En días pasados maduro alertó a su militancia, del peligro de la actividad divisionista de los exministros de Chávez, que atentaban contra la unidad del movimiento y principalmente contra la unidad civil-militar. La alerta produjo reacciones de varios Ministros de Chávez, y abundaron las declaraciones: hablaron de oleada represiva, denunciaron la conversión del gobierno en una dictadura fascista, otros, declaran sus intenciones dentro del llamado campo democrático y el respeto a la Constitución de Chávez. El tema merece comentarios.
La política es, en esencia, una actividad civil-militar. Esta unidad civil-militar puede ser fácilmente reconocible, o puede estar oculta. Muchas veces la importancia decisiva del componente militar se disimula, aunque su sola presencia es determinante. Se puede decir, recordando a Clausewitz, que “la guerra es la política por otros medios”, y completar, agregando, que la política es la guerra por otros medios, evidenciando así, que lo civil y lo militar se intercambian, más que una unidad son una identidad.
Pero, ¿alrededor de cuáles intereses se da esta unidad, que representa? Esta unidad no es un eunuco, es reflejo de la lucha dentro de la sociedad, representa la dominación de unas clases, el control de esas clases sobre el resto de la sociedad, y la lucha por ese control, por la dominación, por el poder. Entonces, no se puede hablar de unidad civil-militar en el aire, sin decir alrededor de cuál proyecto se agrupa, qué representa.
Ahora, estamos preparados para hablar de las diversas unidades civil-militares, presentes hoy en Venezuela, en la lucha por el poder. Hay una unidad civil-militar que está en el gobierno, que se engendra alrededor del capitalismo, le sirve, lo protege, hipoteca a la Patria a los intereses capitalistas internacionales, de una neoburguesia y de la burguesía tradicional. Somete a la masa y a la sociedad en general a niveles de miseria material y espiritual pocas veces visto.
Y, existe una unidad civil-militar, patriótica, chavista, socialista, perseguida, calumniada, amedrentada, que representa los intereses de la masa irredenta, tantas veces estafada, los intereses de los asalariados, de los trabajadores petroleros, de los docentes, de las universidades, de los militares, de todos los que sufren las penalidades del desastre económico del madurismo, es la unidad de la Soberanía, y su protección, frente a la embestida del capital imperial. Esta unidad tiene un proyecto claro, conocido en años de ejercicio del gobierno chavista, plasmado en el Plan de la Patria original, el de Chávez, en su ejemplo, su legado.
Cuando maduro llama a cuidar la unidad civil-militar, sin dudas, se refiere a su unidad, a la capitalista, a la que traicionó el legado de Chávez. No le conviene que se sepa la calidad de esa unidad. Evita, teme, que se hable de la otra unidad civil-militar, persigue al que lo haga, teme que la sociedad sepa de su necesidad y su posibilidad, la espere y la apoye, reconozca a sus líderes, teme que entienda que sin unidad civil-militar revolucionaria no hay liberación posible, que la masa entienda las diferentes calidades de la unión civil-militar Y le teme a la verdad de que la auténtica unidad civil-militar se forja alrededor del chavismo socialista, y se separa, se divide de la unidad civil-militar capitalista, la que se dividió del legado de Chávez. No se puede tener unidad civil-militar sin deslindarse de otras unidades, no hay unidad sin división.
¡UNIDAD CHAVISTA, SOCIALISTA!