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La candidatura genuina del Chavismo, que el madurismo no desea

Chávez cambió la historia de Venezuela para mejor. Enriqueció a su pueblo y ayudó a millones de otros países, luchó contra las injusticias, la desigualdad, y la explotación de los pueblos, desarrolló una serie de políticas económicas y sociales que conllevaron a la disminución de la pobreza, elevando el nivel de vida del pueblo Venezolano, siendo eso la clave de la que sería su última reelección (para el mandato 2013-2019).

Hoy de la Venezuela con grandes logros sociales de Chávez, no queda nada, porque el madurismo prefirió traicionarlo, y pactar con los enemigos de la patria.

El pueblo gritaba en muchas ocasiones: «Chávez te están engañando», el Comandante decía que el pueblo era sabio, e indudablemente existía el madurismo agazapado fingiendo ser aliados de Chávez, pero no apoyaba sus políticas, les hedía la gente, y más que ayudar a la revolución eran estorbos que en cada momento dejaban mal parado al Comandante.

El madurismo se dice Chavistas, pero fueron los verdugos de las políticas de Chávez. Ahora en Venezuela no hay educación, el hambre hace estragos en la población, la salud cada día es más precaria, y la PDVSA roja rojita donde se gestaron la gran mayoría de ésos proyectos que ayudaron a fortalecer el proyecto revolucionario, vino a ser saqueada y entregada a los grupos que adversaron a Chávez.

Vergüenza debería darle a los jala jala del madurismo, quienes dicen que maduro la tuvo más difícil que Chávez. Cuando la verdad es qué; Chávez la tuvo bien díficil, sólo que tuvo a un Rafael Ramírez a su lado que peleó las batallas asignadas por el Comandante, y que arrojaron grandes soluciones al pueblo, llevando a Venezuela a vivir grandes momentos.

Rafael Ramírez le presentaba las soluciones al Comandante, de problemas que fueron creados por los mismos que hoy gobiernan Venezuela, siendo solucionados con ética, y siempre pensando en el bienestar social.

Cuando los sindicaleros amigos del propio maduro, vendían los puestos para laborar en las contratistas petroleras, Ramírez solucionó ése problema, creando el Sistema de Democratización del Empleo (SISDEM), neutralizó a los vende empleos, y trajo solución al pueblo, ahora los aspirantes hacían su inscripción sin intermediarios.

A medida que Rafael Ramírez le presentaba soluciones a Chávez, entonces fué colocado a cargo de los Programas Sociales, para combatir la pobreza, a través de la educación, la salud pública y la vivienda.

Para dignificar a los necesitados en materia de vivienda, Chávez designó a Ramírez como Presidente del Programa Gran Misión Vivienda Venezuela; y logró la construcción de más de 600 mil viviendas, en dos años.

Con el aporte de PDVSA, se puso en funcionamiento PDVAL, el financiamiento de MERCAL y las misiones educativas, que permitieron el aumento de la matrícula escolar, siendo declarada Venezuela, por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), como territorio libre de analfabetismo y de hambre.

Esos frutos, permitieron que Chávez saldara con el Pueblo, una parte de la deuda social histórica, que habían dejado otros gobiernos, y ahora era posible porque Rafael Ramírez aconsejó aplicar la nacionalización del sector petrolero, y la renegociación de todos los contratos de las empresas transnacionales, y que éstas se ajustaran al nuevo marco legal petrolero. Ésto permitió que Venezuela obtuviese verdaderas ganacias, y que éstas ganancias fuesen invertidas directamente para el bienestar del pueblo, y el desarrollo del país.

Resultados como esos, llevaron al Comandante Chávez a otorgar más responsabilidades en Rafael Ramírez, siendo ratificado por más de 10 años ininterrumpidos como Ministro de Petróleo y Minería. Chávez no tomó riesgos en PDVSA, la dejó en manos de Ramírez para levantarla desde el paro petrolero, y de allí en adelante la producción se mantuvo, hasta que el madurismo se hizo control de ella.

Cuando Venezuela vivió un tiempo de crisis, donde muchos se apartaron de Chávez, y otros más estaban a punto de traicionarlo, entonces el Comandante se juega su estrategia colocando a Rafael Ramírez con una misión que cumplir, y Ramírez le respondió a Chávez y a Venezuela en ése momento. Hoy Venezuela vive un momento más crítico que en aquellos días, el madurismo traicionó a Chávez y sumergió al país en la miseria y la desidia, y quien está facultado con el conocimiento, y posee la experiencia, sigue siendo Rafael Ramírez, ya sacó a PDVSA y al País de una crisis, y lo vá a volver hacer, el madurismo lo sabe, por eso lo persigue y ataca de forma despiadada.

Sin duda alguna, la candidatura de Rafael Ramírez a la presidencia de Venezuela, es la mejor opción que tenemos para recuperar la producción petrolera, reactivar la economía, reactivar la educación, la salud, el aparato productivo, y todo aquello que el madurismo destruyó, a Chávez y al Pueblo ya le respondió, y lo volverá hacer.

¡Chávez vuelve al combate, y viene con su hombre de confianza Rafael Ramírez!

Encuentros no acordados: la diplomacia de la súplica

Este país, que no acaba de salir del pasado, arrastra con él, como quien se embarra de pupú y no lo sabe. Todavía huele a caca. Todavía los políticos chapuceros se divierten alardeando de sus temerarias tonterías, tal y como se hicieron famosos de cara al mundo Carlos Andrés Pérez o Lusinchi, ostentando de sus vulgaridades, “con la cabeza en alto”, sin pudor y sin vergüenza. Con el mayor descaro se hizo presidente Guaidó y con el mismo ánimo, ahora Guaidó deja de serlo, como si nada. Y en la otra acera Maduro aprovecha y viaja a la conferencia climática, y, sin el permiso de nadie sale y saluda a su antiguo compañero del grupo de Boston John Kerry, y luego al presidente de Francia Emmanuel Macron.

Todo recuerda el pasado de la cuarta república, no por los viajes sino por las verdaderas razones de esos viajes: la participación de Maduro en esa conferencia sobre el clima, para decir mentiras sobre la conservación y la emisión de CO2, de seguro escritas por algún asesor tarifado y tratar de impresionar recordando a Chávez, seguramente tuvo como finalidad esos “encuentros casuales calculados”, sorprendiendo a John Terry y a Macron en un pasillo. No obstante, cuando Chávez viajó, fueron éstos personajes quienes buscaron el saludo y contacto con él, porque llevaba adelante un liderazgo sobre las naciones del Sur, en la OPEP, Petrocaribe, Unasur, etc. Entonces Chávez era reconocido como un interlocutor válido en la geopolítica y la comunidad internacional – con la excepción certificada de Bush y de Obama, ejerciendo la debida diplomacia imperial.

Ese saludo de maduro a John Kerry fue un intento de conectar con el gobierno de Biden, quizás pensando en algún favor del antiguo “compañero” del Grupo de Boston – donde ambos participaron junto a otros diputados, y mediante el cual EU intentó suavizar las posturas políticas radicales de Chávez después del golpe del 2002 –. Según los periodistas, la entrevista duró 30 segundos, lo que no dejó nada para informar a sus lectores.

En el caso de Macron, en dos minutos intercambiaron estas palabras:

«El continente se está recomponiendo y hay un camino que construir», dijo Macron sobre los nuevos gobiernos electos en América Latina. Maduro consideró que, en ese sentido, «Francia tiene que jugar ahí un papel positivo»… «Eso estamos tratando, pero me encantaría que pudiéramos hablar un poco más y que pudiéramos comenzar un trabajo bilateral que sea útil para el país y la región», respondió Macron… Maduro se puso a la orden para atender la agenda propuesta por su homólogo y le adelantó que el presidente del parlamento venezolano, Jorge Rodríguez, irá próximamente al Foro de París sobre la Paz, que se realizará el 11 y 12 de noviembre… «Para la conferencia que tienen va un enviado, Jorge Rodríguez, con él puedes hablar con confianza absoluta. Es el presidente de la Asamblea Nacional», señaló el mandatario venezolano.

Pero el interés de Macron es claro, no tiene que ver con Maduro o Venezuela, sino con todo el continente que sufre cambios políticos, y con sus recursos. Macron de seguro quisiera volver al país, más bien para buscar los recursos y negocios de siempre, pero ahora a precio de gallina flaca, petróleo y gas seguramente, con otras condiciones, luego de que PDVSA desapareciera como operadora de primera línea. ¿Qué puede hacer Jorge Rodríguez en un Foro sobre la Paz? Pues, ir a buscar interlocutores y hablar sobre cómo puede Europa volver a invertir en Venezuela, ofrecer nuevas condiciones, facilidades para los negocios petroleros, ahora que PDVSA no es una operadora válida, ahora que fue desmantelada y la revolución fue desmantelada. Cuando se miente con tanta desfachatez sobre la conservación de la naturaleza, condenando al propio modelo de producción capitalista asumido por ellos mismos, no esperemos que Jorge Rodríguez vaya a París a hablar sobre la Paz – a menos que sea sobre la “paz boba” que ellos practican, la de “cómo convertir a un pueblo en pie de lucha en otro, arrodillado, dócil y asustado” –. Jorge va a mentir, como lo hace el “primer mundo”, sobre los derechos humanos, la paz, la desigualdad, la amenaza nuclear, en nombre de un pueblo desigual, amordazado, sometido a un régimen de hambre y necesidades, en medio de un “crecimiento económico” atrofiado, capitalista, que no se siente en ningún lado,…que no sea en los bolsillos y las cuentas bancarias de los más ricos.

El gobierno de Maduro por más que lo disimule representa un fracaso ideológico en todos los aspectos de la política: renuncia al socialismo en términos prácticos, intenta violar la constitución y cambiar leyes fundamentales para revertir la economía social, a fin de acabar con la propiedad social, desmoviliza a la masa chavista y la hace cautiva del miedo y la desesperanza, pero, de vez en cuando, torpemente se dice socialista. Y en la diplomacia internacional resulta poco serio porque sus prácticas políticas no son claras o son igualmente ambiguas, confusas; condenan al capitalismo y quieren hacer negocios capitalistas. Fuera del país nadie les escucha sus discursos o no les creen; ven en ellos, en ese equipo de gobierno, solo una oportunidad que hay que aprovechar, porque se muestran claramente ansiosos y débiles. En un mundo capitalista desbocado y cargado de conflictos se muestran como víctimas naturales.

Es así como “vuelve el perro arrepentido” a moverle la cola al amo. Vuelve la diplomacia de la súplica y la humillación, ahora disimulada detrás de congresos y foros “para todo público”, donde no se necesita mostrar invitaciones. Un gobierno dispuesto a renunciar a su independencia, a su soberanía, para salir del hoyo a donde fue a parar la revolución y el país luego del asesinato de Chávez,… La fórmula madurista es salvar al gobierno entregando al país… ¡El que tenga ojos que vea!

Necesitamos rescatar el espíritu revolucionario, el carácter revolucionario, claridad en las ideas y constancia en la lucha, conjurar a Bolívar y a Chávez para que renazcan ahora de las cenizas de una revolución traicionada, como ave Fénix, no podemos esperar cien años, porque sería tarde.

¡VOVAMOS A CHÁVEZ, UN MODELO DE DIGNIDAD PARA EL MUNDO!

Es urgente frenar el modelo capitalista y la impudicia del presidente

Hay que cambiar con urgencia el modelo de desarrollo capitalista, pero para eso hay que modificar al mismo tiempo los hábitos de consumo, reeducar a la sociedad, cambiar los valores que fundamentan a la sociedad de consumo y producción capitalista, demoler la lógica del capital.

El consumismo es una distorsión de los hábitos de consumo, del consumo necesario se pasa a una conducta artificial de querer tener todo lo que el capitalismo vende como necesario, desde éxito hasta curas para enfermedades inexistentes. El consumismo es una fuerza de presión que estimula la máquina del capitalismo, que a la vez consume recursos naturales, lo cual es el punto de partida en la cadena de incidentes que ocasionan daños climáticos y ecológicos planetarios. Habría que orientar estos hábitos de consumo hacia verdaderas necesidades, básicas, materiales y espirituales, frente a falsas necesidades o necesidades superfluas.

Para eso hay que cambiar el consumo cultural. La cultura del derroche se impone a través de un modelo de vida banal uniformado en casi todo el planeta, donde todo lo que puede ser comprado con dinero es lo que vale la pena, todo es mercancía inclusive la misma persona, y en el torbellino del “vende y compra” del capitalismo se arrasa con el planeta y perece la parte más humana de la obra humana: el humanismo. La obra cultural y artística, vistas como mercancías, distorsiona la conciencia social, el trabajo artístico concebido como industria capitalista, o como “emprendimientos mercantiles” matan el conocimiento y la creación.

Si no se hace una verdadera revolución espiritual no hay una revolución económica. Sin un cambio cultural profundo no hay declaraciones y compromisos que valgan. No es posible que haya presidentes capaces de mentir impúdicamente condenando el capitalismo siendo ellos mismos promotores del capitalismo, eso es lo que hace hoy Maduro en su discurso de la 27° Conferencia sobre el Cambio Climático, miente como cualquier otra pícaro capitalista, para disimular la trampa, como cualquier vendedor de detergente.

La verdadera urgencia que debemos atender es moral, es espiritual, que también toca la educación y el problema del conocimiento. No se puede vencer al capitalismo si antes no vencemos el cinismo, no desenmascaramos el show que montan estos supuestos líderes del mundo cada año para mentir sobre el tema del clima y la conservación. Por una lado se dan golpes de pecho y por el otro promueven el derroche, el consumismo, el “crecimiento económico”, la competencia; devastan selvas, contaminan ríos, colonizan islas prístinas con ambiciosos desarrollos hoteleros, promueven descaradamente un capitalismo sin control y sin restricciones en Zona Especiales,… pero tienen el descaro de denunciar al capitalismo, como el ladrón que se hace la víctima.

No se puede permitir que alguien denuncie el capitalismo en nombre del capitalismo porque estaríamos haciendo moral lo inmoral, porque se impone la amoralidad como norma, dándole cabida al disparate como el modelo a seguir. Cuando un líder no puede hacer distinciones entre lo malo y lo bueno en su propia conducta pervierte a su pueblo, a su juventud, a sus seguidores, resulta más nocivo que cualquier calentamiento global, porque antes de que llegue a desaparecer la vida en el planeta ya habrá desaparecido la humanidad degrada a bestia, a un mundo donde nos comeremos unos a otros..

Antes de direccionar los currículos académicos hacia objetivos humanistas, incluyendo los de carreras científicas y técnicas, antes de fomentar la armonía con el ambiente y la conservación de la vida, la igualdad, el derecho que tiene todo ser humano a una educación gratuita y de calidad, humanista y científico humanista, hay que salir de Maduro y de todos aquellos capaces de mentir con tanto descaro y sangre fría (incluyendo oportunistas como Nicmer Evans, que ahora defiende al capitalismo de Maduro). Primero debemos delimitar bien los campos políticos en pugna, definir esta confusión de valores, las ambigüedades, no dejarnos confundir con palabras, ver hacia los hechos.

Educación humanista, educar para la conservación de nuestra especie y de la vida, educación científica para mejorar la vida social y no para el lucro y el poder personal, o para la destrucción. Educar para el trabajo creador y fomentarlo, frente al trabajo alienado y alienante de la producción capitalista, educar para decir la verdad y vivir cerca de ella: sin condiciones como estas el mundo no cambia.

Las redes sociales nos muestran estas mismas contradicciones, muestran un síntoma de decadencia social y humana, donde nada vale si no tiene like o si no muestra opulencia, dinero o belleza. Lo terrible es que estamos normalizando los niveles más bajos de conocimiento y de espíritu humanista; entendiendo y sintiendo como algo natural la pobreza intelectual y de conocimiento, en nuestros jóvenes; una juventud, que a la vez que divulga la ignorancia es expuesta sin piedad a ella.

La obra humana está vaciada de verdad, de memoria, de universalidad, de conocimiento, de sabiduría. En las llamadas artes visuales, el arte se resume a formas hueras, “bonitas” para ser vendidas en un mercado de pulgas o en el gran mercado del lujo. Criaderos de chiripas que no muestran o que obvian el trabajo artístico, el conocimiento artístico acumulado, la memoria, la tradición.

En la música, así como el “virtuosismo” ha sustituido la interpretación, el mercado ha sustituido al arte en casi todos los géneros. Los géneros musicales emergentes que más se venden son deplorables, y casi todos se inclinan hacia el ritual de la violencia y el sexo reprimido, el cual se manifiesta sólo cuando se lo conjura en una champeta.

La historia ha quedado bajo el control de la manipulación mediática y de las redes sociales, es decir, del poder del mercado y del capitalismo. History Channel ha hecho de la historia la historia oficial del mundo, atentando en contra del conocimiento y de la lectura inteligente. Así mismo la industria del cine y la televisión.

El cine y la Televisión se simplifican, cada día que pasa, en Netflix, y sus similares, que es como un agujero negro que además de producir mucho dinero tuerce la conciencia colectiva, criando bobos y sembrando odios raciales, clasismo, violencia, fatalismo y miedo; es una industria del terror, que se despacha y se da los vueltos, que lo crea y luego lo denuncia.

Si no frenamos ¡ya! la emisión de CO2 el deterioro de la naturaleza a través del calentamiento acelerado del planeta será irreversible. Sin embargo, si no frenamos el crecimiento exponencial del cinismo, el caradurismo de estos líderes de pacotilla y la caída de la calidad humana de nuestra especie, el fin de ella será inminente, y se dará primero que el fin del planeta a causa del calentamiento global.

El desastre cultural, la decadencia espiritual del ser humano del milenio, es el caldo de cultivo de las guerras intercapitalistas y del fascismo. Son bobos los que alimentan los ejércitos nacionales cargados de odio; mentes débiles. Son bobos dóciles y violentos los que aúpan las guerras, no seres libres y fuertes, hombres y mujeres “empoderados” de sí mismos.

Todavía es evitable la destrucción de nuestra civilización si corregimos desde ahora la tendencia disolvente del capitalismo.

Por eso es URGENTE que comencemos a restaurar la voluntad de estar cerca de la verdad, el espíritu humanista, el equilibrio humano y de la vida, racionalizar y planificar la economía y la explotación de recursos y educar para la vida y no para competencia, la violencia y la muerte. Eso solo es posible en socialismo, ¡imposible en el capitalismo! .

¡CHÁVEZ ES SOCIALISMO!, ¡VOLVAMOS A CHÁVEZ!

DUQUE EL POLICIA MALO, PETRO EL POLICIA BUENO, Y EL MADURISMO ENTRAMPADO

Petro, se reunió en Caracas, con el presidente maduro. El embajador colombiano, Benedetti, comentando esa reunión declara, en una entrevista difundida por diferentes medios:

-Pero en Estados Unidos parece que no están muy contentos con la cita de Petro y Maduro…

-Que yo sepa no. Ellos no se meten en eso. Todo lo que se ha hecho con Venezuela va de la mano de Estados Unidos, aquí nunca vamos a coger por sorpresa los Estados Unidos.

-¿De la mano con Estados Unidos?

-Va de la mano con Estados Unidos. Yo tengo una relación fluida con James Story, que es el encargado de Estados Unidos para Venezuela. Trato de comentarle lo que se puede comentar e informarle lo que se va a decir.

-¿Washington sabía de esa reunión?

-Claro, de todo.

Si esto es lo que asoma, como será la verdad oculta. La declaración del alto funcionario autoriza a pensar, a deducir, que Petro es una pieza fundamental de la estrategia de los gringos en relación a maduro, tal como lo fue duque. Todo esto deja en evidencia muchas cosas: la primera, el destino de Venezuela no se discutirá en México, se está discutiendo, ahora, entre los gringos, los rusos, los chinos, con la representación accesoria del madurismo.

¿Qué mueve a los gringos en esas conversaciones, que persiguen? Los gringos, en lo económico, poco tienen que exigir, están satisfechos, el madurismo ha revertido al Socialismo, ha ido más allá de la grosería en la entrega. ¿Entonces, que exigen los gringos? Ellos, buscan la estabilización del giro hacia el capitalismo, saben que mientras no se instaure el opio de la democracia burguesa el peligro de un retorno a la vía chavista está vigente, el circo de la democracia burguesa anularía, por un tiempo, las salidas socialistas. Por eso exigen unas elecciones que permitan, ayuden a esa estabilidad política.

El madurismo, por su parte, exige garantías de respeto a sus fortunas, inmunidad, levantamiento de las medidas judiciales en su contra.

Las conversaciones avanzan, el cambalache último, de gerentes petroleros por familiares, indica la calidad de las conversaciones por parte del madurismo. En los próximos días se verán los resultados.

Todas estas conversaciones, suceden en medio de un clima geopolítico enrarecido por una intervención de la otan en el patio trasero ruso, Ucrania y Venezuela no son situaciones independientes, son parte del movimiento de la “Trampa de Tucídides”, que ya el General Padrino explicó en su libro. Esta situación debe estar siendo estudiada por los estrategas de la cuestión militar. Otra cosa es, si la cúpula madurista tiene oídos receptivo a estos estrategas, o está sumida en sus pequeñas apetencias.

El país, está desguarnecido por la falta de profundidad estratégica de la dirigencia. No hay proyecto nacional, más allá de las apetencias mezquinas de la cúpula desesperada. En esta situación, en estas manos la Patria está a merced del torbellino mundial. Es urgente, vital, recomponer la dirección de la nación, una dirección que pueda navegar en medio de las tensiones internacionales sin plegarse sumisa a alguna potencia. Que tenga la suficiente fuerza, la visión estratégica, para mantener la Soberanía Nacional, para ponerla al servicio de la Humanidad, de la Patria Humana.

¡CHÁVEZ, HUMANIDAD!

LA DERECHA Y LA IZQUIERDA EL PÉNDULO NEFASTO

El capitalismo, ese viejo sabio, ha inventado un espectáculo que le permite perpetuarse. Concibió una lucha que no pone en riesgo su existencia, es una especie de novela de Delia Fiallo, con todos sus ingredientes: galán, villano, trama que cautiva, intrigas que dejan dudas y despiertan interés, tiene hasta payasos, víctimas a montón. Todos los ingredientes para distraer.

Se trata de la democracia burguesa, y sus principales protagonistas son la izquierda, que hace el papel del galán de la novela, y la derecha en el papel de la mala Casandra. Estos dos actores de la novela burguesa, se necesitan mutuamente, sus tensiones le dan vida a la historia, el uno, no puede existir sin el otro. Esa pelea de mentirita, tiene como objetivo distraer con sus episodios diarios.

Los espectadores, las masas, se alegran cuando lula, el bueno se impone en unas elecciones al villano bolsonaro. Y festejan la victoria. Se contentan cuando el malvado duque sale de escena y entra petro, como un galán nuevo, las masas, cual dulcinea se sienten cortejadas y se ruborizan. Los medios de comunicación modernos, que no solo comunican, sino al contrario, crean y deforman realidades, hacen creer a la masa que ese cambió de personajes es un cambio real, en los fundamentos de la vida, y no solo un matiz en el sistema que los subyuga.

Con estos triunfos de la izquierda, propagan la especie de que el continente se mueve hacia la izquierda, que ya no hay “grupo de Lima”, cuando estos gobiernos, estos galanes nuevos se agoten, pierdan la capacidad de engañar, vendrán de nuevo los villanos, y los medios dirán que el continente se mueve hacia la derecha. Entonces, la lucha será por volver a los gobiernos de izquierda, todas las fuerzas se unirán con esta meta.

Y así, con ese movimiento del péndulo nefasto, unos años para allá, otros para acá, con esa lucha de las masas al ritmo que marca el vaivén perpetuo, se pasarán los días, y el sistema capitalista gozará de buena salud.

La conclusión es clara, la izquierda y la derecha son las dos caras de la misma explotación, del mismo sistema creador de miseria. Se trata de una treta destinada a desviar la fuerza revolucionaria de las masas. De llevar las condiciones objetivas de penuria que el capitalismo produce, hacia metas inofensivas. Y la conclusión más dramática, es que la llamada izquierda es una válvula de seguridad para el sistema capitalista, una manera de obstaculizar a la Revolución. Si revisamos la historia de las luchas populares, encontraremos la cantidad de oportunidades revolucionarias que se perdieron por el trabajo de la izquierda, la cantidad de oportunidades revolucionarias que cuando ya la derecha había fracasado, fueron frustradas por la llamada izquierda.

Existen en la disputa del poder, dos bandos fundamentales: uno el bando capitalista constituido por la izquierda y la derecha, en sus variadas versiones, y otro bando, constituido por la Revolución, con su meta de ir contra la lógica del capital. En resumen, la lucha política en estos tiempos es, entre capitalistas y Socialistas. La lucha entre izquierda y derecha, es una bufonada.

LA VICTORIA DE LULA Y VENEZUELA

La elección de Lula Da Silva como presidente de Brasil, constituye indudablemente, una victoria del pueblo brasileño y del movimiento popular en Latinoamérica. Es un hecho que, junto al triunfo de Gustavo Petro en Colombia; y, anteriormente, de Gabriel Boric en Chile, nos debe llenar de Esperanzas y fuerzas para entender, que un cambio político, una salida –hacia la izquierda– del abismo en el que se encuentra Venezuela, es posible.

La victoria de Lula, acompañado de amigos de nuestro pueblo, como la ex presidenta Dilma Rousseau, el ex canciller Celso Amorim y el liderazgo del Partido de los Trabajadores, junto al movimiento popular y social brasileño, viene a ser una fuerza política y moral que, desde una perspectiva progresista, de izquierda, y con base en lo que ha sido su conducta política de respeto a los derechos humanos, la justicia social y la democratización de su propio país, podrán ayudarnos a superar la situación de estancamiento y restauración reaccionaria en Venezuela, con el gobierno de nicolás maduro.

Porque Lula Da Silva, no sólo derrotó al presidente Jair Bolsonaro, exponente intolerante y violento de la derecha brasileña, sino que, también derrotó, a lo que nicolás maduro representa, con su gobierno represivo y su política económica depredadora y de choque que ha empobrecido al pueblo venezolano. 

Lula fue capaz de superar el lawfare, es decir, la utilización de la justicia como instrumento de persecución política, así como, la terrible campaña de descrédito en redes sociales y grandes medios de comunicación en su contra. Todo ello,  gracias a que, en Brasil, a pesar de la existencia de un gobierno como el de Bolsonaro, hay Estado de Derecho; por lo que, Lula pudo salir en libertad y contar con las garantías y condiciones para postularse como candidato presidencial y recorrer su inmenso país en campaña política, movilizando al pueblo brasileño para derrotar el oscurantismo impuesto por Bolsonaro. 

Lo trágico y triste, es que, en el supuesto que Lula estuviese en nuestro país, éste no hubiese podido ser, ni siquiera, candidato con el gobierno de nicolás maduro. Como dirigente obrero, que lucha por los derechos de los trabajadores, por la justicia social, por la igualdad y en contra de la entrega del petróleo y la destrucción del Arco Minero, es bastante probable que Lula estuviese preso en Venezuela, como lo están hoy día, cientos de trabajadores venezolanos. 

Pero si además de ello, Lula hubiese anunciado su intención de postularse como candidato a las próximas elecciones del país, como una opción chavista y revolucionaria, la maquinaria de propaganda del madurismo hubiese arremetido en su contra, desde sus programas de odio; el fiscal sicario y el Poder Judicial, hubiesen levantado nuevas y falsas acusaciones en su contra; el DGCIM hubiese detenido a uno de sus hermanos; y, en fin, utilizarían todo el poder del Estado para impedir que fuese candidato a la Presidencia. 

Si en el mismo supuesto, en vez de Lula, fuese Petro, líder del movimiento popular, exguerrillero, o Gabriel Boric, representante de la juventud revolucionaria, quienes siendo venezolanos intentasen participar de la política o aspirar a ser candidatos presidenciales en Venezuela, sufrirían de igual o peor suerte. 

Esto es lo que sucede actualmente en el país. El madurismo ha conculcado los derechos políticos de los venezolanos y arremete, con especial saña, en contra de los dirigentes de izquierda y cualquier opción política que reivindique al Presidente Chávez, al Plan de la Patria y al socialismo, lo cual constituye una violenta negación a las posibilidades de salidas constitucionales a la terrible e inocultable crisis  que vivimos. Cierran las puertas Constitucionales y las abren a la violencia.

Es importante notar que el madurismo actúa de manera virulenta en contra de la posibilidad de que la salida a la crisis del país sea revolucionaria, chavista y junto al pueblo, lo cual devela su verdadera naturaleza y propósitos.

El terror del madurismo a cualquier opción política proveniente del campo revolucionario y chavista, no sólamente es reflejo de su profunda debilidad, sino que, deja entrever, cada vez de manera más clara, que avanza un acuerdo de convivencia con factores tradicionales de la oposición, esos que están dispuestos a dejar a los venezolanos en el abismo, con tal de disponer de alguna cuota de poder en esta charca en la que han convertido a las instituciones del Estado. 

El gobierno golpea, encarcela y persigue a los dirigentes de izquierda, a los chavistas, sean estos civiles o militares. En mi caso, me exilia, descalifica, ataca y acusa judicialmente, incluso, secuestra a mi hermano, ocupa mi vivienda y hace de todo para silenciarme; a la vez que impone la violencia en el movimiento popular y encarcela a los obreros; mientras todo esto sucede, se prepara para llegar a “acuerdos” y pactos con los exponentes tradicionales de la derecha venezolana que –hagan lo que hagan en el país– siempre encontrarán la mano tendida del madurismo para negociar. 

Este gobierno no quiere nada con la izquierda, ni con el chavismo. Para el madurismo, el verdadero enemigo es el campo revolucionario, la propuesta socialista, es Chávez. Pero el madurismo intolerante de derecha, tampoco está dispuesto a aceptar a ningún factor de la oposición que no se subordine a sus planes y designios, que no esté dispuesto a ser cómplice y soporte de este desastre, de este pacto de Punto Fijo chucuto.  

El gobierno persigue al chavismo y reprime al movimiento popular para imponer la pax de los sepulcros a la izquierda y el bozal de arepa a la oposición. Son ellos, la cúpula del madurismo, los que pretenden decidir quién puede ser candidatos –sean alacranes o dráculas–, fáciles garantizar la victoria de “super bigote” en esta trágica y estúpida parodia en la que han convertido a la política; mientras que el pueblo venezolano, vive para seguir muriendo o decide escapar, como lo han hecho 7,1 millones de venezolanos, arriesgando sus vidas y morir en el Darién, en el páramo de Berlín o en un naufragio en el Caribe.

Esta es la realidad de un país abandonado a su suerte, sin una vanguardia revolucionaria que se decida a luchar junto al pueblo; de un chavismo sin garra, desarmado, y un poder popular desmovilizado; de una Fuerza Armada que ha faltado a sus deberes constitucionales y sostiene en el poder a un gobierno que entrega el país y su soberanía.

La realidad de Venezuela, donde el gobierno mantiene secuestrado a todo un pueblo, utilizando para ello, complejos y sofisticados mecanismos importados de control social y represión política que asfixian al país, mientras se lo siguen engullendo, se lo reparten y lo van degradando, material y espiritualmente, hasta convertirlo en el país de las miserias y el sálvese quien pueda, el de la resignación.

Las victorias de Lula, Petro y Boric, han sido posibles porque en estos países, a pesar de Bolsonaro, del uribismo y del pinochetismo, el pueblo pudo ejercer todos sus derechos políticos, ejercer el de la participación política, con garantías y condiciones. Estos pueblos hermanos pudieron expresarse y decidir un cambio en su situación, en su propio futuro, porque lucharon para conquistarlo, se movilizaron para exigir la democratización de sus sociedades, no aceptaron la imposición de dictaduras enmascaradas, ni se entregaron al fatalismo de vivir bajo el “milagro” de Bolsonaro, Uribe o Pinochet. 

América Latina, la nueva izquierda que surge, deja aislado, más que nunca, a nicolás maduro y su gobierno represivo y antipopular. Se le siguen acabando las excusas al madurismo; los pueblos de la región marcan la pauta, dan el ejemplo de que sólo con la movilización y la participación política, seremos capaces de salir de nuestras propias tragedias; que debemos luchar por nuestros derechos, dejar atrás el miedo y el conformismo, que no hay fatalidades; que si el liderazgo político y la vanguardia no están dispuestos a asumir su papel histórico, si están entregados, cansados o asustados, entonces, surgirá otro liderazgo, porque las sociedades no se suicidan y Bolívar no rasgó las tinieblas por un instante, solo para luego perderse en el abismo.

La producción de alimentos y la desigualdad

Pregúntenle al presidente por qué, si aumentó la producción de alimentos, los precios no bajan, más bien se acrecientan.

Así es el capitalismo. En el planeta se produce suficiente alimento para sostener por mucho tiempo a todos los hambrientos del mundo… ¡Pero esa no es la idea! La idea es obtener ganancias de la producción de alimentos, sostener un estado de desigualdad, de dependencia, de necesidades desesperantes para que esa gran masa de hambrientos y necesitados esté dispuesta a trabajar duro por subsistir y vender así su fuerza de trabajo a bajo costo, por lo mínimo necesario para sostenerse vivo trabajando, y para que aumenten las ganancias de sus dueños, para que sean “competitivos” en la gran pugna por quién se hace más rico a costa de la explotación del trabajo humano. La desigualdad, la explotación humana y de la naturaleza forma parte de la lógica del capital

¿Pregúntenle al presidente porque no echó el cuento completo del “aumento de la producción de alimentos”? ¡Porque así es el capitalismo!, tiene que mentir para poder sostener una masa trabajando de forma inhumana; a otra parte desempleada a que sirva de reemplazo; y un resto que viva solo para resolver sus necesidades diarias sin detenerse a pensar en otra cosa, ¡para que no piensen en otra cosa!, para que no puedan entender el engaño de la falsa libertad, de la falsa democracia. La mentira es otra parte fundamental de la lógica del capital.

Los falsos nacionalismos hacen que los pobres se sientan incluidos, reconocidos en éxitos que no son sino para los ricos. Son la ilusión de ganar a través de una conquista ajena, la de que los ricos les robaran el producto de su trabajo. Ese nacionalismo es parecido al sentimiento de obtener una ganancia personal a través de las victorias del Magallanes o las del Barcelona FC. El capitalismo crea ese falso patriotismo fundado en el éxito de los más ricos y mediante el sacrificio de una masa atontada, fanática, irracional, capaz de morir por una patria inexistente en guerras intercapitalista, lo equivalente a morir defendiendo los colores del Magallanes o del Caracas, o del Atlético de Madrid, o de “la vinotinto”.

Pregúntele a Maduro quién se beneficia de la producción de alimentos en estos momentos, porque yo no estoy en ese grupo. Nosotros salimos a comprar casi lo mismo todos los días y cada día los precios suben, pero los sueldos no. No existen ajustes de sueldos por inflación, escala móvil de salarios, porque, ¡si así fuera, cae la producción!, porque ¿qué empresario va invertir en una actividad que no le reporta pingües ganancias; cuando tiene que aumentar los sueldos de sus esclavos modernos a según como aumenten los precios o aumenten sus ganancias? La idea es mentir, y hacer ver el éxito del empresario como una conquista nacional y espiritual del trabajador a través de sus sacrificios personales y sociales.

Pregúntenle al presidente qué es lo que sostiene la producción de alimentos en este momento. Yo les digo: los bajos sueldos de los trabajadores, el sacrificio de los trabajadores engañados, los subsidios del gobierno a través de créditos y financiamientos, es decir, los “apoyos” a toda clase oportunista que se hace rico importando y exportando alimentos, sin dejar nada a los trabajadores como para que éstos lo puedan comprar con su sueldos de miseria… Pero él no les va a decir la verdad. Debe mentir, halagar con la miel de la mentira el sacrificio de los trabajadores por un éxito que no es del país, ni siquiera del gobierno, sino que es para los empresarios que se hacen más ricos en este “nuevo modelo económico” con sus negocios, manteniendo los sueldo bajos y libres de toda clase de controles legales, de contratos colectivos o de fueros que protejan el valor del salario y las condiciones físicas de trabajo.

¡Pregúntenle a Maduro, él lo sabe! Los claps, las bolsas de comida es una forma de decirle a la masa pobre que este “aumento de producción de alimentos” no es para beneficiar a los más pobres, sino para beneficio de los ricos, para aumentar sus ganancias; que a ella, a la masa pobre, le solo le toca un resto, de esos que distribuyen algunos en pueblos del “quinto mundo”, para lavar sus conciencias, ¡migajas!; que esta sociedad es para los que más tienen y menos trabajan… y más mienten, los que especulan, hacen trampas, lo arribistas, los farsantes, los disimuladores. ¡Eso significan las bolsas de los claps!, ¡desigualdad! Pero los mentirosos lo llaman “socialismo”.

Por esa mentira madurista, de llamar socialismo a asistir a la miseria con sobras, es cómo culpan los capitalistas al ideal socialista de sus propias prácticas sociales excluyentes y de sus originales fórmulas económicas de explotación social… ¡Uno de los triunfos del capitalismo sobre Maduro es hacer que llame “socialismo” al lado más feo y más hipócrita de las prácticas capitalistas: la limosna!, la “asistencia social” para los que no tienen nada… “No los vamos a abandonar jamás” –dicen los pícaros – porque los necesitan para votar por ellos en las elecciones y para que sigan produciendo plusvalía, o sea, capital para los que les robaran el alma. La desigualdad social está en el corazón del corazón de la Lógica del Capital.

El éxito de la producción de alimentos debe ser social, es hacer que estos alimentos lleguen por igual a todos los miembros de la sociedad, y de forma real, no simbólica. Para Chávez la producción de alimentos era sagrada, y su plan alimentario era de primer orden para avanzar en la construcción de la justicia social y del socialismo, garantizar la seguridad alimentaria para toda la población, un antídoto verdadero contra los chantajes capitalistas. Para Chávez sólo si había excedentes se podía disponer de alimentos para la exportación o para el intercambio. Producir alimentos para la exportación forma parte del esquema capitalista de explotación de la tierra, de los mares y del trabajo humano, es lo que hace Monsanto o Cargill. En una sociedad socialista los alimentos se donan o se intercambian por otros bienes de consumo necesarios, la alimentación es sagrada, no se obtiene con ella lucro. Hay que volver a los valores socialistas…

¡CHÁVEZ ES SOCIALISMO!

La desesperanza, un objetivo del capitalismo

Qué mejor para el capitalismo que una sociedad con una vocación para la ignorancia y el fatalismo, resignada a vivir en la ignominia. Eso es lo que representa sostener este estado emocional, este orden (desorden) social, sumir a la gente en la desesperanza y el conformismo.

Maduro y el madurismo, cada día que pasa se cuadra más y cuadra más al país con los intereses del capitalismo colonial. Ni siquiera se piensa en desarrollar un capitalismo que sea capaz de autofinanciarse, de sostenerse por sus propios medios, ¡ni siquiera se piensa! La actitud del madurismo es la de un desespero por superar la barrera del no retorno al socialismo, y para eso hay que regresar a un pasado anterior a lo civilizatorio que pudo tener la democracia burguesa.

El precio que vamos a pagar por esta desesperación va ser el regreso a un pasado colonial, parecido al gomecismo: un pueblo ignorante y dócil, un Estado policial e ineficiente o inexistente, y un capitalismo de oportunistas y saqueadores y depredadores despiadados (ahora mismo el periodista Fraso –Francisco Solórzano – denuncia a un diputado de la comisión de finanzas que está haciendo gestiones a favor de la trasnacional asesina Monsanto-Bayer ¿acuerdos confidenciales?). Lo peor que le puede pasar a nuestro pueblo es que se habitúe a la miseria física y espiritual, que se acostumbre a ver con lentes mal graduados la realidad y acepte vivir por siempre sin la esperanza de un mundo mejor.

No se puede vender nuestro futuro por un puñado de dólares, cambiarlo por un presente de ansiedad. Perder la memoria de Chávez es lo que pretende el madurismo, vaciarlo de contenido revolucionario y socialista para rellenarlo de sus veleidades capitalistas, una “izquierda pragmática”. Frente a esta desesperación, las trasnacionales más asesinas y depredadoras se aprovechan y por mezquindades, por ambiciones personales, acaban con un pueblo y un país entero, incluso la esperanza del planeta. A eso estamos expuestos hoy por la desesperación madurista.

Es urgente rescatar el espíritu de Chávez, el pensamiento socialista, el plan de la patria. Maduro y la otra oposición subordinada a Estados Unidos no son una opción para cambiar el futuro negro que nos promete el capitalismo salvaje de maduro, porque apuntan hacia una misma dirección. Cualquiera de estos dos bandos va entregar la patria a manos de las trasnacionales y prometen servir a intereses dentro de la guerra intercapitalista mundial. Nuestra salida, el socialismo, es tangencial a esa guerra y frontal en contra del capitalismo.

¡HAY QUE VOLVER A CHÁVEZ!

Hasta que la izquierda en Latinoamérica entendió; que el madurismo era de la derecha

Quién puede negar que Chávez fue el «Ayudador de los pobres de América Latina», los pueblos olvidados aún lo recuerdan como quien más hizo por la integración de la región en la historia contemporánea de esta parte del mundo, su legado más preciado en aras al crecimiento y el mutuo apoyo entre los países hermanos, estuvo en organismos de integración como el ALBA, Unasur, Petrocaribe y la cadena multinacional teleSUR, y que hoy no surten efecto alguno, debido a la mala gestión del madurismo.

Como ya es sabido, el Comandante debía recurrir nuevamente a una intervención con motivo de la enfermedad que enfrentó. Había vencido las elecciones del 2012, y la nueva intervención podía ser compleja y difícil, por eso el 8 de diciembre de 2012 lo anuncia, y pide apoyo para maduro, pues sino estaba en condiciones para la toma de posesión el 10 de enero de 2013, se debía evitar cualquier acción por parte de la oposición, debido a eso era probable realizar de nuevo elecciones presidenciales para dar cumplimiento a la constitución, ocasión que aprovecha el madurismo con el lamentable desenlace del fallecimiento del Comandante.

El nuevo gobierno, ahora presidido por maduro, debía garantizar la continuidad de lo que Chávez había iniciado, el Comandante le había dejado su equipo de trabajo, el «Plan de la Patria», recursos suficientes, y un Pueblo dispuesto a apoyar la consolidación de aquello que el Comandante buscaba, el bienestar, la unificación y fortalecimiento de nuestra Patria y de los Pueblos.

Pero la traición del madurismo para con Chávez, su legado, y el Pueblo de Venezuela, no se hizo esperar, la derecha agazapada que rodeaba al Comandante retornó al poder, representada por el madurismo, haciendo metástasis en todas las instituciones del País, trayendo con ellos lo único que tienen para dar, destrucción, corrupción, y exclusión del pueblo, ya no estaba el Gigante para poner órden, todo aquello por lo que él trabajó, venía a ser eliminado de una forma feroz por parte de un grupo que él confió.

La derecha se disfrazó de izquierda, y en nombre de un Chávez ausente, comenzaron a aplicar malas políticas que llevaron a un pueblo indefenso, a ser víctimas del madurismo y sus acciones inhumanas, a trabajar mucho, y recibir un salario de hambre y miseria, no servía de nada poseer las reservas de petróleo más grandes del mundo, cuando el gobierno traía como objetivo acabar con la obra del Gigante, y cobrar venganza contra los más necesitados.

El pueblo desprotegido comenzó por allá en el 2015 a buscar oportunidades en otros países, e inició un éxodo que hasta el día de hoy no ha finalizado, ése precedente sirvió para que la derecha se fortaleciara en el continente y figuras como Lula, Evo Morales, Rafael Correa, Cristina Fernández de Kirchner que habían protagonizado la ola de izquierdas que inundó América Latina en esa década, fueran superadas. Ahora Venezuela gracias al madurismo se había convertido en el ejemplo inequívoco, de porque no se debía elegir un gobierno de izquierda, los Pueblos entraron en pánico debido a lo que el madurismo estaba causando a un país rico, optaron por apostar a gobiernos de derecha, hasta que hoy en día entendieron que el madurismo no era de izquierda, sino de derecha, de allí el triunfo en Colombia de Gustavo Petro, y Lula en Brasil.

El Comandante decía que los Pueblos eran sabios, y podemos ver cómo entendieron que el madurismo no representan; ni socialismo, ni mucho menos la revolución Bolivariana que construyó Chávez, obviamente son de derecha.

Ahora la izquierda está fortalecida en nuestro continente, y nos toca a los Venezolanos, salir de los traidores del Comandante, salir de éste nefasto gobierno de derecha, y reconstruir en el camino que Chávez planteó, la Venezuela potencia, que tanto necesitamos los Venezolanos, incluyendo Latinoamérica y muchos países del mundo.

Que la derecha llegara al poder como sucedió en Venezuela, y luego dejara ver sus verdaderas intenciones, no es nada nuevo, recordemos que el mismo Rafael Correa fué producto de traición, y con su propio apoyo, llevó a gobernar a la derecha que también estaba agazapada en Ecuador, y entró representada por Lenín Moreno, a quien Correa tildó de buen actor, por haberlo engañado por más de 10 años. Pues Moreno aprovechó el apoyo de Correa para llegar al gobierno y luego sacar su verdadero tinte político. Igual que el madurismo, se alió sin vergüenza alguna, a los grandes grupos económicos y empresarios, olvidando por completo al Pueblo más necesitado.

Ahora bien, entendamos éste escenario, la derecha en Ecuador entró por un error del mismo Rafael Correa, error que ha reconocido en entrevistas que le han realizado, y busca de forma incesante corregir ése error, sin éxito hasta el momento, nadie puede poner en duda que aún goza de popularidad y apoyo en su país, con todo y ese apoyo, no pudo después de Moreno, lograr un gobierno de izquierda, y las consecuencias las está sufriendo el Pueblo.

En Venezuela la derecha entró a gobernar como sucedió en Ecuador, producto de una traición, y; aunque suene duro, con Ecuador Correa trata de enmendar ése error, pero aquí no está Chávez con nosotros, por eso la hemos tenido tan difícil.

El madurismo ha sido implacable con la figura y obra del Gigante, hoy más que nunca los Chavistas debemos llevar su morral, y ponernos en sus zapatos, Chávez confió en la sabiduría que tenemos como Pueblo. Del equipo de Chávez, el único que ha puesto a temblar al madurismo, al punto que recurrieron a sus perros, y métodos sucios de campaña, ha sido el compañero Rafael Ramírez, el hombre que le respondió al Comandante en las buenas y en las malas, el único por quién Chávez metió las manos al fuego, cuando la oposición y los agazapados atacaban, porque querían apoderarse de PDVSA, en ésa oportunidad no pudieron, hoy se apoderaron de ella, y la quebraron.

Chávez le confió a Ramírez PDVSA, porque cuando la empresa fué paralizada y saboteada, expertos decían que tardaría años en retornar a su funcionamiento normal, pero gerencia y pericia se fusionaron, y contra todos los pronósticos, en pocos días se recuperaron las operaciones, y PDVSA se convirtió en la empresa del Pueblo, que producía para el Pueblo.

Chávez sabía que estaba sobre un nido de alacranes cómo lo advirtió el General Müller Rojas, y no estaba dispuesto a colocar PDVSA de nuevo en manos de traidores, fué entonces que en el 2002 la puso en manos de Rafael Ramírez, y desde esa fecha hasta su lamentable partida, no se atrevió a mover a Ramírez, a pesar de los ataques y acusaciones sin fundamento, Chávez sabía que la empresa estaba en buenas manos, estaba produciendo los recursos, y Venezuela tenía capital suficiente para impulsar todos los proyectos, y sostener todas las instituciones.

Chávez confió hasta lo último en Rafael Ramírez, si decimos que somos Chávez, debemos hacer lo mismo que hizo el Comandante, confiar y apoyar al hombre que cada vez que habla, estremece los cimientos del madurismo. Es quien está defendiendo la obra del Gigante, hoy destruida por el madurismo, y ése gesto merece nuestro apoyo si nos llamamos Chavistas.

«EL CHAVISMO VIENE CON TODO CONTRA LOS TRAIDORES DEL MADURISMO»

NACHO NO ES SOCIALISTA, MADURO TAMPOCO

En días pasado maduro enfiló sus diatribas contra el cantante Nacho, el suceso pareciera sólo material de Chepa Candela, de los que cubren la fuente de farándula, sin embargo, el hecho tiene un fondo político.

¿Por qué, el presidente maduro, escoge de contrincante a un cantante, por qué es ese el adversario que escogió el presidente? La respuesta se debe buscar en la trivialización de la política, en el huir a la seriedad, al no tener fondo de ideas, carecer de argumentos. Este país, en este momento merece mejor trato, cuando la situación económica es grave, la gente se evapora hacia destinos inciertos, la educación, las Universidades sufren verdaderos deslaves, uno de los presidentes de la república se enfrenta por la televisión a Nacho, lo acusa de no ser Socialista.

Al madurismo se le acabó el combustible, le cuesta engañar, anda por los rincones, evitando la confrontación seria, la crítica con fundamento, cierra emisoras a montón, censura en los canales oficiales a la gente que lo puede cuestionar. Al madurismo sólo le quedan las mentiras que nadie cree, inventar excusas, culpar a otros, pero se le acaban los “culpables”, ya la gente no cree en iguanas, rayos electromagnéticos, ataques de grupos extranjeros, en acusaciones sin fundamentos. Da charlas bufas en la televisión como esa del ministro que acusó a los españoles de la tragedia de las Tejerías, pero todo es vano, la ineficacia del gobierno es inocultable.

Y el gobierno es ineficaz porque padece del mal de la simulación, ésta es la enfermedad del que se embarca en una tarea para la que carece de preparación, sólo le queda imitar a los que sí saben, usan sus uniformes, copian sus palabras, sus gestos, y hasta sus rabietas. En realidad, dan vueltas en círculos, no salen del mismo sitio. Inventan lo que ya está inventado, les interesa más la imagen que la realidad.

Han perdido contacto con la realidad, han creado una norealidad con sus medios de comunicación, con ellos quieren comunicar, difundir como cierta a esa norealidad creada, buscan engañar a la masa, y lo consiguen en alguna medida, el problema es que el monstruo se volvió contra ellos, y, ahora, se creen la ficción que han creado. (Es interesante, y debe ser objeto de estudio de los entendidos, como ha cambiado la comunicación en estos tiempos, ya los viejos conceptos, que explicaban la radio, el telégrafo y las cartas, deben ser remozados)

Nacho no es socialista, ni querrá serlo, no nos incumbe, lo que sí importa al país, es el fraude del madurismo, su mentira de hacerse pasar, cuando les conviene, por socialista. Ahora están asustados, la orden que dieron de miraflores, fue movilizar al secuestrado psuv, a todos los ministros, a los diputados. Todos en campaña para ir a unas elecciones sorpresas.

Pero ¿con cuáles consignas, con cuáles logros, con qué cara, con cuáles ojos? Tuvieron que desempolvar al Socialismo, a Chávez, al color rojo. Ahora, en campaña volvieron a ser chavistas, no les da vergüenza que se les vea el fraude. Cada vez que nombran al Socialismo les crece la nariz.