Hoy se cumplen 188 años de la Firma del Acta de nuestra Independencia, un proceso político-militar que costó la vida a casi la mitad de la población de Venezuela. Este nuevo aniversario de nuestro día nacional, encuentra a la Patria en el peor momento de su historia republicana: con una mafia que secuestra el poder del Estado, la protesta social creciendo día a día, degradación del salario, hiperinflación, precarización de las condiciones de vida, falta de medicinas, y paradójicamente todas estas demandas son atendidas por el gobierno con crecientes niveles de violencia y represión.
El shock económico neoliberal ha contraído la economía a menos de la mitad desde que maduro asumió el poder, mientras tanto, el éxodo migratorio ya sobrepasa los 4 millones de compatriotas y el proceso de privatización de los activos del Estado, entre los amigos de la mafia gobernante, especialmente de PDVSA, sumada a la depredación de nuestros recursos naturales -como ocurre con el Arco Minero-, aleja cada vez más las posibilidades de una recuperación económica y un desarrollo soberano.
Con la publicación del informe de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, las violaciones contra los derechos humanos de la República Bolivariana de Venezuela y sus ciudadanos se evidencian mucho más dimensionados ante un mundo que, anonadado, presencia como en un país, que hace unos años era ejemplo para el mundo, hoy regresa a la tortura y a la violencia policial. Regresa a un gobierno que destruye a sus ciudadanos, y que a pesar de la represión, no se amilanan en el reclamo de sus derechos y se mantiene diariamente en las calles protestando.
Hoy, como hace 188 años, está en marcha un proceso de recuperación de la Independencia, del rescate de la Patria. Y para lograrlo, sin violencia y de manera institucional, proponemos, que sea direccionado por una Junta Patriótica de Gobierno basada en la unidad de los venezolanos chavistas, progresistas y patriotas.
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