Antecedentes:
La hemos llamado Junta Patriótica, porque se refiere a la única experiencia exitosa de rebelión cívico-militar en nuestra propia historia, con elementos de fondo que, a pesar de la diferencia de momentos y condiciones, siguen vigentes.
El origen de esta propuesta se remonta a nuestra propia experiencia como país: el derrocamiento de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, el 23 de enero de 1958, por un movimiento cívico-militar, articulado por una Junta Patriótica, conformada por todos los factores políticos del país: AD, el Partido Comunista, URD, Copei, a la que luego se sumaron los militares patriotas. Se trataba de un movimiento nacional, patriótico, de unidad cívico-militar para derrocar a la dictadura.
La propuesta de la Junta Patriótica de Gobierno, nace de la discusión impostergable de cómo el resto de la sociedad, la mayoría del pueblo, recupera su rol protagónico en la conducción de sus propios asuntos, preservando la soberanía política y económica, y avanzando en la reconstrucción de la patria.
La arremetida contra PDVSA y el sector petrolero, es un ejemplo claro de lo urgente de la salida del gobierno y la instalación de la Junta Patriótica.
La Junta es una estructura transitoria de gobierno, mientras se restablece la vigencia de la Constitución y el ejercicio pleno de la soberanía popular a través del voto directo y secreto. Es la unidad de los sectores patriotas, democráticos y populares.
Legitimidad:
Nuestra actual Constitución, contempla elementos fundamentales para darle legitimidad a la creación de la Junta Patriótica de Gobierno:
Lo establece expresamente el artículo 5º Constitucional, la Soberanía Nacional reside “en el pueblo”.
Por otra parte, el artículo 333º de la Constitución, convierte en un deber de toda ciudadana y ciudadano, hacer lo necesario para restablecer el orden constitucional, sus garantías y derechos, sin ningún tipo de límite o exclusión, si éstos están siendo violados o desconocidos.
Objetivos:
Lo más importante, además de recuperar gobernabilidad y legitimidad, es recuperar el alma de nuestro pueblo, restablecer los valores del gentilicio venezolano: la solidaridad, el trabajo, el compromiso, el amor, el afecto, la alegría, la esperanza. Dejar atrás el egoísmo, la intolerancia, el odio. Volver a la razón, a las ideas, a la grandeza como pueblo. Volver a ser el pueblo Bolivariano, grande, orgulloso y noble que siempre hemos sido.
La Junta, ha de ser un organismo colegiado, con decisiones de consenso, y una permanente consulta popular, tiene que tener una autoridad limitada, en el alcance y el tiempo:
- Aplicar, por dos años, un plan de emergencia humanitaria, organizar un Referéndum Consultivo, legitimar instituciones y conducir elecciones. Podría llamarse gobierno de transición, podría activarse después de realizar un referéndum consultivo, o con una acción cívico-militar que deponga a maduro.
- Proteger y resguardar la Constitución y las leyes promulgadas al inicio del conflicto de poderes entre el Ejecutivo y la Asamblea Nacional. Estásno se pueden cambiar, por lo que se debe derogar todas las leyes, decretos y contratos entreguistas e ilegales hechos por maduro y avalados por la Asamblea Nacional CoConstituyente.
Actuar apegada a la Constitución, de acuerdo con la integridad de su articulado.
- Respetar los Acuerdos Internacionales suscritos por el país.
Garantizar la Soberania, Autodeterminación y la Independencia de la patria venezolana, no puede hacer nada en el ámbito internacional que vulnere nuestra soberanía, ni suscripción de tratados, ni solicitudes de injerencia o presencia militar extranjera en el país. No puede permitir la implantación de ningún plan, que viole los preceptos constitucionales y nuestro marco legal vigente.
- Proteger la Soberanía económica y territorial del país. Es indispensable, desde la misma transición patriótica, establecer una política económica y monetaria que recupere la capacidad adquisitiva del salario, el ingreso, el crecimiento económico. Rescatar todas nuestras capacidades productivas, públicas y privadas, para recuperar nuestros espacios territoriales, la producción de alimentos, el funcionamiento de los servicios públicos.
- Proteger a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, como árbitro y garante del proceso y la vigencia de la Constitución y Leyes.
- Incluir a todos los sectores políticos y sociales patriotas.
Así mismo, la Junta debe tener facultades Ejecutivas, para tomar decisiones en el ámbito de organizar y conducir el período de emergencia:
- Restablecer el funcionamiento de los servicios públicos fundamentales: agua, luz, gas, combustibles; la conectividad nacional e internacional del país: transporte terrestre, aéreo, comunicaciones.
- Atender como prioridad la crisis humanitaria: alimentación, salud, atención de desplazados, emergencia social. Solicitar ayuda a los organismos especializados de las Naciones Unidas y sus diferentes entes especializados, el apoyo y la solidaridad internacional, de los pueblos del mundo, para salir de esta coyuntura catastrófica: salud, medicamentos, alimentación, refugiados, para enfrentar la crisis humanitaria. Debe movilizar a todo el país para adelantar un programa de protección inmediata a la población, ir hasta ellos, directamente, con todos los recursos del Estado para atender sus necesidades.
- Elaborar un plan de emergencia de recuperación de la producción de petróleo, con PDVSA, recuperar nuestras capacidades productivas. Convocar a todos los trabajadores que han salido, sacar de la empresa a los organismos de inteligencia del Estado, liberar a los trabajadores y gerentes secuestrados, cesar la persecución, reivindicar a sus trabajadores, hacer un marco especial de protección de la empresa, sus activos, sus actividades, garantizar la seguridad de las instalaciones, revisar y revertir todos los contratos y cesiones ilegales.
- Restablecer las operaciones fundamentales del aparato productivo interno: alimentos y medicamentos como prioridad.
- Iniciar un registro de los venezolanos y venezolanas en el exterior, documentar la situación real y condiciones de los que han emigrado. El país necesita un “conteo de protección”. Presentar un plan de regreso y reinserción al país, al trabajo. Solicitar ayuda a los organismos internacionales para este programa de reinserción. Una “Misión Leander”. Los hijos, volverán para reconstruir a la madre patria.
La Junta debe restablecer las plenas libertades políticas en el país, el Estado de Derecho, las Garantías Constitucionales y el carácter participativo y protagónico de nuestra democracia:
- Libertad para los presos políticos.
- Cese a la persecución política, vuelta de los exiliados.
- Levantamiento de la censura a los medios de comunicación.
- Libertad para todos los trabajadores secuestrados.
- Libertad para todos los oficiales y miembros de la Fuerza Armada Bolivariana secuestrados.
- Intervención al Ministerio Público.
- Intervención a los organismos de inteligencia y cuerpos policiales vinculados a la represión política.
- Garantía al Debido Proceso y el Estado de Derecho en el país.
- Organización y promoción de un amplio debate nacional, en todos los niveles, sobre los pasos hacia el restablecimiento de la normalidad del país, la superación del odio y la intolerancia.
- Erradicación de la violencia y el discurso del odio de la vida pública y el ejercicio político en el país.
La Junta tendrá que ser capaz de organizar un Referéndum Consultivo para que el pueblo decida los pasos fundamentales del restablecimiento de la Constitución:
- Nombrar un nuevo TSJ, un nuevo Fiscal General, Poder Moral y un nuevo Poder Electoral, todos transitorios, hasta que se realicen elecciones generales y se legitimen todos los poderes como establece la Constitución.
- Renovar la Asamblea Nacional a través de elecciones, previo acuerdo que permita que, en su directiva, se logre una representación paritaria de los bloques políticos.
- Cesar las funciones de la Asamblea Nacional Constituyente, sin ningún resultado concreto desde su creación.
- Realizar elecciones Presidenciales.
- Cesar funciones de la Junta Patriótica.
- Conducir al país en un período de emergencia, de máximo dos años, para entonces convocar un Referendo Consultivo, legitimar las instituciones y restablecer la soberanía popular sobre la conducción de la patria.