Hoy, en el cumpleaños 69 del comandante Hugo Chávez, todo el mundo es testigo de lo malo que pasa en el país y en el mundo y nadie toma partido. ¿Qué les pasa por la mente a los cervatos cuando una familia de tigres se come a uno de sus hermanos?, imagino que lo mismo que pasa por la de nuestros camaradas, hermanos o conciudadanos en estos tiempos descompuestos, viendo que la sociedad se desmorona frente a sus narices: ¡no pasa nada! La indiferencia en algunos se transforma en vanidad y en la mayoría es solo la indiferencia del egoísmo.
Hace falta Chávez. Ahora, cuando más necesitamos tomar partido por la humanidad, por la vida, cuando más necesitamos de una revolución socialista, se enseñorea el espíritu del fatalismo, la gente “se deja”, la gente se entrega a lo que disponga el viento capitalista, el poder de lo material, nadie parece estar dispuesto a pelear por nada ni por nadie, si no hay dinero de por medio.
La “cumbre” UE y CELAC fue pura paja. Fuegos artificiales repetidos, una película mala. De aquí fueron a viajar a Europa para nada. Ni una sola voz de rechazo al sistema colonial, al modelo de desarrollo capitalista y la destrucción del planeta. ¡Hace falta Chávez!
El problema es que además de un legado de inconformidad y de lucha, Chávez también dejó el país sembrado de resentidos y envidiosos. Ahora todo el mundo lo confronta después de muerto, pero sin la valentía de pelear por lo que peleó él en vida, por el socialismo. Sin la valentía de Chávez. Se quedan mirando los toros detrás de la talanquera y hablando paja. El único que ha levantado la voz por Chávez y el Plan de la Patria ha sido Rafael Ramírez, pero la envidia es un monstruo azul de mil cabezas
Las evasivas al Plan de la patria y a las críticas de Rafael Ramírez a las políticas del gobierno de Maduro se revelan en una especie de convulsión mental, un fenómeno de negación, personas que no quieren ver ni escuchar lo obvio, tapándose los oídos y batiéndose de un lado al otro como si los atacara un calamar gigante.
Pero no es un calamar gigante, son críticas fundamentadas hechas por uno de los más importantes miembros del último gobierno de Chávez, críticas con autoridad… ¿Vas a matar la realidad con un chisme; así vas a cancelar a tus contrarios? Cuando vayas a confrontar a Ramírez hazlo a su altura política y al nivel de sus razonamientos, no insultando como una vecina amargada.
Hay que elevar el nivel del debate político e ideológico. Por ejemplo, los escritores que no quieren el Plan de la Patria escrito por Chávez deben decir claramente por qué no lo quieren, no dar por sentado que ha sido “superado” (¿superado por qué o por quién?). Lo mismo pasa con Rafael Ramírez, deben explicar por qué molesta tanto su nombre, no dar como un hecho que se trata de un delincuente corrupto. En los dos casos deben argumentar, inclusive sumarse a los odios de Maduro pero con bases mínimamente concretas, mostrar pruebas de que el Plan de Chávez no sirve, TOMAR PARTIDO, o de que Ramírez es un mal político y que ha traicionado a la revolución, que ha violado la ley; expresar razones, así sean personales, emocionales; todo se puede explicar más allá de la vulgar calumnia, la descalificación fácil, todo se puede explicar sin el prejuicio y el chisme por delante, o sin esconder la cabeza para no dar la cara y se vea la calamidad de nuestras almas.
Un argumento vale si es sincero, no hace falta mucha metodología para eso, solo que se muestre con honestidad. Hugo Chávez se esforzó hasta armar una idea coherente en su Plan de la Patria el cual fue falsificado y luego despachada la felonía con desprecio diciendo que “hubo que actualizarlo”. Rafael Ramírez casi todas las semanas se esfuerza en ordenar datos para contradecir los disparates de Maduro y su gobierno, ¿para que cualquiera, sin otros argumentos que su propio resentimiento, lo descalifique con un chisme, ¡evadiendo el tema político!?… ¿para que cualquier pendejo diga de él lo que quiera, sin conocerlo, sin ningún respeto por el hombre, sin razones políticas…, para que Maduro lo insulte en televisión, desconociendo con descaro su propia “ley del odio”?… No es justo, si es que hablamos de personas y no de “máquinas”.
La decadencia del debate político es un síntoma de decadencia global. Nada vale, por eso todo vale. VALE TODO, el “Cambalache” de Enrique Santos Discépolo, premonitorio de lo que ahora pasa en el mundo, en este gobierno y en el país, no hay compromiso con nada ni con nadie; solo importa arrimarse al poder, al dinero o esconder la cabeza.
El ex ministro se tiene que defender siempre de alguna calumnia o alguna noticia tendenciosa, esa ha sido la rutina de Ramírez hasta ahora. Tiene como enemigos al gobierno de Maduro y a la oposición mayamera. A su favor escribe el solo, porque no hay manera de que pueda defenderse en el sistema de justicia actual, donde nadie tiene derecho a una “debida defensa”, el que es condenado por Maduro o por su “ministro fiscal” Tarek William es detenido sin presumir su inocencia, lo visten de naranja, les ponen esposas y lo exponen, ante una masa ávida de venganza, por televisión como un trofeo de la justicia madurista, ¡el Show de las 12!
Ramírez recibe como respuesta, inclusive en aporrea, falsos argumentos, evasivas de lo que podría ser un debate importante para todos. Casi nadie ha contradicho las explicaciones de Ramírez desde el punto de vista político, creen que descalificándolo con una acusación de delincuente invalidan sus argumentos. Otros hacen silencio con indiferencia, como si todo ya estuviera dicho, o lo anulan con pre-juicios, de juicios que vienen desde Miraflores, alimentados por el madurismo y el pequeño Fouché, el poeta Tarek William, muy aviesos todos para distraer la atención a sus denuncias o a cualquier denuncia política, y a la importancia política que tiene el Plan de la Patria redactado y presentado por Chávez ante el CNE en el 2012.
Todos nos merecemos una respuesta digna a nuestros argumentos políticos. Si te insulto, insúltame, es justo. Pero si mis argumentos son políticos, no lo hagas, porque degradas lo que podría ser un debate constructivo para ti y para los otros; confrontando ideas no prejuicios, para los prejuicios están los psiquiatras o psicólogos, para encontrar el origen de nuestros odios.
Maduro y el madurismo a punto de perder las elecciones, y la gente sin ideas, sin ganas, desorientada…
¡CHAVEZ VIVE!, ¡IDEAS CLARAS Y COMPROMISO!