El ex hombre fuerte del petróleo en Venezuela considera que “la prepotencia de las élites en América Latina” ponen en juego el bienestar de la gente
Desde algún lugar de Europa Rafael Ramírez se hace solidario con Evo Morales y señala que la situación boliviana hace pensar que la injerencia ha regresado a la región de la mano de las élites políticas y económicas.
“Hay gente matiza los hechos, pero es un golpe de Estado con todas sus letras. La policía se insubordinó y la Fuerza Armada le sacó la alfombra, lo que obligó a Evo a renunciar ante la imposibilidad de proteger a la gente”, sostuvo Ramírez.
Alerta que la gestión económica de Evo Morales era exitosa con resultados en la reducción de la pobreza y el crecimiento económico que redundaron en la mejora en la calidad de vida de los bolivianos.
“El PIB de Bolivia creció 26% desde 2006 y el nivel de desocupación es de 1,2%”, aseguró Ramírez quien acotó que la reducción de la pobreza general pasó de 75% a 15% en la gestión de Morales.
Critica las élites bolivianas. Las considera responsables de un golpe de Estado basado en racismo y como reacción de la “derecha de la región ante la perdida de los espacios que se ganaron en Argentina y de la realidad chilena que pone en tela de juicio las políticas neoliberales”.
Ante la violencia que comienza a verse en Bolivia acusó a Luis Fernando Camacho como responsable por promover “el racismo, los secuestros de niños para obligar a renunciar a los funcionarios”.
“Esto significa un retroceso político para la región. Las elites son intolerantes y se se llevaron por delante a un Presidente de lujo, afirmó Ramírez.
Al hablar de las consecuencias para Venezuela de estos hechos aprovechó para cuestionar a Maduro de quien dijo se aprovecha para “montarse en esa ola”.
“En Venezuela no hay un gobierno socialista ni mucho menos progresista. Maduro es un arrocero en ese mundo de una izquierda latinoamericana renovada que representan Amlo y Fernández. Por eso Evo pide asilo en México y no en Venezuela”, afirma.