y enfermizo en esto!

¡VOLVAMOS A CHÁVEZ!

El chavismo no tiene nada que celebrar luego de 20 años del sabotaje petrolero

Para poder escribir éstas líneas, era necesario observar con que riñones el madurismo hablaría sobre el tema del sabotaje petrolero, con la ausencia de los verdaderos héroes y protagonistas que lograron derrotar dicho sabotaje.

Debemos recordar que todas las acciones que se suscitaron por parte de la llamada Coordinadora Democrática, tenían como objetivo, derrocar al gobierno constitucional del presidente Hugo Chávez, y con ello apoderarse del petróleo como siempre señaló el Comandante.

El llamado a huelga estuvo liderado por la Cámara Venezolana de Trabajadores (CTV), que era presidida por Carlos Ortega, la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras), presidida por Carlos Fernández, y una organización de gerentes de Petróleos de Venezuela (PDVSA), estando a la cabeza Juan Fernández gerente de la nómina mayor, y la Coordinadora Democrática (precursora de la Mesa de la Unidad Democrática), hoy muy unida al madurismo por cierto, obteniendo respaldo de los sindicaleros y medios de comunicación.

Hoy como cosa extraña 20 años después; Venezuela es gobernada por un sindicalero que se hace llamar obrero. El secretario y lamebotas de Carlos Ortega (Wills Rangel) es uno de los manda más en PDVSA, y con la bendición del madurismo Fedecámaras impuso en el país su modelo de economía que implica; ellos se hacen más ricos, y los pobres los hacen más pobres.

Prohibido olvidar que el sabotaje petrolero afectó principalmente al pueblo, que se vio sometido a un largo período en el que hubo escasez de alimentos, de gasolina, gas domestico, de insumos de toda índole, pérdida de actividades académicas en todos los niveles y también incremento del desempleo y el comercio informal. 20 años después Venezuela padece las mismas carencias, el país es sometido a la misma escasez, el madurismo era la resurrección de éstos factores adversos a Chávez y el pueblo, quienes se valieron de traidores para llegar al poder, y así aplicar sus métodos económicos desfavorables a la población.

A 20 años después de ése sabotaje, el Pueblo de Venezuela no tiene nada que celebrar, hoy sólo pueden celebrar aquellos que impulsaron tales acciones para sacar al Comandante de Miraflores, y vaya que lo hicieron, sinó preguntemos al mismo Chávez quién dijera: «Me tendrán que sacar de Miraflores para que haya un Sambil en La Candelaria», y gracias al madurismo el Sambil está allí funcionando al 100%, significando esto qué; Chávez ya no está en Miraflores, el madurismo lo sacó desde hace rato, y burlándose de su memoria, pretenden festejar una victoria que saben muy bien; no les pertenece.

La derrota del sabotaje petrolero en ésa oportunidad dio paso a la creación de un nuevo modelo de gestión de la principal empresa del país, orientada a alcanzar la plena soberanía nacional en el manejo de los hidrocarburos y a garantizar los recursos necesarios para el bienestar del pueblo venezolano. Siendo ésto posible a la titánica gestión de Rafael Ramírez dicho por el propio Comandante Chávez, aunque ésto le duela al madurismo.

A 20 años después se consumaron tales planes. Tal cuál como lobo disfrazado de oveja, el madurismo se disfrazó de Chavismo, y poco a poco desmontaron la obra de Chávez y a quienes fueron parte de su equipo, se necesitó a un sindicalero en Miraflores, para que la CTV se hiciera cargo de PDVSA, y Fedecámaras de todo el país, y así cobrar venganza contra aquellos que en el 2002 y 2003 fueron el impedimento para concretar tales acciones.

Ahora.

¿Quienes fueron el impedimento en el 2002 y 2003 para que éstos factores sacaran a Chávez de Miraflores, y se apropiaran del petróleo?

Precisamente el glorioso pueblo de Venezuela, y trabajadores patriotas de PDVSA quién de la mano con Rafael Ramírez recuperamos la empresa, y nos planteamos como soberanos de nuestro petróleo. De allí sucesivamente iniciaron el ataque contra nosotros, innumerables videos de Chávez reclamando que aprobaba presupuestos, y éstos no eran invertidos en el pueblo, innumerables ocasiones el Comandante tuvo que salir en defensa de PDVSA y de Rafael Ramírez como su Ministro, porque el ataque era constante, necesitaban sacar a Chávez de Miraflores, tomar PDVSA y con ella el petróleo.

Hasta que asesinaron al Comandante, después de allí el madurismo se encargó de sacar a Chávez de Miraflores, luego vendrían por Rafael Ramírez quién por su lealtad al Comandante debía ser movido de PDVSA, pues sería un obstáculo para que la CTV se hiciera cargo de la empresa, no fué casual que el primero en decir muy dolido: «Al presidente Chávez nos lo asesinaron» fué precisamente Ramírez, por eso debían ir en su contra de la forma como lo han hecho hasta ahora.

Sacado Chávez de Miraflores y estando a cargo el madurismo, sacado Ramírez de PDVSA y estando a cargo la CTV, sacado el equipo de Chávez de la economía y estando a cargo Fedecámaras, sería cuestión de tiempo que quebraran PDVSA y con ella la economía, sólo faltaba apropiarse del petróleo, cosa que ya hicieron otorgando la licencia a Chevron, quién no pagará regalías ni impuestos petroleros al gobierno de Venezuela. 20 años atrás iniciaron un plan para sacar a Chávez de Miraflores, tomar PDVSA y con ella nuestro petróleo, se disfrazaron de Chavismo y les funcionó «Por ahora».

¡El madurismo se está vengando del Pueblo y del equipo leal a Chávez, pero les puede salir el tiro por la culata!

Entrevista | Rafael Ramírez: «Maduro acordó con Chevron porque está desesperado por obtener legitimidad»

Rafael Ramírez es un hombre de peso en el chavismo venezolano. Ministro de Petróleo de 2002 al 2014, presidente por más de una década de la empresa estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), canciller en 2014 y embajador ante la ONU por Nicolás Maduro hasta el 2017, ha sido una de las persona de máxima confianza del expresidente Hugo Chávez. En diciembre de 2015, el gobierno de Maduro desconoce la victoria de la oposición en la Asamblea Nacional, decisión que es respaldada en 2017 por el Tribunal Supremo de Justicia, que le entregan las atribuciones de la Asamblea Nacional al presidente. La decisión de la Justicia desencadenó una serie de protestas violentas, que fueron reprimidas con brutalidad por las fuerzas de seguridad del Estado. Ramírez renunció al poder, después de cuestionar la reacción del Gobierno, para exiliarse en Roma, donde vive en condición de refugiado político.

El expresidente de Pdvsa, que enfrenta una denuncia por malversación de fondos y manipulación de licitaciones para contratos petroleros en Venezuela, decide hablar por primera vez desde de que la Dirección de Contrainteligencia Militar detuvo a su hermano. “El gobierno es represivo y usa la justicia como instrumento de persecución”, dice Ramírez y pide a la comunidad internacional que levante la voz para exigirle a Maduro que respete los derechos humanos. Una semana después de la licencia que Estados Unidos le otorgó a Chevron para volver a operar en Venezuela, el ministro de Petróleo de Chávez dice estar convencido de que el acuerdo no mejorará la situación económica. “En los países petroleros, siempre se ha usado el petróleo para obtener apoyo político”.

Estados Unidos habilitó a Chevron a volver a trabajar con Pdvsa. ¿Puede esta decisión mejorar la economía venezolana?

No va a incidir en nada. No creo que vaya a mejorar la situación de Venezuela, porque los términos de esta licencia son contrarios a la Ley Orgánica Hidrocarburos. Primero, porque establece que Chevron operará en Venezuela por su cuenta, desconociendo la figura de las empresas mixtas, que es la única figura que establece la ley en nuestra Constitución para permitir la participación de los privados. El petróleo está reservado al Estado venezolano. En consecuencia, solo pueden participar los privados si están en empresas mixtas con Pdvsa. Lo segundo es que la licencia le prohíbe de manera expresa a Chevron a pagar impuestos y regalías al gobierno de Venezuela. Eso es muy grave porque, siendo el Estado venezolano propietario del petróleo, cada barril que se saca del país tiene que pagar una regalía, es la tasa que corresponde al dueño del petróleo. El último elemento es que Chevron está autorizado a comercializar el petróleo solo con Estados Unidos. Eso va en contra lo que dice la Ley Comercialización, que establece que el petróleo es monopolio del Estado venezolano y lo podemos vender a donde sea.

Si no beneficia a Venezuela, ¿por qué Maduro permitió ese acuerdo?

Porque Maduro está desesperado por obtener legitimidad, por conseguir apoyo político. No es primera vez que pasa en el país. En 1920, el dictador Juan Vicente Gómez, después de recibir el apoyo militar de los americanos, les entregó todo el petróleo. En los países petroleros, siempre se ha usado el petróleo para obtener apoyo político. Eso es lo que está queriendo hacer Maduro.

Este acuerdo llega después de la reapertura del diálogo entre el Gobierno y un sector de la oposición. ¿Piensa que el gobierno de Venezuela consigue hablar con Estados Unidos mediante la oposición?

El lobby de Chevron ha permeado tanto en sectores del Gobierno como en la oposición. Con la mesa de México, lo que se instaló ha sido una mesa de co-gobierno. No es que estos sectores de la oposición, que han aceptado el diálogo, estén llegando a acuerdos. Hay que entender que en Venezuela el petróleo es todo. El 90% de los ingresos del país son ingresos petroleros, tenemos las reservas de petróleo más grandes del mundo. Y si Venezuela no las aprovecha para su propio desarrollo, lo aprovecharán las transnacionales, que es lo que está haciendo ahora Chevron.

¿Este acercamiento de Venezuela con Estados Unidos puede darle aire a Maduro?

Yo no veo que haya un acercamiento con los Estados Unidos. Lo que noto es una decisión del gobierno de Estados Unidos a favor de Chevron. Estas no son relaciones políticas.

Pero previo a la licencia emitida por el Tesoro, Estados Unidos no reconocían a Maduro…

No lo reconoce ahora tampoco. Lo que hace es habilitar a sus empresas a que hagan dinero. Existe una gran cantidad de tenedores de bonos norteamericanos, que están haciendo lobby en Washington, que lo que buscan es cobrar esos bonos. Venezuela no es prioridad para Estados Unidos.

Usted cuestiona la reapertura del diálogo en México. Si no es el diálogo el camino para avanzar en la recuperación democrática, ¿cuál es?

Yo estuve en el Consejo de Seguridad durante dos años. En los conflictos más cruentos siempre he estado de acuerdo con el diálogo político. Pero el diálogo político no puede ser un cheque en blanco al poderoso. Tienes que poner condiciones para el diálogo. En esa mesa están los representantes de las élites políticas pero ahí no hay pueblo. Debería haber trabajadores, un representante de la Iglesia, defensores de los derechos humanos. Es un diálogo nacional, no un diálogo entre élites, porque de esa manera es un diálogo secreto. En México se podrán poner de acuerdo entre las élites, pero eso no va a resolver los problemas del país.

Usted ha estado al frente de Pdvsa por 10 años. ¿De qué manera explica que la producción de petróleo en Venezuela hoy no supere los 700.000 barriles diarios cuando en 1998 producían por encima de los 3.5 millones?

Yo estuve diez años presidente de Pdvsa. En enero del 2003 producíamos solo 25.000 barriles. Imagínate, un desastre. Nosotros levantamos la producción, estabilizamos la industria petrolera durante 12 años. Siempre con una producción de tres millones diarios, que es lo que estaba en el marco de nuestra nuestra cuota de la OPEP. Lo que pasó a partir del 2014, es que Maduro intervino Pdvsa, para hacerse con los fondos que había en la empresa, para propósitos distintos a la producción de petróleo. Una empresa que manejaba anualmente 40.000 millones de dólares de presupuesto es un gran negocio para el Estado. En 2013 entregamos al Estado 120.000 millones de dólares. Eso es lo que sostenía el país. Esta gente entró, tomó control de la vicepresidencia de Finanzas de la empresa, con un señor llamado Erick Malpica, que es sobrino de Maduro y usaron los fondos de la empresa para otras cosas. Lo he denunciado y por eso me han perseguido.

Imaginemos que en las próximas elecciones gana la oposición. ¿Qué puede llegar a encontrar en Pdvsa?

Encontrarán una empresa desmantelada, de la que se han ido 30.000 de nuestros mejores muchachos, una empresa que ha sido vendida en pedazos a los privados. Lo primero que habría que hacer es establecer todo el marco legal de nuestra industria petrolera. Hay una cantidad de contratos que se han dado que son ilegales. Todo eso hay que eliminarlo y hacer nuevos marcos legales con los privados. Lo segundo es recuperar nuestros mejores trabajadores y el conocimiento petrolero que está en el país o que está afuera, hacerle un llamado a que se incorporen. Y lo tercero es hacer una estrategia para recuperar la producción en las mejores áreas, en las que generan más productividad.

¿Y en el manejo de las cuentas?

Durante toda mi gestión siempre emitiendo los estados financieros auditados. Así que si tú quieres revisar qué pasó en la industria durante los diez años que estuvo al frente, lo puedes ver. Pero Maduro, inmediatamente tomó el control de la empresa en 2016, no emitió ningún otro estados financieros auditado. Entonces habrá que auditar nuevamente todo, con el objetivo de saber qué pasó.

El gobierno de Venezuela lo acusa de haberse quedado con 4.850 millones de dólares de Pdvsa. ¿Cuál es su respuesta?

En Venezuela ha sucedido el ‘lawfare’ [persecución judicial] mucho más que en Argentina. Es decir, han utilizado a la justicia para la persecución política como han hecho con Cristina, con Rafael Correa, con Lula. Esta gente quería sacarme de la conciencia del pueblo, quería hacerme daño y de lo único que se les ocurrió acusarme es de corrupción. Pero ellos no han demostrado nada, no tienen ni una prueba de lo que denuncian. Yo estoy exiliado en Italia, donde tengo estatus de refugiado político.

¿Han investigado a sus familiares?

Sí, también persiguen a mi esposa. El pasado 13 de septiembre, la Dirección de Contrainteligencia Militar se llevó preso a mi hermano Fidel Ramírez, un médico que lo único que hizo ha sido ayudar al presidente Cávez en el diagnóstico del cáncer. El gobierno es represivo y usa la justicia como instrumento de persecución. Esto es importante que se sepa en Argentina, porque ahora el presidente Alberto Fernández es copartícipe de lo que pasa en Venezuela porque él, junto con Gustavo Petro, promovió el diálogo. Pero un tema crucial que debe impulsar la Argentina, habiendo sufrido los terribles episodios de violación a los derechos humanos en la dictadura, es exigir que Venezuela respete los derechos humanos.

Usted menciona el ‘lawfare’, una expresión que en América Latina la usan los sectores de izquierda. ¿Dónde queda ubicada Venezuela?

El gobierno de Nicolás Maduro no es un gobierno de izquierda, ni un gobierno chavista. Yo he visto cómo la izquierda en Argentina está dándole la solidaridad automática a Maduro. Pero Maduro no tiene nada que ver ni con Chávez ni con la Revolución Bolivariana. Maduro se convirtió en un dictador, que ha acabado con todas las conquistas sociales que alcanzamos en el período con Chávez. La Alta Comisionada de los Derechos Humanos ha registrado en más de 460 entrevistas la violación a los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad en Venezuela. No se puede apoyar a un gobierno con esas características.

¿Qué papel ocupa el fiscal general Tarek William Saab?

El fiscal general está señalado en todos sus informes como corresponsable y cómplice en los crímenes de lesa humanidad. Por eso Alberto Fernández no puede decir que son acciones motivadas políticamente, son crímenes de lesa humanidad los que están investigados.

La justicia de Venezuela hizo un pedido extradición en su contra. Italia lo rechazó. ¿Puede cambiar su situación?

Estoy seguro en Italia. Lo único que hemos detectado es que aquí el gobierno de Maduro ha enviado grupos de captura. Aquí tengo seguimientos por los agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). Pero bueno, estamos tomando todas las previsiones para cuidarnos.

¿Usted fue desplazado por Maduro en 2017?

No, yo no fui desplazado. Yo renuncié en diciembre del 2017 a mi puesto como embajador ante las Naciones Unidas, porque no estuve de acuerdo con la terrible represión con la que el gobierno respondió a las manifestaciones en las calles del país. Ese mismo año, murieron más de 130 muchachos. Diga lo que se digan, que eran manifestantes violentos, el Estado que tiene el monopolio del uso de la fuerza, tiene a las Fuerzas Armadas, no puede matar a 130 personas en la calle. Eso nunca había pasado en el país y por supuesto nunca hubiese pasado con Chávez. Entonces decidí, sabiendo que me iba a venir encima toda la persecución encima, decidí renunciar y no volver a mi país.

¿Qué cree que debería pasar en Venezuela?

Nicolás Maduro, sin duda, tiene que salir del gobierno. Un gobierno que ha sido el peor de nuestra historia. Se han desmoronado todas las conquistas sociales del país, no solo las de Chávez, sino las anteriores. Venezuela siempre ha sido un país democrático y avanzado socialmente.

“Salir”, ¿de qué manera?

Salir por la Constitución. Nosotros queremos que se cumpla la Constitución: las elecciones, el referéndum revocatorio. La Constitución que promovió el presidente Chávez tiene los mecanismos para que los pueblos puedan quitarse de encima al gobierno. Pero la presión internacional tiene que crecer, para que Maduro permita las elecciones libres, para que deje la persecución política. No puede haber elecciones solo con la gente que quiera Maduro o Diosdado. Después el pueblo venezolano se encargará de defender esos resultados en la calle.

¿El chavismo que usted describe dependía de una sola persona como Hugo Chávez?

Lamentablemente, sí. Dadas las características de nuestro movimiento político, dependía de Chávez. Definitivamente dependía de Chávez, porque el movimiento bolivariano no era un movimiento que tenía una definición ideológica fuerte, sino que se fue construyendo con él. Y claro, dependía de un equipo cercano a Chávez.

¿Por qué cree que Maduro no quiere dejar el poder? ¿Tiene miedo a lo que pueda llegar a pasar después?

Ellos saben que han cometido tantos crímenes que tendrán que rendir cuenta ante la justicia. Me imagino que ellos quieren lograr una transición como la de Chile, donde se respete su seguridad y su integridad. Pero lo veo muy difícil. Ellos van a tener que irse a otro país, a Cuba o Corea del Norte. No sé. Pero han hecho mucho daño. Es muy triste ver cómo esta gente ha convertido un sueño hermoso, como el chavismo, en una pesadilla.

¿Y qué responsabilidad tienen ustedes, como un sector diferente dentro del chavismo, en no haber podido evitar esta situación?

No se pudo. Traté de hacerlo. Fui al congreso del partido en el 2014 para decir que estamos ante una situación compleja, que había que tomar un conjunto de medidas, pero no había discusión. Después mi intervención en este Congreso, fui destituido de Pdvsa y enviado a Cancillería. Fui sacado del país. Todo el que intentaba llevar una discusión, lo iban metiendo preso. No hubo manera. No nos dimos cuenta, no pudimos reaccionar a que se estaba generando un grupo que asaltó el poder muy rápido.