El ex presidente de Pdvsa asegura que la debacle de la industria petrolera ha sido plena responsabilidad del gobierno de Nicolás Maduro, y que la contracción de todos los indicadores tanto petroleros como macroeconómicos son parte de su obra
Caracas, 22 de noviembre de 2018.- “Nicolás Maduro no entiende de dolor y respeto. Groseramente usa la imagen de nuestro recién fallecido compañero de lucha, Alí Rodríguez Araque para enfilar armas en contra, no solo de mi persona, sino que de los logros alcanzados durante 13 años por mi paso en la industria petrolera, bajo la guía del comandante Hugo Chávez”, dijo el ex ministro de Petróleo y ex presidente de Pdvsa, Rafael Ramírez.
Nicolás Maduro aseguró que “la podredumbre en la que cayó Pdvsa fue después de que salió Alí Rodríguez”, precisamente en un acto en su honor, lo que provocó la respuesta del alto ex funcionario de la administración del comandante Hugo Chávez.
“Maduro también enfila armas contra un momento histórico que el comandante Hugo Chávez avaló en su totalidad, por algo gocé de su confianza por más de una década”, argumenta.
Reivindica además la recuperación de la industria petrolera después del paro y sabotaje petrolero de 2002 y 2003, porque “le dio más sentido a la Revolución Bolivariana, y la blindó financieramente cuando se derrotó el criminal evento llevado a cabo por la IV República”.
Tras derrotar el sabotaje petrolero en 2003 surgió la “Nueva Pdvsa”, que le dio sentido social y revolucionario al petróleo. La toma del control político y económico le dio fuelle a la revolución para cumplir con las Misiones y los proyectos contemplados por Chávez en el Plan de la Patria, que según Ramírez, Maduro traicionó.
El también ex embajador de Venezuela ante la ONU asegura que los revolucionarios de verdad están de duelo por la muerte de Rodríguez Araque, y eso merece respeto, respeto que Maduro “no siente, porque no es un revolucionario genuino, sino un traidor”.
Es bueno recordar que rescatar a la industria petrolera de las manos de las transnacionales petroleras, darle sentido patrio y potenciar los recursos para las grandes Misiones y el pueblo, fue una la labor mancomunada que partió, sin lugar a dudas de las acertadas gestiones y decisiones de Alí Rodríguez en su condición de Ministro de Energía y Minas y de Secretario General de la Opep, cuando comenzaba la primera década del siglo XXI.
“Alí Rodríguez dejó el terreno abonado para que los precios del crudo alcanzaran record históricos, y nos sirvieran para perfilar una industria capaz de elevar no solo la producción, sino que además la moral de los trabajadores de Petróleos de Venezuela”, enfatizó Ramírez.
Mi gestión de más de 12 años, comenzó haciendo frente a un paro petrolero infame que hizo perder a Pdvsa más de 16.000 millones de dólares y que dejó a la producción en 25.000 barriles de petróleo por día, comenzando 2003.
Pero todos los indicadores subieron de manera acelerada, cuenta Ramírez. Ese mismo año se logró recuperar la extracción a más de 2,7 millones de barriles por día, tras el esfuerzo colectivo.
Destaca además que a su salida de Pdvsa en 2014, la producción superaba los 3 millones de barriles por día, y que se trabajaba desde todos los flancos para lograr los objetivos del Plan de la Patria que suponían un bombeo de 6 millones de barriles por día en 2019.
La meta hoy, dice el ex alto funcionario de Chávez, está completamente desdibujada. La cifra de producción que revela la Opep de 1,1 millones de barriles por día es una ofensa a la memoria y esfuerzo hecho por el comandante Hugo Chávez.
En su gestión también se destinaron recursos para el desarrollo social que al cierre de 2011 alcanzaron 30.079 millones de dólares. Las reservas de crudo se situaron en 300.000 millones de barriles, y los ingresos al cierre del año de su retiro 2014 sumaron 128.000 millones de dólares, en contraste con los 88.554 millones de dólares recibidos en 2015, y las subsiguientes caídas.
La gestión de Maduro en materia petrolera ha sido un desastre. Pero no solo colapsó las cifras petroleras, sino que también destruyó las macroeconómicas y sumergió al país en una hiperinflación que ha hecho daño, fundamentalmente a los sectores de escasos recursos, denuncia.
Maduro también desmonta el legado de Chávez y su Plena Soberanía Petrolera entregando la industria a privados. Viola la Constitución Nacional y las Leyes de Hidrocarburos, cuando reduce la participación y control del Estado, y modifica a su antojo los esquemas fiscales de la industria petrolera, para beneficiar a terceros cuyo único afán es el lucro. Eso es traición, y la historia y el pueblo de Chávez se encargarán de juzgarlo.